Francisco Eduardo Conde Ruiz, Conde, es músico, cantante, compositor, productor, mendigo ocasional, y escritor a ratos. Lleva en esto de la música más de treinta años, aunque todavía tiene buena pinta, a pesar de todo. Lleva compuestas más de trescientas canciones desde que empezó a componer canciones malísimas. Después de veinte años, aprendió a componer y, después de treinta, aprendió a cantar. Ha tenido infinidad de grupos: Cámara, Serie B, Mosquitos, Harry Octopus. Santos de goma y todos los que ha olvidado por el camino. Ha producido y grabado decenas de discos, trabajado con músicos de todo pelaje y de medio mundo, ha tenido compañías discográficas, ha compuesto para la televisión y el cine, llevándose unos cuantos premios por el camino, ha editado unos cuantos relatos, se ha arruinado un montón de veces, y ha triunfado una o dos. Actualmente, trabaja en solitario.
A finales de 2015 lanzó al mundo su primer disco como solista, un álbum llamado Reverville.
En 2018, editó su segundo trabajo El deshielo.
En 2020 se editará su tercer álbum, del que ya hay un par de adelantos en la calle. El disco se llama Ser sin sitio. La música está compuesta por Conde pero las letras son poemas del escritor Alvaro García. Un trabajo completamente acústico basado en las cuerdas.
Actualmente, está finalizando su cuarta obra. Un disco conceptual grabado durante la pandemia, que se llama La vida es un milagro.
-¿Cómo son tus días de confinamiento? ¿A qué dedicas todas las horas por delante del día?
Intento no repetir rutinas en la medida de lo posible y, a su vez, no cambiar ciertos hábitos (otros los cambio por completo). Me sigo afeitando, no uso pijama ni chándal (no tengo ni lo uno ni lo otro) y mis hábitos de higiene son los mismos de siempre. En fin, sigo viviendo civilizadamente, pero sin salir de casa.
Por las mañanas, escucho música, hago deporte, dedico un rato a los deberes de mi hijo, limpio un poco y ese tipo de cosas. Las tardes las suelo dedicar al trabajo. Estoy a punto de terminar un nuevo disco que ha surgido en su mayor parte durante el confinamiento, es mi primera incursión en la música electrónica. He aprovechado estos días para lanzarme a la piscina ya que sólo puedo trabajar en casa, la electrónica es barata y no necesita mucho espacio, ni colaboradores, ni casi nada.
La verdad es que estoy encantado con el resultado, pero, ahora, tengo dos discos acabados a la vez, uno acústico y otro electrónico. Igual debo visitar a un buen psicólogo.
Y, por último: además de dedicar tiempo a la familia, a cocinar y esas cosas, dedico todas las horas que puedo a la lectura.
-¿Cómo es el lugar donde vives?
Vivo en una casa con tres plantas y así es un poco más sencillo el encierro. Somos tres en casa, y dos gatos. Cuando alguien no puede más, se sube a otra planta diferente y se confina dentro del confinamiento. Bueno, en realidad, nos llevamos bastante bien, y no solemos hacerlo, pero si surge la necesidad, nos podemos aislar de los demás hasta que se nos pase.
-¿Qué es lo que más has añorado hacer en estos días y lo que menos?
Lo que más echo de menos es pasear bajo el sol, o la lluvia, tomar el aire, beber una caña fría de vez en cuando y poco más, solo añoro las cosas sencillas de la vida, el resto me da un poco igual.
-¿Crees que habrá un "antes" y un "después" tras este confinamiento?
Hay días en que soy positivo y pienso que este confinamiento hará que muchas personas abramos los ojos y descubramos la clase de agujero en el que estábamos viviendo hasta ahora, y es posible que decidamos cambiar algunas cosas, sobre todo las relacionadas con los cuidados, el cuidado de nuestro entorno, de nuestro mundo y de nuestros semejantes, el resto de habitantes del planeta. Me gustaría pensar que esta tragedia servirá para algo, que se interpretará como una advertencia. Pero, en cambio, otros días, sólo puedo pensar en la hostia monumental que vamos a recibir cuando esta pesadilla acabe y empiece el mal sueño de las consecuencias de la pandemia.
Me quedo con lo positivo, por si acaso.
-¿Qué será lo primero que harás cuando se acabe el confinamiento?
Cuando acabe el confinamiento, voy a salir a la calle y darme un largo paseo a la orilla del mar. Tras esto, me sentaré en alguna terraza abierta y pediré una cerveza helada (hace dos meses, habría encendido un cigarrillo y lo hubiera fumado al sol, pero ahora ya no, ya que he aprovechado el apocalipsis para dejar de fumar), y, después, me iré directamente a la peluquería, ya que seguro que tendré cierta urgencia.
MANOLO D. ABAD