lunes, 26 de octubre de 2015

Alta Fidelidad


Vinilo Azul. –

Alta Fidelidad”


Nunca pensé, en aquellas tardes adolescentes de sábado, que trastear entre vinilos en una tienda de música se convirtiese, años después, en una actividad que alcanzara la valoración de “legendaria” (ya saben que huyo del vocablo “mítico”, empleado por las nuevas generaciones como erróneo sinónimo de “típico” o “clásico”). Tardes a la busca de un vinilo que, a principios de los 80, en plena efervescente transformación social de un país, construía un eje débil pero que con los años se tornaría fundamental y, décadas después, terminaría por diluirse en una supuesta nada capaz de transformar vidas y sentimientos. Pero, ahora, en este descreído mundo sabelotodo, nada que represente al dios dinero es, supuestamente, algo.

Las tardes del adolescente, con poca pasta, se desarrollaban en la paciente búsqueda a primera hora de la tarde de todo tipo de vinilos (aún no había llegado lo digital, pero cuando arribó el ceremonial seguía siendo casi el mismo) en una ruta que incluía a Discoteca en la calle Toreno, Liverpool en Milicias y Discos 3 en el Peso. Memorizaba precios, buscaba en catálogos y gastaba la mayor parte de mi sueldo semanal en discos. Nadie me dijo que serían ellos –cuando llegaran los momentos de desesperación- los que me salvarían. Entonces sólo era una curiosidad, una intensa ansia de buscar nuevos sonidos, de encontrar creadores, de escuchar y cantar, de vestir mi vida y mis sentimientos con ese necesario aderezo musical. 

No vi “Alta Fidelidad” cuando la estrenaron en el cine. Tampoco leí la novela del gran Nick Hornby en su día. Se mostró una distraída jornada, uno de esos momentos que acaban por transformarse en las mejores ocasiones. Sucedió en Madrid, en la casa de mi buen amigo Dani Fletcher, que me había ofrecido pasar allí unos días después de que mi experiencia en Tele Oviedo hubiera acabado mal por esos celos profesionales que invaden a aspirantes a estrellas -ruines y mediocres- y que me habían condenado al silencio, la oscuridad y el paro. Era momento de limpiarse de la porquería de ciertos estrellones, esa nada patética a la que el tiempo termina por situar en su sitio. Pero, en ese día, en esas jornadas, consiguieron abrir una herida difícil de cerrar: la del sufrimiento injusto de aquel que es bueno en lo suyo y sólo recibe bofetadas. 

Distraídamente encontré aquel dvd con la película protagonizada por John Cusack y logré sentirme bien. Poco importó que me cerraran la posibilidad de trabajar semanas después en esa misma televisión con todo tipo de excusas peregrinas, haber disfrutado de esa peli me había dado la fortaleza para enfrentarme a muchos gigantescos molinos de viento con la fe de quien sabe que su camino es el correcto.

Y los discos, y las tiendas, que me pierdo. Se cerraba Discos del-Sur en aquellos días de incertidumbre, poco dinero y nulas esperanzas. Una tienda madrileña en la que, años antes, me había abordado Kike Turmix con un sinfín de grandes recomendaciones. “Kike, sólo tengo pasta para un par de discos”. Me miró, con gesto decepcionado y acabó por invitarme al concierto de los Pleasure Fuckers en el Agapo esa misma noche. Llegaban a la casa de Dani amigos y compañeros que trabajaban en revistas como “Ruta 66” y “Rockdelux”, emocionados por los chollos del cierre de una tienda donde había dejado fortunas por correo, y me aferraba a mi birra, a la aventura amorosa que aquellos días me brindó una gata auténtica y a la certeza de que iban a llegar unos tiempos duros sin poder acercarse a ninguna novedad. A escuchar y repasar mi, ya por entonces, gran colección de discos.

La vida no deja de darnos sorpresas y Oviedo mantiene tiendas que nos conectan con un espíritu que creíamos perdido. Acercarse a estanterías repletas de vinilos. Escuchar y preguntar. Estimular nuestra memoria con momentos musicales, con el poder evocador que sólo son capaces de transmitir las canciones. Escapar de este mundo donde todo parece sencillo y que, cada vez, resulta más complicado en su prosaica realidad.

MANOLO D. ABAD
Publicado en el suplemento "El Comercio de Oviedo" del diario "El Comercio" el domingo 25 de octubre de 2015

Maureen O´Hara (1920-2015)


Carlos Bousoño (1923-2015)


sábado, 24 de octubre de 2015

El futuro de los espacios vacíos


Vetusta Blues. -
"El futuro de los espacíos vacíos"

Hablemos del futuro de Oviedo. De sus espacios vacíos que se abren como una oportunidad para transformar la ciudad de cara a las décadas venideras. Hablamos de urbanismo, de un nuevo diseño para que Oviedo se reinvente a través de espacios como La Vega o el antiguo Huca. Evitar ruina y podredumbre, crear un nuevo Oviedo lejos de proyectos megalómanos, con racionalidad y, por supuesto, transparencia.
Para quienes hemos permanecido atónitos, pero no callados (varios artículos desde esta misma columna) contemplando lo acontecido con la Plaza de Toros, nos echamos a temblar viendo las reticencias del Ministerio de Defensa para entregar a la ciudad los terrenos de La Vega, o al evaluar los tibios y nada claros planes para los terrenos que ocupa el antiguo Hospital. Parecen unos obstáculos subsanables si los dirigentes e incluso esa hasta hora oportunista oposición (los, como dicen ellos, de la lista más votada en las pasadas municipales, más pendientes de encontrar giretas -reales o imaginarias- en el tripartito) se dan cuenta de la importancia de lo que está en juego. No se caracteriza la política española por mirar a un futuro cuyo horizonte no sea el de la próxima convocatoria electoral. Política mediocre, pírrica, de nulas miras, que debería superarse para conseguir para la ciudad las grandes expectativas que aguardan en esos enormes terrenos.

Pero, nada, aquí estamos: unos y otros enfrascados en polémicas estériles para contentar a sus bases, que hay llamada a filas de cara al mes de diciembre. Lo primero debería ser insistir con el bic de la plaza de toros y plantearse que ese lugar debe ser ocupado por una superficie donde se puedan albergar conciertos y otro tipo de eventos. Que no se puede estar toda la vida con la carpa multichachiguay de la polémica y otros postizos semejantes. Un lugar establecido como cualquier otra población del norte de España (Santander, Bilbao, San Sebastían, La Coruña) no parece mucho pedir, creo. Bien está que el alcalde Wenceslao López haya acudido al ministerio de Defensa con la intención de poner en valor los derechos que la ciudad posee sobre los terrenos de La Vega. Y sumamente necesario es que se pongan las pilas para resolver también sobre los edificios válidos en los terrenos del Cristo de cara a un uso que evitará la degradación de esa zona.
A uno le gustaría que estos fuesen los temas que se pusiesen sobre la mesa. Que hubiese un consenso entre todos los partidos políticos de la ciudad para lograr todo esto. Y no ahogarse en oportunistas polémicas estériles, ideales para llenar titulares, pero que, al final, sólo acaban por desprender el humo de un papel al quemarse o, simplemente, ser enterrado por otra actualidad nueva. Visión de futuro, señores, esto es lo que necesita la ciudad.
MANOLO D. ABAD
Publicado en el diario "El Comercio" el sábado 24 de octubre de 2015

jueves, 22 de octubre de 2015

martes, 20 de octubre de 2015

Automatics "A rainy day"

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domingo, 18 de octubre de 2015

Vuelo en amarillo

 

Crónicas de Vestuario. -

Vuelo en amarillo”


Al Real Oviedo parece que le va el color amarillo en esta temporada. Tanto a favor como en contra, esos colores han estado presentes en las dos victorias encadenadas de los de Sergio Egea, que logran auparse así a posiciones de relevancia. La “maldición del amarillo” a la que se encomienda la gente del teatro proviene de la muerte del gran autor Jean-Baptiste Molière en plena representación de “El enfermo imaginario” que se produjo vistiendo esos colores. Nada de yuyus para el conjunto azul que, espoleado por las estupendas sensaciones de la épica confrontación copera ante el Mirandés, salió al campo dispuesto a ofrecer sus mejores virtudes.



Es el Alcorcón de Muñiz un cuadro ordenado, pegajoso, excesivamente precavido y al que la imaginación y pegada en ataque de un equipo como el Real Oviedo hace daño. La jugada del gol de Toché -un cazagoles que huele las opciones de peligro como los grandes depredadores del área- es una de esas situaciones de rebote en segunda opción en las que los onces predecibles, trabajados en un minucioso (y, a veces, demasiado encorsetado) trabajo táctico acaban por deshacerse. El partido se tornó cómodo para los de Egea, aunque en los últimos minutos del primer acto comenzaron los clásicos titubeos e indecisiones que obligaron a Esteban a mostrar su gran categoría.



Para la segunda mitad, el entrenador asturiano del Alcorcón dio a entrada a Collantes, un extremo, con la idea de dar mayor profundidad a un equipo demasiado previsible en sus acciones. El choque se abrió, pero fueron los azules los que se aprovecharon de ello en primera instancia: un magnífico centro de un Koné que sigue mostrando unas condiciones estupendas para enriquecer el juego oviedista, lo volvió a aprovechar el ex de Panathinaikos y Deportivo Toché para marcar su cuarto tanto en esta temporada. Los amarillos trataron de encerrar a unos ovetenses que se fueron echando hacia atrás y permitieron que Fernando Román llevase a gol un gran testarazo. El mismo Román a punto estuvo de cambiar el signo del partido, con un remate al larguero con uno de los dos balones que pululaban por la cancha, en otra indecisión más de otro torpe trencilla, un muy desafortunado Eiriz Mata. Nos acordamos de Molière y el amarillo y las muchas maldiciones que pesaron sobre el Real Oviedo en estos pasados años. Pero no, otra asistencia de Susaeta fue rematada a gol con claridad por un Cristian Rivera cada vez más asentado para bien de los azules. El postrero tanto, ya con el añadido terminado, de David Rodríguez debe servir como aviso para no perder en ningún momento la concentración.



Lograr un fortín en casa, con la indispensable comunión con el público ovetense, debe ser la base para construir y volar alto. El Desarme de un grupo sólido como el Alcorcón al que el conjunto de Sergio Egea anotó la mitad de los goles que llevaba encajados en las ocho jornadas anteriores debe servir para creer y seguir sumando.

MANOLO D. ABAD
Reportaje fotográfico: J.L.G.FIERROS
Publicado en el diario "El Comercio" el domingo 18 de octubre de 2015

Abstracciones eléctricas

 Crítica. Música. –
Abstracciones eléctricas”

TOUNDRA

Sir Lauren´s, Oviedo.
Viernes, 16 de octubre de 2015.

Poco imaginaba Vini Reilly (Durutti Column) que sus solitarios conciertos en la Hacienda mancuniana de los locos años del Manchester de finales de los 80 iba a conectar -dos décadas y media después- con músicos que iban a elaborar su propuesta musical en otra vía que enlazara con el post-rock de grupos como Mogwai añadiéndole una fuerte dosis de guitarras de alto octanaje hasta lograr lo que hoy es la propuesta de Toundra. 

Su diferencia se muestra en un público heterogéneo que acude a la busca de las nuevas sensaciones que el cuarteto (con un asturiano en sus filas) es capaz de ofrecer. Que es mucho, pero que también exige del oyente sumergirse en esas ensimismadas y densas aguas donde se entrelazan las guitarras y bucear en toda la capacidad de sugerencia, de abstracción que entregan a lo largo de ochenta minutos que discurren volando si uno es capaz de realizar la inmersión necesaria en esos sugestivos climas guitarreros. 

El tratarse de una formación que lleva a nuevos lugares el concepto de rock instrumental –no esperen nada parecido a los Shadows o, por citar un grupo español, los Coronas- supone algo no apto para oídos poco avezados, servido con un enorme dinamismo escénico por parte de todos sus componentes, de sonido a veces aplastante, otras envolvente para unos rara avis que han conseguido abrirse camino con su singularidad y talento, desprejuiciado talento, en ese revuelto panorama del indie español donde casi nada parece ser lo que en realidad es. Toundra asumen su propuesta, la enriquecen saltándose todas las fronteras y resultan tan sugestivos y estimulantes como necesarios para quien desee disfrutar de nuevas experiencias y emociones al margen de lo convencional, justo lo que siempre debería haber en toda escena alternativa que se precie.

MANOLO D. ABAD
Punlicado en el diario "El Comercio" el domingo 18 de octubre de 2015 

sábado, 17 de octubre de 2015

Comando Spray

 

Vetusta Blues. –

Comando Spray”


Disculpen la deformación profesional: lo primero que se me vino a la mente con la brutal agresión a la entrañable estatua de Mafalda en el Campo de San Francisco fue la canción de Las Ruedas “Comando Spray”. Supongo que la música vino en mi ayuda para sofocar la tremenda indignación que me invadió cuando me enteré de la lamentable noticia. Hace justo un año, cuando se plasmó la brillante idea de situar al personaje de Quino en el idílico entorno del estanque de los Patos, ya temí que pudiera aparecer la bestialidad en su grado más brutalmente preclaro.

Pero no, aguantó un montón de meses, limpia y lúcida para regocijo de todos los ovetenses y asturianos de bien. Sin embargo, en esta ciudad donde bien podría crearse una “Ruta de las Estatuas” hemos tenido que asistir, con gran vergüenza, a la demostración de la estulticia supina en su grado más superlativo. La misma rabia que producía ver el rostro entrañable de Mafalda con un pintarrajeo donde sobresalía un dedo dirigido a su nariz y un parche a modo de borrón en su ojo izquierdo, se desarrolla al comprobar la ignorancia que no sólo se avergüenza de sí misma sino que se jacta de su idiotez. La educación y la cultura se han considerado secundarias (o más atrás aún) por los sucesivos gobiernos que nos han tocado en desgracia a los españoles. Ya no hablo sólo de la división por comunidades autónomas y su uso aprovechado para crear una delirante nueva historia. Las asignaturas de Humanidades son consideradas menores. Y así llegamos a esto, que no es sino una consecuencia lógica de la deshumanización, del dominio de la barbarie y de la ignorancia. 

No deja de resultar paradójico que, con la llegada de las redes sociales, sean muy pocos los que saben expresarse por escrito (ya no hablo de la expresión oral, que también) y muchos menos los que lo hagan sin cometer tropelías ortográficas o de sintaxis. Se desea hablar de un mundo propio, manifestarse en internet y, lo que se consigue, es hacer el ridículo mostrando las susodichas carencias ortográficas y sintácticas. ¿Qué se puede esperar de un país donde manda en las audiencias un concepto de televisión como “Mujeres y hombres y viceversa”, emisión donde se manifiesta la más asquerosa podredumbre que enferma de ignorancia y le hace regodearse en sus antivalores a quien lo sigue?

No queda otra que situar cámaras de vigilancia. Sí, es una pérdida de libertades, lo sé, que hemos de agradecer a todos esos cafres que muestran todo su catetismo agrediendo al buen gusto, a la razón y a las manifestaciones de parte de lo mejor que adorna al ser humano, como son sus manifestaciones artísticas. A esos y sólo a esos, les debemos todo nuestro rechazo y la necesidad de que se les señale como indignos de ser considerados seres humanos.

MANOLO D. ABAD
Publicado en el diario "El Comercio" el sábado 17 de octubre de 2015

viernes, 16 de octubre de 2015

Toundra "Bizancio"

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Orgullo y miserias


Crónicas de Vestuario. –

Orgullo y miserias”


Cuenta Nick Hornby en su esencial novela “Fiebre en las gradas” que hubo un momento en su vida en el cual identificaba sus sensaciones con las que manifestaba en el campo “su” Arsenal, el equipo de sus amores. Algo parecido sucedió en la desapacible y húmeda noche copera ante el Mirandés. Encontrarse a los tres minutos con un gol como el de Abdón, una vaselina desde fuera del área más parecida a la genialidad del burro que tocó la flauta por casualidad que a una intención verdadera propia de un crack, supone enfrentarse a un Alpe D´Huez con apenas unos kilómetros en las piernas.

El once azul trató de rehacerse pero pronto, demasiado pronto, se diluyó en un ritmo cansino, muy apropiado para las intenciones de los de Carlos Terrazas que con una leve presión deshacían cada intento de un equipo desorientado en su eje y que tocaba y tocaba con la brújula completamente desactivada. Edu Bedia volvía a mostrarse errático y lento. De poco sirve la calidad –por muy excelsa que sea- si las ideas no son claras y los movimientos, rápidos. Así de cómodos se las veían los de Miranda: un marco ideal para clasificarse. La grada, en estado de congelación y humedad, con ese inquietante murmullo, al que Hitchcock quizás pudiese sacar partido para una de sus intrigas, mientras en el terreno de juego nada sucedía para satisfacción de unos rojillos que se asimilaban al extraño baile de un balón que circulaba, manso, de un lado a otro lejos de la portería de Raúl Fernández.

El inicio de la segunda apenas cambió un panorama monótono como un paisaje otoñal gris. Sin embargo, la Copa –más aún cuando se desarrolla a un partido, con ese ansiado modelo inglés que esperemos llegue alguna vez a estos lares- siempre depara el componente de la sorpresa, o, ya directamente, de la locura más absoluta. Como si los legendarios Stranglers hubieran hecho sonar su hipnótico “La Folie”, todo comenzó a desencadenarse a partir la salida del nuevo ídolo de la grada azul: Koné. Los aficionados despertaron y el segundo gol de Abdón en su “gran noche” raphaelesca activó como un resorte los ánimos de la hinchada oviedista. Fue una llamada a rebato, a la revolución Koné, a la que se sumaron todos los jugadores de Egea. Poseídos por un arrebato de orgullo, de valor y de garra, los primero diez, luego nueve jugadores azules se lanzaron a una ofensiva sin precedentes. Dio igual que, para entonces, el nefasto arbitraje del pésimo Figueroa Vázquez tratase de cargarse el partido. Aquí había una lucha sin cuartel digna de esas páginas gloriosas que se escriben de cuando en cuando. Marcó Kone en el veintiséis y culminó en las postrimerías Verdés para redimirse de su nerviosismo de las últimas jornadas con otra culminación a una gran estrategia. Las piernas de los rojillos temblaron.

Llegó la prórroga para hacer más grande una historia azul que en la Copa siempre ha sido frustrante y triste. Lo intentaron y Hervías tuvo dos largueros para que el guión fuera hollywoodiense. Pero no, esa maldición copera que persigue al Real Oviedo se encarnó en los asistentes Baena Espejo y Aboy Rivas que hicieron el resto, con su tremenda incompetencia, para que el merecido milagro no llegase. El Mirandés -como un sucio heredero de aquella película de George Roy Hill, “El Castañazo”- remachó su pase con un fuera de juego flagrante, además de la porquería antideportiva de no haber detenido el juego tras un choque en el inicio de la jugada de su golito que dejó maltrecho a un bravo Jon Erice. No llegó el premio a tanto sufrimiento, pero sí el más importante de cara al futuro, esperemos: el de lograr la comunión con la grada, un valor fundamental para la larga singladura que aún aguarda.

MANOLO D. ABAD
Foto: J.L.G.FIERROS
Publicado en el diario "El Comercio" el viernes 16 de octubre de 2015

miércoles, 14 de octubre de 2015

Valores punk

 

Crítica. Música. -

Valores punk”


AFTERMATHS + FLY MOSQUITO
La Calleja La Ciega, Oviedo.
Domingo, 11 de octubre de 2015.

La presentación en concierto del disco debut de los Fly Mosquito nos permitió saborear los valores del punk-rock y de su actitud primigenia a través de dos formaciones muy distintas pero que abanderan al estilo que nació a mediados de los 70 desde una perspectiva que hoy parece abandonada, de tal manera que muchas generaciones jóvenes ni tan siquiera saben que existe. Lejos del impuesto punk “litronero”, con clara herencia en el Rock Radikal Vasco, esta vuelta a los orígenes se manifestó en una interesante doble vía. 
 
La primera de ellas vino con los Aftermaths, potente trío con veteranos curtidos en mil batallas (Punishers, Amon Ra), que resucitan el punk-rock puro, ese que conecta con el rock de alto octanaje, con el pub-rock y con la escena neoyorquina del CBGB de mediados de los 70. Cercanos por momentos a Johnny Thunders, en otros a los Stooges, y en algunos a Richard Hell & The Voidoids, Aftermaths mostraron muy buenas formas y un directo coriáceo. Valores que les deben propulsar pronto como un grupo a seguir.

Fly Mosquito, también en trío como sus predecesores, revuelven en la prehistoria de la movida -Kaka de Luxe- para interconectarla con las Hornadas Irritantes -Sindicato Malone, Derribos Arias- en una estimulante simbiosis donde la guitarra de Gus, nerviosa y rockanrolera (imposible evitar su pasado en un montón de formaciones rockanroleras astures), termina por hacer el resto. Eso, y una actitud desprejuiciada, capaz de bordar una versión magnífica (y, lo más importante, adaptada a su terreno) del “Embrujada” de Tino Casal. Verdaderos showmans del directo, Fly Mosquito demuestran tener ese lugar reservado para la diversión rápida, casi diría uno urgente y, por supuesto, desprejuiciada al máximo, necesaria en estos tiempos de tanto sublime con ansias de trascendencia. Acabaron su intenso concierto con “La noche salvaje”, su peculiar visión del “Come on everybody” del gran Eddie Cochran que -curiosidades de la vida- también versionó hace treinta años otro grupo asturiano: La Banda del Tren y su “Venid a la fiesta”.

MANOLO D. ABAD
Publicado en el diario "El Comercio" el miércoles 14 de octubre de 2015

lunes, 12 de octubre de 2015

Contrastes en azul

 

Crónicas de Vestuario. –

Contrastes en azul”


Día feliz para los azules. Un desplazamiento masivo resuelto con victoria siempre es lo más grato para una afición que tanto ha sufrido en los últimos doce años. Día también de cambios en el once de Sergio Egea que se antojan trascendentales para el devenir futuro del equipo y también lo fueron para su victoria en Valladolid.

A diferencia de otros choques, el conjunto ovetense comenzó concentrado y activo en los primeros minutos, buscando el gol con determinación en sucesivas acciones de Susaeta, Linares y Toché. El tanto llegaría con un estupendo desmarque de Linares que aprovecha un pase de Peña para romper la línea defensiva vallisoletana y resolver con ese instinto de killer del área del aragonés. Reaccionaron dos minutos después, en el catorce, los blanquivioletas aprovechando un tremendo error defensivo de los azules que dejaron toda la banda izquierda como una autopista tras un saque de esquina para que Juan Villar anotase. El Real Oviedo, empero, siguió mostrándose en ataque, muy cómodo en una vanguardia transformada por la presencia de dos delanteros natos y el respaldo en bandas de Susaeta y Hervías. Con Jonathan Vila de medio centro junto a un sacrificado Jon Erice, el dibujo táctico funcionaba mejor de medio campo hacia delante que en una parte trasera donde siguen acumulándose las dudas. La presencia de Nacho López otorgó más recursos para desdoblarse en ataque, aunque el asturiano tuviera minutos de duda tras recibir una tarjeta amarilla en el treinta y dos. Doce minutos antes, Toché había vuelto a adelantar a los azules con una estupenda finalización de una estrategia: falta botada por Susaeta, pase de cabeza de David Fernández y remate final de cabeza del exjugador de Panathinaikos y Deportivo. El Valladolid quería, mas ni podía ni sabía ante el caudal creativo azul, con el único pero de los titubeos defensivos, con un Peña muy flojo en su regreso a la que fue su casa en las últimas cinco temporadas.

En la segunda el partido enloqueció para desgracia de un Real Oviedo que no supo controlar el tempo del partido y que siguió mostrando una endeblez defensiva que, si logra enderezarse, podría hacer soñar a los aficionados con posiciones de privilegio. Hasta que no se resuelva este asunto –ni Héctor Verdés ni Peña estuvieron muy finos en el encuentro- habrá que confiar en la pólvora y la pegada que los de Egea poseen de medio campo hacia arriba. Ángel empataba en un nuevo error de marca de la zaga azul, pero el merecido premio llegaba en el treinta y dos, diez minutos después del gol de los castellanos, en un sensacional chut de un eminente Susaeta, que dio todo un recital sobre el césped de Zorrilla.

Gran victoria ovetense que debe servir para que el equipo se asiente, confíe en sus posibilidades, en su poder creativo, y trate de ir resolviendo sus dudas defensivas, para compactar esa zaga que ahora supone el mayor problema para que el conjunto de Egea despegue. Para dejar de ser un conjunto de acusados contrastes y transformarse en un once sólido con el que poder soñar.

MANOLO D. ABAD
Foto: J.L.G. FIERROS
Publicado en el diario "El Comercio" el lunes 12 de octubre de 2015 

domingo, 11 de octubre de 2015

Encuentros y escritores

Vinilo Azul. -

Encuentros y escritores”


La concesión del Premio Nacional de Literatura en la modalidad de poesía a Luis Alberto de Cuenca hace unas fechas me llenó de alegría. Es De Cuenca un escritor e intelectual que se ha interesado por disciplinas como el cómic o el rock de una forma natural, sin forzadas imposturas, algo que parece resultar casi imposible en la cultura española, amanerada como ninguna en departamentos estancos, de “alta” consideración unos; de “baja”, otros. Me comentaba hace unas fechas el también escritor Chus Fernández cómo se lleva a gala en el Reino Unido el contar con una amplia cultura “popular”.

Tuve la fortuna de conocer a Luis Alberto de Cuenca en las Jornadas de Literatura de Pravia que organiza la Asociación de Escritores de Asturias y fue un placer poder departir con él. Recordar a la Orquesta Mondragón o, simplemente, hablarle de la gente de Señor Cotton a propósito de una de las camisetas que llevaba... En definitiva, salirse del cliché de intelectual al uso y abarcar muchos más aspectos de la cultura que rara vez abordan escritores consagrados. Tener esa posibilidad de departir y compartir momentos con autores renombrados de la literatura española es algo que las Jornadas de Pravia nos han permitido a muchos escritores asturianos en estos últimos años. Disfrutar del grandioso Félix Grande recitando con aquel alma suya que ya se nos fue es algo impagable. Haber contado, con un presupuesto exiguo, pero muchísimas ganas de trabajar a través del buen hacer de muchos socios con autores de la talla de los mencionados Luis Alberto de Cuenca o del añorado Félix Grande, o de Luis Antonio de Villena, Eduardo Martín Garzo, Silvia Grijalba, Miquel de Palol, Rafael Reig o Javier Reverte es algo que algún día se acabará reconociendo a unas Jornadas que, sin grandes alharacas, han ido engrosando un enorme valor. Sí, ya sabemos que las maledicencias de muchos envidiosos tratan de enfangar iniciativas como ésta, pero a mí me gustaría encontrar algo parecido en Oviedo.

Porque lo que necesita Oviedo en materia cultural son iniciativas genuinas, propias. No satélites de otras que se celebran en múltiples lugares como la Noche Blanca. Proyectos propios, sí, únicos de su lugar y, a poder ser, que lleven su nombre impreso en ellas. Getafe Negro es un ejemplo que se me viene ahora mismo a la cabeza. No quiero volver a recordar al maravilloso Oviedo Múltiple que, a mediados de los 90, nos entregó grandes conciertos, interesantes ciclos de cine e, incluso, la presencia de varios programas radiofónicos en vivo desde la ciudad. Hay muchas más iniciativas repartidas por el país y en buscar nuevas propuestas deberían ponerse a trabajar los responsables de estos asuntos. Porque es la personalidad la que otorga la distinción. Con mucho trabajo, eso sí. Sin zancadillas ni puñaladas traperas. Dejando trabajar a los que saben. Porque ya comprobamos cómo existen algunos lastres que sólo se dedican a inmiscuirse en materias para las que no están preparados. Y así nos va. Sumidos en un erial de la cultura. Despersonalizados. Con hambre de convocatorias y sed de acontecimientos. Y, por supuesto, sin el papanatismo provinciano de no contar con los muchos autores que en las diversas disciplinas culturales trabajan en Asturias. Además de aprender de intelectuales como Luis Alberto de Cuenca que valoran disciplinas que otros, henchidos de un supuesto intelectualismo rígido, denostan.

MANOLO D. ABAD
Publicado en el suplemento "El Comercio de Oviedo" del diario "El Comercio" el domingo 11 de octubre de 2015

sábado, 10 de octubre de 2015

El Cartel


Vetusta Blues. -
El Cartel”

Aunque estemos en 2015 hay actitudes y circunstancias que no le dejan a uno de sorprender. Términos que nos devuelven a unos tiempos que ya creíamos superados, pero que regresan, circulares como un pesadillesco bucle, de vez en cuando, para recordarnos que siguen ahí, adheridos como un musgo nocivo en las mentes de muchos. Sin embargo, persisten como una mala digestión.

Resulta que, dentro de unos días, habrá una representación en la ciudad de un espectáculo que retoma el cabaret, el café-teatro más canallesco y que decidieron anunciarlo por todo lo alto con la imagen de una mujer mostrando sus esplendorosas piernas abiertas de par en par. Seguro que lo habrán visto. O, quizás, oído vía quien se haya fijado en los susodichos carteles. Hasta aquí, todo normal. Uno puso la vista en la imagen de las magníficas extremidades de la mujer, casi distraídamente, pensando que son esa parte del cuerpo donde un cirujano tiene poco que hacer...

Lo peor vino cuando llegaron las protestas de “los de siempre”, esta vez con la coartada de un presunto peligro hacia la infancia. Estamos en 2015, repito. Esos, tan preocupados por la salud de los niños y por su educación, quizás sean los que los tienen despiertos, correteando por las terrazas donde ellos y ellas se toman algo hasta altas horas de la madrugada. O quizás sean los que justifiquen las bestiales ingestas de alcohol de esos mismos niños, privados del necesario sueño unos años antes(se ha demostrado que el crecimiento físico y mental depende de un adecuado descanso en edad infantil), cuando alcanzan la preadolescencia. O esos que dejan a los pequeños sueltos por esas mismas terrazas sin preocuparse de que crucen la calle sin control en zonas donde no existen semáforos para controlar el tráfico. O los que echan la culpa (y el peso de la educación de sus hijos) sobre los docentes cuando les consienten absolutamente todo si no los desautorizan cuando toman una medida dura. No, hombre, no, lo más alarmante es que sus pequeños observen dos espléndidas piernas en un cartel.

Uno, que se crió de pequeño en la etapa de la Transición, se fijaba en los anuncios de aquellas películas clasificadas “s”, films eróticos que hicieron furor en España a finales de los 70 y principios de los 80, en la prensa o en los cines y no sólo no ha tenido ningún trauma sino que ha sabido afrontar con total naturalidad todo lo referente al sexo. Veíamos las portadas de los kioscos con revistas como el “Lib” o los mismos “Interviú” y aprendíamos a no acomplejarnos. Ni de nuestros cuerpos ni de nuestros deseos y fantasías ni, por supuesto, de nuestra incipiente sexualidad. Puritanismo, censura, no son más que cortapisas capadoras de una libertad que se debe aprender desde niño. Sin que eso suponga, en modo alguno, menoscabo de los valores educacionales -estos sí que se pierden con alarmante rapidez- que son la base de toda formación humana. No vengan a echar la culpa ahora a un cartel de una mujer espectacular y de sus dos hermosas piernas. Menos hipocresía y más cultura y educación de una puñetera vez. Aunque parezca increíble, estamos, sí, en 2015.

MANOLO D. ABAD
Publicado en el diario "El Comercio" el sábado 10 de octubre de 2015 

jueves, 8 de octubre de 2015

The Sonics "The witch"

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miércoles, 7 de octubre de 2015

Dominique A "L´amour"

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martes, 6 de octubre de 2015

The Sonics "Do you love me"

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lunes, 5 de octubre de 2015

Intermitencias e indefinición

 

Crónicas de Vestuario. -

Intermitencias e indefinición”


Se encontraba el Real Oviedo con un Mallorca en horas bajas, ese equipo con el que ha librado batallas épicas, con el legendario ascenso a Primera División en la temporada 1987-88 como recuerdo imborrable para el sentir azul. Con Albert Ferrer -su entrenador- sintiendo el filo de la guillotina, los bermellones acudían con un exceso de urgencias que pronto encarrilaron con el gol de Javi Ros en el minuto 6.



El conjunto de Sergio Egea volvió a salir dormido, sumido en un incomprensible sueño, a un ritmo cansino que era el que le convenía a los baleares. Sin definición en sus intenciones. Da la impresión que el once azul desconoce sus virtudes, o no se fía de ellas, o que es incapaz de imponerlas sobre el terreno de juego con la suficiente continuidad como para que den un resultado positivo. A saber: los mallorquines temblaban cuando el Real Oviedo conseguía circular el balón y penetraba por sus bandas, con juego combinativo y desmarques, además de las necesarias ayudas para abrir o encontrar espacios. Así fue cuando llegaron las ocasiones, pasada la media hora, en jugadas donde intervenían Susaeta, Peña y Aguirre. Desenmascarada la fragilidad de los bermellones en cuanto había un poco de ritmo, los de Egea encontraron su premio en un balón largo que aprovechó Toché ante la pasividad de la defensa y la precipitación del joven cancerbero alemán Wellenreuther que salió a por uvas a tres cuartos de campo.



La segunda mitad trajo la entrada de Cristian Rivera, joven internacional sub-20 que está llamado a ocupar un lugar importante en el equipo, y una mayor intención ofensiva, que pronto se difuminó, contagiados por la parsimonia balear. La entrada de Héctor Font por el desconcertante “guadiana” Edu Bedia -que tan pronto aparece como se difumina- dio más posibilidades de una profundidad que no tardó en aparecer. Acorralados en su área, los baleares se defendieron con ahínco y cuando llegaron los últimos minutos comenzaron la “festividad de los muertos”: jugadores caían fulminados al suelo al menor roce (o sin toque o roce, daba lo mismo) con la evidente intención de perder tiempo. David Costas logró hacer méritos para ser nominado al Goya al mejor simulador, con hasta ¡tres! caídas fulminantes y el partido se fue evaporando, sin que la entrada de Koné aportase nada.



La impresión final es la de un equipo indefinido -me niego a decir “en construcció”, que ya estamos en la séptima jornada, hombre-, que renuncia a su personalidad o no sabe valorar sus virtudes ni mejorar sus defectos (la inconsistencia defensiva, esa falta de aplomo ante el empuje del rival empieza a ser alarmante). Los de Egea deberían aplicarse a pies juntillas la frase de Pierre de Ronsard: “El que sabe conocerse a sí mismo, es dueño de sí”.

MANOLO D. ABAD
Fotos: J.L.G. FIERROS
Publicado en el diario "El Comercio" el lunes 5 de octubre de 2015

 

sábado, 3 de octubre de 2015

La imposible concordia


Vetusta Blues. -

La imposible concordia”


Seguimos en Oviedo, en la política de la ciudad ovetense, envueltos en un clima envenenado de absurdas disputas que sólo parecen interesar en un plano estrictamente electoralista que debería ser superado ante el importante número de retos que se presentan de cara al futuro de la ciudad. Pero, ¡ay! las elecciones generales están ahí y los partidos afilan sus armas con cualquier estúpida excusa, a ser posible lo más nimia posible, para que comiencen a saltar absurdas polémicas estériles que impiden afrontar asuntos de gran calado, esos que requieren grandes miras y no parecen preocupar más que para enardecer a los convencidos de cada bando y -quizás, yo lo dudo mucho- rapiñar unos votos de quienes aún dudan qué opción escoger de cara al próximo 20 de diciembre.

La propuesta del Concejal de Cultura de la ciudad, Roberto Sánchez Ramos, de utilizar el abandonado Asturcón -megalómano complejo, emblema de la estéril desmesura del régimen que gobernó los últimos veinticuatro años en Oviedo- como recinto para albergar la soñada Ciudad Deportiva del Real Oviedo es uno de esos ejemplos que nos ponen en la tesitura de un gran consenso. Y, como ese, lo mismo debería ocurrir con la Plaza de Toros de la ciudad, ahora que ha cambiado la Dirección General de Patrimonio (que tendrá su reunión semestral en diciembre y podría resolver este asunto de una puñetera vez), los terrenos del antiguo Hospital o los de la Fábrica de Armas. Asuntos de alto calado que requieren unión de todos los estamentos de la ciudad, sin egoísmos, sin partidismos, sin estúpidas visiones de un raquitismo alarmante. Son muchas las veces que recordamos cómo pudo transformarse Bilbao, a través de un diálogo mesurado más allá de partidismos. Desde la concordia para lograr, todos unidos, un cambio radical en la estructura de la ciudad, que la permita crecer y crear riqueza con nuevas expectativas. 
 
Sin embargo, nada de esto se respira en esta atmósfera de continua crispación, de batallas inútiles a la vista de un desgaste exclusivamente político, de una erosión artificiosa usando y quemando todo medio a su alcance, en la que va a resultar muy difícil convocar a las distintas fuerzas, a derecha e izquierda, para alcanzar un pacto global sobre los asuntos de futuro en la ciudad. Envueltos en la táctica de la victoria pírrica con la que engrasar la maquinaria de unas absurdas guerras bizantinas nada será posible para que el proyecto de aprovechar los espacios vacíos de Oviedo y transformarla en beneficio de todos avance.

MANOLO D. ABAD
Publicado en el diario "El Comercio" el sábado 3 de octubre de 2015

jueves, 1 de octubre de 2015

Alexandre Lacaze "À quoi sert"



À quoi sert
De qué sirve
 
À quoi sert
Le chemin
Para qué sirve el camino
 
Si personne ne te donne pas la main,
si nadie te da la mano
 
A quoi sert
De tout donner
De qué sirve darlo todo
 
S´y a personne à qui l´offrir
si no hay a quien ofrecer
 
À quoi sert
Tous les larmes,
De qué sirven todas las lagrimas
 
À quoi sert
Toutes les rires
De qué sirven todas las risas
 
À quoi sert
Les envies
para qué sirven las ganas 
 
À quoi sert
D´avoir de l´eau
De qué sirve tener agua
 
Si tu n´as jamais soif
si nunca tienes sed
 
Si c´est vrai où si c´est faux 
si es verdad o es mentira, 

Ça dépend pas de moi
no depende de mí
 
Si c´est tôt où si c’est tard
Si es tarde o es temprano,
 
Ça dépend pas de moi
no depende de mí
 
A quoi sert la lumière
De qué sirve la luz
 
S´y as pas plus que d´obscurité
si no hay más que oscuridad
 
À quoi sert
La mer
para qué sirve el mar
 
S´y a pas de bateau
si no hay barco
 
S´y as de voyage à faire
ni viaje que hacer
 
A quoi sert le passé
De qué sirve el pasado
 
A quoi sert le future
De qué sirve el futuro
 
A quoi sert
Les promesses
De qué sirven las promesas
 
De vouloir te suivre
de querer seguirte
 
Si c´est vrai ou si c´est faux 
si es verdad o es mentira,  
 
Ça dépend pas de moi
no depende de mí
 
Si c´est tôt où si c’est tard
Si es tarde o es temprano,
 
Ça dépend pas de moi
no depende de mí
 
À quoi servent les chansons
De qué sirven las canciones
 
Qui nous parlent d´amour
que nos hablan de amor
 
A quoi sert la rage
de qué sirven la rabia
 
Quand on a tout perdu
cuando hemos perdido todo
 
À quoi sert se souvenir
De qué sirve olvidar
 
A quoi sert oublier
de qué sirve acordarse,
 
A quoi sert l´habitude
de qué sirve la costumbre
 
De chercher ta ceinture
de abrazar tu cintura…
 
À quoi sert de résister
Para qué sirve resistir,
 
A quoi sert de se tromper
de qué sirve engañarse
 
Demander au secours
y pedir socorro
 
A quoi sert le diamant
de qué sirve el diamante,
 
Si ne brille pas plus…
si ya no brilla más
 
 Si c´est vrai ou si c´est faux 
si es verdad o es mentira,  
 
Ça dépend pas de moi
no depende de mí
 
Si c´est tôt où si c’est tard
si es tarde o es temprano,
 
Ça dépend pas de moi
no depende de mí