domingo, 14 de julio de 2019

Magia Alternativa









Crítica. Música. -Magia alternativa”


EL PUEBLO CONTRA FERNANDO ALFARO Y ANTONIO ARIAS
Jardín Botánico, Gijón.
Viernes 12 de julio de 2019.

La pregunta siempre recurrente ante todo artista: el proceso creativo y todas sus manifestaciones. Esa y más cuestiones se plantean y recorren un show único en su especie donde dos de los creadores de una generación perdida pero con tanto que decir, se desnudan ante el público sin tapujos, con una honestidad tal que ya quisieran otros para sí.


El resultado es una sesión inusual, un combate a dos donde el k.o. le llega a la audiencia, atónita ante las revelaciones de cómo surgió tal canción, o cómo un tema vino a través de un amigo torcido que se dejó llevar por la mala vida hasta el fin de una muerte. En ese estado, al borde del precipicio, en las entrañas de la existencia, es dónde se encuentra un lugar donde Fernando Alfaro y Antonio Arias se citan para dialogar sin complejos de todo. De lo que pudo ser, de lo que no fue. De los amores vistos según su prisma, el de Alfaro con “Efervescente”, el de Arias con “La Curva de las cosas”, en un ejercicio estimulante y revelador.



Las cervezas sobre la mesa, uno a cada lado con su acústica, un tono a veces confesional, otras retador, siempre en la simbiosis de quien tiene tantos puntos en común, deviene en un fluir por el mismo río: Leonard Cohen y su “Hallelujah”. Porque ambos coincidieron: uno en “Omega”; otro, antes – y bien que se lo reprochó Fernando – en “Family Album I”, el gran minilp de versiones de Surfin´ Bichos. Luego, llegan historias paralelas, como el “Santos que yo te pinté” de Los Planetas, apócrifa letra de Antonio y sus derivadas en Los Evangelistas con esa espeluznante canción basada en un poema de Manuel Machado “Yo poeta decadente”, que Arias desgrana con la descarnada lucidez de aquel que vive esa historia de fatal desamor. La piel se pone de gallina.



Hemos dado vueltas y vueltas hasta llegar a lugares insólitos como los que nos proponen Fernando Alfaro y Antonio Arias. Si esto fuera suficiente (y justo) para recuperar toda la cosecha que han dejado en tres décadas – con sus altibajos, sí, pero siempre rayando al máximo nivel de exigencia – ya valdría la pena el encuentro, este gran encuentro.

MANOLO D. ABAD
Reportaje fotográfico: ALBERTO CEAN

Publicado en el diario "El Comercio" el domingo 14 de julio de 2019