miércoles, 27 de junio de 2018

Entrevista en el programa de RPA "El Tren de RPA"

Entrevista en el programa de RPA "El Tren de RPA" a propósito de "Rec-Capitulación", no "2" como erróneamente sale.
A partir del minuto 2:30.
http://www.rtpa.es/audio:%20de%20RPA_1530105995.html


Bailando en el alambre


Crónicas de Vestuario. –

“Bailando en el alambre”

El VAR ha conseguido brindar una de las Copas del Mundo de fútbol más competidas y emocionantes que jamás se hayan jugado. En ese contexto, lo de la selección española no se escapa al vértigo de unas circunstancias que han transformado en emoción y electricidad cada una de las tres jornadas de esta primera fase.
A quienes vimos al Real Oviedo de Fernando Hierro durante una aciaga campaña, no nos extrañó el inicio titubeante, lento, de pases rutinarios, de absoluta falta de ideas y de ambición. Eso, a pesar de haber situado a unos jugadores supuestamente creativos en el medio del campo, que pronto se vería desbordado por el error que buscaban los aguerridos marroquíes, en una versión inédita en las dos jornadas anteriores. Digo aguerridos y me quedo corto, pues se desenvolvieron con violencia –en especial Amrabat y Boussoufa- ante la pasividad de un nefasto trencilla como el uzbeko Irmatov, que pudo haber expulsado hasta en tres o cuatro ocasiones al desatado jugador del Leganés y al lenguaraz capitán marroquí.
Llegó el error que buscaban los magrebíes y eso puso en evidencia todas las claves que distinguen al equipo de Hierro del de Lopetegui. La inseguridad atrás, la ausencia de presión en el medio del campo –donde sólo Busquets cumple esa tarea, con peor desempeño que en sus mejores días, por cierto-, el regreso al barroquismo en los pases que hundieron al combinado rojo en el anterior Mundial, la falta de verticalidad y de opciones de remate. Todo se entrega a la inspiración individual, al fútbol de videojuego (como muy acertadamente lo definiera en su día Arsène Wenger, aunque entonces fuera un elogio), a lo previsible, a los chispazos individuales que no rompen defensas bien organizadas. 
El error de Iniesta le espoleó, lo cual es digno de resaltar aunque no esté para mantenerse en lo alto en un partido completo. Llegó el gol del empate y las dudas invadieron a los de ese seleccionador que parece salido de una película de James Bond, el bello Hervé Renard, todo un latin lover que optó por la vía iraní para hacer fortuna frente a España. Fueron los mejores minutos de La Roja, pero, una vez más –como le ocurría al Real Oviedo de Hierro- dejaron a su rival vivo. Y en el fútbol hay que machacar, bien lo saben los ingleses que parecen haber regresado con más fuerza que nunca. Destrozar, no permitir que el contrario salga vivo. Cuando se perdona, se paga. Eso fue lo que sucedió en el segundo acto, donde el equipo volvió a salir tan rutinario como solía cuando el malagueño entrenaba a los azules.
Al final, el recurso a la Furia, a un recuerdo a los peores tiempos de La Roja. Mal asunto. Gol de un Iago Aspas que pide a gritos oportunidades y un pase a octavos nada brillante, con demasiadas dudas. Aunque los octavos serán otra historia. A cara o cruz. Y los de Hierro parecen vivir bien “Bailando en el alambre” como en aquella vieja canción de los madrileños Polanski y el Ardor, a pesar de que no sea el mejor remedio para unos males acrecentados por la gestión del seleccionador.

MANOLO D. ABAD
Publicado en el diario "El Comercio" el miércoles 27 de junio de 2018

Havalina "Norte"

martes, 26 de junio de 2018

Morphine "Empty Box"



Tore open a package it was an empty box No meaning to me just an empty box Sender was a woman (x2) She said she's sending me everything that I I I never gave her before She said fill it up and send it back Fill it up and send it back So I send her back an empty box A big mistake sent back an empty box Half in the shadows half in the husky moonlight And half insane just a sound I crossed into a valley a valley so dark That when I look back I can't see where I begin I can't see my hands I don't even know if my eyes are open In the morning I was by the sea And I swam out as far as I could swim Until I was too tired to swim anymore And then I floated and tried to get my strength back And then an empty box came floating by An empty box and I crawled inside Half in the shadows half in the husky moonlight And half insane just a sound in the night Half in the shadows half in the husky moonlight And half insane just a sound

viernes, 22 de junio de 2018

Duros de Pelar


Crónicas de Vestuario. –

“Duros de pelar”

Con rivales como Irán siempre hay algo (o todo) que perder. Un seguidor que no sea aficionado al fútbol global podrá pensarse que los iraníes son pan comido, carne de goleada, allá dónde uno se los encuentre. Si revisan las estadísticas, se encontrarían con un bloque compacto que en sus partidos de los dos últimos años sólo encajó dos goles. Frente a un combinado como el español, los de Carlos Queiroz elevaron hasta el paroxismo un concepto que aúna el tradicional catenaccio tratando de perfeccionarlo con todas las triquiñuelas que algunos clásicos del fútbol sudamericano han situado en la dudosa categoría de virtudes: cortes de ritmo constantes, simulaciones de lesión a cada roce, pérdidas de tiempo en todo tipo de lances, búsqueda de tanganas, guerras psicológicas y de nervios de todo tipo… Un concepto realmente vergonzoso que, si se encuentra con un pésimo árbitro como el uruguayo Andrés Ismael Cunha, que lo consintió todo y, probablemente más, al once persa, condiciona un choque donde España se jugaba la vida.

“Duro de Pelar” (1978) es, indiscutiblemente, la peor película protagonizada por Clint Eastwood. El título, delirante versión libre del original “Every which way but loose”, nos viene perfecto para definir lo que La Roja se encontró en Kazán. Como curiosidad, el guión del film fue rechazado hasta en 46 ocasiones antes de ver la luz con Malpaso, la productora de Eastwood, que se lo arrebató al por entonces estelar Burt Reynolds. Del libreto de Queiroz y su Irán ya habíamos tenido noticias en la primera jornada, donde sacaron una victoria de la nada, con un desgraciado lance de los prematuramente eliminados marroquíes. Ni ética ni estética, lo del conjunto iraní es el pragmatismo defensivo llevado al extremo. ¡Ríanse ustedes de Maguregui y de su concepto ultradefensivo al que se acabó denominando por los periodistas deportivos como “amarrategui” y que ha hecho fortuna más allá del ámbito futbolero! De las declaraciones posteriores del portugués donde afirmó que “el VAR les había derrotado”, mejor no hablar. Porque su concepto parte de la triquiñuela, de la ventaja del tramposo, de la miseria y de todo concepto antideportivo para ensuciar el campo de juego como piedra angular. ¿Lo repetirá en la última jornada ante la selección de su país natal?


Ante semejante frontón, el combinado nacional tiró por la calle Esperanza. En Bilbao, donde existe esta calle, en pleno centro de la ciudad, hay un frontón que recibe el nombre de esta vía. España trató de ser fiel a sí misma, a pesar de que la elección de Fernando Hierro escogiendo a un Carvajal muy lejos de sus mejores tiempos, sí podía ser discutible. Lo intentó por la banda en el primer acto aunque terminó enredado en la tela de araña de los de Queiroz, sin resolver o aplicar alternativas claras a la paupérrima propuesta de los iraníes. La salida en el segundo acto mostró que ese camino olvidado del remate y de la velocidad, además de unas combinaciones mejores, era el que podía destruir el escenario donde los persas se habían sentido demasiado cómodos. Un gol de rebote, justo castigo a quien factura un reprobable concepto futbolístico, que podemos aceptar en virtud de la libertad de cualquiera a elegir su destino, pero que es realmente innoble y llena de vergüenza ante el descaro con el que campan a sus anchas ante la incompetencia de las normas para neutralizarla por la vía del reglamento al que deshonró Cunha, permitió establecer la justicia de quien desea vencer y quien sólo pretende destruir y sacar réditos de ello.

El juego castigó al cuadro asiático y honró a los creativos españoles. De acuerdo que hay dudas en defensa o que David Silva y Andrés Iniesta necesitan un pequeño descanso (¿por qué no ante Marruecos? Va a ser que no, que algunos –los que le padecimos al frente del Real Oviedo- ya sabemos de su fobia a los cambios), pero hay que felicitarse de haber picado la piedra del frontón iraní con la paciencia y la inteligencia necesarias. Salimos del Frontón de la Esperanza y seguimos recorriendo su hermosa calle camino de nuevos retos.

MANOLO D. ABAD
Publicado en el diario "El Comercio" el viernes 22 de junio de 2018

jueves, 21 de junio de 2018

Entrevista en el programa "Pasa La Tarde" de RPA



http://www.rtpa.es/video:pasa%20la%20tarde_1529568778.html

Entrevista, a partir de minuto 12:42, de Arantxa Nieto a Manolo D. Abad en el programa de la televisión autonómica asturiana (TPA) "Pasa la Tarde".




lunes, 18 de junio de 2018

Hoy en Oviedo


domingo, 17 de junio de 2018

El Ruido y La Furia


Crónicas de Vestuario.-“El Ruido y la Furia”

Tras asistir a una de las situaciones más absurdas en una semana increíble, sólo propia de un género tan español como es el esperpento, llegaba la hora de inicio de un nuevo Mundial. Y el rival –el más fuerte, a priori, del grupo- no era la mejor invitación al optimismo. Los vigentes campeones de Europa llegaban con ganas de mostrarse fuertes ante una Roja llena de dudas y así comenzaron: con seguridad y poder. Si a los dos minutos le añadimos un dudoso penalti a Cristiano Ronaldo nos encontramos con un menú para que la catástrofe se hiciese realidad. Y no lo digo por la presencia de Fernando Hierro en el banquillo, que luego tendría la oportunidad de mostrar que, más allá de aquel vestuario azul donde le tocó lidiar con verdaderos miuras (léase los “tres amigos”, no los de John Landis, sino los que todo el oviedismo conoce) fue capaz de revertir una situación negativa. Porque hasta el minuto veinte fueron los lusos quienes marcaron el ritmo de los acontecimientos.

Pero con paciencia, con la experimentada fe en sus posibilidades que el once español posee, la situación se revirtió. Y fue en el momento más insospechado, en una jugada de “juan palomo” de un Diego Costa que cuajó su mejor actuación con la Roja, cuando se logró. Él se lo buscó, sólo, solito, rompiendo las caderas a los veteranos Pepe y José Fonte, y remachando con ese peculiar instinto suyo de killer. Los vecinos se descompusieron y fue el momento de España. Un balón al larguero de Isco nos recordó a la pesadilla del mal fario que perseguía al combinado nacional y que se hizo patente en aquel encuentro ante Brasil en México´86. La tecnología borró cualquier duda y los españoles prosiguieron su asedio sin lograr resultado ante una empequeñecida selección lusa. 

Los giros de azar son eso, una mala combinación de la suerte, que se alió con el equipo dirigido por un irascible Cristiano Ronaldo que anotó su segundo al borde del descanso. Si tenemos que recurrir a aquello que se decía de los “goles psicológicos”, nuestros vecinos ya nos habían metido dos. Encima con De Gea haciéndose un “Arconada Francia´84” cuando se tragó aquella falta de Michel Platini. Todo hacía presagiar lo peor.

Salió con dudas España, pero, a base de toque, encontró su sitio frente a la previsible Portugal, sólo a la espera de las noticias de un Ronaldo encendido, probablemente por los más de dieciocho millones de euros a abonar a la Hacienda española. Nunca se vio tanta motivación, tanta furia, tanta inquina, tanto odio, en el delantero aún jugador del Real Madrid. Pero, en el principio del segundo acto, fue la Roja la que se centró a base de toque. Y encontró el gol. Y otro más, después. Una maravilla de un Nacho Fernández que ha encontrado su sitio, firmando una de esas temporadas de futbolista honesto, polivalente, también capaz de un golazo. Ese a quien todos los entrenadores lo quieren en su equipo.

La inercia de los campeones de Europa les permitió un último guiño del destino: salvar un punto en una (innecesaria) falta de Piqué que anotó el furioso Ronaldo. En tres mundiales, tres goles; frente a España, en un solo partido, en su cuarto Mundial, en un magnífico choque que no mereció ganar su selección, otros tres. Y, a pesar de la decepción, buenas sensaciones, tan sólo la duda del errático De Gea. Próxima estación: los pegajosos e insolentes jugadores de Irán. Sin ruido ni furia, por fortuna.

MANOLO D. ABAD
Publicado en el diario "El Comercio" el domingo 17 de junio de 2018

viernes, 15 de junio de 2018

Entrevista en "La radio es mía" (RPA)

http://www.rtpa.es/audio:La%20radio%20es%20mia_1528975933.html

Entrevista en el programa de RPA "La radio es mía", el jueves 14 de junio de 2018. Desde el minuto 39:21, de la segunda hora.

jueves, 14 de junio de 2018

Bob Mould "Next time that you leave"



The next time that you leave
La próxima vez que te vayas 

I'll throw everything you own
Voy a tirar todo lo que tienes

So you'll have no reason
Entonces no tendrás razón

No reason to return 
No hay razón para regresar



The next time that you leave
La próxima vez que te vayas 

I'll burn out my memories 
Voy a quemar mis recuerdos 

I don't need reminders 
No necesito recuerdos 

Remind me to forget
Recordarme de olvidar 


You are not a master
No eres un maestro

Maybe you have mastered
Quizás hayas dominado 

Different games that worked with others
Diferentes juegos que trabajaste con otros 

But I am not the others
Pero yo no soy los otros 

You are just a bastard...
Eres solo una mierda... 


The next time that you leave
La próxima vez que te vayas 

I'll learn how to walk again
Aprenderé a caminar de nuevo 

Walking towards no future
Caminando hacia ningún futuro

Futureless but not for long
Sin futuro pero no por mucho tiempo 


The next time that you leave
La próxima vez que te vayas 

I'll turn over in my sleep
Daré la vuelta en mi sueño 

None there beside me
Sin nadie a mi lado 

Besides the sides you've picked your side
Además de aquellos que escogiste a tu lado

You are not the person 
No eres la persona

I expect to grow old with
Con quien espero envejecer

But you have changed your colors 
Porque cambiaste tus colores

And I am not your colors 
Y yo no soy tus colores

This has simply worsened...
Esto simplemente ha empeorado

The next time that you leave 
La próxima vez que te vayas

Maybe I'll have loads of parties 
Tal vez tendré un montón de fiestas

Maybe I'll sit quietly 
Tal vez me sentaré en silencio

Maybe you won't know 
Tal vez no sabrás nada

Otros Tiempos


El Tocadiscos.-

"Otros Tiempos"


PABLO VALDÉS &THE CRAZY LOVERS "Canciones Salvavidas"

10 canciones. 10€

Trabajador stajanovista del rock asturiano, el ovetense Pablo Valdés alcanza en su séptimo álbum -al que habría que añadir los 2 EPs "Habitaciones de Paso" (1 y 2)- una plenitud creativa que se manifiesta en un cancionero de temas de rock americano pero siempre con el toque de brillantes estribillos. Un repertorio que -en otros tiempos distintos a los que vivimos, donde la confusión de una industria discográfica finiquitada e incapaz de reaccionar a los cambios y las transformaciones sociales, ha dado paso a un batiburrillo en el que domina la caspa y sus múltiples mutaciones- habría arrasado en cafés y radios, pero hoy queda constreñido a un puñado de fans de unas formas rockeras perdidas en el túnel de los 80.

Temas tan brillantes como "Canciones Salvavidas", "Prefiero Saltar", "Más de lo que Puedo Decir", la irresistible "Me Quedo Contigo" o la preciosa "O Tú o Ninguna", serían singles para sonar con persistencia y enganchar con sus grandes virtudes. Pero no, arrasadas las noches por el botellón, destruidas las copas nocturnas entre amigos con música para escuchar con interés, no como un molesto ruido de fondo, no parece que este gran trabajo vaya a encontrar la repercusión que, sin duda, merece. Si a ello le añadimos una producción detallista y unos mimados arreglos, concluímos que sería una pena que un trabajo tan atractivo pasase desapercibido.

MANOLO D. ABAD
Publicado en el suplemento "Culturas" del diario "El Comercio" el sábado 2 de junio de 2018.

Brillos


El Tocadiscos. –“Brillos”

JUAN BARREIRO “Sunny Spot”
Autoedición.
10 canciones. 10€

Músico de larga trayectoria en notables bandas del rock asturiano como Kactus Jack o Holiday Fleet, Juan Barreiro presenta su primer trabajo en solitario desde una perspectiva muy distinta a la que se le conocía. Una propuesta más cercana a grupos con los que se empleó como músico de sesión como Australian Blonde, aunque quizás con el tamiz más sosegado y preciosista. Quintaesencia pop, sí, pero con el sabor añejo de quien ha lidiado muchas batallas musicales.
Sin la necesidad de inmediatez, el repertorio de este álbum se despliega en canciones redondas, muy bien trabajadas, con arreglos elaborados pero sin estridencias. El disco va entrando despacio, casi de forma imperceptible, como en ese “We Are Gods”, que se desliza hasta atraparte.
Se agradecen trabajos así, no sólo por la pervivencia en la escena de un músico que firmó algunas páginas gloriosas del rock asturiano sino por la posibilidad de plantearse un álbum de pop intemporal, sin ninguna esclavitud con modas, sin necesidades ni inmediateces, con un brillo a su ritmo, maduro y sosegado.
“Sunny Spot” es uno de esos álbumes que no entrarán jamás en listas de lo mejor del año, ni tampoco harán mucho ruido en medios, pero, seguro, seguro, atraparán muchas escuchas a quienes decidan internarse en una propuesta de pop a la vieja usanza, con gusto por el detalle y las melodías. Nada más y nada menos.

MANOLO D. ABAD
Publicado en el suplemento "Culturas" del diario "El Comercio " el sábado 26 de mayo de 2018.