sábado, 31 de enero de 2015

Espacios y almas


Vetusta Blues. –“Espacios y almas”


El fuego preelectoral se ha desatado con toda su fuerza en Oviedo. Asistimos a un escenario abierto, inédito en la ciudad, donde, por primera vez en mucho tiempo, se intuye la posibilidad de un cambio en el color político de la alcaldía. Independientemente del nerviosismo que ello trae consigo en unos y otros, esta circunstancia influye en que la tómbola de las promesas electorales desate toda su ciega propaganda desde los más insospechados lugares.

Uno de ellos es el de la cultura, ahora que la Fábrica de Gas puede transformarse en ese lugar que muchos pensamos idóneo y que nos lanzó a las calles y a través de organizaciones como Oviedo SOS Cultura a una reivindicación que va por buen camino. Sin embargo, no hay lugar para la relajación y convendría recordar cómo los locales necesitan de personas, de almas, que les inyecten vida por encima de intereses partidistas y miserias humanas. En mis paseos por el centro de la ciudad siempre recuerdo, al pasar por la entrada provisional al Centro Cultural Cajastur, cómo éste estupendo espacio duerme ahora –tras años de incesante actividad- un absurdo letargo coincidente  con el desmantelamiento, triste desmantelamiento, de lo que fuera la ejemplar Obra Social y Cultural de la entidad astur. En un melancólico flashback, evoco las colas de gente para asistir a películas, mesas redondas o conciertos que, a veces, llegaban a través de la calle San Francisco hasta las inmediaciones de la plaza de la Escandalera. La labor, entre otros, de personas como José Luis Cienfuegos, de ciclos como “Intersecciones” que traían a la ciudad cultura viva e inquieta. Recuerdo conversar con Dominique A antes de que el francés ofreciese un sensacional concierto en solitario para el que mucha gente se quedó fuera, mencionarle algunos de sus temas y comprobar cómo, horas después, iniciaba su actuación con las canciones mencionadas. Momentos mágicos en instalaciones decentes, aptas para el desarrollo de la cultura pero que, sin las personas adecuadas para dotarlas de alma, no sirven para nada, son peso muerto, construcciones bonitas sin más sentido que servir de propaganda electoralista.

Miedo me da, a la vista de muchas de las propuestas culturales del actual alcalde, en lo que pueden convertirse algunos de los equipamientos previstos para activar la ciudad en los próximos años. Aún está fresco en mi memoria el ciclo, en pleno Mundial, sobre “Literatura y fútbol”, donde se obvió al escritor Raúl Castañón, autor del libro “Dorsal 12”, orgullo literario para todos los oviedistas. De otros escritores que tenemos la fortuna de escribir de fútbol como es mi caso en este diario, EL COMERCIO, y que lo hicimos en ese mismo Mundial, en la previa Copa Confederaciones y durante la temporada sobre el Real Oviedo poco puedo añadir: cuento con su seguimiento, me enorgullecen sus comentarios y me reconforta su apoyo… por más que para los encargados de organizar dicho evento no existiese. Pero, más allá de este frustrante capítulo personal, uno cree que una de las claves culturales de la ciudad debe residir en las personas encargadas de llevar los proyectos a cabo, que deben estar por encima de miserias personales (o envidias profesionales) y ser consecuentes con el nivel que Oviedo y los ovetenses exigimos de ellos.


MANOLO D. ABAD
Publicado en el diario "El Comercio"  el sábado 31 de enero de 2015

viernes, 30 de enero de 2015

Viaje al corazón de la neurosis


Crítica. Música. –“Viaje al corazón de la neurosis”


POP. 1280
Lata de Zinc, Oviedo
Miércoles 28 de enero de 2015.

La presencia de un local como la Lata de Zinc en la ciudad está permitiendo disfrutar de una serie de grupos extranjeros que se salen de los parámetros convencionales, formaciones que ofrecen una imagen directa del underground más descarnado, alternativo y estimulante. En los últimos meses han pasado bandas como los estadounidenses White Manna o los canadienses Comet Control, y el miércoles fue el turno de los neoyorquinos Pop. 1280, que abrían su periplo español procedentes de Oporto. Llevan en su nombre un homenaje al escritor de novela negra Jim Thompson y una de sus obras maestras (“1280 almas”) y también, en su esencia, al mundo oscuro y desolador del novelista americano, todo un tratado sobre los lugares sórdidos del ser humano.

El cuarteto de la Gran Manzana ofreció un intenso show de post-punk chirriante, en un crescendo imparable donde las neurosis de las grandes ciudades alimentaron un repertorio donde se recogían las semillas del tremendismo suicida de Birthday Party, el ensimismamiento hipnótico de los P.I.L. más obsesivos –los del “Metal Box”- y la oscuridad menos teatral  de los Bauhaus más tenebrosos y directos. Cuarenta y cinco minutos de viaje apocalíptico a las catacumbas frías de desoladoras megalópolis en un trayecto sin contemplaciones trufado de ritmos marciales y electricidad descarnada en obsesivas cataratas sónicas. Un recorrido estimulante para descubrir el lado oscuro del rock alternativo, ese que rehúye lo convencional y que traza un extraño oasis a resguardo de oportunismos y modas. Real, crudo, muy crudo, e imparable.


MANOLO D. ABAD
Foto: M.D.A.
Publicado en el diario "El Comercio" el viernes 30 de enero de 2015

jueves, 29 de enero de 2015

Amparo Baró (1937-2015)


sábado, 24 de enero de 2015

Frixuelos eléctricos y penicilina


Vetusta Blues. –“Frixuelos eléctricos y penicilina”


Aún quedan cuatro meses para las elecciones y la batalla política se antoja más enconada que nunca. Todos a la busca de un lugar bajo el sol. Una batalla cruenta en la que nada vale y donde todo sirve. Nada vale para encontrar un resquicio de razonamiento frío y desprovisto de intereses partidistas. Todo sirve para descalificar al contrario; en ocasiones, hasta al propio compañero. La lucha a garrotazos de la sintomática pintura de Goya encuentra en este período, cada vez más dilatado, un escenario apto para la ausencia de análisis y reflexión.

El hastío me supera. Contemplar un espectáculo donde se mezcla la tómbola en la que no debe faltar ese perro-piloto de señuelo para la ciudadanía, con el cruce de descalificaciones entre unos y otros, se me antoja demasiado cansino en esta semana de días oscuros y lluvias pertinaces. Es en días como éstos en los que disfrutar de la música en vivo se convierte en una necesidad. Hoy, sin ir más lejos. Aunque los últimos sábados la magnífica serie “El Comisario Montalbano” me ha retenido en casa, éste no va a ser igual. Tocan Johnny Penicilina y los Frixuelos Eléctricos, una de las formaciones asturianas menos reconocidas y más trabajadoras, garantía de rock, electricidad y diversión allá por donde actúan. Rock callejero, de una verdad aplastante que necesito en estos días donde la mezquindad política me satura al máximo. Ellos representan la verdad del rock, ese que se parte el pecho cada noche en locales de pequeño aforo y que logra convencer con cada acorde, su repertorio original (empiezo a estar también harto de grupos-tributo y aprovechados impostores sucedáneos) y su singularidad. Encabezados por un tipo como Johnny –cercano a la quinta de Neil Young- pura pasión por el rock y un excelso gusto musical, respaldado por un guitarrista de la clase y el dinamismo de Alfonso Fernández y la sólida base rítmica de Maxide y Gus, nunca obtendrán el beneplácito de premio musical alguno, pero sí el suficiente calor de un público que ha hecho rentables sus tres álbumes. Si ellos representan la verdad, premios como los Amas –que les han eludido con pertinaz insistencia- son el emblema de la mentira. Les han ignorado con tal descaro que resulta inconcebible que no sientan vergüenza. Bueno, ahora que lo pienso, no son los únicos, pues la lista comienza a ser demasiado larga, casi tanta como los intereses creados que –la pela es la pela, el negocio más aún- han ido creando alrededor de unos premios cada día más sucios. O si no, que se lo digan a los magníficos Peralta, que tras firmar uno de los álbumes del año “Time, purpose and gold” (no sólo en Asturias, en toda España, como bien reflejan multitud de listas en diversas publicaciones) se han quedado también fuera de toda nominación. A ellos, como a los enormes Johnny Penicilina y los Frixuelos Eléctricos les queda el hacernos vibrar en noches de rock´n´roll como la que hoy espero disfrutar en Oviedo cuando llegue la medianoche. El resto sólo son frágiles estatuillas para alimentar vacuas vanidades y engrosar las ganancias de empresarios de dudosa calaña.


MANOLO D. ABAD
Publicado en el diario "El Comercio" el sábado 24 de enero de 2015

miércoles, 21 de enero de 2015

Black Swan Lane "Dust"


martes, 20 de enero de 2015

The War On Drugs "In reverse"


You've been out in the street
Talkin' about the war with me
And the background is at night
Don't want to hesitate
Will they tell me where you're hiding?
But through the haze there's no one there
Wondering if you care
Callin' your name in the darkness

When I'm done with my time here
I'm going to keep staying strong
Through the railways
But I never mind going
And I realize now that the road is bare
And I hear it all through the grand parade

And I don't mind you disappearing
'Cause I know you can be found
Maybe livin' on the dark side of the street, damn
When we're livin' in the moment and losing our grasp
Making it last with the grand parade in our past

Sometimes I wait for the cold wind to blow
As I struggle with myself right now as I let the darkness in
But I don't mind chasing you through the backways for the keys
It evaporates and fades like a grand parade

And I don't mind you disappearing
When I know you can be found
When you're livin' on the dark side of the street, damn
We're just livin' in the moment, making our path
Losin' our past through the grand parade

I'll be here or I'll fade away
Never cared about moving
Never cared about now
Not the notes I'm playing
Is there room in the dark
In between the changes? 
Like a light that's drifting
In reverse, I'm moving

lunes, 19 de enero de 2015

La batalla del agua


Crónicas de Vestuario. –
“La batalla del agua”
Días llevaban meteorólogos y meteorólogas amenazando con un temporal de los gordos y, aunque la nieve no llegó a la ciudad, sí que lo hizo un aguacero bestial que no cejó durante todo el choque. Comenzamos a acordarnos de ese maldito césped del Tartiere que tantas otras veces nos ha hecho lamentarnos y el encuentro se redujo a una batalla de agua, mitad rugby, mitad waterpolo. Decía con tino el entrenador visitante Uribe al final del encuentro que si el partido se hubiese disputado sin porteros el resultado habría sido el mismo, y es muy probable que hubiera acertado. Imposible conducir el balón, imposible precisar centros, imposible crear jugada alguna cuando la supervivencia bajo esas condiciones impone el echar el balón hacia adelante sin entrar en ninguna otra consideración.


Un campo anegado sólo deja lucha por encima de cualquier otro argumento. Los chispazos se convierten en regalos inesperados. Los errores, constantes a causa de las imprecisiones, pueden llevar a la ruina todo el despliegue físico. Con semejantes condiciones, los argumentos futbolísticos quedan reducidos a la lucha pertinaz contra el elemento líquido y a la asimilación a lo que exige el terreno de juego, que impedía la circulación del balón las más de las veces o que podía sorprender con un inesperado bote o prolongación del balón y provocar situaciones indeseadas. Ante tales contratiempos sólo quedaba sobrevivir y fiarse a un disparo como el que Omgba –siempre dispuesto a lanzar, y ya con un buen botín de goles en lo que va de Liga- encañonó en el minuto 16 del primer período. Poco más digno de anotar: un remate  de Sergio García tras un error de Borja García –no confundir con el magnífico guitarrista ovetense de Alto Volto y Muñeco Vudú, entre otras formaciones- y un disparo de Susaeta.


Mucho se había comentado durante la semana acerca de la ausencia de Miguel Linares, el supergoleador del equipo, y lo cierto es que, a la vista de las condiciones a las que hubieron de enfrentarse los azules, la presencia de Diego Cervero se planteó como algo natural. El ovetense se fajó en la vanguardia azul y peleó con la fuerza que imponían las condiciones climatológicas.


Ya saben que una de mis expresiones futbolísticas favoritas es la de “en la rula no preguntan, apuntan”. Pues bien, esta vez el argumento viene de perlas: los perseguidores comienzan a perder fuelle tras haberse mantenido cerca en la primera vuelta y el Real Oviedo sigue sumando. De modo que, a no perder esa tensión y continuar estableciendo las diferencias que el juego y la calidad ya habían trazado hace semanas.

MANOLO D. ABAD
Reportaje fotográfico: J. L.G. FIERROS
Publicado en el diario "El Comercio" el lunes 19 de enero de 2015

sábado, 17 de enero de 2015

El mosaico herido


Vetusta Blues.  –
“El mosaico herido”

La ciudad de Oviedo y sus dirigentes muestran, en multitud de ocasiones, muy poco interés por resaltar algunas de sus virtudes, joyas ocultas que pueden llegar a mostrarse ante nuestros ojos, día tras día, como el mosaico de mármol que Antonio Suárez crease para cubrir el Paseo de los Álamos sin que se preste el más mínimo cuidado en conservarlo, más bien al revés.

Una vez transcurridas las fiestas navideñas, desmontada una nueva carpa, quedan al descubierto los daños que esa obra de arte en la que casi nadie parece reparar ha sufrido de un modo absurdo. Porque, vamos a ver: ¿no se podría evitar la presencia de esas carpas sobre la superficie de dicho mosaico? ¿Es que no hay más lugares –los hay- donde situar dichas carpas sin que el mal no afecte a una obra de arte minusvalorada pero que debería ser una referencia para los ovetenses y los visitantes de la ciudad?

Aquí, como ocurre desgraciadamente con muchos asuntos de Oviedo, se navega a dos aguas, sin que una mano sepa lo que hace la otra. Por un lado, se permite la presencia de estas carpas que destruyen de un modo claro la obra de arte, algo inaudito con cualquier otro monumento de la ciudad. Por el otro, se realizan unas reparaciones a modo de parche que no solucionan el problema del deterioro y que se quedan en un gasto superfluo y absurdo cuando regresan el tráfico de vehículos pesados y la instalación de nuevas carpas para todo tipo de eventos que bien podrían llevarse a un lugar donde no se estuviese masacrando la original obra de Antonio Suárez. No nos extraña que sucedan estas cosas porque son el pan nuestro de cada día en el mundo feliz del alcalde y los suyos. Lo comprobamos hace año y medio cuando prometió a la Asociación de Fotoperiodistas tras la brillante exposición “Objetivo Doble Dos” en la plaza de Porlier la edición de un libro con las fotos y los textos correspondientes, en un original intercambio creativo entre fotoperiodistas y escritores asturianos. Tras las promesas, llegó la reunión con el responsable de convertir las palabras del alcalde en hechos y todo lo comprometido verbalmente se quedó en nada. Lo comprobamos cuando se defiende una gestión donde lo público se transforma arbitrariamente en privado para beneficiar a determinados empresarios. Lo comprobamos de múltiples y diferentes formas, donde la realidad de lo realizado se impone a la mentira de lo vendido.

Son muchas las posibilidades (turísticas, sí, claro) que encierra un mosaico como el de Antonio Suárez en un lugar tan literario como el Paseo de los Álamos y que, ahora que se acerca el tiempo de las promesas y de las urnas, debería ser una preocupación de los ovetenses, de quienes rigen los destinos de la ciudad y de los que aspiran a dirigirlos. Esperemos que toda esa belleza -herida y manchada por el mal hacer de quienes deberían descubrirla y promocionarla- no se malogre como tantas otras joyas –la estación del Vasco, por poner un ejemplo- que se echaron a perder en Oviedo por ignorancia, avaricia o, simplemente, supina estupidez.


MANOLO D. ABAD
Publicado en la edición papel del diario "El Comercio"  el sábado 17 de enero de 2015

viernes, 16 de enero de 2015

Kim Fowley (1939-2015)


José Luis Alvite (1949-2015)


domingo, 11 de enero de 2015

Anita Ekberg (1931-2015)


sábado, 10 de enero de 2015

El aspecto de la ciudad


Vetusta Blues. –“El aspecto de la ciudad”


Un nuevo matiz se suma al de este Oviedo que afronta la posibilidad de una transformación sin precedentes. No son sólo los espacios de la Vega, el antiguo Hospital o la Fábrica de Gas, el nuevo año nos trae cambios más pequeños pero, no por ello, menos sustanciales. El comienzo de la aplicación de la Ley Boyer sobre los locales con renta antigua se lleva a muchos negocios del paisaje ciudadano, algunos de ellos muy enraizados en la colectividad, con el consiguiente alcance para muchos ovetenses.

Han transcurrido veinte años desde la aprobación de esa ley y muchos no han querido, no han sabido o no han podido adaptarse. Y, ya se sabe, aquel que no se adapta a las circunstancias acaba por desaparecer. La vida nos obliga, muchas veces, a inventarnos y reinventarnos en un constante fluir de acuerdo a los tiempos que nos toca sobrellevar. Veinte años han tenido estos negocios para aclarar su futuro, pero ¡ay! el tiempo acaba por llegar y ha forzado el cierre de muchos de ellos. La ciudad no será la misma sin muchos de ellos, pero también es cierto que ahora se jugará en igualdad de condiciones.

Oviedo se mueve, a pesar de que no lo parezca, de esa aparente modorra que parece invadir esta ciudad culta y tranquila. Es el momento de muchos emprendedores: para que se decidan a ocupar los locales ahora vacíos, que ya sólo habitan en la memoria de los más fieles. Para no tener esa extraña sensación que siempre nos invade cuando pasamos cerca de esos lugares vacíos, desoladores, a la espera de una nueva luz, de esa vida que transmiten al centro, siempre ávido de latidos nuevos.

El fluir de la ciudad es ese y Oviedo se halla en un momento crucial, tanto en sus pequeños espacios como en las grandes superficies que pueden resultar decisivas para su futuro. Bien harían los políticos en prepararse para afrontar un desafío de estas características, el mismo que ciudades como Bilbao lograron superar con éxito cuando llegó el momento. Llega un tiempo de turbulencias, como siempre que se trata de una convocatoria de elecciones, más aún en las que se avecinan, con un abanico de posibilidades muy abierto y una marcada incertidumbre, pero eso, como ha sucedido con los locales de renta antigua, no debería ser malo sino esperanzador. La esperanza lenta de una transformación inteligente, crucial y beneficiosa para esta ciudad, donde no manden los egoísmos ni los intereses creados.


MANOLO D. ABAD
Publicado en la edición papel del diario "El Comercio" el sábado 10 de enero de 2015

viernes, 9 de enero de 2015

Rod Taylor (1930-2015)


lunes, 5 de enero de 2015

Síndrome post-vacacional


Crónicas de Vestuario. –
“Síndrome post-vacacional”

El regreso a la actividad tras las vacaciones navideñas encierra siempre muchos peligros, casi todos ellos relacionados con la concentración y el estado de forma. Un equipo correoso y batallador como el Coruxo, con una buena disciplina táctica, gran sacrificio físico y la intensidad que transmite su entrenador Rafa Sáez, representaba un importante escollo a superar.



El partido comenzó sin ritmo, envuelto en una atonía donde las guerras tácticas anulaban cualquier iniciativa de profundidad, asentados en la zona central, en muy poco espacio, como en una complicada partida de ajedrez. El once azul apenas inquietó la portería viguesa en la primera media hora, tan sólo con un disparo de Eneko y un lanzamiento de falta de Susaeta. Por su parte, los gallegos lo habían intentado nada más empezar con un remate de Mateo que detuvo Esteban. El choque transitaba por el camino que le convenía a la entrega infatigable de los vigueses, hasta que llegó uno de esos flashes que distinguen al conjunto carbayón de los del resto de la categoría. Un remate desde fuera del área de Omgba rebota en la muralla viguesa y Linares caza el balón en el punto de penalti para acabar con su mala racha de tres partidos sin anotar. Los gallegos protestaron un posible fuera de juego, mientras la asistente Beatriz Gil salía disparada hacia el centro del campo (no así el dubitativo y excesivamente meticuloso árbitro López Puerta). Y eso fue todo: lo más insulso que el Real Oviedo ha ofrecido a su público en toda la temporada. Sólo los destellos de un Héctor Font que se convertiría en la segunda mitad en el mejor hombre del equipo –en conexión letal con el implacable Linares- animaron un poco el choque.



La segunda parte mostró a un Coruxo tratando de desplegar sus líneas, pero incapaz de crear peligro. Tan sólo en un disparo de Ángel en el minuto seis. Los gallegos dejaban más espacios, pero el once azul no terminaba de cerrar el encuentro. Se intuía un nuevo gol, pero los carbayones no terminaban de conectar entre sí ese último pase final. Hasta que en el minuto cuarenta y uno, una combinación de libro iniciada en el centro del campo por el canterano de origen brasileño Allyson tras un gran control, seguida por el excelso Héctor Font y culminada dentro del área algo escorado a la izquierda por Josep Señé dejó sentenciado el partido a salvo de cualquier contingencia o azar.



Culmina el Real Oviedo una primera vuelta sensacional, con catorce (¡catorce!) victorias, cuarenta y tres puntos y cuarenta y cuatro goles. Registros espectaculares, que se completan con el liderazgo goleador absoluto en la categoría de Linares con veintiún tantos y en las asistencias donde Susaeta, Héctor Font y Sergio García también encabezan lista. Pero todo esto son sólo los apuntes de la mitad recorrida de un camino que debe conducir al principal objetivo, por encima de cualquier otro: el ascenso. Tenerlo tan claro y saber manejarse en lo que va a suponer –sacrificio, paciencia, unión de todos- es lo que puede llevar a los azules a ello. “Las grandes mentes tienen objetivos; las demás, deseos”, afirmaba Washington Irving, y a ello se ha agarrado este equipo desde el principio. A un objetivo que no debe quedarse solo en un deseo.

MANOLO D. ABAD
Reportaje fotográfico: JOSÉ LUIS GONZÁLEZ FIERROS
Publicado en el diario "El Comercio" el lunes 5 de enero de 2015

sábado, 3 de enero de 2015

The War On Drugs "An ocean in between the waves"

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Los Fono-Zombis



Vetusta Blues. –“Los Fono-zombis”


Poco imaginaba George A. Romero cuando en 1968 redefinió el concepto de “muerto viviente” por el de zombi en su célebre clásico “La Noche de los Muertos Vivientes” que, con la llegada del Nuevo Milenio, aparecerían por las calles de muchas ciudades –y en Oviedo se están multiplicando, se lo aseguro- unos nuevos especímenes de seres humanos: los fono-zombis. Seguro que los han visto deambular por las avenidas de Vetusta, con la cabeza fija en un objeto que sostienen en una de sus manos y del que no desprenden la vista bajo ningún concepto, como hipnotizados por una luz que sale de ahí, un nuevo mundo, paralelo al real. Estos fono-zombis se parecen a sus primos hermanos los zombis, en su torpeza de movimientos, siempre chocando con el resto de personas de ese mundo al que parecen haber dejado de pertenecer, mientras se mueven con cierta dificultad o se detienen a teclear cuando un sonido les devuelve a la pantalla como si su existencia dependiera de cada uno de esos avisos.

Aún bajo estudios de grupos de expertos que aún no han conseguido evaluar muchos de los detalles de su personalidad, sí puedo advertirles -porque lo he experimentado en mis propias carnes- lo peligroso que puede resultar cualquier choque con uno de ellos. La educación no es lo suyo y acostumbran a salir de ese estado de hipnosis con muy malas pulgas. Normalmente, es un exabrupto, una interjección destemplada, un grito –bien distinto, eso sí, del molesto chillido con el que los humanos-planta de “La invasión de los ultracuerpos” avisaban a sus congéneres-, su respuesta cuando se desequilibran, tropezándose mientras tratan de sujetarse al objeto que retienen en sus manos como el mayor tesoro de su vida. No se conocen aún muchas reacciones de violencia, pero los expertos temen que éstas puedan llegar en cualquier momento de su evolución. Ahora basta con reprenderles, un “a ver si espabilas”, “despierta, fono-zombi”, o alguna manifestación de este tipo que sea severa y firme. Levantan la vista de ese objeto maravilloso, aturdidos, y suelen recoger velas, azorados, con un ritmo mucho más despierto que el que llevaban cuando su mirada permanecía enganchada al resplandor proveniente del artilugio que sostenían en sus manos.

Permanezcan alerta, pues, en estos días de compras, de un recuperado ajetreo en las calles de la ciudad y sepan cómo deben comportarse si llegan a chocar con ellos en alguno de sus paseos. O, si pueden y les da tiempo, esquívenlos, no vaya a ser que ocurra una desgracia.


MANOLO D. ABAD
Publicado en el diario "El Comercio" el sábado 3 de enero de 2015

jueves, 1 de enero de 2015

Peralta "Waiting for the past"

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