Toño Velasco es artista visual, diseñador y docente. Ha sido profesor especialista en proyectos de diseño en la Escuela Superior de Arte del Principado de Asturias. En la actualidad, desarrolla su labor docente de forma particular y es profesor de diseño y artepara alumnos de altas capacidades para APADAC. Fue miembro fundador de la revista satírica Fundición Princesa de Astucias. Actualmente vive en Oviedo desarrollando su actividad artística personal, combinando esa tarea con su labor docente a través de talleres experimentales relacionados con las artes plásticas como Reaprendiendo a dibujar y Bailando con un lápiz. También desarrolla actividades de "Live painting" como Pídeme la luna o intervenciones en vivo en diversos espectáculos musicales y teatrales.
Ha sido referenciado en medios de todo el mundo (Washington Post, El Mundo, entre otros) por sus proyectos artísticos, siendo el más conocido internacionalmente Ensayo sobre la burla. En estos momentos, ha realizado más de treinta exposiciones, entre individuales y colectivas, seleccionado como "artista del mes" en la revista Madrid Art Process e incluido en la International Portrait Gallery.
-¿Cómo son tus días de confinamiento?¿A qué dedicas todas las horas por delante del día?
Aunque en estos días y debido a la cuarentena no puedo trabajar en mi taller, me he montado un pequeño taller de campaña en casa para poder seguir pintando. Yo creo que si estuviera en una cueva, me buscaría la vida para poder hacerlo con lo que pillara. El día es muy largo y he aprovechado para escribir algo, arreglar esa página web que tenía sin actualizar desde el año de la polka y jugar al ajedrez online. Con tanto tiempo en casa me ha dado hasta por cocinar. Nos acompañan dos perros (Bobby y Rita) que tenemos que sacar tres veces al día (eso sí, cerquita de casa) y, la verdad, es que tengo mucha suerte de estar confinado con una mujer maravillosa que me hace muy feliz y disfruto mucho de su compañía.
-¿Cómo es el lugar donde vives?
Es un piso muy bonito que da a la Antigua Fábrica de Gas en Oviedo. No tenemos terraza, pero es muy soleado y confortable.
-¿Qué es lo que más has añorado hacer en estos días y lo que menos?
Añoro la calle -soy muy callejero y me encanta el casco antiguo- pero también tengo muchísimo "mono" de mar y naturaleza: teniéndola tan cerca la siento muy lejana. Y cómo no, a los amigos y la familia; aunque estamos todos en contacto, me falta eso, lo más importante, el contacto.
-¿Crees que habrá un "antes" y un "después" tras este confinamiento?
Sin duda, esta crisis será el detonante de algo que ni los más preparados son capaces de anticipar, y no seré yo el que profetice nada, pero sí establece un cambio de paradigma en la forma que entendemos la sociedad. Me gustaría creer que esto nos hará más empáticos, más sencillos, menos arrogantes, más solidarios. Creo que si supiéramos sacarle provecho a esta desgracia, podríamos sentar las bases de una sociedad mejor. Pero no hago quinielas, no es una profecía, es sólo un deseo en voz alta.
Si algo ha demostrado esta pandemia es que la globalización no solo lleva Coca-Cola a Burundi y que el capitalismo salvajeque, desde hace años pondera en esta sociedad está llegando a sus últimos estertores. Habrá que reinventarse.
-¿Qué será lo primero que harás cuando se acabe el confinamiento?
No tengo ni idea, supongo que cuando acabe el confinamiento será todo progresivo y no creo que podamos salir a la calle a abrazarnos y bailar el corro de la patata, pero eso es lo que me gustaría, sin duda. ¡Ah, y el mar... siempre el mar!
MANOLO D. ABAD