viernes, 21 de septiembre de 2018

San Pateo (Año 3). - Día 4. "El Cartel"


San Pateo (Año 3). –
Día 4. “El Cartel”

Lunes, lunes, es lunes en San Pateo. Las campanas de la plaza de la Escandalera me despiertan con el himno de Asturias a las once de la mañana con implacable puntualidad. Mientras me desperezo de la gran noche de domingo con los Real McCoyson aún en mi cabeza, se me aparece el cartel del pasado año en San Pateo. ¿Se acuerdan? ¿No? ¿Seguros? Sí, ho, esa serie de fotos del gran Ricardo Moreno, con aquella señora algo seria con su acordeón. ¿Ahora sí? Vale. Pues eso me da un poco la idea de las polémicas estériles de cada San Pateo. Nos hemos librado, por fortuna, de Javier Batalla. También hemos resistido aquella nefasta carpa Multichachiguay, a la no menos nefasta Belén Fernández Acevedo, que, de vez en cuando, asoma su siniestra cerviz para recordarnos lo molona que es y todo lo que trabajó en pos de una empresa privada desde su puestín público. Esperemos que las sentencias pendientes de Aquagest salgan pronto para sumirla en un justo y necesario silencio que la acalle definitivamente.



Este año la movida –una de ellas- vino por una empanada de carne con queso. O algo así. Como uno es omnívoro, como que me resulta algo tan estéril como otras tantas polémicas de otros tantos años. Cansinas, redundantes. A propósito: no tengo catálogo este año. ¿Cómo es posible? ¿Alguien sabe cómo es el cartel? Huy, huy, huy…



El número cuatro es el de la mala suerte para los chinos, de forma que, en muchos hoteles y pisos no existe tal número. Es el cuarto día en San Pateo y me decido a aplicarme una desaparición en toda regla, a la china… hasta el próximo lunes, que cantarían Lagartija Nick.

MANOLO D. ABAD


“El próximo lunes” es una canción de un grupo al que no veremos nunca en San Pateo, no vaya a ser que socaven los cimientos de la ciudad como ya hicieran en 1991. Ya he perdido completamente la esperanza, pero, ahora que han recuperado su formación más clásica, aprovecho para verlos en vivo siempre que puedo. Aunque tenga que recorrer muchos kilómetros…