viernes, 3 de abril de 2020

Cuestionarios del Confinamiento (13): Lauren García


Lauren García (Oviedo, 1977). Es escritor y periodista, licenciado en Ciencias de la Información. Ha colaborado en numerosos medios de comunicación como La Hora de Asturias, La Estrella Digital o Literarias, entre otros, abordando, sobre todo, temas literarios. Desde 1997 es colaborador del diario La Nueva España, donde escribe actualmente en el suplemento Cultura y columnas de opinión.
Ha publicado los poemarios Versos como sangre hirviendo (2005), El castigo de los ángeles (2014) y La muerte de la tristeza (2019).
Ha formado parte de los libros colectivos Premio Internacional de Poesía Amorosa (I y II), Sucedió en Oviedo; Oviedo, libro abierto; PoemAEs; Habitación 2019; Mina de palabras; Erótica XXI; Eróticas; Ars Moriendi; De Vinos; De Sidras, [O] Anatomías del Antiguo; Al horru; Barra Libre; Los 52 Golpes 2017; Pravia con todas las letras; Obras para coleccionistas pobres o avaros; Cocina en su tinta; Amanece en Oviedo.

-¿Cómo son tus días de confinamiento? ¿A qué dedicas todas las horas por delante del día?
En un exilio involuntario, viendo el tiempo en un reloj de arena. Aprovecho para escribir poemas que brotan como un trueno de este sarampión. Trato de leer y ver películas, pero de una forma inconstante. Por primera vez en mi vida, hago lo que se llama "vida casera" y disfruto de cosas insustanciales. A la par, también, por primera vez soy amo de algo: de casa. Pero, ante todo, retomo una frase de René Boylesve que utilicé en su día para mi primer libro: "Todos los ejemplos que puedan sacarse del mundo y de la filosofía son muy pocos al lado de una gotita de sangre". Ahora lo comprendo, ignorante de mí.

-¿Cómo es el lugar donde vives?
La casa es, o debe ser, el espejo del alma. Me recreo en cuadros que tengo de Ignacio González Gijón, José Paredes o Carlos Álvarez Cabrero. Miro y ordeno mi biblioteca que no me merece. Busco una canción, como los románticos empedernidos que aún compramos cds. Amo y maldigo los tabiques de las cuatro paredes. Bendigo las ventanas.

-¿Qué es lo que más has añorado hacer en estos días y lo que menos?
Pisar las calles con ligereza y libertad, el trago compartido y el abrazo no pactado; el amigo que te espera con la sonrisa establecida. He añorado los signos inequívocos del sol, la lluvia y el viento.

-¿Crees que habrá un "antes" y un "después" tras este confinamiento?
No hace falta decir que sí, habrá un regreso más sincero, transparente y humano. Un camino por el que no sentirse gilipollas.

-¿Qué será lo primero que harás cuando se acabe el confinamiento?
No quedarme con una palabra en la boca, aunar el hueso y la carne. Devolver a la palabra "amor" un significado que no suene a poesía ñoña, dar un verdadero puñetazo de amistad... Pisar con entereza la tierra con la vista en el cielo.

MANOLO D. ABAD