martes, 24 de junio de 2014

Adiós con el corazón


Crónicas de Vestuario. –
“Adiós con el corazón”

Todo este sufrimiento, todo este dolor, ¿para qué? Visto el partido contra Australia, con los cambios debidos y necesarios, se vio a una Roja como la que nos hubiese gustado ver en el decisivo partido contra Chile. No se realizaron esos cambios, no se dio paso a la frescura de Juanfran, Koke o Cazorla y el resultado es un fracaso, un doloroso e innecesario fracaso.

Al menos, tuvimos la posibilidad de despedirnos con dignidad. La de un Villa, máximo goleador de La Roja, estilete constante y con una actividad que tanto echamos de menos en un Diego Costa que ha sido el mayor fracaso que se recuerda. Ni se adaptó al estilo del equipo no ha habido posibilidad de adaptarlo al juego del seleccionado español. Habrá que estudiar si tiene sitio en un futuro once, porque visto a un Fernando Torres como hacía años que no veíamos quizás haya que pensarse muchas cosas.

Se abre ahora un período de reflexión donde hay que plantearse el recambio y la forma en que éste se va a producir. Máxime cuando, a diferencia de otros combinados campeones del mundo en otras épocas, aquí sí hay una generación capaz de suceder al equipo que más gloria ha traído al fútbol español. Uno se da cuenta de la envidia que hemos dado en estos seis años maravillosos cuando escucha a Maradona hablar y tratar de hacer sangre contra La Roja, a tantos y tantos que para sí quisieran haber podido vivir estos años de éxitos. Pelusa, preocúpese de su mediocre albiceleste, mírese el partido contra esa gran selección campeona de todo como Irán, y déjenos en paz. Porque nos levantaremos y este partido contra Australia debe ser el comienzo.

Creo que Don Vicente del Bosque puede ser la persona adecuada para afrontar este cambio si es capaz de asumir un nuevo reto, el de renovar y rearmar el espíritu de una selección de leyenda. Quizás su propia resistencia al cambio haya sido el desencadenante de lo ocurrido, pero si él se ve capaz de llevarlo a cabo, no veo a nadie mejor para construirlo. La cuestión es aplicar una cirugía, mesurada pero también implacable para que no se diluya el ánimo y para que no haya travesía en el desierto. La próxima Eurocopa espera y el tiempo no perdona las dudas.


MANOLO D. ABAD
Publicado en la edición papel del diario "El Comercio" el martes 24 de julio de 2014,