jueves, 2 de abril de 2020

Cuestionarios del Confinamiento (9): Susana Jódar


Susana Jódar (Valladolid, 1993). Es Ingeniera de Caminos, Canales y Puertos, ligada al sector del agua desde hace tres años, y una lectora empedernida de novela policiaca. Ha publicado dos novelas: Visita inesperada (2018), ambientada en Luanco y en Oviedo, y Segundo aviso (2020), que se editó unos días antes del confinamiento, esta vez dividiendo la intriga entre Llanes y Oviedo. También participa en el libro colectivo El mundo en torno a un balón, que Más Madera sacará a la venta en breve.

-¿Cómo son tus días de confinamiento? ¿A qué dedicas todas las horas por delante del día?
Unpopular opinion: me pasa el tiempo volando. Cada mañana me lleva casi un minuto recordar qué día de la semana es, pero, cuando caigo en la cuenta, me parece mentira que ya hayan pasado casi tres semanas completas. Estoy bastante entretenida rescatando cosas del trabajo que tenía atascadas, reuniones por Skype... Intento encontrar todos los días un rato para escribir, algo que antes me resultaba imposible, y saco al perro. Tres veces al día, haga sol o nieve (sí, ¿ayer? nevó). Precisamente, el paseo con Lluvia es lo que más rutinario se me hace y cuando más consciente soy de las limitaciones: nada de experimentar nuevas rutas, sólo bajar al parque y vuelta a casa.

-¿Cómo es el lugar donde vives?
Justito de espacio, pero más que suficiente. Podría decir que vivo prácticamente en una mesa: el ordenador de trabajo siempre encendido, comprobando el correo, varios cafés, el teléfono sonando... Cuando lo consigo, sobre la misma mesa, cambio al ordenador personal para tratar de llenar las páginas en blanco, algo para lo que antes era imposible sacar tiempo durante tantos días seguidos.

-¿Qué es lo que más has añorado hacer en estos días y lo que menos?
Puede resultar increíble, pero mi hora en coche al trabajo es de lo que más he echado en falta. Ver diariamente el amanecer y el mar, en muchas ocasiones a la vez, es imposible de representar en imágenes. Echo de menos también el ruido. En mis tres salidas de casa diarias, la soledad y el silencio me siguen sorprendiendo. Por las mañanas, cuando la niebla está aún baja, todo parece tu portada de "Amanece en Oviedo".
Lo que le agradezco sin duda al confinamiento son las dos horas que le he ganado al despertador. El día que me toque escucharlo de nuevo a las 5:20 h., ya me veo pidiendo "5 diítas más".

-¿Crees que habrá un "antes" y un "después" tras este confinamiento?
Resulta complicado pensar en el "después de", pero sí que nos imagino a todos mucho más cercanos al prójimo, más solidarios, incluso quedándonos en el mismo lado de la acera para saludar a quien antes evitábamos. Vienen tiempos de arrimar el hombro y estos días nos están sirviendo de entrenamiento -aunque sea a metro y medio-.
Ayer descubrí las redes sociales de alguien a quien no os podéis perder: Carmen Lomana. Polémica en sus declaraciones, proponía que todos los años, durante quince días, se celebre una memoria a este período, quedándonos en casa, sacando tiempo para nosotros...
Yo le compro la idea, pero, a mí, con un día de recuerdo, me vale.

-¿Qué será lo primero que hagas cuando se acabe el confinamiento?
Supongo que, como a todos, sólo de pensarlo, se me pone la carne de gallina. Creo que saldré corriendo a la puerta, sin preocuparme de nada más que de llegar al encuentro de quienes tantas ganas tengo de abrazar. Previsiblemente, cuando salgamos hará buen tiempo, y habrá en mi querido Oviedo decenas de terrazas esperando a ser ocupadas. ¡Cuenten con mi vaso!

MANOLO D. ABAD