jueves, 2 de abril de 2020

Cuestionarios del Confinamiento (8): Nacho García


Ignacio García Pozo, "Nacho García" (Oviedo, 1976) es músico. Estudió Diseño Gráfico y Publicitario en Avilés y ejerció esa profesión durante gran parte de su vida. Militante en diversas bandas asturianas durante los años noventa en Oviedo y Avilés, comenzó a publicar discos en solitario en 2009. Su obra musical comienza con Aviadores, grabado en A Coruña en 2008 y prosigue con El poder fáctico, ya instalado en Asturias, el EP Váyase la luz y la colección de cinco singles Canciones para San Valentín, todos ellos publicados por Tribeca Studio Recordings. Ha publicado, además, colaboraciones con diversos artistas y participado en campaña con Izquierda Unida y colectivos como "Marches por la dignidá", además de ir como independiente en la lista de "Cambia Avilés" en las elecciones de 2019.
Cuatro veces nominado en los premios AMAS (premios de la música asturiana) y premio como mejor letrista en 2014, premio a la mejor banda sonora en el II Certamen de Cine de Proaza en 2015 con "Lo inevitable". Ha colaborado, además, con diversos medios y fanzines, destacando su columna quincenal en el diario La Nueva España.
En 2018 publicó el libro de relatos y poemas Este lamentable momento.

-¿Cómo son tus días de confinamiento? ¿A qué dedicas todas las horas por delante del día?
Pues hasta hace nada, bastante llevaderos. Ahora empiezo a acusar la soledad y echo de menos a personas muy concretas, pero, en general, lo llevo bastante bien. Dedico el 100% del tiempo a las nuevas canciones y a algún encargo como éste, alguna columna para el periódico, etc. Pero, principalmente, me paso el día absorbido por el nuevo disco. He puesto a punto todas las guitarras, todo el equipo, los amplis... No hay mal que por bien no venga. He dejado de beber, pero he vuelto a fumar. This is life. Hablo con muy poca gente, apenas miro el whatsapp, la verdad es que acabo de grabar a las tantas y me da mucha pereza contestar. Saldré de esto con un disco, pero con un número muy limitado de amigos. Llamo a casa de mis padres todos los días, eso sí. Suelo madrugar, no me levanto más tarde de las nueve, desayuno y arranco con cosas como ésta o lo que tenga pendiente y me organizo ya para grabar. De fondo, siempre la tele, sin volumen. Al principio, estaba conectado todo el día, pero, ahora, he limitado las redes sociales a un post diario por la mañana que preparo la noche anterior con lo que estoy grabando o escribiendo y que consulto a la hora de la comida o la cena. También he dejado de ver las noticias. La sobreinformación está llegando a unos límites insoportables, en ese sentido estoy bastante saturado. Estos días he estado también montando un clip para un single que lanzaré en redes y tiendas digitales la semana que viene. En dos palabras, el confinamiento aquí está siendo muy productivo.

-¿Cómo es el lugar donde vives?
Mi casa es pequeña. Habitable, pero pequeña. Muy parecida a la tuya, ahora que me ubico. Apenas veo el exterior, en ese sentido es bastante deprimente, pero lo cierto es que es muy cálida y acogedora. Todo está muy cuadriculado y ordenado, no soporto el desorden. Y muy limpín, que estos días sobra tiempo. Ahora mismo está invadida por guitarras, cables y todo lo que conlleva una grabación. En la pared, fotos personales, fotos de Nick Cave, Dylan, Woody Allen, Marlene Dietrich, Gainsbourgh, carteles de mis conciertos, un poco de todo...

-¿Qué es lo que más has añorado hacer y lo que menos?
Lo que más he añorado es conducir. El coche me da mucha libertad y es algo que echo mucho de menos. Irte hasta el faro de Avilés o a Salinas y salir de la ciudad, es vital para mí. Conducir por la noche con la ciudad vacía... ese tipo de cosas. También echo de menos a alguna persona, pero no a muchas, la verdad.
Lo que menos echo de menos es tener que caminar por el centro de la ciudad tropezándome con un montón de gente. O las aglomeraciones. Eso es algo que odio. Me encantaría poder entrar ahora al Parque Ferrera, aquí pegado a mi casa, ahora que está cerrado al público y desierto. Tiene que ser una maravilla.

-¿Crees que habrá un "antes" y un "después" tras este confinamiento?
Desde luego. Lo hubo con la crisis económica de 2008, algo de lo que nunca nos recuperamos y lo habrá con todo esto, que es bastante más inquietante y severo. Espero que la gente se dé cuenta de la espiral capitalista por la que estamos engullidos y de cómo nos trata cuando descarrila. Es horrendo. Creo que tenemos la oportunidad de cambiar muchas cosas después de esto.

-¿Qué será lo primero que harás cuando acabe el confinamiento?
Pues, imagino que empezar con el lanzamiento del disco, promoción en medios, montar una banda, girar... Veremos cómo están las cosas. Y si te refieres a inmediatamente, pues, imagino que lo que todo el mundo, salir afuera y respirar. Apreciaremos eso de otra forma, miraremos al cielo con otros ojos, eso seguro.

MANOLO D. ABAD