jueves, 2 de abril de 2020

Cuestionarios del Confinamiento (5): Javier F. Granda


Javier F. Granda (Salas, 1971). Como historiador tiene obras publicadas por la Fundación Valdés-Salas, Museo del Pueblo de Asturias (Gijón), Editorial Masónica, etc. Ha publicado artículos académicos de temática histórica y participado como editor y escritor en numerosas publicaciones literarias. Participa en la siguientes obras de la Editorial Pata Negra (Oviedo): Mitología asturiana, de José Carlos Álvarez Cabrero (2008); Evocaciones de paisajes asturianos (2009); El triunfo de la muerte (2011); autor de los textos críticos, un relato y una pieza sonora en la obra colectiva Oviedo (2017); texto crítico para la carpeta Don´t cry for me de Cuco Suárez (2017) y autor de los textos críticos del catálogo Amalgama Gráfica Contemporánea (2018). Publica varios años en  el premio de relatos "Antonio Raymundo Ibáñez, Marqués de Sargadelos" (Santalla de Oscos). Autor y coeditor de Cuaderno de El Olivar. Dibujos de Álvarez Cabrero (2016); autor y editor de Lapizonia. Dibujos de Álvarez Cabrero (2016); autor y coeditor de Al platu vendrás... Cerámicas de Mario Cervero (2016); autor y editor en la obra colectiva Miradas de El Olivar (2017). Editor y autor en las siguientes obras colectivas de Ediciones Alternativas: [O] Anatomías del Antiguo (2017), Barra Libre (2018), Ars Moriendi (2018), Erótica XXI (2018), Eróticas (2018), Habitación 2019 (2018), De Vinos (2019), De Sidras (2019), Miedos (2019). Coordinador y autor en el libro Con-Sentidos, de Ediciones Decero en colaboración con Alternativas (2019). Autor y coeditor en la obra colectiva ¡Oh! suite erótica de J.Paredes para la Galería Arancha Osoro (2018). Autor en los libros colectivos de la Colección Turbulencias Sucedió en Oviedo (2018) y Amanece en Oviedo (2020). Con la editorial Más Madera participa en las obras colectivas Obras para coleccionistas pobre o avaros. Dibujos de Álvarez Cabrero, Fuera de Guión, y Cocina en su tinta (2019). Ha publicado artículos de crítica de arte en Ajimez Arte, 21. Le Mag. Arte & Cultura Alternativa, Neville y sobre literatura y música en el cultural El Cuaderno, así como colaboraciones en prensa asturiana.

-¿Cómo son tus días de confinamiento? ¿A qué dedicas todas las horas por delante del día?
Son días largos, supongo que como para el resto. Lo llevo con paciencia porque es algo que nos afecta a todos por igual, aunque hay quien lo está pasando bastante mal. En mi caso, soy afortunado, estoy sano, tengo casa propia y sigo cobrando mi sueldo. No he dejado de trabajar. Pero pienso en todos los que se han visto obligados a parar en sus actividades laborales con el menoscabo económico que esto supone. Deseo que esto termine cuanto antes. El equilibrio entre la cuestión económica y sanitaria es muy complejo. Nos estamos dando cuenta de lo vulnerables que podemos llegar a ser. Afortunadamente, sigue funcionando esa parte del sistema que se ocupa de nuestra alimentación, de lo sanitario y asistencial, de la energía y comunicaciones que necesitamos para sobrevivir. A veces, me detengo a pensar en cómo sería el caos de tener que procurarnos el alimento por nosotros mismos o vivir en la oscuridad y aislados sin medios de comunicación. Pienso en las pandemias del pasado y ahora creo que puedo comprenderlo un poco mejor. 
Parte del día lo dedico a mi trabajo, sigo en la oficina en horario de mañana. Al salir, paso por el supermercado para reponer lo que voy necesitando y vuelvo a casa. Después de la comida, reposo un rato. Tras una siesta breve me siento con el portátil y atiendo correos, chats, hablo por teléfono con amigos, etc. He conseguido terminar algunos compromisos literarios y tengo que ocuparme de un artículo que me preocupa para las actas de un congreso sobre la Violencia en la Historia que se celebró en octubre pasado en la Universidad de Salamanca. Además, estoy con la formación transversal de doctorado, ahora online, y dándole vueltas a mi tesis. Leo, escribo y medito sobre los nuevos proyectos literarios de Alternativas y Más Madera, en los que ya están en marcha y que requieren de un impulso al ritmo que esto nos permite. Trato de sentirme vivo. Me despierto temprano, duermo bien. Me encanta el amanecer y también la noche merodeando en torno a cientos de libros que ocupan cuatro estancias de la casa. A veces pierdo mucho tiempo en buscar lo que quiero leer. Suelo encontrarlo. Estoy leyendo varias cosas, algunos libros como el de Igor Paskual El arte de mentir me lo he leído en unas pocas horas. Por cierto, me ha gustado mucho, es un relato intenso y muy interesante. Mantengo la sana costumbre de abrir una botella y disfrutar de un vino rico; estoy probando cosas nuevas.

-¿Cómo es el lugar donde vives?
Vivo solo y tengo toda la casa para mí. Mis libros, música, obra gráfica, objetos y archivo personal donde puedes encontrar muchas rarezas, se desparraman por cuatro habitaciones y podría extenderlos hacia alguna más. He de contenerme. Tengo una biblioteca enorme creada a base de comprar libros durante unos treinta años. Mis sobrinos la heredarán y espero que la traten bien. suelo ocupar una habitación donde me recluyo y procuro estar en silencio y con poca luz, la de la pantalla del portátil, la lámpara de lectura y una guirnalda de lucecitas led que hacen de la estancia un zulo acogedor. Me gusta la tranquilidad y el silencio, también el sonido de la lluvia y los cantos de los pájaros al amanecer. Escribo en el portátil y, generalmente, no me siento a la mesa si no es que trabaje en artículos o en algo para lo que necesite disponer de espacio para consultar diferentes fuentes, notas o apuntes. También escucho música estos días. Estoy con León Benavente, Igor Paskual, Lou Reed y mil cosas más que voy probando en Spotify.

-¿Qué es lo que más has añorado hacer y lo que menos?
Llevo mal lo de no poder ver a l@s amig@s y no poder salir a tomar unas cervezas con ell@s por Oviedo. Echo de menos a much@s amig@s, aunque nos mantenemos en contacto por whatsapp o redes sociales. El último día que salí, estuve contigo y Marcelo García presentando Amanece en Oviedo. Iba de público y terminé subiendo a la mesa, improvisando algo para la ocasión. Echo de menos a Amadeo y El Olivar, encontrarme con los que solemos estar por allí. Las liadas en El Paraguas, Diario Roma, Sol y Sombra, pasar con Jorge Cecchini y María por el Revival... También lo de no poder ir a una librería me está costando. Tengo ganas de libros. He tenido que hacer algún pedido online, lo confieso. Salir a cenar una carne a la brasa. Amanecer en Oviedo después de una noche completa y memorable, tú me entiendes. Hay cosas que añoro pero que no voy a decir para que nadie se escandalice. Lo que menos puedo añorar son las prisas y el agobio, pero también es verdad que en mi cabeza sólo se mantiene lo que de verdad me llena, lo que no interesa no me lleva un minuto.
-¿Crees que habrá un "antes" y un "después" tras el confinamiento?
Hay un "antes" y habrá un "después". Seguramente, se nos olvidará muy pronto, pero esto ya ha quedado bien claro. Hemos tenido días y los que nos queden. Ahora hay que digerirlo. En cuestiones sanitarias y económicas creo que hay que reformularse algunas estrategias. En el orden personal, seguramente a quien no lo haga habitualmente, este encierro le habrá servido para reflexionar, si es que no ha perdido todo su tiempo delante del televisor.
-¿Qué será lo primero que harás cuando se acabe el confinamiento?
Pues, seguramente, llamar a algun@s amig@s para quedar y liar una de las buenas. Quiero salir a cenar y luego disfrutar de la compañía toda la noche hasta que el cuerpo aguante. Decirles cuánto les he echado de menos. Abrazarles y alegrarme de volver a estar juntos. Luego, retomar todos los proyectos que compartimos.

MANOLO D. ABAD