viernes, 10 de abril de 2020

Cuestionarios del Confinamiento (39): Jose Yebra



Jose Yebra (Cacabelos, 1967) es escritor y ejerce como profesor de inglés en el IES La Corredoria de Oviedo. Participa, junto a catorce poetas más, en la antología Degeneración Salvaje (2015) y crea el blog Viajes al fondo del Alsa. En abril de 2017, publica su primer poemario Otra lengua extinta (Suburbia). En mayo de 2019, su segundo Sedentarismo aplicado (Suburbia). Su tercer trabajo es un libro donde se aúnan la fotografía de Mallin Ellisdoter y sus poemas, en una edición bilingüe (inglés-español) titulada Aburrimiento científico para soldados distópicos/ Scientific boredom for dystopian soldiers, publicado a principios de 2020 por la editorial Más Madera.
Ha participado en los siguientes volúmenes colectivos impulsados por la asociación cultural Alternativas y la editorial Más Madera: [O] Anatomías del Antiguo (2017), Barra Libre (2018), Ars Moriendi (2018), Erótica XXI (2018), Eróticas (2018), Habitación 2019 (2018), De Vinos (2019), De Sidras (2019), Obras para coleccionistas pobres o avaros (2019) y Fuera de Guión (en colaboración con el FICX y que también coordina) (2019).
Coordinó, dentro de "Somos Nombres", proyecto educativo del IES Rey Pelayo de Cangas de Onís para dar visibilidad a los refugiados, un apartado de poesía en el que un gran número de poetas enviaron poemas con esa temática para que posteriormente el alumnado los regalase a las personas por la calle.
Ha colaborado, también, en los poemarios Palabras que despiertan (2018), Voz de trovadores (2019), Incendios (2019), Histeria, vol.1 (2019), y Versos para bailar o no (2019).
Creador y organizador junto al poeta Nayar Crespo Sánchez de Histeria, Micro Abierto, recital mensual en "El Manglar" de Oviedo, abierto a todo tipo de propuestas artísticas donde la participación de la gente es lo más importante y que se celebra cada tercer jueves de mes a las 20:00 h.

-¿Cómo son tus días de confinamiento? ¿A qué dedicas todas las horas por delante del día?
Ya llevamos, déjame que cuente... 27 días de confinamiento en los que habré salido unos cuatro días a hacer la compra. La verdad, te sientes un poco como Bill Murray en el Día de la Marmota, porque ya sabes de antemano, más o menos, cómo va a ser tu jornada. Esta semana, al ser la oficial de "vacaciones", no madrugo y dedico los días a cocinar, leer, hablar con Nuria y con mis hijos, a intentar escribir algo, aunque ando bastante bloqueado, a ver series, películas, a leer otra vez, a escuchar música, algún juego de mesa, a hacer algún directo en instagram (estoy en un par de grupos de poetas en los que nos hemos organizado para hacer recitales y colaborar; uno es Poesía de andar por casa, y el otro, Yo me quedo en verso. Son dvertidos, la verdad. El domingo pasado compartimos Gema Fernández y yo un recital de este tipo en el que nos lo pasamos bomba hablando y leyendo cosas nuestras y, también, poemas de gente amiga o de gente que admiramos). 
En una semana lectiva, de 8:30 a 14:30 h. estoy trabajando, dando clases vía telemática. Es una situación nueva, extraña para todo el mundo, y me dedico mucho más a transmitir tranquilidad al alumnado que a insistir en el aspecto académico. Creo que estos días pueden ser buenos para pensar y reflexionar sobre el mundo, sobre el devenir errante del ser humano, etc. Eso sí, con 2º de bachillerato sí que dedico más tiempo a explicar, a resolver dudas, a que puedan aprovechar mejor el tiempo y que esto no les fastidie sus planes. En fin, que procuro estar ocupado tratando de que este momento pase lo más rápido posible.

-¿Cómo es el lugar donde vives?
Un piso en el barrio de Teatinos, en Oviedo, lo suficientemente grande para que cada uno de los cuatro miembros de mi familia tenga su espacio personal cuando lo necesite. Tenemos una pequeña terraza, que viene muy bien para leer, respirar, tomarte una cerveza o un gin-tonic si el tiempo atmosférico lo permite. Mi vecindario es muy, muy empático: por poner un ejemplo, a las 20:00 h., que es cuando se aplaude a los sanitarios, a nadie se le ocurre poner "Resistiré" o el himno de España al altu la lleva, lo cual es muy de agradecer. No siquiera nos asaltan con oficios religiosos por megafonía y espero que se siga respetando eso, que no se trata de imponer tus historias personales a los demás (¡estado laico, remember!). Estamos cerca del HUCA y, a veces, es descorazonador ver y escuchar cómo pasan las ambulancias, porque eso te hace espabilar y volver a ser consciente de lo que estamos viviendo en este momento.

-¿Qué es lo que más añorado hacer en estos días y lo que menos?
Es increíble, pero lo primero, el ir a trabajar. En serio. Salir cada mañana de casa y caminar esos veinte minutos de trayecto hasta el IES de La Corredoria. Sabemos que este curso ya no regresaremos a las aulas, y eso da bastante bajón. ¡Quién nos lo iba a decir! También el ambiente de mi barrio, el poder bajar a tomar unas cervezas, unas sidras, con la gente. Histeria, por ejemplo, el micro abierto que organizamos en El Manglar Nayar y yo, que ya hemos tenido que desarrollar una sesión online, la de marzo y el 16 de abril nos tocará la siguiente, otra vez a través de instagram. El sabor de la cerveza en un bar, nuestras presentaciones de Alternativas y Más Madera, que tanto nos unen y tanta literatura aportan a Asturias... Son innumerables las cosas que se pueden echar de menos, esas que dábamos por tan asumidas que ni siquiera las llegábamos a apreciar. Pues, mira, Manolo, el estar con la familia y disfrutar tanto tiempo juntos y en buena armonía es una maravilla. Como nos llevamos muy bien todos, nos reímos la de dios y se nos ocurren pijadas divertidas (concursos de bailes, de gestos, de inventarnos historias, lo que sea), eso nos ayuda a sobrellevar todo esto con más brío. Esto no excluye los momentos de bajón, lógicamente, pero, en un mismo día, puedes llegar a pasar por... no sé, diez estados de ánimo diferentes; lo importante, es que los chungos duren el menor tiempo posible.

-¿Crees que habrá un "antes" y un "después" tras este confinamiento?
Claro. Las relaciones interpersonales serán más higiénicas y asépticas, en todos los aspectos. Espero que, viendo de qué manera se están retratando muchos "políticos", muchas personas, creando bulos y esparciendo mierda por doquier sin pensar ni por un instante en el bien común, todo esto les pase factura y se vayan a algún lugar en el que jamás tengamos que escuchar su basura. Y decirle desde aquí al señor José Manuel Rodríguez Uribes que es una puta vergüenza que considere a la cultura misma como la última de las prioridades. Como dijo Mercedes Sosa: "la cultura es lo único que puede salvar a un pueblo, porque la cultura permite ver la miseria y combatirla".
Dicho lo cual, al menos yo estoy muy expectante por saber en qué puede derivar esta especie de distopía presente. Habrá muchísimas sorpresas, espero que algunas positivas.

-¿Qué sera lo primero que harás cuando se acabe el confinamiento?
Ir a mi pueblo, sin duda. Y salir a tomar unas cervezas, si es que abren los bares, con todos vosotros, que os echo mucho de menos, carajo.

MANOLO D. ABAD