martes, 31 de mayo de 2016
lunes, 30 de mayo de 2016
Agotados de esperar el fin
Crónicas de Vestuario. -
“Agotados de esperar el fin”
Tenía que llegar el
momento. Ese día en que, cara a cara todo se desenvolviese. Ya está:
no hay ni la posiblidad del playoff. Aplauso para esos que bendijeron
a Carmelo del Pozo y sus tejemanejes. Aplauso también a Joaquín del
Olmo que se dejó bendecir durante algo más de una temporada por el
susodicho Del Pozo, mientras criminalizaba a otros que, simplemente,
trabajaban como se suele currar en este mundillo del fútbol.
Del Olmo no quiso ver,
obnubilado por el nefasto fulgor de Del Pozo. Aunque, al final,
prescindiera de él, en un guiño a la afición. El patrón estaba
muy lejos y no tenía por qué saber nada. Los chicos jugaron como
recordaban de las instrucciones del gran Mister Egea y ganaron 3 a 0.
El Señor Elías creyó que la herida se quedaría pequeña, sin
sangre. Poco sabía de una involución en el vestuario donde
mercenarios acostumbrados a hallar contratos lujosos en incautos
equipos ricos sacarían tajada por encima de todos aquellos que se
dejaron la piel y el alma como Esteban.
El resultado: alguien -no
el presidente ni nadie con supuesto mando- se cargó a Del Pozo,
pero, en realidad, siguió su espíritu, el de sus amigos, el de una
gente alejada del espíritu azul excepto para cobrar: David Generelo
Miranda y sus alineaciones.
Obligado por las bajas,
hasta plantó cara en la primera parte al Zaragoza, débil enemigo
que en otro momento hubiera sido arrasado con fuerza pero que, en los
días dubitativos que nos han tocado vivir, quizás debería ser un
rival a batir. Un gol tonto y se acabó. Una campaña a la basura.
¡Qué más podemos decir ante tanta frustración!
Y eso que el Real Oviedo
no ha jugado hoy uno de sus peores partidos. Ha habido hasta momentos
buenos. Pero la debilidad general es un lastre que se arrastra por
encima de cualquier cosa. Todo lo visto invita a una renovación, a
una limpieza profunda, para contagiar un gramo de esperanza a una
afición deseosa de esperanzarse. Como ese enamorado que quiere negar
a su amor. ¿Por qué me resulta tan familiar? ¿Y por qué me sigo
sintiendo tan mal?
Estamos en ese punto en
que ya no se sabe cuál es la solución. Quizás empezar de nuevo,
sin nadie o sólo con gente como Susaeta, David Fernández, Josete, y
todos los de la casa -Nacho López, Cervero, Diegui Johanesson, el
gran Esteban- y mandar al resto ( vale, salvo al magnífico Toché, a
Linares, a la clase de Héctor Font o Borja Valle, el alma de Omgba)
a la calle. Sí, que venga alguien y ponga orden.
El único balance válido
es el de que se podía haber conseguido y no ha sido posible.
Generelo, ya no le voy a pedir que se vaya porque no se va a ir. Sólo
que, al menos, tenga la dignidad de hacer una alineación por sí
mismo, no bajo la influencia “levantina”.
MANOLO D. ABAD
Foto:J.L.G.FIERROS
Publicado en el diario "El Comercio" el lunes 30 de mayo de 2016
viernes, 27 de mayo de 2016
El llanto de "Los Gritones"
Crónicas de Vestuario. -
“El llanto de Los Gritones”
El 14 de mayo de 2016
después del segundo espejismo en azul -el 4 a 1 al Mirandés-
escribía, ufano, el patrón Arturo Elías sobre un grupo de
aficionados a los que denominó “los gritones”. Nada he de decir
contra el patrón, quien a fin de cuentas ha conseguido meter al Real
Oviedo en el fútbol profesional, con la inestimable labor de un gran
entrenador y mejor persona como Sergio Egea. Pero, en días tan
aciagos como hoy, la vida exige decir las cosas cara a cara. Y, sobre
todo, recordar.
Cuando el mal día que
Sergio Egea dimitió, con el equipo en tercera posición, aspirando a
lo máximo, se dijo desde la dirección más alta que había que
aspirar a las dos posiciones de ascenso directo, se marcó una
frontera que, a día de hoy, señala la vergüenza y el ridículo. La
vergüenza de comprobar como no sólo no se ha cumplido el objetivo
planteado (¿fracaso?) sino que se ha conseguido destruir hasta el
hundimiento un proyecto que pintaba muy bien.
No es el momento, dicen
esos que sacan partido del peloteo, y a los que sacan los colores
equipos como el Nástic, capaz a día de hoy de lograr lo que,
supuestamente, no puede el Real Oviedo porque “no es el momento”.
Ridículo decía y ridículo añado, de ver cómo se echa por tierra
lo conseguido en dos tercios de temporada de la peor de las maneras
posibles. La inacción, el postureo, que nadie le diga al emperador
que va desnudo... Luego llegará el presidente-esfinge con un hermoso
texto en las redes sociales llamando a la épica. Demasiado tarde.
Con un entrenador con la “L” de autoescuela, que ni para dirigir
a unos alevines sirve, el camino nos abocaba a un nuevo desastre (han
sido varios). Juego de patio de colegio, táctica infame que ni para
un vídeojuego serviría. Así es el mundo de David Generelo y sus
satélites (por cierto, “asistencia” de su protegido José
Fernández en el gol del Leganés).
El proceso de
descomposición es tan grande, que la gangrena se ha adueñado de un
equipo que ya no es equipo. De un once que es una banda desorganizada
y que trata de salvar los muebles (propios) en la desbandada general.
Saca Generelo a Viti Rozada (mantén tu apellido, chaval, que Viti
sólo hay uno y fue muy grande) en un patético guiño a la grada y
nos acordamos de Esteban, de Cristian Rivera, de Cervero, de Nacho
López y, por supuesto, por supuestísimo, de Diegui Johanesson. Ahí
nos hemos dejado la esencia azul. Ahí se perdió el alma. Ahí han
comenzado los constantes ridículos, un largo final, insoportable y,
casi diría, intolerable fin. “El corazón del hombre necesita
creer algo, y cree mentiras cuando no encuentra verdades que creer”,
decía mi admirado Mariano José de Larra. A día de hoy, hemos
comprobado que ni tan siquiera podemos creer en las mentiras. Y el
llanto de los “Gritones” exige un último gesto de misericordia
ante tanto sufrimiento: ¡David Generelo, váyase!
Reportaje fotográfico: J.L.G. FIERROS
Publicado en el diario "El Comercio" el viernes 27 de mayo de 2016
jueves, 26 de mayo de 2016
martes, 24 de mayo de 2016
The Walkabouts "Heartless"
This is where it starts
This is... where it stops
And when it finally stops
I hope, starts right up
Walk the glitter mile
Past hotels of sand
People say'n lots of things
Ain't my job... to listen
I don't believe
What they say you've done
Don't believe in anything
Anything that lasts for long
Everytime I change my mind...
You say I'm heartless... but I want the same thing as you
This is where it stops
This is... where it starts
And when it finally starts
I hope it pulls right up
Everytime I change my mind...
You say I'm heartless... but I want the same thing as you
Why do ya say
They built this desert in our way?
Open your eyes
Watch it slowly come alive
Somethin' new
Changin' into somethin' new...
Somethin' that I... saved for you
Everytime I change my mind... everytime I change my mind
You say I'm heartless... but I want the same thing as you
Everytime I change my mind... everytime I change my mind
You say I'm heartless ... but I want the same thing as you
Hmmmmmm something new... something new...
Something new... something new...
lunes, 23 de mayo de 2016
Graham Parker "Between you and me (1976)"
All I knew were the lights in the harbour,
All I saw was the flash in my head, yeah,
And that's all that's left between you and me, oh yeah,
Said that's all that's left between you and me.
Next thing I knew I was being carried out to sea
Somebody whispering, ";Hey what is wrong with me?"; yeah.
And that's all that's left between you and me, oh yeah,
Said that's all that's left between you and me.
Say, did you realize when this bit came to be ?
Yeah it's always in somebody's eyes
When they really don't want to see, yeah.
All I knew was the storm crashing arou-ou-ou-ou-ound,
Nothing more than silence, not even a sound, yeah.
And that's all that's left between you and me,
Said that's all that's left between you and me
And that's all that's left between you and me, yeah yeah yeah,
Said that's all that's left between you and me, bop bop
Between you and me, bop bop, between you and me, bop bop,
Between you and me, bop bop, between you and me, bop bop
Una final, no: el final
Crónicas de Vestuario. -
“Una final, no: el final”
¿Cómo se ha podido
tirar a la basura una temporada como la que el Real Oviedo llevaba
hasta el fatídico mes de febrero con la dimisión de Sergio Egea?
¿Cómo se puede perder un partido ante un equipo desesperado como el
Almería tras adelantarse en el marcador? ¿Cómo se van
desperdiciando, una tras otra, las oportunidades de ascenso que nos
conceden nuestros máximos rivales?
Tras este nuevo desastre
sólo queda mantener la calma. Y eso resulta una tarea ardua tras
contemplar al ciclotímico once azul, que se deja conducir al marasmo
por su total falta de actitud, por su poca cabeza y, hoy demostrado
de forma preclara, por la ineptitud total de su entrenador. Tras una
primera parte impecable donde el cuadro ovetense mandó sobre la
ansiedad de un conjunto como el almeriense sumergido en un hondo
precipicio (las caras de desesperación de sus jugadores,
desencajados, eran todo un poema), los de David Generelo se dejaron
ganar terreno, entre la soberbia y la incapacidad para solventar la
avalancha suicida de los andaluces.
Un segundo acto que había
comenzado inmejorable con el gran gol de Miguel Linares, se perdió
por los garrafales errores de un entrenador que no supo responder a
los movimientos a la desesperada de Fernando Soriano, nuevo en su
plaza, pero con muchos más arrestos que el pacense. Lanzó a su
artillería a la locura, con la entrada del experimentado Kali Uche y
Chuli y venció a la incapacidad de Generelo para leer el envite.
Empuje, fe, fuerza desmedida e incontrolada, armas suficientes para
vencer a jugadores como el desaparecido Míchel Herrero, náufrago
total en el centro del campo, o el indolente Fernández, coladero por
la derecha al que, por desgracia, ya nos hemos acostumbrado a
padecer. Falta de actitud más caos táctico convirtieron a los
almerienses en campeones de la Champions y los azules sucumbieron, de
nuevo, con un enorme estrépito, sin paliativos, entregados a sus
deficiencias de todo tipo, destinados a tirar una temporada que podía
haber sido maravillosa. Miren el vestuario del Nástic de Tarragona,
otros recién ascendidos y aprendan que sólo con convicción y
actitud los milagros pueden hacerse realidad. Bueno, eso y una mínima
dirección táctica y técnica.
Si David Generelo
conservase un mínimo de dignidad y, a la vista del repaso táctico
que le ha dado hoy otro entrenador novel como Fernando Soriano,
presentaría su dimisión. Por el bien del escudo que representa y de
la afición que está detrás de él. Basta de estos ridículos
constantes, de esta insistencia en un desastre cada vez más
insoportable.
MANOLO D. ABAD
Foto: J.L.G. FIERROS
Publicado en el diario "El Comercio" el lunes 23 de mayo de 2016
Plaza del Carbayón, 3
Vinilo Azul. -
“Plaza del Carbayón, 3”
Los senderos que jalonan
nuestras vidas se vuelven, muchas veces, intrincados como un
laberinto imposible de desenredar. Siempre recuerdo esa escena de “La
Huella” -magnífica, como toda la película- en la que Michael
Caine trata de encontrar a Lawrence Olivier a través de un jardín
con escondrijos imposibles, anticipo de todo lo que veremos después
en una obra maestra, imprescindible. En otras, es la casualidad la
que nos reúne y nos sitúa cerca, muy cerca. Y una gran casualidad
es la que ha querido que el encuentro con Luis Arias Argüelles-Meres
haya llegado en diversas vías. Primero, coincidiendo en estas
páginas de EL COMERCIO, sobre todo en la sección deportiva donde
hablamos de ese Real Oviedo de nuestras esperanzas en tantos días y
análisis postpartido de esta temporada donde seguimos albergando
grandes esperanzas de regreso a la categoría que nos corresponde.
Segundo, habiendo tenido el gran honor de sucederle hace unos meses
en el palmarés del Premio de la Crítica de la Asociación de
Escritores de Asturias de columnismo literario. Y tercero, teniendo a
la Plaza del Carbayón como uno de nuestros ejes vitales.
Casualidades o
causalidades, aquí estamos, compartiendo estas páginas, en la tarea
de ofrecer estampas de un Oviedo que había sido negado en virtud de
unos “principales” de un régimen que sigue dejando el olor, el
(mal) sabor y el precio de sus cadáveres en forma de palacios, de
ruinosas inversiones, de tétricos desechos, de deudas que todos los
ovetenses deberemos pagar, de una mentira que muchos han mantenido
para satisfacer sus propios intereses económicos y sociales. Frente
a esos, más preocupados por la “l” de una preposición en un
“Martes de (¿del...? por favooor) Campo”, están otros
columnistas a quienes les interesa escribir de problemas reales, de
los 1200 euros que cada ovetense pagará por una gestión nefasta, de
la ruina de muchos lugares de la ciudad, de la catastrófica gestión
política que nos ha abocado a este marasmo en Oviedo. Luis Arias
Argüelles-Meres es uno de esos finos y comprometidos analistas que
no se atemorizan ni se dejan callar. Sus columnas lo atestiguan para
bien del periodismo y para bien de la conciencia de la ciudad y de
los ovetenses.
En una vía completamente
distinta a esa, pero también muy relacionada, pues ofrece una visión
íntima, muy ligada a sus vivencias y alejada del tono
carpetovetónico y autocomplaciente de otras publicaciones, están
los artículos reunidos en su reciente “Desde la Plaza del
Carbayón. Vivencias 1957-2016” (Septem Ediciones), compendio de su
labor para la aventura emprendida por este diario de cara a los
domingos desde abril de 2015 en la contraportada de estas páginas
que tienen en sus manos. Para cerrar el ciclo de causalidades y
casualidades, tendré el inmenso privilegio de hacer los honores al
propio autor -con la inestimable ayuda del también colaborador de El
COMERCIO Iván de Santiago- en la presentación del libro que tendrá
lugar el jueves 2 de junio en la Librería-Café Santa Teresa en
Oviedo, muy cerquita de esa Plaza del Carbayón, crucial enclave
común que me relaciona con un escritor esencial para comprender esa
nueva ciudad que los ovetenses queremos reconquistar aunque nos
cueste sufrimiento, trabajo y dinero.
MANOLO D. ABAD
Publicado en el diario "El Comercio" el domingo 22 de mayo de 2016
viernes, 20 de mayo de 2016
Editors "What is thing called love"
I've been your lover for the last time
All the pretending; God knows that we tried
I've been the doctor for the last time
If we weren't so good at it we'd have both been fine
I knock you down
Bruise you with my words
I patch you up
Now it's your turn
What is this thing called love that you speak?
We're out of it, we're out of it
What is this thing called love that you speak?
We're out of it, we're out of it
We built this city, now we tear it to the ground
This fight is over, hear the bell ringing out
At the end of the final round
And you knock me down
Cut me with a stare
You patch me up
Now it's my turn
What is this thing called love that you speak?
We're out of it, we're out of it
What is this thing called love that you speak?
Cause we're out of it, we're out of it [x2]
Nacha Pop "Alta tensión"
Los cables de alta tensión
Atravesados en el callejón
Espérame en el portal
Nadie sabe que eres especial
Los voltios que iluminan tu corazón
Se están perdiendo en el aire
Las nubes se descargan sin avisar
De un apagón en la calle
Los cables de alta tensión
Desde tus manos a mi corazón
Estoy fundiendo la luz
Entre tú y yo queda un rayo azul
Los voltios que iluminan esa pasión
Se están perdiendo en el aire
El viento se los lleva lejos de ti
Agárrate a los cables
Ya no me pregunto donde estás
Un punto luminoso viene y va
U2 "One"
Está mejorando, o sientes lo mismo?
Será más fácil para ti ahora que tienes alguien a quien echarle la culpa?
Dices…Un amor, una vida, cuando es la necesidad de uno en la noche.
Un amor, llegamos a compartirlo,
Te deja cariño, si no lo cuidas.
Te decepcioné o te dejé un mal sabor en tu boca?
Actúas como si nunca hubieras tenido amor y quieres que yo prescinda de ello.
Bueno, es muy tarde esta noche para sacar el pasado a la luz.
Somos uno, pero no somos lo mismo.
Tenemos que sostenernos el uno al otro…Uno
Has venido aquí para el perdón
Has venido para levantar a los muertos
Has venido aquí para hacer de Jesús con los leprosos en tu cabeza?
Te pedí demasiado, más que mucho
No me diste nada, ahora eso es todo lo que tengo.
Somos uno, pero no somos lo mismo.
Bueno, nosotros nos herimos mutuamente y entonces lo volvimos a hacer.
Dices que el amor es un templo, el amor una ley suprema,
El amor es un templo, el amor, la ley suprema.
Me pides que entre, pero luego me haces gatear.
Y no puedo aferrarme a lo que tienes, cuando todo lo que tienes está herido.
Un amor, una sangre, una vida, tienes que hacer lo que debes.
Una vida uno con el otro: Hermanas, hermanos,
Una vida, pero no somos lo mismo.
Llegamos a sostenernos el uno al otro, sostenernos el uno al otro.
Una vida, una.
jueves, 19 de mayo de 2016
Doves "Last broadcast"
I was thinking about what you said
I was thinking about shame
The funny thing you said
Cause it's better not to stay
Sure enough if you feel nothing
You're better off this way
Gets to the point where you can't breathe
It's the last word
I can see it standing
So here we are
At the last broadcast
Here we are
Our last broadcast
Sun on faces made us feel alive
The colours of the sky
Southern trees, made us enemies
Who knows the reason why?
You can't escape yourself
You can't just fall away
It comes to the point when you feel nothing
This is the last time
Cause I can see it in your eyes
So here we are
At the last broadcast
Here we are
Our last broadcast
This is
The last broadcast
Here we are
Our last broadcast
lunes, 16 de mayo de 2016
Edwyn Collins "It´s right in front of you"
You still describe it as your latest undertaking
It seems to me it's been a lifetime in the making
And somehow it won't come right
Somehow it won't come good
Somehow it won't come easy
Not that you thought it would
You're feeling tired you're feeling dissipated
This is not what you anticipated
And somehow it won't come right
Somehow it won't come good
Somehow it won't come easy
Not that you thought it would
But it's there, right in front of you
Just keep on striving
As if that were enough in itself
Why don't you stand back a bit
And consider the view of somebody else
These aren't times for seeking perfection
You could look back upon these days with affection
When somehow it all came right
Somehow it all came good
Somehow it all came easy
Just like you knew it could
'Cause it's there
It's right in front of you
Yes, it's there right in front of you
It seems to me it's been a lifetime in the making
And somehow it won't come right
Somehow it won't come good
Somehow it won't come easy
Not that you thought it would
You're feeling tired you're feeling dissipated
This is not what you anticipated
And somehow it won't come right
Somehow it won't come good
Somehow it won't come easy
Not that you thought it would
But it's there, right in front of you
Just keep on striving
As if that were enough in itself
Why don't you stand back a bit
And consider the view of somebody else
These aren't times for seeking perfection
You could look back upon these days with affection
When somehow it all came right
Somehow it all came good
Somehow it all came easy
Just like you knew it could
'Cause it's there
It's right in front of you
Yes, it's there right in front of you
domingo, 15 de mayo de 2016
Carrera contrarreloj
Crónicas de Vestuario. -
“Carrera contrarreloj”
Estamos en el momento
decisivo de la temporada. Ese en el que no se debe dudar, en que la
fe ha de guiar cada camino, a cada persona y, por supuesto, al
colectivo. Ese momento en que da igual si los deberes estaban hechos,
los méritos acontecidos, lo que se haya podido poner a lo largo de
una campaña larga que ha dejado en las filas azules cicatrices y
zanjas de credibilidad que deben quedar en un segundo plano. La cima
está cerca y nada debería representar un obstáculo a la hora de
conseguir ese objetivo. Dejaremos los reproches para los días
aciagos o para cuando llegue el momento del balance. Pensaremos,
incluso, que David Generelo Miranda es Vicente Miera o Jabo Irureta.
Mejor no les recuerdo a Sergio Egea, ¿no?
Un resultado como el de
hoy nos hace concebir esperanzas. La esperanza lenta, como en esa
vieja canción de Nacha Pop. Esperanza al fin y al cabo, como el alma
azul que nunca se cansa, que jamás se morirá. Es la que veo en el
amigo de mi padre Santos Muñoz, quien a sus noventa y seis años
acude, fiel, cada día de partido, llueva o nieve. Está también en
Lucas, el pequeño chavalín vecino en la casa de mi madre -conectado
a una máquina cada noche para contrarrestar una terrible enfermedad-
cuya mayor ilusión es el destino del once azul y del que siempre
hablamos cada vez que nos encontramos en el ascensor, de camino o de
vuelta del cole. Piensen en ellos, porque esa es la energía que hace
grande la esperanza. Y ante el Mirandés ha reverdecido ese alimento
necesario, imprescindible para seguir adelante, un día más.
El Mirandés es uno de
esos conjuntos que venera el fútbol natural, el de la búsqueda
-casi desesperada- del gol, un equipo que honra al balompié y, a
veces, roza la gloria. Quizás los mimbres no sean los de otros más
atribulados, pero esa honestidad de los de Carlos Terrazas les ha
asegurado plaza en una tierra de lobos como la Segunda División,
donde priman los cuadros aguerridos, la destrucción y el orden casi
militar. Frente a eso, los de Miranda de Ebro se lanzan a la ofensiva
por centro, banda y aire como unos kamikazes japoneses en la II
Guerra Mundial. Objetivo: el gol. El Real Oviedo supo neutralizarles
con un buen cerrojo en el centro, las dosis de suerte necesarias y un
Rubén Miño providencial en una primera parte donde los dos equipos
golpearon a rostro descubierto, con la ventaja de que los ovetenses
ya habían hecho sus deberes de cara al gol con el tanto de Erice en
el minuto cinco.
La segunda parte nos
deparó hasta contraataques bien planteados -asignatura pendiente
toda la temporada- como el que culminó Borja Valle y el tiempo para
disfrutar de cierta placidez con la que hacer cuentas y alimentar las
esperanzas en esta carrera contrarreloj a la que se han empeñado las
circunstancias (la dimisión de Egea y la pretemporada de Generelo,
que ya parece haber pasado).
De modo que volvamos a
soñar. O a mantener la esperanza lenta en nuestro corazón. Decía
Martin Luther King Jr.: “Debemos aceptar la decepción finita, pero
nunca perder la esperanza infinita”. Vayan a Almería con la fe
necesaria que les conculcan tantos y tantos azules que, a pesar de
tantos reveses en las últimas ocho semanas, aún siguen creyendo,
aún esperan sin caer en la desesperación.
MANOLO D. ABAD
Reportaje fotográfico: JOSÉ LUIS GONZÁLEZ FIERROS
Publicado en el diario "El Comercio" el domingo 15 de mayo de 2016
miércoles, 11 de mayo de 2016
The Only Ones "Another girl, another planet"
I always flirt with death
I look ill but I don't care about it
I can face your threats
And stand up straight and tall and shout about it
I think I'm on another world with you, with you
I'm on another planet with you, with you
You get under my skin
I don't find it irritating
You always play to win
But I won't need rehabilitating, no no
I think I'm on another world with you, with you
I'm on another planet with you, with you
I look ill but I don't care about it
I can face your threats
And stand up straight and tall and shout about it
I think I'm on another world with you, with you
I'm on another planet with you, with you
You get under my skin
I don't find it irritating
You always play to win
But I won't need rehabilitating, no no
I think I'm on another world with you, with you
I'm on another planet with you, with you
Another girl, another planet
Another girl, another planet
Space travel's in my blood
And there ain't nothing I can do about it
Long journeys wear me out but
I know I can't live without it, I know
I think I'm on another world with you, with you
I'm on another planet with you, with you
Another girl is loving you now
Another planet is holding you down, another planet
domingo, 8 de mayo de 2016
Clásico de clásicos
Vinilo Azul. -
“Clásico de clásicos”
Los años nos han
mostrado múltiples caras de la noche en Oviedo. Sin embargo, hay una
que permanece impasible a los tiempos: el Diario Roma. Celebra el
emblemático local la treintena en un estado de forma inmarchitable,
como ese clásico de la noche ovetense que es. Su nocturnidad nos
devuelve a otros tiempos y, a la vez, nos conserva perdurables frente
al paso de los años. Los Doors, AC/ DC, Motorhead o los Stones
seguirán sonando cada sábado en la lista de un siempre impertérrito
Salgado, que te saluda desde el otro lado de la barra para reforzar
la convicción de que el viaje ha merecido la pena, que has escogido
la vía correcta cuando el cruce de caminos te planteó un millón de
dudas hace ya muchos años. Solo su gesto ya vale por treinta mil
palmadas en la espalda de cualquier otro. Si hay la posibilidad de
que el local no esté abarrotado, Salgado podrá sorprenderte con su
conversación, con un brindis -bebo el mismo cava que él cuando la
ocasión lo requiere- o, simplemente, ver cómo se esmera en que
suenen los Twilight Singers o Mark Lanegan y te hará plantearte todo
lo que pudo haber sido y no fue en estos treinta años de recta
travesía en torcidas aguas.
Salgado es un
superviviente y el Diario Roma el clásico de la noche rockera
ovetense. Mi buen amigo Jorge Alonso me insiste, recordando un
artículo suyo en EL COMERCIO que tuvo réplica en esta misma
columna: “¿Ves? Este es el Oviedo rockero al que me refería.
Clásico e irreductible”. Juanjo Cima -artífice del Vinoteo y un
montón de excitantes aventuras gastronómicas más- nos convida a
unas cervezas. Está desatado y Alonso flipa cuando le cuenta que ha
visto ¡treinta y nueve veces! a Eric Clapton. Me mira y me vuelve a
preguntar: “¿de verdad que...?”. Río, mientras el de Lugones me
abraza y me grita al oído. Sí. Es un sábado más en el Diario
Roma. Hay gente pero no te encuentras como en otros locales donde
cada empujón es una disputa para que un niñato (o, peor aún, un
ajado ex-niñato) se exhiba ante la amante ocasional de turno con una
música perrera y en medio de un mar de seres que no quieren ser
humanos, mientras, lo más seguro, su mujer esté en casa cuidando de
la prole. Aquí, sí, hay clásicos, pero de la resistencia. La
vital, como la del propio Salgado o la de quien les escribe; la de
los que han decidido su propio camino contra viento y marea, al
margen de los dictámenes que marcaba aquella tremenda canción de
los Godfathers “Birth, school, work, dead”. Todo ello siendo unos
clásicos auténticos, sin variar el gesto de duros, de los duros que
han encarado las bofetadas de la vida con el rostro imperturbable de
un héroe del spaguetti-western.
Sí, en esta diversidad
encontramos las nuevas sensaciones de locales recientes que nos
animan la vida como la Lata de Zinc, La Salvaje, el Sol y Sombra, el
Serie B o el Fauno que, progresivamente, van tomando el relevo
nocturno de la ciudad. Pero, siempre, como un viejo amigo al que no
cultivamos lo suficiente, es un placer recogerse, recorrer viejos
pasos y darse una vuelta, a brindar por los treinta años del Diario
Roma, por la resistencia en ese terreno pantanoso que es la noche
-más aún si es en pleno casco antiguo- y brindar con Salgado y todo
su equipo por esos “buenos tiempos” que el grupo madrileño La
Frontera cantó que volverían algún día. Felicidades por esos
treinta años, clasicazos.
Publicado en el suplemento "El Comercio de Oviedo" del diario "El Comercio" el domingo 8 de mayo de 2016
La "L" de autoescuela
Crónicas de Vestuario. -
“La L de autoescuela”
Pues nada, que seguimos
de pretemporada en mayo. O la pretemporada de quien necesita una
larga pretemporada y quizás unas cuantas más: David Generelo. Aquí
ya no quedan más excusas ni más que decir que el responsable de
este verdadero desastre que es el Real Oviedo en estos momentos tiene
nombre y apellidos. Llevamos dos meses donde -salvo el espejismo de
la Ponferradina- hemos asistido a la destrucción de un estilo, a la
demolición de unas señas de identidad, a un completo desbarajuste
donde se impone el fútbol de mentira -ese que basa el dominio en el
porcentaje de la posesión- y la negación del principio básico de
la competición (marcar goles, a ser posible uno más que el
contrario, por si a alguno aún no se lo habían enseñado en la
escuela).
La primera parte de este
equipo sin profundidad, sin ritmo, que pasa y repasa el balón en
zona central, siempre con centro de seguridad hacia atrás, jamás
hacia adelante salvo en un puntapié lo más lejos posible, una y
otra vez de una banda a otra como si de una pachanga se tratase,
pareció el de un conjunto que se encuentra en el inicio de la
pretemporada. Inofensivo. Presa ideal para onces inferiores pero
hambrientos, desesperados, que saben esperar su momento para golpear
entre tanta absurda monotonía.
Tras el lamentable -uno
de tantos en estos dos meses de vía crucis tras la dimisión de
Sergio Egea- partido ante el Huesca, un veterano seguidor me abordó
y me dijo: “Oye, ¿qué hay que hacer para echar a esti, que lleva
la “L” de la autoescuela de entrenadores?”. No me quedó otra
que encogerme de hombros y tratar de ser positivo, de esperar que
este desastre escampase como supongo que todos los seguidores azules
soñaban.
Pero no. Va a ser que no. Que mientras haya un entrenador
en prácticas al frente esto no va a tener remedio. No habrá ritmo,
no habrá profundidad, se recurrirá a la penetración por banda sólo
en caso de desesperación, se dormirá el balón en un mareo en pos
de ganar la estadística de la posesión (que, repetimos, no da
puntos ni es la esencia de este deporte) a ser posible en zonas
inofensivas y se buscará un balón largo de vez en cuando en un
patadón a ver si por ahí se cae Toché y engancha un golito.
Siempre le quedará el consuelo a Generelo y quienes le avalan de
haber conseguido, en un cursillo rápido e intensivo, matar la
práctica totalidad de ilusiones de ascenso, en tirar una campaña
por la borda de la manera más burda y ramplona.
Foto: JOSÉ LUIS G. FIERROS
Publicado en el diario "El Comercio" el domingo 8 de mayo de 2016
Publicado en el diario "El Comercio" el domingo 8 de mayo de 2016
jueves, 5 de mayo de 2016
The Cruel Sea "The Honeymoon is over"
Well you can't sleep in my bed no more
You can't a-ride in my car
I won't let you cook for me baby
It's never gonna get that far
I'm gonna send you back to wherever
The hell it was you came
And then I'm gonna get this tattoo
Changed to another girl's name
Oooh it ain't no fun no more
I don't know what to say
The honeymoon is over
It's never gonna be that way again
Well you can't biro my shirts no more
You can't a-make a-love to me
I won't roll by your church no more
That's the way it's gonna be
Should have left you baby
Back in that last town
Cos the kind of fool you made me feel
I'll never live it down
You can't a-ride in my car
I won't let you cook for me baby
It's never gonna get that far
I'm gonna send you back to wherever
The hell it was you came
And then I'm gonna get this tattoo
Changed to another girl's name
Oooh it ain't no fun no more
I don't know what to say
The honeymoon is over
It's never gonna be that way again
Well you can't biro my shirts no more
You can't a-make a-love to me
I won't roll by your church no more
That's the way it's gonna be
Should have left you baby
Back in that last town
Cos the kind of fool you made me feel
I'll never live it down
Oooh it ain't no fun no more
I don't know what to say
The honeymoon is over
It's never gonna be that way again
A ma-ma-ma ... (x2)I don't know what to say
The honeymoon is over
It's never gonna be that way again
martes, 3 de mayo de 2016
"Noise" recuperado
Crítica. Música.
-
"Noise recuperado"
TRIÁNGULO DE AMOR
BIZARRO
Lata de Zinc, Oviedo.
Viernes, 29 de abril de 2016.
Celebraba la emblemática tienda de discos ovetense Alta Fidelidad su décimo aniversario y hacerlo con una banda como Triángulo de Amor Bizarro dice mucho de las intenciones de su responsable -Alberto Izquierdo- ahora que cierto indie se ha convertido en el sustituto del pop-rock de otras épocas. Aquí hay una raíz que entronca con lo expuesto a principios de los 90, sin coartadas generacionales, pleno de electricidad y sabiendo conjugarlo con melodías que se filtran entre esas toneladas de ruido que caracterizaron al indie que alimentaba esperanzas en Benicàssim a mediados de los 90.
Los gallegos han logrado en su último álbum -"Salve Discordia"- matizar toda su potencia distorsionada en canciones que saben manejarse a través de estribillos irresistibles. Todo lo que habían sugerido en entregas anteriores explota con todo su colorido entre paredes de pura electricidad que remite a tiempos que ya creíamos perdidos. Enroscados en esa recuperación, consiguen reventar plenos de matices, ya sea desde el recurso a la psicodelia sosegada llevada a la catarsis desde el crescendo, como en los estallidos que no se han dejado en este camino desde que les contemplásemos por primera vez en mayo de 2007 en el añorado festival "Intersecciones". El camino no les ha domado, sino que ha descubierto nuevas virtudes que han conseguido explotar al máximo en este nuevo álbum y en unas actuaciones donde saben dosificar matices y energía con la mano sabia de quien ha aprendido a distribuir todos sus recursos, ya sean a través de envenenar de electricidad sus innegables virtudes pop como de envolverse en las indomables espirales sónicas ruidosas con las que impactaron en sus orígenes. Un grupo en crecimiento y en un estado de forma envidiable.
MANOLO D.ABAD
Publicado en el diario "El Comercio" el martes 3 de mayo de 2016
El tiempo de los supervivientes
Crónicas de Vestuario. -
“El tiempo de los supervivientes”
Según va acercándose el
final de esta larga travesía que es la Liga de Segunda División van
aflorando los nervios y, sobre todo, la necesidad imperiosa de
puntuar al precio que sea. El coste acostumbra a ser muy alto, casi
tanto como el premio a lograr. Conscientes de ello, los azules -sin
cuajar ni de lejos un buen partido- consiguieron salir vivos del
choque ante el Córdoba, en una prueba de supervivencia donde
mostraron el coraje que requería la ocasión.
Los andaluces crearon
innumerables ocasiones pero hoy la suerte no estaba de su lado. Se
encontraron, además, a un Rubén Miño infranqueable que cuajó una
estupenda actuación, sólo superada por un completo Josete tanto en
misiones defensivas como en las de ataque, que coronó, además, con
un gol. Todo lo contrario de un Héctor Verdés que volvió a ser
expulsado -¡cuarta vez en esta temporada!- y obligó a que sus
compañeros redoblaran las fuerzas para superar la agonía de más de
media hora en inferioridad.
No era un día para
manifestaciones excelsas de gran fútbol. Sólo importaba la
supervivencia. Mantener a cero la portería para gozar de los tres
puntos conseguidos con el gol de Josete. Poco más que lucha sin
cuartel podían ofrecer los azules ante un rival que manejaba el
partido y creaba constantes ocasiones de gol. Salir indemnes de la
prueba y con el importante botín a salvo era el único objetivo. Se
volvieron a malograr contraataques, como uno clamoroso que marró
Borja Valle, pero, al final, no hubo que lamentarse de las ocasiones
perdidas, como sí que habrán hecho los discípulos de Oltra.
El equipo mantiene sus
opciones y todos nos agarramos al clavo ardiendo de los resultados, a
falta de otras virtudes. Siguen sin convencer los de Generelo, pero
se conservan las esperanzas, lo más importante, lo verdaderamente
trascendental. Ya habrá tiempo para hablar de otros asuntos: ahora
son los puntos y los resultados los que mandan sobre cualquier otro
argumento. Es hora de sobrevivir y nada más. Toca olvidarse de todo
y alimentarse de esperanza, borrar cualquier memoria de un juego que
cada vez está más lejos del que nos situó en vanguardia y sumar
los mayores puntos posibles con los raquíticos valores que adornan
al conjunto de Generelo. Pequeño consuelo el tener que asirse al
coraje pero ahora es el tiempo de los supervivientes y de obtener los
máximos premios sin pensar en nada más.
MANOLO D. ABAD
Reportaje fotográfico: J.L.G.FIERROS
Publicado en el diario "El Comercio" el lunes 2 de mayo de 2016
Suscribirse a:
Entradas (Atom)