sábado, 26 de enero de 2019

Sin Fronteras


El Tocadiscos. -Sin Fronteras”


ANABEL SANTIAGO “Y_Andá”
Rock-CD
10 canciones. 16 €

Los caminos de la renovación de la música tradicional pueden llevarse por muy distintos senderos y con muy diversos argumentos. Más allá de expresiones rayanas en lo lúdico y lo superficial, Anabel Santiago opta – como siempre lo ha hecho a lo largo de su carrera, pero aquí dando completamente en el blanco – por un tratamiento profundo, pleno en lo musical, dejándose de efectismos carnavalescos. Acompañada por un grupo de músicos versátiles, entregados a desprenderse de etiquetas y abordar las composiciones como exploradores de un nuevo territorio sonoro, gente de la experiencia de Emilio Fidalgo (El Bueno, El Feo y El Malo, Xuacu Amieva), Chus Naves (Salón Dadá, Koniec) o Manuel Cordero (Bodas de Sangre, La Huella), unidos al entusiasmo de Fruela 757 en las bases electrónicas, logran integrar los peculiares matices de la voz de Santiago con una modélica simbiosis entre lo tradicional y contemporáneo.

Nada chirría en este planteamiento, no se trata de experimentos con gaseosa sino de una unión entre dos mundos que se funden en uno nuevo y propio. De lo más bailable (“La llave de la alegría”) a la maravilla de “Adiós ríos, adiós fontes” en una clave más íntima, este octavo trabajo de Anabel Santiago demuestra la importancia de adoptar con planteamientos profundos y con una integración verdadera, sin prejuicios, una redefinición de lo tradicional, que no es sino un nuevo mundo cuyo resultado es este brillante álbum.

MANOLO D. ABAD
Publicado en el suplemento "Culturas" del diario "El Comercio" el sábado 26 de enero de 2019

lunes, 21 de enero de 2019

Gerar, Letras y Vida

W

"Gerar, Letras y Vida"

Las noticias inesperadas de una muerte de alguien cercano son, sin ninguna duda, las peores. Aprendemos, en ese combate contra las circunstancias adversas y todos sus golpes que es la vida, a encajarlos, a seguir, aunque sea a trompicones, en pie. Pero, cuando leí el whatsapp que mi querido amigo y escritor Lauren García me envió en la mañana del domingo, sentí el embate de un K.O., de un golpe duro que te lleva contra la lona. El día anterior, en su columna semanal del diario EL COMERCIO había escrito sobre mi proyecto "Sucedió en Oviedo", donde embarqué a otros cuatro escritores amigos. Quince días antes, en un local de la calle Santa Teresa de la capital, habíamos compartido unos vinos y una conversación imparable e impagable durante casi cuatro horas. Nos saltamos nuestras rutinas, la amistad que, tantas veces, descuidamos, requería ponerse al día.

Conocí a Gerardo Lombardero en las Jornadas Literarias de Pravia, a las que -como me recordaba su gran impulsor Javier Lasheras- había que llevarlo a rastras. Luego, imbuido de ese espíritu que se consiguió en muchas de sus ediciones, pura magia, alejada de egos y vanidades, se enfrascaba en múltiples conversaciones donde se mezclaban -como en las grandes ocasiones- cultura, noche y vida, como ese espíritu que guía los caminos de las letras destinadas a perdurar. Por encima de petulantes, vanidosos y de la pretenciosidad artificiosa que castiga muchas de las peores letras a las que nos condenan los egocéntricos, Lombardero era lo verosímil, lo real, la pura vida, toda la existencia apurada hasta la última copa, hasta el último resquicio de noche, hasta el postrero aliento que nos guía hasta el final del túnel. Ahí estaba María José Ferrero, su mujer-faro, esa que todos los náufragos de la literatura anhelamos conocer, o no echar a perder. Alguien que nunca trató de cambiarlo, pero que matizó su fuerza interior hasta una obra digna de ser recuperada.

Conducido a sus rutinas, tras años de noche y de esa zozobra que nos lleva a los más diversos amaneceres, su obra va de la novela histórica más profunda, buscando esencias por encima de la superficialidad reinante de los grandes nombres, a una honda, sentida, plena de emoción, cosecha poética y, por supuesto, a su tarea como articulista, donde plasmó esa virtud de no casarse con nadie, de ser riguroso, de esa rebeldía con la que tantos puntos en común teníamos. Esa que echaré de menos tanto a partir de hoy.

MANOLO D. ABAD
Publicado en el diario "El Comercio" el lunes 21 de enero de 2019

domingo, 20 de enero de 2019

Gerardo Lombardero (1951-2019)


INVIERNO

Ha llegado el invierno

Y un gorrión en la arboleda

Busca refugio sereno,

Donde el agua no le moje,

Donde el frío no le apriete,

Donde todo sean cantares

Cada vez que amanece.

Si yo fuera gorrión,

Un gorrión con buena suerte,

Sería hoy un halcón

Cazando a la mala gente.

sábado, 19 de enero de 2019

Gerardo Lombardero escribe sobre "Sucedió en Oviedo"

"Escrito en Oviedo"

Por Gerardo Lombardero

"Sucedió en Oviedo" es el notorio esfuerzo de varios creadores puestos a disposición del mismo empeño: hacer de lo inmediato una baza más en la que la ciudad se despereza en los textos más inusuales".

Si pudiésemos empapelar calles y fachadas con todas las novelas que comienzan en la ciudad, que terminan en ella o, simplemente, que la toman como protagonista, estoy seguro de que quedaríamos asombrados. Por ese mismo motivo, la aparición de una nueva obra en la que la capital es eje central de sus narraciones, quizá y ahí puede estar el problema, parece que no nos coja por sorpresa. Pero, todo lo contrario, debiéramos hallarnos ante un volumen que causara nuestra admiración, primero porque es uno más que se asoma a estas calles llenas de historias, porque es el esfuerzo de unos creadores que han pensado que la continuidad bien vale la pena y porque, una vez más, Oviedo es el único protagonista de algo que merece la pena ser contado. Si no debiéramos ocuparnos de la violencia que llena nuestras vidas, espero que, a pesar de muchos, ¿de qué debiéramos ocuparnos?



"Sucedió en Oviedo" es justamente eso de lo que les hablo, es novela, es ficción, pero ante todo es el esfuerzo notable y notorio de varios creadores puestos a disposición del mismo empeño: hacer de lo inmediato, aunque este inmediato sea a primera vista rechazable, una baza más en la que Oviedo se despereza en los textos más inusuales. Para ello, autores como Ovidio Parades, Marcelo García, Lauren García, Javier F. Granda o Manolo D. Abad, han puesto el empeño necesario para pergeñar unos relatos en los que la muerte, la cara oculta de la vida cotidiana o simplemente el asesinato son el factor común que los une. El último de los autores de la lista, en un sincero prólogo, lo dice muy bien: "Oviedo es mi ciudad y una de las protagonistas en todos los relatos, la que establece ese hilo común. Creo -y espero no equivocarme- que todo esto es un canto de amor a nuestra ciudad por parte de todos los participantes. En mi caso, no lo duden: lo es". Y así, relatos como "A Ciegas", "Oviedo Gentry", "Miss Ingrid Street", "La Dosis Hace El Veneno" y "Plagiadora", conforman un volumen que no tiene desperdicio, pues va desde el crimen cotidiano, ese que puede ocurrir cualquier día y en cualquier ciudad, hasta la narrativa tras la cual se esconde hábilmente un poeta a quien delata su propio texto, hasta el eléctrico desenlace que nos hace vibrar a pesar nuestro. Ya que me he adentrado en este berenjenal de comentar un volumen nuevo, tengo que hacerles a los editores una propuesta: casi todos los libros se venden por su portada. Apilados en las librerías, en ocasiones simplemente la mirada fugaz que pasa sobre ellas despierta nuestro interés. ¿Valdría esforzarse un poco más en la elección de la referida cubierta?



Para que comprueben que en una ciudad como Oviedo todo es posible, narraré una anécdota que me ocurrió hace bastantes años, pero que no ha desmerecido con el tiempo. En la céntrica plaza del Riego existe a día de hoy un jardín triangular que, adosado a los restos de la muralla medieval, delimita de alguna manera el borde de la acera. Sobre la misma, una mañana a primera hora, había una caja de cartón de tamaño regular que, alguna mano descuidad había dejado el día anterior cercana a los cubos de la basura para ser recogida, supongo. Mi curiosidad me llevó hasta ella y con cuidado, alcé las tapas para escrutar en su interior. Para mi sorpresa, yacían en el fondo de la misma un cráneo humano, junto a dos huesos de la misma procedencia, que por sus dimensiones podía asegurarse que se trataba de dos húmeros. La sorpresa fue mayúscula, lo confieso y el dilema que a continuación me embargó también. ¿Qué debía hacer ante semejante hallazgo? Pues hice lo que pienso que debía hacerse, un poco sobrecogido por el encuentro y un poco -lo confieso- por el lío que se iba a montar a continuación. Se trataba de restos humanos, de eso no había duda así que, llamé de inmediato al servicio telefónico de la Policía Local y les comuniqué el descubrimiento. Tardaron poco, es cierto, así que cuando dos agentes se personaron en el lugar, les señalé la caja marrón que había levantado mi desconfianza. Nada más explorar como yo había hecho su interior, llamaron al juzgado de guardia, que prestamente envió un juez al lugar de los hechos. De nada valió la circunstancia de que el cráneo tuviese unos números en su parte superior trazados por un rotulador, lo que nos indicaría que había pertenecido a cualquier estudiante desaprensivo; se trataba de restos humanos y como se dice en el argot, había que "levantarlos". El espectáculo duró buena parte de la mañana. Yo, divertido, miraba desde una distancia razonable el ir y venir de tanto experto para algo que estaba claro desde el principio, pero la ley es la ley y los restos, qué coño, merecían un respeto. Así que, si vale el ejemplo, en una ciudad como la nuestra, cualquier cosa es posible.

Para finalizar tengo que decir que "Sucedió en Oviedo" me ha recordado de pronto el "Cantar del Mío Cid", en particular aquel verso que dice: "Qué buen vasallo, si tuviese buen señor". A buen entendedor, pocas palabras bastan.

Publicado en el diario "El Comercio" el sábado 19 de enero de 2019


Sol de Invierno



El Tocadiscos. -Sol de invierno”


MUÑECO VUDÚ “Gravemente ilesos”
Rock-CD
10 canciones. 10€.

El grupo asturiano alcanza su tercer álbum desde un planteamiento mucho más ambicioso en cuanto a la producción que sus precedentes, cortesía de todo un clásico como el gran Miguel Herrero, lo que se traduce en una mayor elaboración de arreglos y matices en el repertorio. El grupo acierta también en el tono sosegado que recorre el trabajo y que se desliza en las primeras composiciones del disco, muy cercanas a Wilco y lumbreras similares de la americana, con las que los asturianos hallan estimulantes puntos de encuentro.

Podían haberse quedado ahí, pero hay mucho más, un eclecticismo mayor pero, al mismo tiempo, un gusto por matizar cada canción, hasta llegar a atreverse con una espléndida ranchera (“Vaya por delante”, sin ninguna duda de lo más brillante del lote), sin que desmerezca del resto y perfectamente ensamblada en el conjunto del elepé. Mención especial para los aromas de serie negra -a poco que se despisten los contratan para la Semana Negra gijonesa – de “Charcos de Sangre” o “100 Fotos” y también para el tema que da título al álbum y con el que se cierra el trabajo.

Alcanzan, pues, Muñeco Vudú, eso que tanto se da en llamar madurez, buscando su propia senda dentro de su asumido eclecticismo, desde una propuesta abierta y con un buen número de aciertos en forma de canción, sobre los que perseverar.

MANOLO D. ABAD
Publicado en el suplemento "Culturas" del diario "El Comercio" el sábado 19 de enero de 2019

lunes, 14 de enero de 2019

Juan Cueto (1942-2019)


domingo, 13 de enero de 2019

Limbo



El Tocadiscos. -Limbo”


JULIA HOLTER “Aviary”
Domino
15 canciones. 16€

El quinto trabajo de la estadounidense es un solemne canto al amor, a sus esperanzas, a los altibajos en las relaciones, a principios, rupturas, regresos y finales definitivos. Todo ello servido con su peculiar estilo, que mezcla en una poética peculiar el pop de cámara, la psicodelia más enrarecida, cierto jazz austero, las esencias de densidad atmosférica en climas etéreos escuela Kate Bush, todo para ofrecer un trabajo fuera de lo convencional y, por supuesto, tamizado bajo una personalidad propia e indiscutible.
La magnífica “Les jeux to you” podría resumir bien a las claras todo lo que se encierra en un mundo poco apto para oídos convencionales, donde la vaporosa propuesta de Holter impregna los ambientes de un mundo onírico donde nada parece real. Flotando sin ningún tipo de frontera, deslizándose sin complejos en terrenos donde otros naufragarían, la estadounidense consigue trazar un espacio personal en el que brillar con luz propia. Si tuviéramos que agarrarnos a una referencia, el estimulante universo del increíble Robert Wyatt sería el adecuado. Sensibilidad exacerbada, climas ensoñadores y una magnífica sensación de ser transportado a un lugar donde mandan la paz y el equilibrio. Allí donde los arreglos, toda la instrumentación, gira en regresar a una especie de edén alejado de todas las turbulencias que nos acosan, fuera de cualquier mala vibración. Como detenida en un delicioso limbo al que nadie podrá turbar.
MANOLO D. ABAD
Publicado en el suplemento "Culturas" del diario "El Comercio" el sábado 12 de enero de 2019

martes, 8 de enero de 2019

Hoodoo Gurus "Shadow Me"



I was counting on you being there,

Contaba con que estuvieras ahí

Hoping you would shield me from me from the glare.

Con la esperanza de que me protegiera de la mirada

Shadow me, I have lived in shadows all my life.

Yo, una sombra, He vivido en sombras toda mi vida

I´ve waiting an eternity

Esperé una eternidad

For tonight to spread it´s arms and comfort me

Para que esta noche extienda sus brazos y me consuele

Shadow me, I have lived in shadows all my life.

Yo, una sombra, He vivido en sombras toda mi vida

Things we did together yesterday

Las cosas que hicimos juntos ayer

Feels more like twenty years ago,

Se sienten más que hace veinte años

Oh, baby, I never lied

Oh, cielo, nunca mentí

I told you my hands were tied

Te dije que mis manos estaban atadas

All the time, You said "That´ll be fine"

Todo el tiempo dijiste: "Eso estará bien".

Like the mariners from the ages pasadas

Como los marineros del pasado

I steer my way through trackless seas

Me dirijo a través de mares desconocidos

By the light of stars

Con la luz de las estrellas

Won´t you be my shadow?

¿No serás mi sombra?

Havalina "Sueños de Esquimal"

Tropical Fuck Storm "You Let My Tires Down"

sábado, 5 de enero de 2019

Cerveza abierta hace días

CERVEZA ABIERTA HACE DÍAS

La última semana había discurrido
Como el sabor de la cerveza de lata abierta hace días.

Todos los aromas llevaban al asco,
las tripas se revolvían
Y protestaban.

El cerebro vibraba, imparable,
Botando entre las paredes del cráneo,
Tratando de escapar de su cárcel.

Sólo tenía sed, a veces.
Sed de amor, sed de sexo,
Pero ni rastro de esperanza.

El sabor de una cerveza de lata
Abierta hace días,
Oculta en la mesa,
Perdida su fuerza hace tiempo.
Sólo líquido para derramar
Por el desagüe.

Como mi vida, 
Que huye hacia el abismo.
Como el lento devenir,
Que me empuja hacia el final indeseado.

Cerveza de lata abierta hace días,
Cubierta, invisible, desaparecida,
Como el rastro de mis sentimientos,
En días de frío y oscuridad.

MANOLO D. ABAD
"Rec-Capitulación" (Turbulencias, 2018).


Festín de Guitarras



El Tocadiscos. -Festín de guitarras”


JOSEBA IRAZOKI ETA LAGUNAK “Zu al zara?”
Bidehuts
12 canciones. 12 €.

En un ambiente donde el rock palidece por la influencia autoral que lo debilita en su esencia guitarrera y en el que se prefieren los sucedáneos de hábil mercadotecnia, trabajos como el segundo álbum de Joseba Irazoki con sus Lagunak resultan una bendición liberadora. Versátil guitarrista que ha dejado su impronta en proyectos muy diversos, de Mikel Erentxun a Nacho Vegas, pasando por Atom Rhumba, Joseba Irazoki despliega todo un excepcional catálogo de recursos con las guitarras brillando en un sinnúmero de registros para deleite de aquellos que gusten de la libertad expresiva sin ataduras de convencionalismos.
Psicodelia (inspirada por el aura de magos como Robyn Hitchcock) y rock de guitarras de escuela New York de los 70 -con Television y los magisterios de Tom Verlaine y Richard Lloyd como brújulas- se quedan superados en la simbiosis que se consigue en este excepcional álbum. De lo más asequible e inmediato (“Lucio eta Durutti”, “Zu al zara?”) a una pieza como “Zigorra”, donde se marcan su propio y personal “Marquee Moon”, hay donde elegir para que el disfrute sea total, como en ese ineludible instrumental último -”Zaldi Dantza”- donde los diálogos guitarreros brillan a modo de colofón para un sensacional trabajo, único en su especie e imprescindible, más allá de toda etiqueta y consideración coyuntural. Magistral.

MANOLO D. ABAD
Publicado en el suplemento "Culturas" del diario "El Comercio" el sábado 5 de enero de 2019