jueves, 30 de mayo de 2019
miércoles, 29 de mayo de 2019
lunes, 27 de mayo de 2019
Antídoto
El Tocadiscos. - “Antídoto”
LAS
ODIO “Autoficción”
Desvelo
11
canciones. 12€.
Afrontar
el muro de un segundo álbum tras haber llamado la atención como
pocas formaciones, siempre es un reto y Las Odio, el cuarteto
madrileño, lo asume sin ambages para firmar una colección de
canciones donde profundizan en su propuesta con la solvencia
necesaria para no ser consideradas un mero hype de temporada. Tal y
como están las cosas, exponer que un grupo trate de superarse y
enriquecerse musicalmente, ya debería ser tenido en cuenta. Si,
encima, se las considera las adalides del feminismo, intentar ser más
que una simple etiqueta manida ya supone un paso de gigante.
Ironía,
crítica, un sonido sin concesiones más que a sus propios designios,
ya hablan de un conjunto que se busca y que se encuentra en el lío,
sacando de cada turbulencia un estímulo sobre el que recrearse y
crecerse. Del post-punk más afilado al punk-pop más contagioso, Las
Odio se valen de todo tipo de recursos para retratar una realidad
conformista y buscarle todas las burbujas más infecciosas e
incómodas. Títulos como el inicial “Lo quiero todo”,
“Meritocracia” o “El final de la fiesta” hablan a las claras
de que con ellas la zona confortable no va a existir nunca. Frente al
cómodo pseudoindie de épica generacional, bien está este antídoto
con el que derribar a apoltronados clichés que llevan aburriéndonos
desde hace demasiado tiempo.
MANOLO
D. ABAD
Publicado en el suplemento "Culturas" del diario "El Comercio" el sábado 25 de mayo de 2019
sábado, 18 de mayo de 2019
El Salto
El Tocadiscos. - “El Salto”
DELRÍO
“Si después me llamas”
Verano
96 Records
10
canciones. 12€.
Existe
un momento en la vida de un artista en el que debe asumir el reto de
superarse, de cambiar de alguna forma incluso, para crearse nuevos
atractivos, para mejorar. El asturiano David del Río ha asumido ese
desafío en este nuevo trabajo y ha salido vencedor. Tomar riesgos,
incidir en la búsqueda sonora y engrandecer la propuesta. Todo ello
hubiera sido imposible sin la presencia de Germán Mingote, que se
marca un verdadero recital como multiinstrumentista (guitarras, bajo,
batería, pianos, percusión, hammond, producción) enriqueciendo las
composiciones para otorgarle una textura sonora mucho más sólida.
Beneficiado
por ese impulso, este nuevo álbum supone un salto, un gran salto en
la propuesta de delRío. La frágil voz de David se encuentra con un
armazón sonoro que aumenta el valor de canciones como la que da
título al álbum, “La noche que nos dejó Tom” - sentido
homenaje a Tom Petty -, “A salvo cuando duermas” o “En deuda
contigo” (enriquecida con el hermoso saxo de Rubén Sánchez).
La
detallista, minuciosa e inteligente producción de Germán Mingote
termina de realzar el conjunto de este álbum donde delRío efectúa
un paso adelante, un gran paso adelante de un gran trabajador del
rock americano en clave folk-rock eléctrico que va encontrando su
sitio, una voz propia.
MANOLO
D. ABAD
Publicado en el suplemento "Culturas" del diario "El Comercio" el sábado 18 de mayo de 2019
miércoles, 15 de mayo de 2019
martes, 14 de mayo de 2019
Parálisis Permanente: El Mito y las Sombras
El 14 de mayo de 1983 moría en accidente de tráfico Eduardo Benavente, líder de uno de los grandes grupos del rock español: Parálisis Permanente. Bastantes años después, tuve la suerte de ilustrar con mi texto esta ilustración que el gran Joaquín Ladrón hizo para su libro "Songbook" (Ruta 66, 2006). Aquí os dejo mi texto.
PARÁLISIS PERMANENTE: EL MITO Y LAS SOMBRAS
El
escaparate de la movida era eso: un escaparate. Grandes almacenes de
modas importadas de Londres que nos devolvían a un mundo del que el
pop había permanecido alejado demasiado tiempo. Popularizados trajes
y colores, llegó el turno de los tonos oscuros, de la frialdad, de
los amaneceres atechados bajo cielos grises, de las tormentas y de la
depresión. Siniestros y depresivos reunidos en los mismos
escalofríos, con o sin la droga de moda. La mente puede ser más
poderosa que todo eso, que unos mágicos polvos blancos que pretenden
entregarnos el agua y el vinagre que los viejos románticos consumían
para conseguir que su piel palideciera como la de un vampiro. Pero la
vía rápida de ascensión a mito es la muerte, dejar un bello
cadáver antes que los gusanos de la envidia o de los errores lastren
para siempre el trampolín hacia la fama con un rencoroso olvido.
Así
llegamos, casi sin darnos cuenta, al final de la historia sin haber
hecho ni una sola referencia al mito ni a sus sombras. En mayo de
1983, Eduardo Benavente pasaba a ser leyenda gracias a una vida
segada por un accidente de tráfico. La línea oscura trazada por
Parálisis Permanente, desde el psychobilly de “Un día en Texas”
a la estilizada negritud de “Jugando a las Cartas en el Cementerio”
se veía truncada para siempre. Su compañera, la espectacular mujer
que había prestado su cuerpo a la portada de su álbum El
Acto (1982),
Ana Curra, trató de superar la pérdida con aquellos Seres Vacíos
que algún día habría que revisar en su belleza, y emprendió un
viaje a los subterráneos más ajenos al olimpo de las estrellas. En
esos sótanos podía haber caído el último, póstumo single, el
criticado pero memorable “Nacidos para Dominar”, pleno de una
ambición que parecía evolucionar al margen de unas modas que
engrosaban grupos como Décima Víctima o Ceremonia.
Los
tonos oscuros pasarían de temporada, sustituidos por el pop
colorista, como el invierno da paso a la primavera y sólo perduraría
el mito, un puñado de canciones y la figura torva de un cuervo sobre
una tumba con un epitafio que anunciaba el fin de la movida, de los
buenos tiempos y el advenimiento de lo hortera institucionalizado a
través de una caja tonta y unas radios compradas y maniatadas para
siempre.
MANOLO D. ABADPublicado en el libro "Songbook" (Ruta 66, 2006)
Publicado en el libro "Rec-Capitulación" (Turbulencias, 2018)
Iván de Santiago escribe sobre "Sucedió en Oviedo"
Hoy martes 14, en su columna del diario "El Comercio", el escritor Iván de Santiago escribe sobre la Ruta Gastroliteraria de "Sucedió en Oviedo".
"SUCEDIÓ EN LIBROVIEDO"
Por IVÁN DE SANTIAGO
Cuando me siento a escribir estas líneas me doy cuenta de que es el cuarto consecutivo que hablamos de Cultura y eso, permítanme que me alegre, ya es una gran noticia. Que conversemos de actividades culturales en esta ciudad y esta región, y no sólo de alguna debacle económica, política o demográfica, ya es suficiente para alegrarse y quizá cerrar un párrafo con un emoticono de alegría.
Saben ustedes que se celebra LibrOviedo desde el pasado viernes en Trascorrales. Siempre comentamos algo al respecto en estas páginas. Y saben ustedes que hace mucho tiempo que los libros se venden mal, y que, por supuesto, no se venden solos.
Hace tiempo que las presentaciones, las giras, las entrevistas, las redes sociales, son un instrumento imprescindible para que, los que seguimos tan locos como para hacer literatura en esta tierra, podamos vender libros. Y con ello, abrir la mente a nuevas ideas, proyectos, actividades, que hagan que los lectores participen de lo que se cuenta en las novelas, a convertirles en nuevos protagonistas, saltando de las páginas a los lugares en que se ubican, transformándoles en detectives, en malvados, en amantes secretos, en héroes o en villanos.
El pasado sábado, dentro de LibrOviedo 2019, tuvo lugar una ruta literaria por los escenarios de "Sucedió en Oviedo", ese magnífico libro de crímenes de aventuras, de amores, de muchas cosas que no les cuento (lo tienen en Trascorrales hasta el domingo para saciar su curiosidad) que tienen como escenario las calles, plazas y bares de nuestra ciudad.
De la mano de Lauren García, Marcelo García y Manolo D. Abad, recorrimos varias calles y plazas que se reproducen en las páginas de esa antología de ovetenses que colocaron sus historias en ellas. En las que conocen y dominan, en las que viven diariamente, por las que circulan a altas horas de la noche y donde, en sus relatos, llevan a sus personajes.
Y allí, en una mañana preciosa de mayo, avanzamos en grupo por los lugares en que Ovidio Parades sitúa a su personaje en un bar en la plaza del Riego, donde Marcelo García lleva a uno de los suyos tangencialmente por la calle Mon (inevitable, por supuesto), donde Lauren García lo transporta a El Campillín, donde Manolo D. Abad nos contó qué significa para él y para sus creaciones la plaza del Sol, tan distinta ese sábado a las doce de la mañana del mismo sábado doce horas después. Y caminamos por Oviedo, y sucedieron cosas, y hablamos de literatura. Y de crímenes, y de robos, y de aventuras literarias en una ciudad eminentemente literaria. Y pasamos frente a Ana Ozores, y saludamos a William B. Arrensberg, y comentamos cien relaciones de bares y literatura, de parques y literatura, de oscuras calles y literatura.
Y todo fue literatura, y eso es lo importante. En el escenario maravilloso de esta ciudad y de mano de cuatro magníficos anfitriones, nos sentimos protagonistas de una aventura. Esa es la magia de la literatura. Nos transforma en personajes, y ese papel no hay dinero que lo pague. Es novela, es relato corto, es Oviedo. Poco más se puede pedir.
lunes, 13 de mayo de 2019
Obras para coleccionistas pobres o avaros
Esta es mi aportación al libro "Obras para coleccionistas pobres o avaros" (Más Madera, 2019).
NI CONTIGO NI SIN TÍ
Sí, ya sé, lo dijiste muchas veces: es una cuestión de incompatibilidad. A tí no hay quien te soporte. A mí, tampoco. Nos amamos, pero no nos soportamos más allá de unas horas juntos. Y luego están los conceptos: el amor romántico es una quimera de críos, dices. Tal como yo lo veía, lo único que nos podía haber salvado para seguir amaneciendo tan libres como unidos.
Pero no, ahí estoy, panza arriba, con un montón de mosquitos picándome en esta solitaria noche de verano. Ya han pasado tres años y han regresado para machacarme como aquella sudorosa velada en que no dejamos de hacer el amor a pesar de ellos. Aquí estoy, boca arriba, envuelto en sudor. Como un escarabajo indefenso. Sólo que yo no muevo las piernas, yo no me resisto a mi destino. Es el que hay, otra vez bajo la influencia de una desgracia que se empeña en repetirse. Volver a contemplar cómo todo mi mundo se derrumba, pieza tras pieza de este dominó que se empeña en caerse a través de una carambola inmisericorde que cava hondo e insiste en sepultarme.
Soy un escarabajo que ya debería haber sido aplastado por el recuerdo de nuestro amor. Sin más miramientos, sin compasión alguna. Todo lo que pudo ser y todo lo que se perdió, bailan como ese ser que, boca arriba, trata de incorporarse mientras el ddt lo invade y ya no queda otro remedio que morirse. Ni contigo ni sin tí tendrán arreglo mis penas. No, ya no podré incorporarme de nuevo. Ya no puedo respirar. Ya no quiero respirar. Ya no quiero hablar contigo. Ya no quiero hablar con nadie. Ya no quiero arreglo para mis penas. Ya no quiero nada salvo estar en paz, boca arriba. Exhalar la última respiración, irme con un poco de dignidad.
Os podéis ir a la mierda todos mientras inhalo el ddt. Que sea rápido, que venga pronto, porque ya no aguanto más este puto vacío ni estar a expensas de todos los recuerdos que me llevan a ti.
MANOLO D. ABAD
sábado, 11 de mayo de 2019
Tan frágil, tan duro
El Tocadiscos. -“Tan frágil, tan duro”
DAMIEN JURADO “In the shape of a storm”Loose Music
10 canciones. 16€.
Mientras un público ultraconservador del rock pierde el tiempo con mitomanías de autores endiosados con poco que decir, van creciendo hasta límites insospechados talentos de otros creadores que, sin descanso, están asentando unas carreras con obras de alto valor a un alto ritmo de edición. Uno de ellos es el gran Damien Jurado quien ni siquiera ha esperado doce meses desde la eición de su anterior (y grande) “The horizon just laughed” para servirnos una entrega donde se muestra con desnudez estremecedora siguiendo la vía abierta por nombres eminentes como Nick Drake, Townes Van Zandt o Tim Buckley.
Canciones que hablan al oído y llegan hasta lo más profundo, sin necesidad de más adornos, en una desnudez no sólo buscada sino necesaria para un autor que sabe manejarse en registros diversos. Un tenue armazón que parece frágil pero que se sostiene con la fuerza de los sentimientos más profundos, con la auténtica marca de la emoción descarnada.
Uno de esos discos que hablan al oído, que casi permiten escuchar el reflejo de días de zozobra. Damien Jurado es uno de esos puntos y aparte para escuchar en la soledad de las sombras, de las dudas, de los momentos de temblor y desesperanza, y encontrar fuerzas para renacer. Sólo por eso (hay más, mucho más) ya merece un lugar entre los grandes.
Publicado en el suplemento "Culturas" del diario "El Comercio" el sábado 11 de mayo de 2019
Hoy en LibrOviedo
Hoy sábado 11 de mayo de 2019 estaremos en LibrOviedo con diversos actos.
- A las 11 h.: Ruta Gastroliteraria "Sucedió en Oviedo".
Visitaremos algunos de los lugares que aparecen en los cinco relatos de "Sucedió en Oviedo", partiendo de la sede de LibrOviedo en la Plaza de Trascorrales. El itinerario será: Plaza Trascorrales- Plaza del Sol- Plaza del Ayuntamiento- Calle del Peso- Plaza del Riego- Calle Ramón y Cajal- Plaza Porlier-Plaza de la Catedral- C/Mon- C/Oscura- C/Marqués de Gastañaga- C/Arzobispo Guisasola. Allí llegaremos a las Tablas del Campillín (mencionadas en el relato "Plagiadora" de Manolo D. Abad) donde se podrá degustar un cachopín más bebida a elegir al precio especial de 5€.
-A las 13:30 h.: Presentación de "Sucedió en Oviedo" con sus autores. Ovidio Parades, Javier F. Granda, Lauren García, Marcelo García y Manolo D. Abad.
-A las 14:00 h.: Presentación de Ediciones Alternativas y Más Madera, y de sus libros colectivos "[O] Anatomías del Antiguo" y "Obras para coleccionistas pobres o avaros"
-A las 14:45 h.: Vermú literario con algunos de los autores participantes en los libros colectivos de Ediciones Alternativas y Más Madera.
Ruta Gastroliteraria "Sucedió en Oviedo" y más en "RPA Cuencas Mineras"
Ayer conversamos con Roberto Pato en RPA sobre la Ruta Gastroliteraria de "Sucedió en Oviedo" dentro de la programación de LibrOviedo y la posterior presentación. A partir del minuto -29:15.
https://rtpa.es/audio:ncas%20Mineras%20_1557486691.html
martes, 7 de mayo de 2019
Conociendo a los autores de "Sucedió en Oviedo" (y V): Manolo D. Abad
MANOLO D. ABAD (En la foto de PABLO LORENZANA) es el quinto autor y editor del libro de relatos "Sucedió en Oviedo" y ofrece su selección de películas y novelas de serie negra
-"EL CÍRCULO ROJO" (1970). D: Jean-Pierre Melville.
-"GET CARTER" (ASESINO IMPLACABLE) (1971). D: Mike Hodges.
-"EL CEBO" (1958). D: Ladislao Vajda.
-"EL SALARIO DEL MIEDO" (1953). D: Henri-Georges Clouzot.
-"EL TÚNEL" (1987). D: Antonio Drove.
-"EL OJO DEL GRILLO" (1997) de James Sallis.
-"DÍAS DE GUARDAR" (1981) de Carlos Pérez Merinero.
-"EL GRAN RELOJ" (1946) de Kenneth Fearing.
-"LA MIRADA DEL OBSERVADOR" (1977) de Marc Behm.
-"PERRO COME PERRO" (1996) de Edward Bunker.
Conociendo a los autores de "Sucedió en Oviedo" (IV): Javier F. Granda
JAVIER F. GRANDA (En la foto de LUZ SOL), uno de los cinco autores de "Sucedió en Oviedo", selecciona cinco películas y cinco libros de serie negra.
-"ALPHA DOG (JUEGOS PROHIBIDOS)" (2007). D: Nick Cassavettes.
-"FARGO" (1996). D:Joel & Ethan Coen.
-"PULP FICTION" (1994). D: Quentin Tarantino.
-"JACKIE BROWN" (1997). D: Quentin Tarantino.
-"MUERTE ENTRE LAS FLORES" (1990). D: Joel & Ethan Coen.
-"HUYE RÁPIDO, VETE LEJOS" (2001) de Fred Vargas.
-"LOS CRÍMENES DE LA CALLE MORGUE" (1841) de Edgar Allan Poe.
-"CIUDAD SALVAJE" (1980) de Elmore Leonard.
-"LOS MARES DEL SUR" (1979) de Manuel Vázquez Montalbán.
-"EL SUEÑO ETERNO" (1939) de Raymond Chandler.
Conociendo a los autores de "Sucedió en Oviedo" (III): Lauren García
LAUREN GARCÍA (En la foto), uno de los cinco autores de "Sucedió en Oviedo" elige cinco películas y cinco novelas de serie negra.
-"SED DE MAL" (1958). D: Orson Welles.
-"LAURA" (1944). D: Otto Preminger.
-"UNO DE LOS NUESTROS" (1990). D: Martin Scorsese.
-"EL PADRINO" (1972). D: Francis Ford Coppola.
-"VÉRTIGO" (1958). D: Alfred Hitchcock.
-"TODOS LOS CUENTOS" (2012) de Raymond Chandler.
-"EL HALCÓN MALTÉS" (1929) de Dashiell Hammett.
-"TATUAJE" (1974) de Manuel Vázquez Montalbán.
-"DONDE SIEMPRE ES MEDIANOCHE" (2018) de Luis Artigue.
-"LA CAMARERA" (2013) de James M. Cain.
Conociendo a los autores de "Sucedió en Oviedo" (II): Marcelo García
MARCELO GARCÍA (En la foto), uno de los cinco autores de "Sucedió en Oviedo" escoge sus cinco películas favoritas de serie negra.
-"RESERVOIR DOGS" (1992). D: Quentin Tarantino.
-"SOSPECHOSOS HABITUALES" (1995). D: Bryan Singer.
-"EL TERCER HOMBRE" (1940). D: Carol Reed
-"SEVEN" (1995). D: David Fincher.
-"MEMENTO" (2000). D:Christopher Nolan.
-"PERDIDA" (2012) de Gyllian Flynn.
-"PULP" (1994) de Charles Bukowski.
-"CREMATORIO" (2007) de Rafael Chirbes.
-"ESCUPIRÉ SOBRE VUESTRA TUMBA" (1946) de Boris Vian.
-"UNA INVESTIGACIÓN FILOSÓFICA" (1992) de Philip Kerr.
Conociendo a los autores de "Sucedió en Oviedo" (I): Ovidio Parades.
OVIDIO PARADES (En la foto), autor del primero de los cinco relatos que conforman "Sucedió en Oviedo" elige cinco de sus películas favoritas de serie negra.
-"AMANTES" (1991). Dirigida por Vicente Aranda.
-"LA LEY DEL DESEO" (1987). D: Pedro Almodóvar.
-"LA CARTA" (1940). D: William Wyler.
-"PERDICIÓN" (1944). D: Billy Wilder.
-"FUNNY GAMES" (1997). D: Michael Haneke.
Y cinco novelas:
-"LOS TIMADORES" (1963) de Jim Thompson.
-"LA AMANTE INGLESA" (1967) de Marguerite Duras.
-"EL TALENTO DE MR. RIPLEY" (1955) de Patricia Highsmith.
-"A SANGRE FRÍA" (1965) de Truman Capote.
-"LA MUJER DE PIEDRA" (1977) de Ruth Rendell.
lunes, 6 de mayo de 2019
Sidrodelia
El próximo jueves 9 de mayo se presenta en Villaviciosa, a partir de las 19:00 h., un nuevo proyecto colectivo de Ediciones Alternativas.
Mi aportación, que se titula "Sidrodelia", empieza así:
"Darío Mayayo y Lara Figueras rieron con estruendo tras cumplimentar la primera botella de sidra en la calle Gascona.
-¡Jodeos, eunucos, aquí estamos los artistas! -gritó con estruendo, alzando su vaso vacío. Mayayo, estaba enfebrecido, sintiéndose como si Charles Baudelaire hubiese resucitado en Oviedo. ¡Él, era él! Figueras enrojeció antes de comprobar que quedaba poca gente en el Tierra Astur de la zona media de la calle (seguramente el de la zona alta estaría aún lleno, lo estaba a todas horas), donde antes se había ubicado la Sidrería Asturias y que se coronaba con un enorme tonel en el que los turistas no dejaban de fotografiarse, casi tanto como en las letronas con el nombre de la ciudad, unos metros de cuesta más arriba, en la plaza del Carbayón. Termómetros de la presencia de turistas en Oviedo. No, no había casi nadie a eso de las cinco de la tarde en esa terraza y ella se sintió liberada del ímpetu y vehemencia alcohólica de su pareja de conveniencia. Porque sí, hacían un buen dúo. Había sido una buena jugada. Ni Gerard Depardieu y Andie McDowell. La ciudad se rendiría a sus pies y ambos podrían dar rienda suelta a todas sus ambiciones políticas y culturales. Ella alcanzaría el estrellato total como concejala de Cultura; él sería jefe de la sección en su periódico. Y ambos podrían ajustar cuentas con todos aquellos que se habían cruzado en su camino y se habían empeñado en no seguirlos. Quedaba poco tiempo.
- A ver, cariño… -comenzó con su voz de pito Mayayo. Un berrido lamentable que se interrumpió al detectar al camarero en sus inmediaciones. “Eeeeh, psch, psch”, gritó con agudo tono idéntico al de los extraterrestres de “La Invasión de los Ultracuerpos”. El hombre lo miró distraído, con cierto desdén, ajeno a su parecido con Donald Sutherland tras ser ocupado por las fuerzas invasoras en el final de la película. No quería ocupar el cuerpo del empleado de la sidrería, sólo otra “botellina” (él no la llamó según la terminología de la tierra) más.
-A ver, cariño… -repitió Mayayo. “Necesitamos algo nuevo, se nos acaba la pasta de la Noche Blanca y con algo nuevo de tu lamentable hermano no podemos contar”.
-Bueno, da igual, “Little Factory” no va mal -dijo Figueras.
“Little Factory” era el nuevo invento de Figueras, tras la debacle de su primera experiencia hostelero-cultural con el Café Teatro. Pero ahí debía repartir beneficios con Ramón Ortiz, encargado de toda la parte más dura. Apenas podría sustraer unos euros. De modo que, sí, quizás deberían pensar en algo que les diera dinero fresco y rápido.
-¡Un crowfunding!
-¿Un qué, ho? -Mayayo comenzaba a mostrar signos inequívocos de embriaguez. El desayuno con dos botellas de tintorro cosechero de la casa en la Belmontina, un vermú – no, perdón, tres - en compañía de su amado Eusebio Costa (que también abonó la cuenta del tintorro, cómo molan los funcionarios con ínfulas artísticas, pensó), más otros dos vasos de vino en el Ovetense con la presencia añadida del poetastro Diego Fuertes, le habían tenido ocupado hasta la una de la tarde en que llegó su “chica”. Después, tres botellinas de sidra más en el Ovetense, mientras desafiaba con la mirada a unos examigos que celebraban un cumpleaños en un mesa anexa y el traslado hasta la cercana Gascona tras un amago de agarrada cuando intentó burlarse con torpeza del homenajeado. Se libró gracias a la intervención de los camareros y de algunos parroquianos del local que evitaron que la provocación pasase a mayores.
-¡Crowfunding!
-¡Confunding, jijiji! Ya, ya sé – añadió con un gesto hacia atrás que casi le hizo caerse de la silla.
Se inició la tormenta de ideas con la tercera botellina.
-¡Haiku!
-¡Kiki, jijiji!
-¡Chachi!
-¡Sudoku!
-¡Caaaamareeeeeroooooooo! - gritó Mayayo antes de caerse al suelo. Su rostro, inflado y enrojecido hasta límites escandalosos, impactó con estruendo contra la acera. La silla tampoco salió bien parada, retorcida en un grotesco escorzo. Lara Figueras le pidió al caaaamareeeeerooo no retirarla: lo haría ella para que formara parte de la próxima exposición artística en el “Little Factory”. Una obra de arte auténtica. La cara de Mayayo ya había perdido toda la diversidad de tonos rojos y se mostraba como amasijo indefinido, del que era improbable extraer ninguna consecuencia ni tampoco indicio alguno. El tipo se incorporó con una sonrisa estúpida en su rostro y gritó: “¡Tamagochi!”.
-¡Harakiri! - replicó Figueras, con cierto hastío del jueguecito, al tiempo que rechazaba un nuevo vaso de sidra.
-¡Toyota!
-¡Honda y que te den! - concluyó la copropietaria del “Little Factory”.
-¡Kawasssssssssssss…! - Darío no consiguió terminar, interrumpido por una catarata de hipo. Cuando esta pasó, dijo, resoplando: ¡...aaakiii!
(Faltó Yamaha para completar el idiota circuito).
(.../...)
MANOLO D. ABAD
"De Sidras". Varios Artistas. Ediciones Alternativas, 2019
Mi aportación, que se titula "Sidrodelia", empieza así:
"Darío Mayayo y Lara Figueras rieron con estruendo tras cumplimentar la primera botella de sidra en la calle Gascona.
-¡Jodeos, eunucos, aquí estamos los artistas! -gritó con estruendo, alzando su vaso vacío. Mayayo, estaba enfebrecido, sintiéndose como si Charles Baudelaire hubiese resucitado en Oviedo. ¡Él, era él! Figueras enrojeció antes de comprobar que quedaba poca gente en el Tierra Astur de la zona media de la calle (seguramente el de la zona alta estaría aún lleno, lo estaba a todas horas), donde antes se había ubicado la Sidrería Asturias y que se coronaba con un enorme tonel en el que los turistas no dejaban de fotografiarse, casi tanto como en las letronas con el nombre de la ciudad, unos metros de cuesta más arriba, en la plaza del Carbayón. Termómetros de la presencia de turistas en Oviedo. No, no había casi nadie a eso de las cinco de la tarde en esa terraza y ella se sintió liberada del ímpetu y vehemencia alcohólica de su pareja de conveniencia. Porque sí, hacían un buen dúo. Había sido una buena jugada. Ni Gerard Depardieu y Andie McDowell. La ciudad se rendiría a sus pies y ambos podrían dar rienda suelta a todas sus ambiciones políticas y culturales. Ella alcanzaría el estrellato total como concejala de Cultura; él sería jefe de la sección en su periódico. Y ambos podrían ajustar cuentas con todos aquellos que se habían cruzado en su camino y se habían empeñado en no seguirlos. Quedaba poco tiempo.
- A ver, cariño… -comenzó con su voz de pito Mayayo. Un berrido lamentable que se interrumpió al detectar al camarero en sus inmediaciones. “Eeeeh, psch, psch”, gritó con agudo tono idéntico al de los extraterrestres de “La Invasión de los Ultracuerpos”. El hombre lo miró distraído, con cierto desdén, ajeno a su parecido con Donald Sutherland tras ser ocupado por las fuerzas invasoras en el final de la película. No quería ocupar el cuerpo del empleado de la sidrería, sólo otra “botellina” (él no la llamó según la terminología de la tierra) más.
-A ver, cariño… -repitió Mayayo. “Necesitamos algo nuevo, se nos acaba la pasta de la Noche Blanca y con algo nuevo de tu lamentable hermano no podemos contar”.
-Bueno, da igual, “Little Factory” no va mal -dijo Figueras.
“Little Factory” era el nuevo invento de Figueras, tras la debacle de su primera experiencia hostelero-cultural con el Café Teatro. Pero ahí debía repartir beneficios con Ramón Ortiz, encargado de toda la parte más dura. Apenas podría sustraer unos euros. De modo que, sí, quizás deberían pensar en algo que les diera dinero fresco y rápido.
-¡Un crowfunding!
-¿Un qué, ho? -Mayayo comenzaba a mostrar signos inequívocos de embriaguez. El desayuno con dos botellas de tintorro cosechero de la casa en la Belmontina, un vermú – no, perdón, tres - en compañía de su amado Eusebio Costa (que también abonó la cuenta del tintorro, cómo molan los funcionarios con ínfulas artísticas, pensó), más otros dos vasos de vino en el Ovetense con la presencia añadida del poetastro Diego Fuertes, le habían tenido ocupado hasta la una de la tarde en que llegó su “chica”. Después, tres botellinas de sidra más en el Ovetense, mientras desafiaba con la mirada a unos examigos que celebraban un cumpleaños en un mesa anexa y el traslado hasta la cercana Gascona tras un amago de agarrada cuando intentó burlarse con torpeza del homenajeado. Se libró gracias a la intervención de los camareros y de algunos parroquianos del local que evitaron que la provocación pasase a mayores.
-¡Crowfunding!
-¡Confunding, jijiji! Ya, ya sé – añadió con un gesto hacia atrás que casi le hizo caerse de la silla.
Se inició la tormenta de ideas con la tercera botellina.
-¡Haiku!
-¡Kiki, jijiji!
-¡Chachi!
-¡Sudoku!
-¡Caaaamareeeeeroooooooo! - gritó Mayayo antes de caerse al suelo. Su rostro, inflado y enrojecido hasta límites escandalosos, impactó con estruendo contra la acera. La silla tampoco salió bien parada, retorcida en un grotesco escorzo. Lara Figueras le pidió al caaaamareeeeerooo no retirarla: lo haría ella para que formara parte de la próxima exposición artística en el “Little Factory”. Una obra de arte auténtica. La cara de Mayayo ya había perdido toda la diversidad de tonos rojos y se mostraba como amasijo indefinido, del que era improbable extraer ninguna consecuencia ni tampoco indicio alguno. El tipo se incorporó con una sonrisa estúpida en su rostro y gritó: “¡Tamagochi!”.
-¡Harakiri! - replicó Figueras, con cierto hastío del jueguecito, al tiempo que rechazaba un nuevo vaso de sidra.
-¡Toyota!
-¡Honda y que te den! - concluyó la copropietaria del “Little Factory”.
-¡Kawasssssssssssss…! - Darío no consiguió terminar, interrumpido por una catarata de hipo. Cuando esta pasó, dijo, resoplando: ¡...aaakiii!
(Faltó Yamaha para completar el idiota circuito).
(.../...)
MANOLO D. ABAD
"De Sidras". Varios Artistas. Ediciones Alternativas, 2019
sábado, 4 de mayo de 2019
Onírica realidad
El Tocadiscos. -"Onírica realidad"
HUGO RACE FATALISTS "Taken by the dream"Glitterhouse
10 canciones. 17€.
Trotamundos incansable a medio camino entre su Australia nata e Italia, Hugo Race es uno de esos artistas de trayectoria densa e intachable, con más de treinta álbumes a sus espaldas bajo etiquetas de diversos proyectos, entre el blues y el rock fronterizo. Situado en esa tierra de nadie, una posición cómoda a resguardo de toda presión, la música de Hugo Race Fatalists fluye con sugestivo dinamismo en un rock atmosférico que acaba por empapar con su clima onírico y un romanticismo gélido a un trabajo que logra seducir desde el primer momento con la extraordinaria "Phenomenon".
La voz grave, rasgada, a veces, servida con el buen respaldo de su grupo italiano, se filtra entre unos arreglos detallistas y austeros, que dan aún más brillo a canciones como "This is desire", "Fools gold", "Smoking gun", "Bow & Arrow" o la que da título al álbum. A ello une un elenco de invitados de lujo como el grandísimo Chris Brokaw (Come, Codeine), sus viejos colegas Bryan Colechin (True Spirit) y el excepcional armónica Michelangelo Russo, la violinista Vicky Brown (Calexico), Giovanni Ferrario (Scisma, Micevice) y la cantante neozelandesa Lisa Crawley.
Siempre es un buen momento para descubrir a autores como Hugo Race a través de cualquiera de sus mutaciones. Instalado en su propio universo creativo, si se logra entrar, uno se quedará atrapado con gusto, envuelto en su peculiar planeta.
MANOLO D. ABAD
Publicado en el suplemento "Culturas" del diario "El Comercio" el sábado 4 de mayo de 2019
jueves, 2 de mayo de 2019
miércoles, 1 de mayo de 2019
Hoodoo Gurus "Death in the afternoon"
Death in the afternoon
Oh, no, seems to me to be so inhuman
Death in the afternoon
I guess we all should have seen it coming
Everybody´s always saying the things are changing
(And not a minute too soon)
I´ve been looking around but only see the same thing
Another death in the afternoon
Death in the afternoon
Oh, no, there´s murder in the hearts of many
And blood on the hands of few
Oh, no, and the pity, there´s no pity
In the carnival that never, ever closes
There´s no shortage of faceless victims
Sure it´s a freak show, but, honey, ain´t that showbizz
Convince yourself you´re so different
You are
Human suffering makes good entertainment
If you can package it all up neatly
Let all the media boys make the arrangements
The truth gets covered completely
Death in the afternoon
And it´s coast-to-coast on all the networks
And into your living room
The Ancient Romans took out all the guesswork
(Dave Faulkner)
Acetone "Don´t Cry"
At night I feel the air just slip through my fingers
In daylight sticks like glue
When I consider all the things that creep under my skin
None of them are quiet as sweet as you
So don´t cry
And If I leave and coming back I loose my way
Don´t change the locks on the back door
Cause even though my brain may be twisted and unsound
You know that my heart is true
So don´t cry
So don´t cry
So don´t cry
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