lunes, 28 de septiembre de 2015

El valor de la fe

 

Crónicas de Vestuario. –

El valor de la fe”


Se enfrentaba el Real Oviedo al Elche, gallito momentáneo en virtud de la engañosa clasificación tras cinco jornadas del –no nos cansaremos de repetirlo- largo periplo a cuarenta y dos de la Segunda División, en lo que parecía la prueba idónea para calibrar las posibilidades del equipo azul de cara a lo venidero. Y la conclusión es buena, sobre todo a la vista de una muy notable segunda parte donde los ovetenses mandaron con jerarquía y aplomo a unos ilicitanos que se dieron por satisfechos con no encajar algún gol más y ceder un punto que les debió saber a oro a la vista de lo expresado en el terreno de juego.

La primera parte se inició con once buenos minutos de juego azul, donde Linares tuvo su primera oportunidad a pase de Susaeta. El Elche se sacudió el dominio y el conjunto de Sergio Egea comenzó a alimentar sus dudas defensivas y ceder el mando del partido. Los hombres de vanguardia nadaban como náufragos, lejos de enlazar con el resto y los ilicitanos comenzaron a crecerse. Tras tres ocasiones, llegó el gol en el veintisiete por mediación de un remate de cabeza de Armando, solo, culminando un córner botado por el fino Espinosa. La reacción de los ovetenses fue buena con sendos remates de Aguirre y Linares, pero mejor aún fue la estupenda lectura que Egea hizo, transformando el encuentro: Edu Bedia sustituyó a Omgba. El partido cambió. Los azules comenzaron a carburar juego y dominaron, a pesar de que Esteban se luciera a mano cambiada en una sensacional intervención tras una falta lanzada por Espinosa.

El dominio con el que había concluido el primer acto, prosiguió en una segunda parte muy destacable de los azules, donde dominaron con momentos estelares a un Elche que bastante hizo con mantener su puerta a cero hasta casi las postrimerías del partido. Edu Bedia dio una lección de control y dominio futbolístico, bien secundado por todos sus compañeros. Tan sólo un pequeño respiro a la media hora permitió a los ilicitanos respirar. Pero, tras recibir una tarjeta en una falta absurda, Edu Bedia -convertido en ese líder que todos esperamos que sea en el medio campo- comenzó a crear. Y los de Rubén Baraja temblaron. Debía llegar el gol, que hizo realidad Susaeta. 

Merecieron más los azules, pero no hubo tiempo de concluir la faena. A pesar de algunos temblores defensivos, de ciertas lagunas en el desarrollo del partido, los de Sergio Egea despacharon un encuentro que les debe servir de acicate para que su fe sea capaz de llevarles a la senda del triunfo.

MANOLO D. ABAD
Foto: J.L.G. FIERROS
Publicado en el diario "El Comercio" el lunes 28 de septiembre de 2015