sábado, 7 de junio de 2014

Clásicos renovados




Vetusta Blues. –
“Clásicos renovados”
Renovarse o morir, suele decirse, aunque no siempre tenga que ser así. A veces basta con marcar un territorio propio, personal, y trazar unos pequeños retoques acordes a los nuevos tiempos. Sea así o no, hace unos días vivimos el cierre de un local hostelero emblemático en la ciudad y la apertura de otro que significa el paso delante de todo un clásico de Oviedo. El primero, el Alkor, reducto adolescente de partidas de futbolín y cartas, de cerveza barata, de colegas habladores, de tabaco y alguna chica, ha sucumbido a los tiempos de botellón, ahora que todo consiste en excursiones al supermercado más cercano para aprovisionarse de licores de alta graduación con el que neutralizar cualquier atisbo de conversación y descender, cuesta abajo y sin frenos, al estado etílico más rápido y profundo.

Casi al mismo tiempo que el Alkor cerraba sus puertas, la buena gente del Campa abría un nuevo local, un amplísimo recinto para expandir ese buen rollo suyo, precios populares y un lugar que ya se ha convertido en imprescindible para muchos ovetenses.

Allí estaba con Fran Elías, todo un clásico del rock asturiano, degustando una bandeja de ibéricos y unos chipirones a la plancha, con unas cervezas, recordando los viejos tiempos de unos históricos algo olvidados: Modas Clandestinas. Me había traído una copia de trabajo del segundo álbum de su nuevo proyecto The Traveling Zoo, con el que, dos décadas y media después, ha vuelto a la pomada de composiciones, grabaciones y ensayos. Ya su primer trabajo me había impactado, él que siempre se caracterizó por la elegancia en los arreglos y grandes canciones como ese “Summertime in Willow Street” que hice sonar mucho en la programación de RPA hace un par de años. El segundo álbum de The Traveling Zoo es otra maravilla del rock compuesto con sensibilidad, arreglado con elegancia, expuesto con la sabiduría de un clásico que hace, como sólo los grandes pueden, lo que le da la gana. Y eso nos permite disfrutar de una veintena de canciones magnífica, para compartir en pequeñas distancias en sus instantes íntimos (la psicodelia suave a lo Robyn Hitchcock del eminente “What a lovely day”) o para escuchar a todo trapo con electrizantes guitarras a lo Editors o Chameleons en ese vibrante single que es “Invisible”, el tema que da título al álbum.

Y es que estos seis meses de 2014 en Asturias han dado para una estupenda cosecha de rock con interesantes trabajos de bandas como V8 Ford, Stanley Road, Blues & Decker, Mota Blues, Muñeco Vudú, Johnny Penicilina y Los Frixuelos Eléctricos, Flying Padres, Los Ruidos o esa delicia que son Peralta. Y, entre ellos, un clásico renovado como Fran Elías y sus Traveling Zoo. Otro clásico, Juan Martínez y sus “guadiana” Los Ruidos que también se han marcado un estupendo trabajo digno de mención. La fuerza de las nuevas ilusiones en nombres que han marcado muchos de los grandes capítulos de la historia reciente de la música asturiana.
MANOLO D. ABAD
Publicado en la edición papel del diario "El Comercio" el sábado 7 de junio de 2014