domingo, 27 de octubre de 2013

Ajedrez inesperado


Crónicas de Vestuario. –

“Ajedrez inesperado”

En los últimos años de su historia, el Real Oviedo parece abocado a protagonizar la obra de Roahl Dahl “Relatos de lo inesperado”, los cuentos que inspiraron la serie televisiva “Alfred Hitchcock presenta”. Unas narraciones donde siempre surgía un elemento que truncaba una situación que, en principio, parecía bien encarrilada y que iba complicándose como un enredadera en una tapia. Hasta concluir en un sorprendente final.

Si la semana había sido agitada en lo institucional, el partido ante el asombroso Zamora de este inicio de temporada, comenzó con la parsimonia de una partida de ajedrez. Las piezas iban desplegándose sobre el tablero a la busca de un error del contrario con el que resolver el encuentro. Los zamoranos agazapados. Los ovetenses llevando el peso del partido con un ritmo lastrado de precauciones y de dudas. Ante una semana intensa, la única de la temporada con partido en miércoles, los azules intentaban rentabilizar una chispa, un destello que sólo llegó de las botas de Annunziata, el único jugador capaz de profundizar en una primera parte de exasperante tanteo a la espera de un giro de azar en forma de error a rentabilizar.

La segunda mitad nos deparaba más ritmo de inicio, la circunstancia que podía desequilibrar el partido y ello permitió ver a un equipo algo más alegre que el circunspecto gris previo. El balón seguía negándose a entrar pero parecía que los azules podrían, beneficiados por la entrada de Eneko, cuya explosividad fue decayendo, y posteriormente de ese Señé del que siempre se espera más. La lección de la paciencia implica control -ese cuya pérdida generó las tres derrotas previas- y en ella se ha aplicado el equipo en lo que parece una de las claves para poder alcanzar el objetivo deseado. La otra es el acierto de cara al gol, asignatura donde el cuadro azul ha suspendido y que es la que, finalmente, decidió el resultado.

El tramo final nos deparaba otra narración para que Roahl Dahl la escribiese. Desde la primera expulsión en el minuto 75 de Di Biase, el partido se complicó en un recital de expulsiones, juego sucio de los zamoranos y un devenir desesperante. Ahí ya sólo cabía el recurso a la épica, pero esta vez los guionistas no estaban de la parte azul. El primer tercio de la Liga regular se completará el próximo domingo ante el Rácing, un momento que servirá para contemplar el horizonte de un grupo que nada tiene que ver con el de la temporada pasada. Así que toca olvidarse del Tenerife como comparación y establecer ese guión nuevo, el de una lucha sin cuartel, entre el ajedrez y los relatos de Dahl para que otro maestro del suspense lo filme y desear que sea en color azul.

MANOLO D. ABAD
Publicado en la edición de papel del diario "El Comercio" el domingo 27 de octubre de 2013