sábado, 25 de abril de 2020

viernes, 24 de abril de 2020

The Sound "In the Hothouse"

viernes, 17 de abril de 2020

Cuestionarios del Confinamiento (49): Javier Victorero



Javier Victorero (Oviedo, 1967) es pintor. Expone habitualmente en la Galería Cornión de Gijón, y lo ha hecho en diversas galerías de Madrid como Depósito 14, en Utopía Parkway, y, actualmente, en su galería Puxagallery. También ha expuesto individualmente en salas institucionales de referencia como el Antiguo Instituto Jovellanos (Gijón), la Sala Robayera (Miengo, Cantabria), la Sala Amós Salvador (Logroño), la Sala As Quintas (A Caridá), o, recientemente, en el Museo de Bellas Artes de Asturias (Oviedo).
Ha expuesto colectivamente en ferias como Estampa, Art-Madrid, Arte Sevilla o Art. Fair Colonia, en el Museo Albuquerque (Estados Unidos) y en numerosos certámenes de pintura, siendo su obra premiada en la Junta General del Principado de Asturias, el Casimiro Baragaña, los Premios Ángel de Pintura, la Bienal Unicaja, en el Parlamento de La Rioja, o el Certamen de Villaviciosa, entre otros, formando parte de las colecciones que patrocinan dichos certámenes. Además, su obra está representada en el Museo de Bellas Artes de Asturias (Oviedo), la colección CajAstur, la colección Robayera, la Consejería de Cultura del Principado de Asturias, la Consejería de Cultura de La Rioja, la Pinacoteca de Langreo, la Sociedad Cultural "La Carbonera", además de numerosas colecciones privadas.
Han escrito sobre su obra poetas, escritores, críticos e historiadores de arte en numerosos catálogos y en artículos de prensa especializada como Juan Manuel Bonet, Santos Amestoy, Alfonso de la Torre, Luis Francisco Pérez, Ángel Antonio Rodríguez, Alfonso Palacio, Enrique Andrés Ruiz, Tomás Paredes, Luis Moliner, Rubén Suárez, Marcos Ricardo Barnatán, Luis Feás, Julia Barroso Villar, Juan Carlos Gea, Jaime Luis Martín, Aurelio González Ovies, Gonzalo Suárez, etc. 

-¿Cómo son tus días de confinamiento?¿A qué dedicas todas las horas por delante del día?
La verdad es que se me pasa el día volando, como siempre, yo nunca me aburro en soledad, que es mi estado más habitual y estoy bastante acostumbrado a no salir de casa, o muy poco. Estoy muy inquieto con todo esto que está pasando y lo que observo que puede pasar en un futuro inmediato, no puedo ni quiero salir de esta especie de alerta mental, y ese estado nervioso no me deja pintar físicamente, pues lo que yo hago necesita otro estado de ánimo muy diferente. Pero, en la cabeza, surgen ideas, esbozos de formas, relaciones tonales, esto es inevitable y automático... Me informo bastante leyendo sobre economía, política y temas sanitarios. También veo vídeos sobre arte y filosofía. Como estoy solo tengo que hacer la compra, la comida y alguna cosa de la casa, y mucho teléfono con familia y amigos.

-¿Cómo es el lugar donde vives?
Es un pequeño piso-estudio en Gijón, con los pasillos y paredes llenas de cuadros, también libros y mucha música, muy sencillo y funcional, para mí, acogedor, aunque muy pequeño para mis necesidades pictóricas. Como gran lujo, tengo un ventanal desde donde veo el mar, y cuando hay silencio, como ahora sin el tráfico, pues lo escucho. Paso largos ratos mirándolo y escuchándolo.

-¿Qué es lo que más has añorado hacer en estos días y lo que menos?
Salir a caminar y estar con mi novia, abrazar a mi madre y quedar con algún amigo. Añoro mucho la libertad de movimientos y estar fuera de la ciudad, en un espacio más natural. Lo que no añoro son los ruidos, la polución y las aglomeraciones.

-¿Crees que habrá un "antes" y un "después" tras este confinamiento?
Creo que sí. Es un momento histórico muy relevante. Habrá cosas que no cambiarán, buenas y malas, y otras serán una gran incógnita: ¿Vamos hacia un mundo donde mejoraremos en cuestiones de justicia social ante la pobreza que se nos viene encima? ¿Sabremos reformar la economía para producir lo que necesitamos en realidad y se genere la riqueza imprescindible para que todos podamos sobrevivir en un sistema más justo con nuestra aportación a la sociedad? ¿Los estados serán eficientes y democráticos o se volverán más populistas (tanto de derechas como de izquierdas), avanzando los totalitarismos y autoritarismos que se dieron en el mundo en el pasado siglo y que suelen aprovechar este tipo de circunstancias? 
Creo que tendremos que ser más colaborativos, más austeros, en general, y espero que sepamos entendernos mejor, apreciar las cosas esenciales y sencillas de la vida, con más sensibilidad y respeto hacia los demás y la naturaleza. Espero que actuemos con inteligencia para buscar el bien común, dejando de lado manipulaciones políticas de bando y bando para entendernos en libertad, igualdad ante la ley y fraternalmente. Y estar juntos frente a cualquier totalitarismo de izquierdas o derechas que pueda aprovechar el momento y cargarse todo lo mejor que hemos construido hasta ahora. Hará falta.

-¿Qué será lo primero que harás cuando se acabe el confinamiento?
Todo lo que más he añorado estos días y lo que surja, pero en libertad.

MANOLO D. ABAD
Foto: JOSÉ FERRERO

Brian Dennehy (1938-2020)


Cuestionarios del Confinamiento (48): Jacobo de Miguel


Jacobo de Miguel es un pianista, compositor y arreglista ovetense. Su primera formación fue clásica, para, posteriormente, centrar su interés por la Improvisación y por el Jazz (Titulado Superior en Jazz por el Conservatorio de Música de A Coruña).
Como docente, ha sido profesor en los Talleres de Músicos de Oviedo y Gijón, también ha dirigido durante una década el Departamento de Improvisación y Jazz de la Fundación de Música Moderna de Avilés.
En la actualidad, centra su labor pedagógica en el Laboratorio de Improvisación, iniciativa orientada al desarrollo de la improvisación en la Música Clásica, impartiendo, además, Seminarios, Cursos y Master Classsobre esta materia.
Ha tocado o grabado con Jorge Pardo, Santiago Auserón, Carmen París, Perico Sambeat, Matthew Simon, Masa Kamaguchi, Andreas Prittwitz, Jimmy Weinstein, Carlos Barreto...
Ha publicado dos álbumes con Ton Risco/Jacobo de Miguel Dúo, Rockilo del Jacobo de Miguel Cuarteto, Azougue con Pedro Lamas y Xosé Luis Romero, Eye in the sky proyecto junto a David Casillas y Fernando Arias, Xota pa tres con Michael Lee Wolfe y Mapi Quintana, etc.

-¿Cómo son tus días de confinamiento? ¿A qué dedicas todo el tiempo por delante del día?
Realmente, mi forma de sentir esta situación ha ido evolucionando con el paso del tiempo. Quizás, en los primeros momentos sentí la urgencia de rellenar los días de "ser productivo". Poco a poco, creo haber ido modulando la situación hacia algo más sostenible.
Cada día aparecen tareas a las que dedicarse: escribir música, redactar textos para mis canciones, realizar grabaciones o responder al cuestionario que tú nos has encomendado.

-¿Cómo es el lugar donde vives?
Vivo en un apartamento pequeño pero más que holgado para dos personas y una gata, tenemos suficiente espacio de convivencia y de intimidad.

-¿Qué es lo que más has añorado hacer en estos días y lo que menos?
Sinceramente, esta pregunta me hace ver que no he añorado ni echado de menos nada en especial, lo cual me ayuda a entender que mi capacidad de adaptación ha sido alta. 

-¿Crees que habrá un "antes" y un "después" tras este confinamiento?
A nivel individual siempre que se produce una situación que contiene algún elemento traumático trae como consecuencia un aprendizaje y una variación en nuestra situación ante la vida. En ese sentido, y dejando aparte los casos más dramáticos, creo que todos hemos tenido experiencias más potentes que ésta a lo largo de nuestros años. Otra cosa es a nivel colectivo, como comunidad sí que es algo fuerte para compartir y de lo que aprender. Hace unos días, me hacía la siguiente reflexión en cuanto a este escenario distópico ante el que nos encontramos: "Quizás la distopía no sea más que la neurosis colectiva en la que llevamos ya bastante tiempo. Si así fuera curiosamente ésta pertenecería más al pasado que al futuro".

-¿Qué será lo primero que harás cuando se acabe el confinamiento?
Seguramente, ir al campo.

MANOLO D. ABAD

Cuestionarios del Confinamiento (47): Concha Quirós


Primogénita de una pareja de maestra y librero, Concha Quirós (Pillarno, Castrillón, 1935), fue destinada a ayudar en la librería, al mismo tiempo que se hacía maestra, primero, y se licenciaba en Filosofía y Letras. En 1959 se fue a París, un poco contra la voluntad paterna, y allí vio la luz de su profesión: los libros. Visitó los museos todos los jueves y domingos (era gratis), y trabajó en editoriales y librerías, gracias a una beca y no fue a Londres porque Cervantes la necesitaba. ¿Resultado? La Librería Cervantes, mezcla de la liberalidad de la que hacía gala su padre y lo que aprendió en un París -antes de 1962- donde ya se mascaba lo que iba a pasar.

-¿Cómo son tus días de confinamiento? ¿A qué dedicas todas las horas por delante del día?
Por la mañana, después de asearme con esmero, y si no llueve, paseo por la terraza hasta la hora de comer. Al principio, escuchaba lo que decían las autoridades. Ahora, menos. Devoro libros en cantidad, no especialmente seleccionados, sino los que fueron aterrizando por casualidad. Lo leo todo.

-¿Cómo es el lugar donde vives?
Vivo en zona residencial, cerca de las Facultades, con poca gente caminando, ya antes del confinamiento.

-¿Qué es lo que más has añorado hacer en estos días y lo que menos?
Realmente, he añorado poco, pues estoy a gusto en casa. Quizá lo que añoro es la falta de libertad, eso de no poder salir a un concierto o a una presentación.

-¿Crees que habrá un "antes" y un "después" tras este confinamiento?
Sí, estoy segura que habrá un "antes" y un "después", partiendo que cambiará la forma de concebir las cosas.

-¿Qué será lo primero que harás cuando se acabe el confinamiento?
Si las piernas me lo permiten, bajaré buscando el sol, pararme en una terracita a tomar un café y, después, acercarme hasta la librería para ver si aún existe. Si es así, daré gracias y pensaré cómo celebrar el año próximo su Centenario.

MANOLO D. ABAD

jueves, 16 de abril de 2020

The Church "Lost"

Cuestionarios del Confinamiento (46): Ivo Pérez (Muñeco Vudú)


Ivo Pérez (Oviedo, 1977) es el líder del grupo Muñeco Vudú, miembro fundador de Pequeño Club Imposible, consultor y asesor turístico con experiencia laboral en dos continentes y empresario agrícola del arándano en su finca familiar de Llanera.

-¿Cómo son tus días de confinamiento? ¿A qué dedicas todas las horas por delante del día?
Son días tranquilos, más allá de cierta inquietud razonable.
Estamos concentrados en la parte final de un embarazo. Los días, aquí, se viven con pequeños paseos, con juegos, haciendo y tocando música, trabajando en casa, con descanso, socializando en la red, cocinando, cortando leña, charlando con nuestros afectos, invirtiendo tiempo en nuestros proyectos y, también, intentando comprender, investigando.

-¿Cómo es el lugar donde vives?
Vivimos en una casa de madera, a los pies de una finca familiar de arándanos. Dos seres humanos, otro dando pataditas en su confinamiento particular, dos mastines, una gata y varios nidos habitados por pájaros. Vecinos agradables. Si no estás moderadamente bien aquí, tu problema no es un virus.

-¿Qué es lo que más has añorado hacer en estos días y lo que menos?
Lo que más:
Me muero por acercarme a mi madre, a mi hermano, a mi sobrina, a su madre y a todos y cada uno de mis afectos por extensión. 
Conducir por placer.
Una buena partida de mus, estaría bien. Juntarme con los míos para tocar y cantar. Pero lo llevo bien, acumulo las ganas con bastante entereza .
Lo que menos:
Nunca he sido un fanático de la frivolidad ni del postureo, sin un fondo que les dé un sentido; y, en tiempos en los que es más importante aceptarse a uno mismo que aparentar cualquier gilipollez, me encuentro la mar de bien y me produce una energía muy sana alejarme de la superficie.

-¿Crees que habrá un "antes" y un "después" tras este confinamiento?
Se me dan fatal las predicciones. Para eso está Yuval Noah Sarari, entre otros pocos. Parece que llegan los experimentos y prefiero concentrarme en comprender el presente y alimentar el instinto de adaptación. Ojalá algunas cosas, simplemente, se aplacen. 
Todo dependerá de la aparición de una vacuna o un tratamiento definitivo, y del cuándo. Yo confío en la gente que encuentra esas fórmulas, pero no en quienes las distribuyen.
Una cosa sí te diré: deberíamos debatir el concepto de "gran ciudad" y renovar cada uno sus propias conclusiones. 

-¿Qué será lo primero que harás cuando se acabe el confinamiento?
Ser padre.
Adaptarme lo mejor posible a la vida y al trabajo.
Brindar y conversar. En todos los lugares que pueda, con todas las personas queridas que pueda.
Seguiré disfrutando de mi casa: el hogar se conquista. Pero con una cama y una guitarra en la furgoneta, por si acaso.

MANOLO D. ABAD

Cuestionarios del Confinamiento (45): Natalia Menéndez


Natalia Menéndez (Avilés, 1973). Es Doctora en Filología inglesa y compagina la escritura de poesía, narrativa y ensayo con la docencia de Lengua y Literatura en un instituto de enseñanza secundaria. Hasta la fecha ha publicado cinco libros de poesía: Las virtudes cardinales (Ayto. Avilés, 2007), La nostalgia del caníbal (KRK, 2007), Restos de un naufragio (Universos, 2008), El síndrome Kalashnikov (Trabe, 2012), e Invadir Babel (Torremozas, 2017). También es autora de un libro recopilatorio de artículos de prensa Ciencias inexactas (Trabe, 2014), y de varios libros compartidos sobre literatura inglesa. Sus poemas aparecen en diversas antologías como Luz ilesa, Voces nuevas XIX selección, Kaleidoscopia, Los 52 Golpes o Histeria. Desde 2017 ha publicado relatos en libros colectivos como [O] Anatomías del Antiguo (Alternativas, 2017), Erótica XXI (Alternativas, 2018), Habitación 2019 (Alternativas, 2018), De Vinos (Alternativas, 2019), Miedos (Alternativas, 2019), Cocina en su tinta (Más Madera, 2019).
Ha obtenido los premios de poesía "Ana de Valle 2006", exaqueo por Las Virtudes Cardinales, "Nene Losada Rico 2006" por Restos de un naufragio y el "Premio Asturias Joven de Poesía 2007" por Los restos del naufragio.
Su sexto libro de poesía Calibán (Torremozas), será publicado cuando termine el confinamiento.

-¿Cómo son tus días de confinamiento? ¿A qué dedicas todas las horas por delante del día?
Desde que comenzó el estado de alarma he estado muy ocupada con el teletrabajo. Soy profesora y jefa de estudios en un instituto y he tenido que adaptarme a la gestión virtual de un centro y del aula, algo realmente complejo a lo que se añaden las instrucciones ambiguas y, en ocasiones, contradictorias de la Consejería de Educación del Principado de Asturias.  Al final, esto se traduce en un trabajo sin horario, pues las consultas del profesorado, alumnado y familias, llegan a cualquier hora, y yo no puedo evitar atenderlas en el momento. Este planteamiento supone muchas horas de ordenador y de teléfono, por lo que el resto del tiempo intento apartarme un poco de las pantallas, evitar los grupos de whatsapp, la sobreinformación, y la desinformación que llega por medios digitales, redes sociales, y televisión y dedicarme al papel, es decir a leer y a dibujar, que es algo que me hace desconectar. Escribo poco, porque aunque mis primeros libros de poesía los escribí en libretas, hace tiempo que escribo ideas, poemas, textos también en pantallas (móvil, tablet, ordenador), así que me mantengo un poco alejada de la creatividad literaria para evitarlas. No estoy sola, hago vida familiar como cualquiera y no me aburro en ningún momento.

-¿Cómo es el lugar donde vives?
Tengo la suerte de estar pasando esta situación en una casa en zona rural. Aunque no es una casa grande, es suficiente para dos adultos, una niña y un perro pequeño, tiene un terreno bastante extenso y esto hace que el encierro no sea un encierro real. No obstante, esta circunstancia te hace distanciarte de la realidad urbana y no te permite percibir realmente las dimensiones del confinamiento. Aquí tengo todo lo que necesito, estoy con mi familia y puedo estar al aire libre, es todo un privilegio.

-¿Qué es lo que más has añorado hacer en estos días y lo que menos?
No podemos decir que el confinamiento implique un aislamiento social, porque estamos en contacto permanentemente por diversos medios, pero es, evidentemente, el contacto "presencial" lo que más echo de menos. Me gustaría volver al aula, el trato con mi alumnado y el resto del profesorado es una de las cosas que más me gusta de mi trabajo y, obviamente, tomar una caña con las personas que me importan, estar con mi familia. Por otro lado, he dejado de levantarme a las siete menos diez, me levanto más tarde y, la verdad, madrugar es lo que menos echo de menos.

-¿Crees que habrá un "antes" y un "después" tras este confinamiento?
Es irónico, porque la mayor parte del tiempo la gente va mirando la pantalla del móvil, y, ahora, recuperar nuestra vida social parece lo más urgente en nuestra lista de prioridades. Ojalá esto sirva para valorar un poco más la compañía de las personas. Es posible que haya cambios, aunque sean temporales, en las relaciones, en la actitud hacia ciertos colectivos, aunque, tal vez, nos olvidemos pronto de todo esto y la solidaridad sea un espejismo. Me preocupa la situación económica derivada de esta crisis, pero, lo cierto, es que no tengo muy claro lo que nos deparará el futuro inmediato. A nivel educativo, que es mi ámbito profesional, sí que veo un cambio evidente. Urge una adaptación docente al medio digital, de modo coordinado y coherente. Hay que repensar muchas cuestiones y estar preparados para lo que pueda pasar.

-¿Qué será lo primero que harás cuando se acabe el confinamiento?
Seguramente, lo primero que haga me vendrá impuesto, porque el primer día tendré que ir a trabajar. Después, iré a ver a mi madre. Seguramente, pasearé por Avilés, intentaré quedar con algunas personas para cerrar algunas cuentas pendientes, celebraciones que no pudimos llevar a cabo y que siguen ahí, en la agenda, esperando a que esto termine. Me lo tomaré todo con tranquilidad, sin prisas. Y retomaré el proyecto literario que dejé en suspenso. Esta primavera iba a publicar mi sexto libro de poesía con la editorial Torremozas y he tenido que posponerlo. Espero que pueda planificar presentaciones para el otoño.

MANOLO D. ABAD

The Sound "Silent Air"

lunes, 13 de abril de 2020

domingo, 12 de abril de 2020

Cuestionarios del Confinamiento (44): Rafa Caballero


Rafa Caballero lleva dedicándose desde hace décadas al mundo de la música y de la cultura en todas sus facetas, sobre todo, en la parte organizativa de centenares de actividades, conciertos, eventos y festivales. Formado en la Escuela de Artes de Oviedo y con diplomaturas entre las que figuran: Animador de Dibujos Animados en CEV MAdrid, Dibujo Publicitario o Infografía en 3D. Su principal virtud es su polivalencia en diversos ámbitos tanto creativos como organizativos.
Como dibujante y diseñador: Animador en la serie para TVE Detective Boogie; Cartel XX Aniversario Festival de la Sidra de Asturias; Cómic La Destilería disco Cree o muere; Portadas y diseños de discos para grupos como Ilegales, Barón Rojo, Transfer, Parabellum, Segismundo Toxicómano, Discordia, Fe de Ratas, Los Berrones, Stukas, Santiago Campillo, Discordia, Los Ruidos...; Mascota Oficial del Festival Derrame Rock y logotipos para distintas ediciones; Mascota Derrameidea 2007; Logotipos y merchandising de grupos, carteles y entradas de multitud de conciertos; Coordinación Revista Oficial Festival Derrame Rock (números 1 al 10); Portadas y anuncios para diversas revistas...
Producción: Festival de la Sidra y la Manzana; ExtreMúsika 2009/ExtreRuta 66, Mérida; Concentración Internacional Villa de Gijón; Festival Mayos Rock, Alhama de Murcia; Alcuentru de cerveces del Mundu; Cazalla Rock; Sala Penélope, Jávea, Alicante; Sala Möma, Colloto, Oviedo; Festival Rock & Motos, Palas de Rei, Lugo; Derrame Rock (1 a 12 ediciones); Nochevieja Rock 2013; Los Berrones en Madrid 2015-2018; Conciertos en salas, eventos para ayuntamientos, road mánager, mánager...
En discográficas: Departamento de márketing y distribución; departamento de arte, publicidad y diseño; Coordinación de discos recopilatorios y de grupos (desde el estudio de grabación a la fábrica); entrevistas y noticias para la página web; contratos, permisos y licencias discográficas y de distribución; promoción.
Como mánager: Viña Rock, Aúpa Lumbreiras! Festimad 2M, Entremúsika, Marea Rock, Trobada Mundial FC Barcelona, TVE "Para todos La 2", Independent Fest, Festival Internacional Xixón 5º 40´, Festival Mundo Idiota, Semana Grande Gijón, Conciertazo Amstel Carthagineses y Romanos, Fiestas de San Mateo Oviedo, Rockin´ Reinosa, ExtremaRock, Rural Tolivia Fest, Metrópoli...
Curiosidades: Voz solista grupo Sonidos Urbanos, Extra del programa Genio y Figura, Extra en el film Historias del Kronen.
Premios: AMAS 2006 mejor portada Canciones contra los malos tratos; Diploma Finalistas Premios SI Asturias 2010; Nominado Premios AMAS 2014 a la mejor portada y diseño gráfico Los Ruidos Nací cigarra; Nominado/seleccionado cartel 19 Festival de Cine de Málaga 2016.


-¿Cómo son tus días de confinamiento? ¿A qué dedicas todas las horas por delante del día?
Estar confinado no es algo agradable ni beneficioso para todos los que lo tenemos que soportar, digamos que todos los días, aunque lo pudiera parecer, no son iguales. Por ejemplo, el estado de ánimo, la climatología, o la carga que llevamos ya encima condicionan que afronte cada uno de ellos de forma diferente.
Mis hábitos diarios no han variado mucho conforme a los que tenía antes. Lo que sí ha cambiado son las actividades a las que dedico mi tiempo. Ahora aprovecho para potenciar el inglés con un cursillo diario, aprender más de cocina (que me gusta y antes no tenía la calma necesaria para llevarla a la práctica), algo de ejercicio a base de limpieza de la casa, colocar colecciones, charlas con Ana (mi pareja) y cultura, mucha cultura a base de documentales, lectura, música, clásicos del cine, alguna buena serie... Respecto al trabajo, completamente parado, empapándome de todo lo relacionado con las ayudas a autónomos y rellenando solicitudes de todo tipo.
(Y sacando números en digital de la revista Red Sonora).

-¿Cómo es el lugar donde vives?
Vivo en una zona periférica de Oviedo, casi rural. Un lugar tranquilo, donde se ven árboles, animales, se escucha cantar a los pájaros, hay poca gente y se respira naturaleza y aire fresco cuando se abren las ventanas. El apartamento es un tanto limitado para dos personas, pero, planificando bien las cosas se hace llevadero, aunque me he dado cuenta de que necesitamos ya una mudanza.

-¿Qué es lo que más has añorado hacer estos días y lo que menos?
Lo que más añoro es ver a mi madre, a mi hermana, a mi sobrina, a mi cuñado, a la familia, a los/as amigos/as... En definitiva, las reuniones y encuentros con la gente que quiero y que me llenan el día a día. La verdad que en lo de menos no he pensado, quizás no tener esas obligaciones que generan tanto estrés, nerviosismo y ansiedad por el trabajo al que me dedico.

-¿Crees que habrá un "antes" y un "después" tras este confinamiento?
Sin ninguna duda, lo habrá. Van a venir tiempos difíciles y en escala de grises para mucha gente. ¡Ojalá me equivoque!

-¿Qué será lo primero que harás cuando se acabe el confinamiento?
¡Buuuuf...! Tantas y tantas cosas. Creo que, lo primero, quedar con mi familia y celebrar el volver a vernos y podernos abrazar. A partir de ahí, ponerme a planificar conciertos futuros y los aplazados, retomar mi trabajo con normalidad y pensar en cosas que me llenen como: viajar, ver el mar, pasear, comerme unas gildas en el Bodegón de Llanes, que me escancien unas sidras... ¡vivir!   

MANOLO D. ABAD

The Traveling Zoo "Con el viento a favor"

Cuestionarios del Confinamiento (43): Juan Martínez


Nacido en Avilés, criado en Gijón y residente en Oviedo desde hace más de treinta años, Juan Martínez es un músico, autor, técnico de sonido y productor asturiano con más de doscientos discos grabados a sus espaldas. Fundador de Madson en los 70s, y de Los Ruidos a principios de los 80s. Ha trabajado con bandas como Dr. John, Exploited, Weather Prophets, Extremoduro, Ilegales, Pistones, Celtas Cortos, y hasta con el mismísimo Camarón de la Isla.
Odiado por muchos y admirado por otros, su actitud y su trabajo nunca han pasado desapercibidos. Esta crisis le ha impedido finalizar la última producción discográfica en la que estaba enfrascado para Atomic Zeros en su estudio de grabación "Magoo Studio", donde también acaban de registrar y masterizar Los Ruidos su banda de siempre, su tercer álbum.

-¿Cómo son tus días de confinamiento?¿A qué dedicas todas las horas por delante del día?
No me gusta madrugar, así que duermo bastante, desayuno una dieta alcalina, me enfundo unas botas de goma y doy un paseo pomarada abajo con Roko (mi perro). Vuelvo, hago alguna cosa por la casa, me sirvo un vino y empiezo a vaguear. Algunas veces, hasta cojo la guitarra.Otras, escribo mi autobiografía interminable. También me dedico a darle a la tecla de "ya no está el aviso en socialdrive, y abortarle el chivatazo a esos imbéciles, que, ahora, denuncian a las personas que pasean perros por sus ciudades, jijiji. Por las noches, cocino, leo, toco algo, pero siempre escuchando música.

-¿Cómo es el lugar donde vives?
Todo esto me pilló en Bolgues, en un caserón de principios del XVI, donde convivo con todo tipo de bichos, murciélagos, arañas y oigo extraños ruidos, que, a veces, a los urbanitas nos resultan innovadores.Aquí no hacen falta mascarillas, ni sacar al perro con una correa. Anda suelto, a su aire,  pero, el cabronazo, siempre detrás de mí. Con 70 Kgs es muy faldero donde no debe serlo, jojojo.

-¿Qué es lo que más has añorado hacer en estos días y lo que menos?
Echo en falta estar en "Magoo Studio", mi estudio de grabación, y terminar discos tan cojonudos como el que dejé sin poder terminar de Atomic Zeros, y todos los que he tenido que aplazar. También me gustaría retomar los ensayos con Los Ruidos y probar nuevas ideas que tengo en la cabeza. Pero, sobre todo, este "puto bicho" ha hecho que tengamos que aplazar el lanzamiento de nuestro tercer disco. Y eso, me jode. 
Lo que no echo de menos es estar confinado en la ciudad, en un puto piso sin poder salir en estas malditas circunstancias. Creo que he tenido suerte de que todo esto me pasara aquí.

-¿Crees que habrá un "antes" y un "después" tras este confinamiento?
Creo que estamos pasando por un momento histórico, una guerra comercial mundial en toda regla. Donde el eje oriental es el claro vencedor y el occidental el vencido. Nada está sucediendo al azar, todo está bien estudiado. ¡Por supuesto que las cosas ya no van a ser como antes! Entrando en una recesión, la vida nunca va a ser la misma. Me considero un tipo positivo, pero también realista, y el mundo está podrido por culpa de cuatro o diez personajes que nos manipulan como a imbéciles. No estoy hablando de políticos, sino de quienes los dirigen como marionetas y hunden nuestras vidas.

-¿Qué será lo primero que harás cuando se acabe el confinamiento?
Tomármelo con calma, y, cuando sea posible, coger mis cuatro cosas, la guitarra, el perro, arrancar el coche y conducir despacio hasta mi casa en Oviedo. Llamaré a mi pareja y quedaré con ella. Parece el fin de una película, ¿verdad? Sí, en la que todos hemos estado inmersos y hemos sido sus protagonistas.

MANOLO D. ABAD
Foto: ALBERTO CEÁN

Nacho García "Efímera luna"

sábado, 11 de abril de 2020

Cuestionarios del Confinamiento (42): Pablo Moro



Pablo Moro (Oviedo, 1978) es músico, filólogo, gestor cultural, colaborador en medios, guionista, productor de radio y televisión, creador del estudio creativo especializado en identidad verbal La Punta de la Lengua y socio fundador de la productora audiovisual La Fábrica de Humo.
En su faceta de música ha realizado giras por España y América Latina. Ha publicado cinco álbumes: Emepetreses (2005), Smoking point (2007), Pequeños placeres domésticos (2009), La vida solucionada (2013) y Una forma rara de ser tonto (2015). Desde siempre ha estado ligado al mundo de la creatividad y de la comunicación, formando parte de eventos, proyectos y organizaciones relacionadas con el sector.

-¿Cómo son tus días de confinamiento? ¿A qué dedicas todas las horas por delante del día?
Tengo la suerte de tener bastante trabajo y mi mujer y mi dos hijas con las que convivir, hablar, discutir, jugar y, en fin, compartir este confinamiento. Uno trata de crear rutinas para que el tiempo pase lo más agradable posible sin que nos afecte demasiado el encierro. La rutina no es amiga del romanticismo, pero, a mí, me encanta. Así que, por una parte, vivo en el parque de atracciones del conformismo. Y soy muy conformista, principalmente, porque soy un burgués afortunado con una vida estupenda. Y creo que, hasta ahora, conseguimos no volvernos demasiado locos. Me da por las niñas, me gustaría que saliesen un poco, pero, es verdad, que tampoco ellas parecen echarlo tanto de menos. Al menos, por ahora. Trabajo, leo, cocino, toco un poco la guitarra, juego, hago gimnasia, etc.

-¿Cómo es el lugar donde vives?
Vivo en un piso, supongo que ni muy grande ni muy pequeño. Es bastante luminoso y da a un parque amplio y eso siempre ayuda para salir a la ventana y respirar un poco.

-¿Qué es lo que más has añorado hacer en estos días y lo que menos?
Creo que lo que más he añorado estos días es estar solo. No me entiendas mal: me gusta mucho pasar tiempo con mis hijas y mi chica, pero siempre he tenido una parte bastante independiente, y siempre me ha gustado pasar ratos a mi aire. Echo de menos la soledad, aunque pueda resultar paradójico.

-¿Crees que habrá un "antes" y un "después" tras los confinamientos?
Me gustaría pensar que sí. Que esta historia será un unto de inflexión. Pero uno ya va conociendo al género humano. Encontraremos una vacuna, volveremos a la calle, nos abrazaremos mucho y beberemos y cantaremos. Pero, poco a poco, todo volverá a la normalidad y seremos, de nuevo, la misma especie egoísta compuesta de algunos individuos maravillosos y, también, de auténticos hijos de puta. O a lo mejor, no: a lo mejor, repensamos el sistema y empezamos a crear una sociedad más justa e igualitaria, y sabremos que lo importante es el amor y la verdad y el respeto y la inteligencia y el conocimiento y nos da por pensar un mundo mejor. ¡Quién sabe!

-¿Qué será lo primero que harás cuando se acabe el confinamiento?
Veremos cómo se produce la apertura de puertas, pero, en condiciones normales, supongo que salir a pasear por el casco antiguo de Oviedo, donde habré quedado con mi madre, mis hermanos y mis sobrinos, tomar una cerveza con ellos, ir al Museo de Bellas Artes, conducir un poco (también lo echo de menos), ir a comer a la playa, comprar un libro en una librería, quedar con los amigos y apagar el móvil.

MANOLO D. ABAD

Cuestionarios del Confinamiento (41): Carlos Navarro



Carlos Navarro nace en Oviedo poco después del famoso Mayo del 68. Aunque es licenciado en Ciencias Económicas, nunca dejó de formarse de manera autodidacta en el mundo del cine y la realización. Tras unos cursos de realización impartidos por la Universidad de Oviedo orienta su carrera profesional audiovisual.
En estos más de veinticinco años se ha especializado en formatos para televisión y en proyectos cinematográficos, sin abandonar sus orígenes en el vídeo musical y la publicidad.
En 2019, ha presentado la película Cuca (Retrato de una mujer), premio al mejor largometraje asturiano en la pasada edición del FICX; y un proyecto que, bajo el título Asturias Sonora, ha realizado diez videoclips de otros tantos artistas asturianos en lugares icónicos de la geografía asturiana (Ilegales, Rodrigo Cuevas, Marisa Valle Roso, etc).
En el FICX 2017 presentó la coproducción del largo documental Mi vida entre las hormigas: El documental de Ilegales, ganador del premio del público de la sección "Gran Angular".
Simultáneamente trabaja para la Televisión del Principado de Asturias (TPA) desde su nacimiento en 2006, y es el creador de formatos tan conocidos como Mochileros, De folixa en folixa, Presta asgaya, Mayores sin reparos, De cai, Viaje al Paraíso o El camino con Rodrigo Cuevas.
Trabaja en proyectos financiados por la Unión Europea a través de ASCE, la Asociación Europea de Cementerios Significativos y su proyecto Symbols. Comisiona una exposición sobre la historia del videoclip bajo el título de eCLIPSe, que recorre varios centros culturales de Latinoamérica bajo la producción de Fundación Telefónica.
En otras facetas audiovisuales, recibe el Premio Internacional LabCyberspaces del Centro de Arte y Creación Industrial LABoral, por el proyecto Deconstructed Music.
Ha realizado video-creaciones para sendos montajes de ópera dentro de la Temporada de Ópera de Oviedo, y ha producido y dirigido más de una decena de cortometrajes que han recibido más de veinte premios nacionales e internacionales.

-¿Cómo son tus días de confinamiento?¿A qué dedicas todas las horas por delante del día?
¿Aburridos? No especialmente... Al menos, de lunes a viernes continúo con mis rutinas y pasan rápido. Los fines de semana resultan más complicados de gestionar.
Me levanto temprano, igual que siempre: 7:00 o 7:30 h. Mientras desayuno, reviso la prensa y leo los artículos que me interesan: crónicas, reportajes, etc., algo más allá de las infodemias de números de muertos y contagiados, que parece ser el mayor interés de los medios.
Después, voy a mi oficina, donde estos días estoy solo, a reordenar archivos, discos duros y avanzar todo lo que se pueda en un programa de televisión que tendríamos que estar grabando ya y que no sé cuándo podremos retomar.
Después de comer, intento ver algún capítulo de alguna serie, algo de ejercicio, música de esa rara que me gusta a mí, cenar temprano, aplaudir, ponerme de mala leche con esta pesada costumbre de que algunos vecinos quieran hacerme partícipe de sus gustos musicales y, después, para que se me pase, me pongo una peli... A la cama, lo más pronto posible. A las 23 h., aproximadamente, a escuchar un rato la radio y... vuelta a empezar.

-¿Cómo es el lugar donde vives?
Estoy pasando el confinamiento solo en mi casa de Oviedo. Mi chica y mis hijos putativos están en otra ciudad, así que tengo 65 metros cuadrados para mí, y una pequeña terraza que cuando sale el sol me da la vida.

-¿Qué es lo que más has añorado hacer en estos días y lo que menos?
Sin duda, el contacto físico. Por supuesto, y sobremanera, el de mi pareja. El emotivo, el acurrucarse, el acariciarse y, cómo no, el sexual. Yo soy una persona muy táctil, así que gestos tan mínimos como un golpecito en el hombro a un compañero, también lo echo de menos... Lo que menos añoro es la vida social entendida como tomar cañas en un bar, ir al cine o un concierto, etc... Echo de menos a las personas, pero no los actos en sí.

-¿Crees que habrá un "antes" y un "después" tras este confinamiento?
Sin duda. La crisis sanitaria pasará, la económica también, pero creo que va a haber una quiebra irresoluble en la forma de comunicarnos que tendremos los humanos a partir de ahora, al menos durante mucho tiempo.
Y ni que decir tiene que las libertades individuales, y actos que considerábamos que en democracia jamás se pondrían en cuestión, van a ser recortados. Una de las cosas que más me sorprende de este momento histórico es cómo la gente está dispuesta a renunciar a su libertad, sin cuestionárselo lo más mínimo, en pos de una pretendida seguridad absoluta que, evidentemente, es imposible.
Por otro lado, como dice la pensadora Geraldine Schwarz, se está generando un clima de miedo y pánico entre la población, y el miedo ha sido, históricamente, uno de los elementos fundamentales del nacimiento del fascismo.Creo que los medios de comunicación y todos los que participamos de una manera u otra en las redes sociales, deberíamos tratar de rebajar ese estado porque el estallido puede ser muy preocupante.

-¿Qué será lo primero que harás cuando se acabe el confinamiento?
Ver a mi pareja, besarla, tocarla y...

MANOLO D. ABAD

Bluer than midnight



BLUER THAN MIDNIGHT

Sé que no volverás
Sé que nada me salvará

Por más que haga sonar
el Bluer than midnight de The The
no podré salvarme de mí
ni de tus sombras
ni de tus luces
ni de tu recuerdo.

Persigo un raíl infinito,
mientras veo,
de reojo,
el que discurre a mi lado
como una maldición
para todos mis días perdidos.

MANOLO D. ABAD. Ahora que ya somos solo silencio (Suburbia Ediciones, 2019).

viernes, 10 de abril de 2020

Cuestionarios del Confinamiento (40): Manolo D. Abad


Manolo D. Abad (Oviedo, 1968) es escritor, periodista y crítico de rock y cinematográfico. 
Ha publicado la novela Elevator (2012), los libros de relatos Vasos sucios en la madrugada (2008), Viajes al fondo del precipicio (2012), Justos por pecadores (2014) y Rec-Capitulación (2018), el de poesía Ahora que ya somos solo silencio (2019) y la recopilación de artículos de inminente aparición Ojo Avizor (2020). Además, ha participado en diversos volúmenes colectivos: Avilés, espíritu de rock´n´roll. 1960-2002 (2002), Songbook (2006), Mensajes de un mundo dibujado (2007), Palabras con Ángel (2008), Una noche de verano (2010), Neo Noir, Cine Negro Americano Moderno (2011), Leyendas Urbanas (2012), 25 relatos de hotel (2013), Oviedo, libro abierto (2017), Songbook 2 (2017), [O] Anatomías del Antiguo (2017), Barra Libre (2018), Ars Moriendi (2018), Erótica XXI (2018), Sucedió en Oviedo (2018) -también editor-, Los 52 Golpes 2017 (2018), Habitación 2019 (2018), De vinos (2019), De sidras (2019), Obras para coleccionistas pobres o avaros (2019), 7siete (2019), Miedos (2019), Fuera de Guión (2019), Con-Sentidos (2019), Cocina en su tinta (2019), Amanece en Oviedo (2020) -también editor-.
En 2015, recibio el Premio de la Crítica de Asturias de columnismo literario que otorga la Asociación de Escritores de Asturias y en 2019 fue galardonado como "mejor comunicador musical" por la Semana del Jazz de Candás.
Desde 1998 a 2004, editó y dirigió la revista cultural Interferencias. Ha sido asesor y programador musical de la RTPA -la radiotelevisión autonómica de Asturias- en 2010-2014 y 2015-2018. En medios escritos ha publicado en publicaciones como El Comercio, La Nueva España, Les Noticies, Atlántico Diario, ElSummum, AsturRock, Astur Music, Crónica Azul, Ábaco, Mondosonoro, Red Sonora... También en radio (RPA, RNE-Radio 4, Radio QK) y televisión (Oviedo TV).

-¿Cómo son tus días de confinamiento? ¿A qué dedicas todas las horas por delante del día?
No son unos días muy distintos de los habituales. Todos los que somos (o hemos sido) freelance solemos pasar un gran número de horas en nuestros domicilios trabajando. La escritura, sea periodismo o literatura, trae consigo ese voluntario encierro. Lo que cambia es la sensación de libertad de movimientos, de poder salir a darte un buen paseo para desconectar o para liberarte del colapso mental, que, a veces, te deja la cabeza embotada y con un atasco importante. Esa posibilidad de desagobiarte, dando un paseo, yendo a comprar a una tienda, sólo tiene equivalente similar en ponerse a cocinar, en unos prolegómenos donde te pones a preparar los ingredientes. Aunque no es ni mucho menos, una sensación similar, sólo puede aproximarse.
Antes del confinamiento, tenía estructurada una rutina que me estaba resultando muy productiva. Todo eso lo ha roto el confinamiento. Así que oscilo en una montaña rusa caótica de sensaciones: hay días buenos, productivos; otros, anárquicos. Pero sí que, al romperse toda la rutina que había conseguido estabilizar en los últimos meses, los diferentes proyectos han sufrido un inesperado parón. Menos mal que varios estaban ya terminados o en la recta final. El libro de artículos Ojo Avizor está ya listo -sólo a falta de corregir las galeradas-, y el colectivo de relatos que estoy coordinando El mundo en torno a un balón prácticamente también. Me falta rematar la colaboración para el colectivo que está coordinando Lauren García sobre literatura y rock de título Palabra Fiera, que espero completar en unos días. El de poemas -no digo título, aunque lo tenga- llevaba buen ritmo, pero se ha detenido casi en seco. Y al de relatos -no digo título, aunque lo tenga- protagonizado por mi detective Julián Solares le ha sucedido lo mismo, aunque me he propuesto darle toda la caña que pueda, por encima de lo que sea. La idea de estos "Cuestionarios del Confinamiento" me ha permitido recuperar el ritmo de trabajo, la necesaria constancia para imponerse al caos que siempre me acecha. Y comprobar la generosidad y el buen rollo de tod@s aquell@s que han respondido afirmativamente a mi requerimiento. Por lo demás, cocinar, limpiar, ordenar estantes, leer, ver series y películas, pocos informativos y cuidar de que mi madre esté bien.

-¿Cómo es el lugar donde vives?
El viernes 13 de marzo decidí pasar el confinamiento con mi madre, cuidar de ella. De modo, que me fui de mi piso de unos 40 metros cuadrados en el centro y me quedé en el dúplex de mi madre, de unos 90. Aunque muchas veces pernocte allí, para mi rutina de trabajo supuso un golpe fuerte, del que trato de ir recuperándome,... pero, mi casa es mi casa. Es esa intimidad imprescindible que necesito. Pero, bueno, hay situaciones que requieren una decisión así: ahora era mucho más importante cuidar de mi madre, estar junto a ella todo el tiempo, aunque ello supusiese un retraso en los proyectos personales. Con el transcurso de las semanas, uno se acostumbra. Los días que me toca hacer la compra o ir por medicinas, me acerco a mi apartamento, pongo música en el equipo y me juego unas partidas al pcbasket con lo que consigo desconectar un poco de toda esta tribulación.

-¿Qué es lo que más has añorado hacer en estos días y lo que menos?
Pasear. Pasear por el Campo San Francisco, acercarme al estanque de los patos, escucharlos porrear, sumergirse, nadar, oler la primavera que en el pulmón de la ciudad llega con una gama de colores y de sabores que embriaga y que limpia. Estar con l@s amig@s en una terraza, a cualquier hora, tomando algo. Entrar en una librería o una tienda de discos a trastear un poco. Jugar al pcbasket con la libreta de los poemas (siguiendo el "sistema Lombardero" que ya me permitió terminar el anterior libro de poemas Ahora que ya somos solo silencio), acercarme a La Salvaje a ver un concierto, ver un partido de fútbol o de básket... Ir a buscar a primera mañana a mi sobrino-ahijado para acompañarlo al cole.
Lo que menos: sumergirse en esas insoportables aglomeraciones de gente por las calles a ciertas horas del día. Ese insoportable ritmo de las ciudades donde todo el mundo parece tener una irrefrenable prisa. Evitar por las noches los lugares donde está la puta mierda de los botellones, el tener que dar un rodeo para evitarlos.
-¿Crees que habrá un "antes" y un "después" tras este confinamiento?
Sí, lo que no sé es en qué sentido. De momento, en el orden mundial ya parece que se va a hacer real. La preponderancia de Estados Unidos va a declinar, ya no van a ser los "gendarmes" del planeta, en parte gracias a la ineptitud de Donald Trump, que trastocó un estado de las cosas como la globalización que le beneficiaba y que ha torpedeado desde dentro con un estúpido e infantil proteccionismo, que le ha puesto en bandeja a China el poder liderar el mundo sin ningún tipo de problema. En cuanto a Europa, aparte de otra estupidez monumental como el Brexit a cargo de otro tontorrón salvapatrias televisivo, ya vemos cómo la fractura norte-sur comienza a ser una tremenda grieta, donde el egoísmo de los países -supuestamente, más "desarrollados"- impide que Europa avance con un proyecto común.
Volviendo a la vida cotidiana, dudo que nada vaya a cambiar. Y siento decirlo, pero pronto todo volverá a ser igual. O peor, porque habremos perdido un montón de libertades y avances por el camino. Ya no sabremos si besarnos, abrazarnos, darnos la mano, darnos una palmadita amigable... la desconfianza se abrirá paso. Lo siento: no espero grandes cosas del ser humano en su globalidad. 
De la crisis económica, mejor no hablar ni pensar.

-¿Qué será lo primero que harás cuando se acabe el confinamiento?
Supongo que esperar un poquito y comprobar cómo va a desarrollarse. Parece que será escalonado. Me imagino que se producirá una masiva explosión de gentes en las calles que no creo que vaya a ser positiva, así que mucha cautela. Eso sí, mi madre quiere cogerse un taxi (andando ya le queda un poco lejos) hasta el Mercado del Fontán de Oviedo y hacer una buena compra de pescado y marisco. Comprar una planta y yo regalarle el ramo de flores que el viernes 13 de marzo quería llevarle para celebrar mi cumple del día anterior. Juntarme con l@s amig@s y comenzar por la tarde con sidras, luego una buena cena y salir hasta las mil (o las tres mil). Asistir a un concierto. Ver a mi hermana y mi cuñado, bromear de fútbol con mi sobrino-ahijado. Y, claro, preparar las presentaciones de los nuevos libros. Y pasear por el Campo San Francisco, ver a los patos...

MANOLO D. ABAD
Foto: ALBERTO CEÁN


Cuestionarios del Confinamiento (39): Jose Yebra



Jose Yebra (Cacabelos, 1967) es escritor y ejerce como profesor de inglés en el IES La Corredoria de Oviedo. Participa, junto a catorce poetas más, en la antología Degeneración Salvaje (2015) y crea el blog Viajes al fondo del Alsa. En abril de 2017, publica su primer poemario Otra lengua extinta (Suburbia). En mayo de 2019, su segundo Sedentarismo aplicado (Suburbia). Su tercer trabajo es un libro donde se aúnan la fotografía de Mallin Ellisdoter y sus poemas, en una edición bilingüe (inglés-español) titulada Aburrimiento científico para soldados distópicos/ Scientific boredom for dystopian soldiers, publicado a principios de 2020 por la editorial Más Madera.
Ha participado en los siguientes volúmenes colectivos impulsados por la asociación cultural Alternativas y la editorial Más Madera: [O] Anatomías del Antiguo (2017), Barra Libre (2018), Ars Moriendi (2018), Erótica XXI (2018), Eróticas (2018), Habitación 2019 (2018), De Vinos (2019), De Sidras (2019), Obras para coleccionistas pobres o avaros (2019) y Fuera de Guión (en colaboración con el FICX y que también coordina) (2019).
Coordinó, dentro de "Somos Nombres", proyecto educativo del IES Rey Pelayo de Cangas de Onís para dar visibilidad a los refugiados, un apartado de poesía en el que un gran número de poetas enviaron poemas con esa temática para que posteriormente el alumnado los regalase a las personas por la calle.
Ha colaborado, también, en los poemarios Palabras que despiertan (2018), Voz de trovadores (2019), Incendios (2019), Histeria, vol.1 (2019), y Versos para bailar o no (2019).
Creador y organizador junto al poeta Nayar Crespo Sánchez de Histeria, Micro Abierto, recital mensual en "El Manglar" de Oviedo, abierto a todo tipo de propuestas artísticas donde la participación de la gente es lo más importante y que se celebra cada tercer jueves de mes a las 20:00 h.

-¿Cómo son tus días de confinamiento? ¿A qué dedicas todas las horas por delante del día?
Ya llevamos, déjame que cuente... 27 días de confinamiento en los que habré salido unos cuatro días a hacer la compra. La verdad, te sientes un poco como Bill Murray en el Día de la Marmota, porque ya sabes de antemano, más o menos, cómo va a ser tu jornada. Esta semana, al ser la oficial de "vacaciones", no madrugo y dedico los días a cocinar, leer, hablar con Nuria y con mis hijos, a intentar escribir algo, aunque ando bastante bloqueado, a ver series, películas, a leer otra vez, a escuchar música, algún juego de mesa, a hacer algún directo en instagram (estoy en un par de grupos de poetas en los que nos hemos organizado para hacer recitales y colaborar; uno es Poesía de andar por casa, y el otro, Yo me quedo en verso. Son dvertidos, la verdad. El domingo pasado compartimos Gema Fernández y yo un recital de este tipo en el que nos lo pasamos bomba hablando y leyendo cosas nuestras y, también, poemas de gente amiga o de gente que admiramos). 
En una semana lectiva, de 8:30 a 14:30 h. estoy trabajando, dando clases vía telemática. Es una situación nueva, extraña para todo el mundo, y me dedico mucho más a transmitir tranquilidad al alumnado que a insistir en el aspecto académico. Creo que estos días pueden ser buenos para pensar y reflexionar sobre el mundo, sobre el devenir errante del ser humano, etc. Eso sí, con 2º de bachillerato sí que dedico más tiempo a explicar, a resolver dudas, a que puedan aprovechar mejor el tiempo y que esto no les fastidie sus planes. En fin, que procuro estar ocupado tratando de que este momento pase lo más rápido posible.

-¿Cómo es el lugar donde vives?
Un piso en el barrio de Teatinos, en Oviedo, lo suficientemente grande para que cada uno de los cuatro miembros de mi familia tenga su espacio personal cuando lo necesite. Tenemos una pequeña terraza, que viene muy bien para leer, respirar, tomarte una cerveza o un gin-tonic si el tiempo atmosférico lo permite. Mi vecindario es muy, muy empático: por poner un ejemplo, a las 20:00 h., que es cuando se aplaude a los sanitarios, a nadie se le ocurre poner "Resistiré" o el himno de España al altu la lleva, lo cual es muy de agradecer. No siquiera nos asaltan con oficios religiosos por megafonía y espero que se siga respetando eso, que no se trata de imponer tus historias personales a los demás (¡estado laico, remember!). Estamos cerca del HUCA y, a veces, es descorazonador ver y escuchar cómo pasan las ambulancias, porque eso te hace espabilar y volver a ser consciente de lo que estamos viviendo en este momento.

-¿Qué es lo que más añorado hacer en estos días y lo que menos?
Es increíble, pero lo primero, el ir a trabajar. En serio. Salir cada mañana de casa y caminar esos veinte minutos de trayecto hasta el IES de La Corredoria. Sabemos que este curso ya no regresaremos a las aulas, y eso da bastante bajón. ¡Quién nos lo iba a decir! También el ambiente de mi barrio, el poder bajar a tomar unas cervezas, unas sidras, con la gente. Histeria, por ejemplo, el micro abierto que organizamos en El Manglar Nayar y yo, que ya hemos tenido que desarrollar una sesión online, la de marzo y el 16 de abril nos tocará la siguiente, otra vez a través de instagram. El sabor de la cerveza en un bar, nuestras presentaciones de Alternativas y Más Madera, que tanto nos unen y tanta literatura aportan a Asturias... Son innumerables las cosas que se pueden echar de menos, esas que dábamos por tan asumidas que ni siquiera las llegábamos a apreciar. Pues, mira, Manolo, el estar con la familia y disfrutar tanto tiempo juntos y en buena armonía es una maravilla. Como nos llevamos muy bien todos, nos reímos la de dios y se nos ocurren pijadas divertidas (concursos de bailes, de gestos, de inventarnos historias, lo que sea), eso nos ayuda a sobrellevar todo esto con más brío. Esto no excluye los momentos de bajón, lógicamente, pero, en un mismo día, puedes llegar a pasar por... no sé, diez estados de ánimo diferentes; lo importante, es que los chungos duren el menor tiempo posible.

-¿Crees que habrá un "antes" y un "después" tras este confinamiento?
Claro. Las relaciones interpersonales serán más higiénicas y asépticas, en todos los aspectos. Espero que, viendo de qué manera se están retratando muchos "políticos", muchas personas, creando bulos y esparciendo mierda por doquier sin pensar ni por un instante en el bien común, todo esto les pase factura y se vayan a algún lugar en el que jamás tengamos que escuchar su basura. Y decirle desde aquí al señor José Manuel Rodríguez Uribes que es una puta vergüenza que considere a la cultura misma como la última de las prioridades. Como dijo Mercedes Sosa: "la cultura es lo único que puede salvar a un pueblo, porque la cultura permite ver la miseria y combatirla".
Dicho lo cual, al menos yo estoy muy expectante por saber en qué puede derivar esta especie de distopía presente. Habrá muchísimas sorpresas, espero que algunas positivas.

-¿Qué sera lo primero que harás cuando se acabe el confinamiento?
Ir a mi pueblo, sin duda. Y salir a tomar unas cervezas, si es que abren los bares, con todos vosotros, que os echo mucho de menos, carajo.

MANOLO D. ABAD

jueves, 9 de abril de 2020

Cuestionarios del Confinamiento (38): Martín Cápsula


Martín L. Guevara (Buenos Aires, 1971) es cantante, guitarrista, compositor y productor. Desde 1998, lleva al frente del grupo Cápsula, lo que le ha llevado a girar por medio mundo y trabajar con productores de la talla de John Agnello, Ivan Julian o Tony Visconti. Con Cápsula lleva publicados doce álbumes hasta el momento. Combina su actividad en los escenarios con la de productor en los Estudios Silver Recordings de Bilbao, donde, hasta la fecha, hay más de 70 discos que llevan su sello sonoro.

-¿Cómo son tus días de confinamiento?¿A qué dedicas todas las horas por delante del día?
Es una situación extraña para nosotros. En más de veinte años con Cápsula nunca habíamos estado tanto tiempo sin dar conciertos. Se hace raro no estar en la carretera. Los días transcurren con una mezcla de preocupación por la situación de los amigos, intentando estar al tanto de cómo lo van llevando. La comunicación con los más cercanos es clave en estos días. Tenemos amistades en muchas partes del mundo y nos van contando cómo se desarrollan los acontecimientos en sus respectivas ciudades y cómo lo van viviendo en lo personal. Por otra parte, ocupamos también el tiempo en aquello a lo que no podíamos con la vorágine de las giras. Componiendo mucho en casa, haciendo algunos directos en streaming desde aquí y retomando viejos proyectos que se habían dejado aparcados. También para hablar mucho con nuestras familias que están en Argentina e intentar darles un poco de información sobre la mejor manera de mantenerse protegidos.

-¿Cómo es el lugar donde vives?
Estamos en Bilbao. Tenemos el privilegio de contar con un gran ventanal con vistas al monte donde estamos viendo llegar la primavera, crecer la hierba y florecer los árboles. Es curioso la cantidad de pájaros que se escuchan por la mañana. El aire se siente mejor. No hay coches en la calle. Si hay algo bueno que puede traernos este confinamiento, seguramente tiene que ver con la salud del medio ambiente.

-¿Qué es lo que más has añorado hacer en estos días y lo que menos?
Claramente, se extraña el poder girar y ver a los amigos.

-¿Crees que va a haber un "antes" y un "después" tras este confinamiento?
Seguro. Esta situación implica un cambio de mentalidad muy fuerte en la ciudadanía en cuanto al esquema de valores que veníamos sosteniendo. Por fin, empezamos a darle importancia a cuestiones que estaban siendo menoscabadas como la sanidad pública, la educación, la cultura. Ahora es cuestión que los gobiernos tomen nota. Sé que no se puede esperar demasiado de ellos, por lo que el cambio tendrá que venir desde la conciencia individual. Por otro lado, es un palo muy fuerte para las economías globales, y los más afectados terminaremos siendo los de siempre. Será cuestión de reinventarnos como sociedad, donde prime el sensibilizarnos con el dolor ajeno y encontrar pequeños gestos diarios que lo hagan efectivo. También será importante replantearnos los hábitos de consumo a nivel global.

-¿Qué será lo primero que harás cuando se acabe el confinamiento?
Creo que habrá que tomárselo con calma. La salida del confinamiento no implica que se haya ganado al virus ni mucho menos. Esto llevará un tiempo hasta que podamos volver a la rutina habitual y ahí es donde empieza el rol de la conciencia ciudadana. Debemos aprender a cuidarnos entre todos.

MANOLO D. ABAD

Cuestionarios del Confinamiento (37): Ana Lena Rivera


Ana Lena Rivera (Oviedo, 1972). Estudió Derecho y Administración de Empresas en ICADE, en Madrid, donde reside desde entonces. Después de veinte años como directiva en una gran multinacional , cambió los negocios por su gran pasión coincidiendo con el nacimiento de su hijo Alejandro. Junto a él nació Gracia San Sebastián, la investigadora protagonista de su serie de intriga.
La primera entrega, Lo que callan los muertos (Ed. Maeva, enero 2019) fue galardonada con el Premio Torrente Ballester. Su segunda novela, Un asesino en tu sombra (Ed. Maeva, febrero 2020) ocupó durante varias semanas los primeros puestos de las listas de los más vendidos.

-¿Cómo son tus días de confinamiento? ¿A qué dedicas todas las horas por delante del día?
El día a día es cómodo y productivo, estoy acostumbrada a trabajar desde casa, me gusta la calma e, incluso, la soledad (de la exterior, no de la que se siente en el corazón) y me considero una privilegiada: está toda la familia junta en casa, nadie cercano está enfermo y tenemos mucho trabajo para ocupar el día. Sólo consulto las noticias a primera hora de la mañana y a última de la noche, para reducir la ansiedad que, inevitablemente, genera todo lo que nos está ocurriendo como sociedad e intentamos llevar una vida saludable.
Escribo, estoy aprovechando para avanzar con mi próxima novela, que ya me toca entregarla. Dedico parte de mi tiempo a estar con los lectores en las redes sociales como hacía cada día antes del confinamiento y ahora, además, mantengo el contacto con los amigos en videoconferencia o por whatsapp. Hacemos yoga en familia cuatro días por semana, paso tiempo con mi peque de tres años y, cada día, a las ocho de la tarde, como desde casi todas las casas, hacemos un parón para aplaudir juntos a todos los que nos están cuidando ahí fuera.
Me faltan horas para todos los objetivos que me pongo al día.

-¿Cómo es el lugar donde vives?
Vivo en un chalet adosado con un pequeño jardín que nos da un maravilloso respiro, sobre todo con el niño. En cuanto no llueve, lo sacamos fuera. Tenemos bastante espacio y, aunque somos muchos en casa, estamos cómodos. 

-¿Qué es lo que más has añorado hacer en estos días y lo que menos?
Echo mucho de menos los encuentros con los lectores: me encanta mi agenda habitual en esta época del año, llena de presentaciones, clubes de lectura, ferias, tertulias. Cuando el coronavirus llegó a España, estábamos iniciando la promo y toda la agenda de eventos se paró. Ahora nos quedan las redes sociales, que me ayudan a mantener el contacto con ellos, pero no es lo mismo. El calor que te da la gente en persona es muy distinto al de las redes. Me da mucha pena que mi hijo no pueda ir al cole y al parque para estar con otros niños y echo de menos ir al gimnasio a mis clases de zumba y yoga, me he dado cuenta que hacer deporte sola es mucho menos divertido. Lo que menos añoro es el tráfico y el ruido y eso que yo vivo en una zona tranquila, pero ahora solo escucho pájaros y grillos. Es un silencio ruidoso y bonito, para grabar y recordar.

-¿Crees que habrá un "antes" y un "después" tras este confinamiento?
Creo que habrá una crisis económica que a muchos no les permitirá volver al "antes" inmediato, también creo que olvidaremos pronto y seguiremos con nuestras vidas, pero siempre sabremos lo frágil que es la sociedad en la que vivimos, aunque no queramos recordarlo. También creo que habrá cambios políticos a nivel internacional y en la forma de gestionar las relaciones entre países. Espero, además, que este confinamiento le dé un empujón al teletrabajo, a las compras online y reduzcamos desplazamientos innecesarios y dañinos para el medio ambiente.

-¿Qué será lo primero que harás cuando termine el confinamiento?
Llevar a mi hijo al parque, dar un paseo por el campo con la familia, salir a cenar con mi marido a nuestro restaurante favorito, ver a la gente que echo de menos y, en cuanto pueda, viajar a Oviedo.

MANOLO D. ABAD 

Cuestionarios del Confinamiento (36): Aure Roces


Aure Roces es diplomado en Realización Audiovisual (Realización de televisión y Dirección cinematográfica) por la Escuela de Cine y Televisión Séptima Ars, montaje por el IORTV (Instituto Oficial de Radio y Tv), guión por ALMA (Autores Literarios de Medios Audiovisuales) y producción por la ECAM (Escuela de Cinematografía y Audiovisual de la Comunidad de Madrid).
Ha trabajado como ayudante de dirección y en equipos de dirección en una veintena de series de televisión (La que se avecina, Sin tetas no hay paraíso, La pecera de Eva...), una docena de películas (Torrente 5:Operación Eurovegas, Perdiendo el norte, Si yo fuera rico...), telepromociones para Atresmedia y Mediaset, spots internacionales y más de un centenar de publicidades.
Su largometraje documental SWAB 2000: Steve Wynn & Australian Blonde live at Moby Dick Club obtuvo la Mención Especial en el último FICX.

-¿Cómo son tus días de confinamiento?¿A qué dedicas todas las horas por delante del día?
Estoy haciendo una "cuarentena creativa", encerrarme en casa para preparar o terminar proyectos. Algo que, cuando no estoy rodando, suelo hacer a menudo. Podríamos denominarlo, cierta reclusión autoimpuesta.
Ahora mismo, dado que la película que debía arrancar esta primavera está aplazada, estoy trabajando en tres proyectos personales. Un proyecto cultural transmedia sobre el Xixón Sound, preparando el diseño de producción para un teaser y escribiendo el tratamiento de lo que espero sea mi primer largo como director.
Mantengo una serie de rutinas establecidas, en cuanto a acostarme, levantarme, comidas, hago cuarenta y cinco minutos de ejercicio días alternos, leo, principalmente cómics o novelas gráficas y, por la noche, veo una película diaria.

-¿Cómo es el lugar donde vives?
Si hubiera sido en Madrid, donde tengo un piso de poco más de cincuenta metros cuadrados, me hubiera costado posiblemente más. Pero, casualmente, la cuarentena me pilló en Gijón y estoy en el piso de mi madre. Mi padre falleció hace año y medio, y era muy importante acompañarla en esta travesía por el desierto para evitar su soledad.

-¿Qué es lo que más has añorado hacer en estos días y lo que menos?
Echo mucho de menos los rodajes. Esa actividad frenética de dormir poco y tener mucho estrés. Como ayudante de dirección, mi trabajo consiste en "capitanear" en el set a docenas o cientos de personas, dependiendo de la producción. Lo suelo comparar con ser profesor en una guardería y cuidar a los niños, porque, al final, tanto el equipo técnico como el artístico, no dejan de ser niños a los que se les permite jugar. Esa adrenalina es la que echo de menos y, por supuesto, a mis "niños".

-¿Crees que habrá un "antes" y un "después" tras este confinamiento?
Sin lugar a dudas. Doy por hecho que el Covid-19 ha venido para quedarse. Hasta que llegue la vacuna o la posible inmunidad grupal, sin contar que vengan nuevas oleadas o que el genoma mute, tendremos que aprender a convivir con él. Eso obligará a cambiar muchos hábitos de vida.
En el cine, al igual que en la música, nos afectará profundamente. Ambas profesiones trabajan con, o para mucha, gente y, además, nos desplazamos constantemente. Más allá de las inevitables restricciones económicas, me preocupan las medidas de distanciamiento social y los posibles controles térmicos de temperaturas corporales, que nos esperan todo el 2020.

-¿Qué será lo primero que harás cuando se acabe el confinamiento?
¡Ir a hacer running al Parque de Moreda, que lo tengo cerca de casa!

MANOLO D. ABAD

Cuestionarios del Confinamiento (35): Borja Garcia


Borja García (Oviedo, 1976) es guitarrista, cantante, compositor, arreglista y pequeño empresario del sector inmobiliario. Estudios de fotografía con Jorge Alonso (Estudio 27), turismo y titulado en gestión de la propiedad.
Miembro fundador de Alto Volto y El Trío Calavera. Guitarra solista y coros en Muñeco Vudú, Senador y Soultans. Historial variado en otras formaciones como miembro o músico de estudio/directo (Pantano, Los Ministros, Anabel Santiago, Babylon Chat, Morrigans,...).
Varios concursos musicales regionales y nacionales ganados con Alto Volto y Pantano. Varios premios AMAS con Alto Volto (guitarra 2009 y disco rock 2007), Muñeco Vudú (grupo revelación y canción rock 2010, canción otras escenas 2019) y unas cuantas nominaciones más. Premio nacional de la música como uno de los autores del tema "Ágora", participación en más de una treintena de discos, vídeos, docus...

-¿Cómo son tus días de confinamiento? ¿A qué dedicas todas las horas por delante del día?
Por la mañana, reviso el correo y atiendo los pocos asuntos empresariales que pueden surgir estos días. Luego paso al otro trabajo y toco mucho la guitarra, lo que me ha llevado a desempolvar y poner al día cosas de Alto Volto. He abierto la cuenta @altovoltrock como instagram oficial del grupo -¡que ya tocaba!- reviso canciones para un más que probable nuevo disco y ensayo para un miniconcierto acústico en el que me han invitado a participar a través de instagram el próximo sábado (@encantamefest, 19:00 h.) que servirá para ir calentando motores tras estos dos años y medio de parón.
También estamos haciendo cosas con Muñeco Vudú para aprovechar creativamente el confinamiento y, por otro lado, tanteo nuevas versiones para añadir al repertorio del Trío Calavera.
Fotografía, lectura, dibujo, algún videojuego, cocina, alguna peli, muchos discos... todo muy creativo e inspirador y en la mejor compañía posible: con Sandra y nuestros gatetes Bimbo y Lolo.
La situación es muy triste y preocupante, pero vemos muy poca televisión para no pensar en ello continuamente y, lo cierto, es que nos pasan los días bastante rápido , así que tenemos la suerte de llevarlo bien aunque con ganas de que termine todo esto.

-¿Cómo es el lugar donde vives?
Un ático de 70 m2, con buena orientación y con una terraza que estos días valoramos más que nunca. No es un terrazón, pero es más que suficiente para dos humanos y dos gatos, está bien orientada y al vivir en la zona alta de Montecerrao tenemos unas vistas preciosas y muy abiertas para airear cuerpo y mente.

-¿Qué es lo que más has añorado hacer en estos días y lo que menos? 
Echo de menos ver a mis padres, tocar en directo, ensayar con mis compis de grupos, los vermús largos con l@s amig@s (aunque los hacemos por videollamada de grupo), conducir, el snowboard,... y espero no echar de menos la playa y el chiringuito este verano.
¿Lo que menos? ¡Ni me acuerdo!

-¿Crees que habrá un "antes" y un "después" tras este confinamiento?
Creo que pocas cosas volverán a ser tal como eran, pero espero que el "después" se parezca lo más posible al "antes" y lo menos al "durante".

-¿Qué será lo primero que harás cuando se acabe el confinamiento?
¡Quedarme en casa!: O, al menos, salir poco hasta que se pueda abrazar y besar a la familia y amig@s con normalidad, porque, al principio, será un "mírame y no me toques" insoportable.

MANOLO D. ABAD