Ana Lena Rivera (Oviedo, 1972). Estudió Derecho y Administración de Empresas en ICADE, en Madrid, donde reside desde entonces. Después de veinte años como directiva en una gran multinacional , cambió los negocios por su gran pasión coincidiendo con el nacimiento de su hijo Alejandro. Junto a él nació Gracia San Sebastián, la investigadora protagonista de su serie de intriga.
La primera entrega, Lo que callan los muertos (Ed. Maeva, enero 2019) fue galardonada con el Premio Torrente Ballester. Su segunda novela, Un asesino en tu sombra (Ed. Maeva, febrero 2020) ocupó durante varias semanas los primeros puestos de las listas de los más vendidos.
-¿Cómo son tus días de confinamiento? ¿A qué dedicas todas las horas por delante del día?
El día a día es cómodo y productivo, estoy acostumbrada a trabajar desde casa, me gusta la calma e, incluso, la soledad (de la exterior, no de la que se siente en el corazón) y me considero una privilegiada: está toda la familia junta en casa, nadie cercano está enfermo y tenemos mucho trabajo para ocupar el día. Sólo consulto las noticias a primera hora de la mañana y a última de la noche, para reducir la ansiedad que, inevitablemente, genera todo lo que nos está ocurriendo como sociedad e intentamos llevar una vida saludable.
Escribo, estoy aprovechando para avanzar con mi próxima novela, que ya me toca entregarla. Dedico parte de mi tiempo a estar con los lectores en las redes sociales como hacía cada día antes del confinamiento y ahora, además, mantengo el contacto con los amigos en videoconferencia o por whatsapp. Hacemos yoga en familia cuatro días por semana, paso tiempo con mi peque de tres años y, cada día, a las ocho de la tarde, como desde casi todas las casas, hacemos un parón para aplaudir juntos a todos los que nos están cuidando ahí fuera.
Me faltan horas para todos los objetivos que me pongo al día.
-¿Cómo es el lugar donde vives?
Vivo en un chalet adosado con un pequeño jardín que nos da un maravilloso respiro, sobre todo con el niño. En cuanto no llueve, lo sacamos fuera. Tenemos bastante espacio y, aunque somos muchos en casa, estamos cómodos.
-¿Qué es lo que más has añorado hacer en estos días y lo que menos?
Echo mucho de menos los encuentros con los lectores: me encanta mi agenda habitual en esta época del año, llena de presentaciones, clubes de lectura, ferias, tertulias. Cuando el coronavirus llegó a España, estábamos iniciando la promo y toda la agenda de eventos se paró. Ahora nos quedan las redes sociales, que me ayudan a mantener el contacto con ellos, pero no es lo mismo. El calor que te da la gente en persona es muy distinto al de las redes. Me da mucha pena que mi hijo no pueda ir al cole y al parque para estar con otros niños y echo de menos ir al gimnasio a mis clases de zumba y yoga, me he dado cuenta que hacer deporte sola es mucho menos divertido. Lo que menos añoro es el tráfico y el ruido y eso que yo vivo en una zona tranquila, pero ahora solo escucho pájaros y grillos. Es un silencio ruidoso y bonito, para grabar y recordar.
-¿Crees que habrá un "antes" y un "después" tras este confinamiento?
Creo que habrá una crisis económica que a muchos no les permitirá volver al "antes" inmediato, también creo que olvidaremos pronto y seguiremos con nuestras vidas, pero siempre sabremos lo frágil que es la sociedad en la que vivimos, aunque no queramos recordarlo. También creo que habrá cambios políticos a nivel internacional y en la forma de gestionar las relaciones entre países. Espero, además, que este confinamiento le dé un empujón al teletrabajo, a las compras online y reduzcamos desplazamientos innecesarios y dañinos para el medio ambiente.
-¿Qué será lo primero que harás cuando termine el confinamiento?
Llevar a mi hijo al parque, dar un paseo por el campo con la familia, salir a cenar con mi marido a nuestro restaurante favorito, ver a la gente que echo de menos y, en cuanto pueda, viajar a Oviedo.
MANOLO D. ABAD