domingo, 27 de marzo de 2016

Portugal en Oviedo

 
Vinilo Azul. -
Portugal en Oviedo”

Los recuerdos de otros países distintos al nuestro suelen llevar, casi siempre, el distintivo de la cultura. Aprender un idioma supone amar al país. Amar a un país implica adorar una parte (o toda) de él: su gastronomía, su cine, su literatura, su música. También esa sensación que se da en el viajero de encontrarse perdido, absorber su atmósfera, contemplar cada uno de los resplandores que se muestran ante nuestros ojos.

Portugal, siempre tan lejos, siempre tan cerca, cada vez menos desconocida y cada vez más alejada de cientos clichés, cuenta en Oviedo con una de sus más grandes banderas gracias al restaurante Celia Pinto. La unión, a través de una invisible línea, de Oviedo con Portugal se consigue en este pequeño recinto gastronómico donde el tiempo parece detenerse al modo luso: sin alharacas, sin ruidos, con el tenue aire de un fado, los sabrosos platos que cocina Celia Pinto y la pausada conversación de Álvaro Suárez mientras recomienda o explica lo que el visitante se va a encontrar en la carta.

Escondido en la calle Javier Grossi, en un antiguo local donde se almacenaban los discos que publicaron los sellos discográficos El Cohete (allí se editó el increíble “El Segundo de Los Locos”) y Waco Records (primera casa de los legendarios Sangrientos, Kactus Jack o Los Más Turbados), el Restaurante Celia Pinto ejerce de punto de contacto de Asturias con Portugal. La base, por supuesto, es portuguesa, pero admite su contagio en algunos pequeños detalles (que el profano apenas notará) con la cocina asturiana. Quien ame el bacalao en todas sus variables se encontrará a sus anchas, comenzando por unos bolinhos de entrantes que son una verdadera delicia. Claro que tampoco cabe desdeñar el pulpo a la brasa y, por supuesto, una notable variedad de carnes. Mientras la música nos sumerge en el cálido clima del pequeño local, paladear algunos de los excelentes vinos portugueses es otro de los placeres que nos permite este auténtico consulado portugués en la ciudad. Personalmente, soy un fanático de los vinos alentejanos y la presencia del Monte Ravasqueira tanto en su versión crianza como en la de reserva (elijan ésta, merece la pena el desembolso) nunca falta cada vez que acudo allí. Los postres son un punto y aparte que dejaré que Álvaro Suárez les descubra cuando lo visiten. Su hospitalidad es uno de sus puntos fuertes. Si se enredan en la conversación de sobremesa, algo que es más que posible que ocurra dado el clima afable del local, donde las prisas se detienen y manda ese ritmo pausado de nuestro vecinos lusos, será el momento de rematar con un delicioso chupito de vinho de oporto. Los precios son asequibles y la visita merece la pena, se lo aseguro.

Para quienes tenemos una rama familiar portuguesa, muchos ancestros (tíos, primas, abuelos...) resulta maravilloso encontrarse en un lugar así, que nos transporta a días de verano en Oporto, en la playa de Miramar, en tantos y tantos lugares que tuvimos oportunidad de conocer desde muy pequeños. Mi madre -que nació en Viseu- y tiene la sangre de la doble nacionalidad, parece revivir cada día que vamos. Hace unos meses, celebramos su cumpleaños; hace unas semanas, el mío. No hay mejor lugar para encontrarme con mis múltiples raíces en la ciudad. Para -en medio de las turbulencias que parecen querer imponerse a la calma- recuperar la forma ser ,como en esa vieja canción de Nacha Pop, “y no tener miedo a ir y volver”. Por mucho que los acontecimientos quieran empujarnos fuera de la línea trazada.

MANOLO D. ABAD
Publicado en el suplemento dominical "El Comercio de Oviedo" del diario "El Comercio"

El bálsamo Susaeta

Crónicas de Vestuario. -
El bálsamo Susaeta”

Era un día para tomar una senda en el cruce de caminos al que el Real Oviedo se había abocado por las turbulencias provocadas por la dimisión de Sergio Egea y por la espeluznante racha de tres derrotas consecutivas que había instaurado cierta zozobra en la nave azul. Sí, era una fecha para celebrar cumpleaños, pero, como saben -quizás a raíz de aquel humillante 1 a 4 ante el Sporting B de hace algunas temporadas- no me gustan más fiestas que las espontáneas, las que nacen del entusiasmo, no de la obligación. Fiestas puras, como los espíritus que animan a la resurrección. No fiestas obligatorias, como si fuésemos unos (malos) funcionarios que cumplen un guión establecido sin importarles otra cosa que un calendario marcado y un reloj que marca las horas, impertérrito. Por fortuna, en la húmeda noche ovetense, se unieron los mejores hados para una resurrección, ahora que estamos en estas fechas de Semana Santa. Si las palmas de Ramos fueron cardos, la resurrección le vino mejor a los azules, hoy en un negro que tanto me gusta para celebrar su nonagésimo cumpleaños.

A la celebración se sumó un jugador a quien hemos criticado a veces, sabedores de todo su potencial, de su valor como persona, íntegra como pocos, y de su enorme talento: Néstor Susaeta. Hoy, el eibarrés sacó el rock´n´roll a jugar, aunque -y sé seguro que mi querido amigo Rafa Sarralde estaría de acuerdo- lo suyo, lo que alberga en sus botas es el rock de melodías exquisitas. El fútbol de Néstor Susaeta es una canción de Teenage Fanclub, Big Star o de los Go-Betweens, emotivo y preciso para llegar hasta lo más profundo del corazón. Tres de tres asistencias, y alguna más nos brindó el fino centrocampista vasco, un estilista capaz de no esconderse, de asumir cualquier responsabilidad, y que hoy dominó el campo con una batuta de líder absoluto. Desaparecido Míchel Herrero, que lleva tres partidos buscando el camino de Kerouac, o algún camino, tras haber mostrado sus virtudes en dos presentaciones estelares, fue el momento de que Susaeta regresase con toda su fuerza. Con una emergencia tal, que los balones llegaban a Toché y a quien quisiese aprovecharlos, con precisión nítida. El Real Oviedo recuperaba pegada. En el haber del nuevo entrenador, David Generelo, hay que resaltar la ejecución del segundo gol del equipo: uno de esos contragolpes de libro que el once azul había sido incapaz de ejecutar en toda la temporada, con temple y con visión. La Ponfe quedaba reducida a la mínima expresión, visto el despliegue azul de unos grandes primeros veinte minutos para afirmarse y sólo quedaba rematar la celebración sin más sobresaltos. Anecdótica la presencia de Fernández, aunque sigamos echando de menos -y mucho- las galopadas de Diegui Johannesson con sentido y con peligro (¡qué hubiera sido hoy el choque con el desempeño maravilloso de Susaeta junto al incisivo internacional islandés!).

Exhibición de Néstor Susaeta, uno de esos ídolos azules, referentes a los que cabe exigirles todo, pues de todo son capaces, y que encontró en el killer Toché el aliado ideal para que los sueños se hagan realidad y los nubarrones se despejen de un plumazo. Bien, muy bien, el mejor Koné de la temporada, que aún debe encontrar su sitio y su continuidad, y necesaria, clave, la presencia de Héctor Verdés en el centro de la defensa. 
 
En definitiva, borrar de un plumazo fantasmas y comenzar la suma de tres en tres en este tramo verdaderamente decisivo, en el que deben hacerse los deberes para no dejarlos a última hora. Hay un calendario favorable en estas semanas, que se debe aprovechar. A uno le gustaría que el patrón, Don Arturo Elías Ayub acudiese a una ciudad como Bilbao, para brindar ese toque suyo que nos hace invencibles. Un feudo, el de San Mamés, la Catedral del fútbol español, que tan gloriosas tardes ha brindado a la gloria azul. Si no se puede, que su espíritu (y el de un estelar, magistral, Susaeta) nos siga acompañando en este tránsito decisivo.

MANOLO D. ABAD
Foto: J.L.G.FIERROS
Publicado en el diario "El Comercio" el domingo 27 de marzo de 2016

sábado, 26 de marzo de 2016

Las Ruedas "Estás tú bien"


lunes, 21 de marzo de 2016

Menos que cero

Crónicas de Vestuario. -

Menos que cero”


Este es el resultado tras una sorprendente semana convulsa, esa en la que se destaparon tantas y tantas miserias que permanecían ocultas a los ojos de muchos. Más sorprendente que algo así haya ocurrido con el viento a favor tras tantos años de tempestades y desazón. Pero no, con un egoísmo tan exacerbado como los protagonistas de la novela que Brett Easton Ellis publicó en 1985 “Menos que cero”, los intereses propios parece que se impusieron a los generales de la entidad y la conclusión fue la marcha del hombre que había llevado con mano honrada a la nave azul al fútbol profesional tras doce años de total infierno y penas.

Eso ya es pasado y el fútbol sólo quiere saber del día a día. Y los compromisos se multiplican ante el tramo -trascendental- que se afronta en este último tercio de la Liga, el decisivo, en el que muchos se hunden y otros llegan a aflorar con sorprendente capacidad de supervivencia. Vista la demostración de impotencia de los azules ante el conjunto alfarero dirigido por Muñiz, el panorama del futuro más inmediato sólo cabe pintarlo de negro, como en esa vieja canción de los Rolling Stones. Tercera derrota en tres partidos. Sí, es verdad que si Sagüés Oroz no se hubiese inventado un fuera de juego inexistente de Koné en los primeros compases y hubiese anulado su gol, la perspectiva, el planteamiento y quién sabe si el desenlace del encuentro hubiera sido distinto. No fue así y no queda lamentarse por la incidencia. Sobre todo, a la vista del resto del choque, donde los azules se vieron superados por el Alcorcón y por su propia indefinición como colectivo. Un grupo insolidario que deambuló por el Santo Domingo sólo sostenido por la propia inercia de un ritmo de juego cansino que el conjunto alfarero nunca pretendió cambiar, ni siquiera lo necesitó, pues fueron constantes sus aproximaciones (también los errores, por fortuna) a los dominios de un Miño que se fue asentando hasta convertirse en el mejor del equipo. 
 
Si la primera parte se saldó con un mínimo de decencia, lo ofrecido en el segundo acto fue lo peor, con tremenda diferencia, que hemos contemplado en mucho tiempo. Un equipo a la deriva, que se arremolinaba atrás, sin orden ni ayudas, dejando múltiples espacios en defensa, embarullado en su disposición táctica, fiando su suerte a patadones a seguir por un voluntarioso pero desacertado Koné y, mucho menos, por un inexistente Toché. No es que el resto de líneas estuvieran mucho mejor, con un caótico centro del campo y una frágil y desordenada defensa.
 
Los cambios no surtieron ningún efecto, ya que el once azul navegaba a la deriva como si se tratase de un barco fantasma envuelto en una niebla que sólo les cegaba a ellos. Un verdadero desastre. El fin de la magia, “The thrill is gone”, que cantaría B.B. King con voz lastimera del gran bluesman que era. La imagen del Real Oviedo hoy sólo puede llevar música de blues, de enorme tristeza. Resulta difícil creer que se haya tirado por la borda lo logrado en estos meses. Y, lo peor, es que no sé si queda tiempo para enderezar esta nave que vaga a la deriva, envuelta en motines inexplicables, sin timón ni rumbo, como un barco fantasma que en esta triste tarde ha naufragado rotundamente sobre el césped del Santo Domingo.

MANOLO D. ABAD
Foto: J.L.G.FIERROS
Publicado en el diario "El Comercio" el domingo 21 de marzo de 2016

viernes, 18 de marzo de 2016

Él Mató A Un Policía Motorizado "Nuevos Discos"


Fink "Truth begins"



Listen
I know it's late
I know it's late
You told me already, I know it's late
I know it's late

I know it's been far too long since I reached out
Longer than I thought just to work it out
The space between us is a sentence, an overdose

Layers on layers, layers on layers
The journey unravels, and the truth begins, begins, begins

I know it's been hard for you since I walked out
Don't think that the letters didn't reach me
Or touch me, or tear me apart
The space between us is a vacuum, a comatose

Layers on layers, layers on layers
The journey unravels, and the truth begins, begins, begins

Layers on layers, layers on layers
The journey unravels, and the truth begins, begins, begins

Begins begins begins

Round and round like the records you pick
Just to calm things down
Round and round like the records you pick
Just to calm things down
Round and round like the records you pick
Just to calm us down

Cabezalí "El encontronazo"



miércoles, 16 de marzo de 2016

Blues por Jandro Espina



Vetusta Blues. -
Blues por Jandro Espina”
Es una herida que no para de sangrar. Hemos dicho adiós prematuramente a muchos de los nuestros. A Zita Alonso o Chema Fombona, hace sólo unos meses. A Carlos Redondo o a Josetxo Anitúa (Cancer Moon), hace unos años. Y uno siente que se desangra, que una pequeña parte de su vida se va con ellos. Si son personas tan cercanas a tu propia existencia como Jandro Espina, la herida se convierte en algo más profundo. Y el dolor permanece, estancado, sin querer moverse, golpeando con una catarata de recuerdos de los días de vino, rock y rosas, incesante, imparable, como si tratara de sacarnos de esos instantes de dolor que regresan como olas de una marea sin final.
Si la casualidad quiere que la muerte de Alejandro Blanco -Jandro Espina para sus amigos y conocidos, que éramos legión- llegue en el día de tu cumpleaños, el recuerdo resultará ya imborrable e irá pegado a mi ser en todo el tiempo que me quede sobre la Tierra. Uno quiere pensar que no, que no es posible que haya sucedido, hasta que ve irse, con lágrimas brotando con una fuerza incontenible, el coche con sus restos que le conducirá al descanso final. Sólo nos quedará el recuerdo de alguien bueno, de una bondad a prueba de bombas. Alguien que siempre estaba dispuesto a echar una mano, a darte ánimos, aunque en su corazón también hubiese dudas, aunque guardase para lo más profundo de sí sus miedos e inquietudes. Quedan días y muchas noches alegres, felices en el Paddock, sobre los escenarios o como espectadores o en su valorada faceta de técnico de sonido, o en aquel circuito -un rockero triángulo nocturno- que formaban La Antigua Estación, el Sweet Home y su Armónica, el local que impulsó junto a la que luego sería su mujer, Irene Riesgo, y madre de su hija Carmen. Queda el recuerdo de su perenne y sincera sonrisa, de su voz cascada, de su contagiosa alegría de vivir, de su capacidad profesional para convertir al rock en algo grande y respetado. 
 
Me gustaría solicitar, desde estas páginas, al Concejal de Cultura del Ayuntamiento de Oviedo, Roberto Sánchez Ramos, que el Concurso de Rock de la ciudad, el Ciudad de Oviedo, pasara a denominarse Alejandro Espina, en memoria de alguien que tanto aportó al mundo del rock en la ciudad desde muy distintos aspectos de lo que conforma una escena musical. Sería un pequeño gran detalle para alguien que tanto aportó con honradez, con un bendito y generoso sentido de la amistad y con una envidiable profesionalidad al rock ovetense y asturiano. Que la tierra te sea leve, amigo, no te olvidaremos. 
 
MANOLO D. ABAD
Publicado en el diario "El Comercio" el miércoles 16 de marzo de 2016

Adiós, amigo

Crónicas de Vestuario. -

Adiós, amigo”


Adiós, amigo” es una película de cine negro francés (“polar”, una variante gala muy personal, para los entendidos) en la que dos viejos compañeros de legión que sirvieron en el conflicto de Argelia, se encuentran para asaltar una caja fuerte. Film personal de Jean Herman, con un prodigioso y claustrofóbico guión, cuenta además con dos magníficas interpretaciones de actores infravalorados como Alain Delon y Charles Bronson. Uno trata de buscar en estos días turbulentos explicaciones racionales, pero acaba por darse cuenta cómo el factor humano siempre acaba trastocando escenarios impensables. Y así llegué a esta poco conocida y memorable película. Quizás, dada mi afición al cine negro, podría haberles puesto otro ejemplo como el de “Funeral en Los Angeles” de Jacques Deray, con ese catártico e inesperado final. Y es que el oviedismo ha iniciado esta semana con un inesperado desenlace: la dimisión de Sergio Egea como entrenador de la nave azul.

Podríamos empezar a buscar culpables de su marcha, en un ejercicio de purga poco recomendable dados los momentos trascendentales que vive el Real Oviedo. Podríamos pensar en la idoneidad del final de Sergio Egea al frente de la dirección técnica azul. Podríamos, en fin, intentar entender cómo ha podido suceder esto, que nos retrotrae a momentos de zozobra que ya creíamos superados tras un insoportable periplo en los peores infiernos del fútbol no profesional. Pero no, hoy no es el momento.

Hoy es el día de valorar la figura de un entrenador como Sergio Egea. Un profesional ejemplar y una magnífica persona. Alguien que superó los recelos iniciales, con discreción y trabajo, sin esas retóricas vanas de otros más preocupados por su caché y su imagen pública, con una labor humilde pero constante. Sergio Egea anteponía muchos aspectos que otros condicionan a su persona. Supo mantener el equilibrio, aguantar la presión, administrar el grupo, anular la ansiedad, unir a todos en pos de un objetivo. Con sincera sencillez, sin que esto significase claudicar ante quienes trataron de imponer otros criterios por encima de los suyos.

Quiso la casualidad que conociese a una persona de su entorno ovetense más próximo y que proyectase una entrevista para descubrir su rico lado humano que, por una serie de equívocos, acabó por no realizarse. En esa tarde de junio de 2015, antes de contemplar el amistoso España-Costa Rica, pude descubrir su enorme talla personal. Me impresionó su calidez, pero también su profesionalidad, su discreción y su humildad. Ese señorío lo ha mantenido hasta el último segundo en su periplo azul. Caballero hasta el final, me duele muchísimo su dimisión. No andamos sobrados de referentes y él, sin duda, lo es. Aunque lo hayan empujado hasta el precipicio, quién sabe por qué intereses, Sergio Egea ya forma parte de la historia, de la gran historia, del Real Oviedo, plagada de grandes episodios como pocos equipos de fútbol poseen. Nadie podrá quitarle el extraordinario mérito de haber sacado a los azules del más profundo pozo de toda su gloriosa existencia. Nadie podrá quitarle el mérito de haber sido consecuente consigo mismo hasta el último día como profesional azul. Nadie podrá quitarle el mérito de figurar con letras de oro desde hoy cuando se hable del Real Oviedo. Ha llevado como pocos el nombre de este equipo. Con orgullo, valor, garra. Comunicándonos emoción y el valor del constante trabajo, humilde y sincero. Gracias Don Sergio Egea. Adiós, amigo. Hasta siempre.

MANOLO D. ABAD
Publicado en el diario "El Comercio" el miércoles 16 de marzo de 2016

martes, 15 de marzo de 2016

Madrugada "This old house"



How come the stars shine so bright
Here in this night it will not end
There's a boy and a girl
Who know all the wrong words

And you and I need no more
It's so good to be alone with you
It's so good to be open eyed
They won't know us anymore when we
Once we step back in to
This old house

In this old house
Where every door is open
Well listen real close
This old house

In this old house
We know there's more to this than there
The nation of the two
In this old house

This old house is where we
Consider it gone and the same
Now there were days when we would thought
Those guiding stars would shine no more

Oh it's all right when we
We just don't talk it over
State of rest and the state in despair

It's so good to be alone with you
It's so good to be open eyed
And they won't know us any more
Once we step back into
Oh this old house

In this old house
Where every door is open
We'll take it real slow
In this old house

In this old house
We know there's more to this than there
Never leave
This old house

Oh in this old house
We know there's more to this than there
Never leave
This old house

Oh in this old house this old
We know there's more to this than there
We'll never leave
This old house

lunes, 14 de marzo de 2016

Paolo Nutini "Iron Sky"


domingo, 13 de marzo de 2016

Cabrero y el ruido de la calle

 

Vinilo Azul. -

Cabrero y el ruido de la calle”


Una ciudad se construye a partir de sus creadores. Da igual que los ninguneen por activa, por pasiva, por superlativa. Cuando existe la clase, ese extraño impulso más allá de la corrección, quizás como un salvavidas al que agarrarse, la ciudad se encuentra creadores como José Carlos Álvarez Cabrero. Expone, estos días, en su versión mínima, a boli, y -conscientes de que las circunstancias obligan- lo suyo sigue siendo un especial lujo. 
 
Acostumbrados a ciertos creadores sin abuela, que nos venden cielos -no, perdón- galaxias creativas donde ellos son el centro, resulta difícil penetrar en la personalidad de alguien tan estimulante como Cabrero. Un artista tan completo y único que la vulgaridad le ignora como un síntoma terrible de los tiempos que vivimos. Lo mismo ocurrió, en rock, con artistas como Rosendo y Los Enemigos. Podían descubrirnos la realidad de la calle con un pulso tan claro que llegaba a ser ignorado. Sólo quedaba la perseverancia. Y en esas está Cabrero, una luz que ilumina las sombras de cierta vida en la calle, con una cerveza en la mano y quién sabe qué más... Atrás quedaron los días del Chanel, del Casa María, del Berlín,... pero es reconfortante saber que alguien retratará a los protagonistas de aquellas noches. Allá estará -con su irónica sonrisa- como José Carlos Álvarez Cabrero para dotar a Oviedo de una nueva forma de memoria.

Cabrero vivió con cierta distancia la vida nocturna de Oviedo en los 90. Llegarían luego las demostraciones artísticas. Y, finalmente, al 21% de IVA la imposibilidad de vivir, honradamente, del propio talento. Así que toca reinventarse, bajar el diapasón, un boli, como si Modigliani tuviera que pedir un vaso de absenta por su genialidad. Lo tienes delante de ti y eres incapaz de verlo.

Algo así sucedió cuando se ideó “Mensajes de un Mundo Dibujado”, una maravilla de proyecto, un libro esencial para Asturias y que consiguió el Premio de la Crítica de Asturias en 2007 en medio de una enorme polémica, producto de las enconadas envidias de muchos mediocres egocéntricos que, quién sabe, pasaron del asunto cuando Toño Valle -coordinador del libro- los contactó. Lamentablemente, otra piedra para que Cabrero siga, injustamente, en el cajón de los malditos.

Me resulta muy doloroso ver cómo se trata a creadores del nivel de Cabrero, siempre esperando a que venga alguien de fuera a venerar lo que ya tenemos aquí. Triste, muy triste. Los silencios tras la intervención músico-poética de Pablo Und Destruktion y La Tribu del Trueno sobre la peli “Las Manos de Orlac” en la SACO,... tantas y tantas veces que algunos han tenido que esperar al beneplácito de los popes de un lugar a mil kilómetros de nuestra realidad. A que llegaran los guays con su cortejo estúpido, vacuo. No esperen, por favor. Véanlo, en su mínima expresión, en un retazo espontáneo a boli, o, quién sabe, disfrútenlo en su expresión más alta: José Carlos Álvarez Cabrero es un grande a su alcance que se les presenta como ese tío cabal de la canción de Los Enemigos. Aprovéchenlo, es un auténtico privilegio para los sentidos y el alma. 
 
MANOLO D. ABAD
Publicado en el suplemento "El Comercio de Oviedo" del diario "El Comercio" el domingo 13 de marzo de 2016

Yo también pité a Irureta

Crónicas de Vestuario. -
"Yo también pité a Irureta"

No era el día. No, aunque fuera el de mi cumpleaños, con tanto por celebrar, sobrevivir a mi propia vida, disfrutar de un día de sol, de la alegría de un año más en la Tierra. Pero no, no era el día. No lo fue al conocer durante la mañana la noticia de la muerte de un querido amigo como Jandro Blanco, bajista de Ilegales, con quien tuve la suerte de compartir muchas aventuras. Tampoco es que otras circunstancias hayan sido, en este día, dignas de comentario. Ella no quiere que hable de Ella. Desencuentros, confusión, dolor.



Y el partido tampoco invitó al optimismo. El Real Oviedo, ese equipo que ha demostrado tanto en los últimos meses, parece aquejado del mal de altura, del miedo al éxito, errático, sin rumbo ni personalidad. Abrumado por una empanada total que le impide entrar a tiempo en los partidos. ¿Cuáles son las razones de este desfondamiento? No lo sé, hoy me cuesta encontrar razones para todo. Hoy es un día muy triste.


Recuerdo, casi inconscientemente, la última temporada del gran entrenador Jabo Irureta en el equipo azul. Los días de máxima gloria habían dado paso a una rutina de éxitos. Nos creíamos invencibles, pero eso -en un equipo humilde como el nuestro- no es la mejor política. Gritábamos desde la grada del viejo Tartiere "Irureta, prepara la maleta", mientras el vaso, ese tipo tan entrañable como raro, se aferraba a su gabardina de la suerte para tratar de eludir a los dragones. El tiempo, ese implacable juez, nos abocó a un terrible infierno para que aprendiéramos la lección de querer a quienes nos proporcionan bienes intangibles.

Recuerdo

Estamos en el tercio final, el decisivo, con una envidiable posición y resulta duro creer que el miedo al éxito vaya a paralizarnos. Ahora, en este momento. No, no puede ser. No es posible que infravaloremos lo conquistado hasta este momento. Que se desperdicien los valores. Que padezcamos a un once insulso, frágil en todas sus líneas como el conjunto azul en esta triste noche de este triste día de 12 de marzo. El Real Valladolid, equipo hermanado con los ovetenses, nos dio un repaso total en una primera parte que deberán recuperar en varias sesiones de vídeo los discípulos de Sergio Egea: no se puede conceder tanto, no se debería permitir semejante abulia, a estas alturas hay que enchufarse desde el pitido inicial para alcanzar los cielos. Que no están tan lejos. No puede haber mal de altura. El poder de la fe, esa de la que sabe tantísimo la afición azul, debe ser la espoleta para alcanzar el ascenso. No se escondan tras excusas, que eso es lo que hay que pedir, incluso exigir. La gente se merece ese sueño, claro que sí.


De modo que pónganse a la tarea. Sin complejos. Con personalidad, sin ausencias, dando la cara. Esa es la lección, nosotros que desperdiciamos días tan felices de la mano de Jabo Irureta, creyéndonos invencibles, gritándole, mientras él apretaba su gabardina entre sus manos preguntándose qué había hecho mal.
MANOLO D. ABAD
Reportaje fotográfico: J.L.G.FIERROS




Publicado en el diario "El Comercio" el domingo 13 de marzo de 2016


 

viernes, 11 de marzo de 2016

Tindersticks "Plus de liasons"



Plus de liaisons
Plus de trahisons
Plus de liaisons
Comment devineras-tu?
Si je tremble dans tes bras
Si je soupire dans tes cheveux
Cette derniere liaison
Maintenant plus de trahisons
Plus de liaisons
Comment devineras-tu?
Si mes bras tremblent
Si j'evite ton regard
Cette derniere liaison

Plus de liaisons
Plus de trahisons
Plus de liaisons
Non, plus de trahisons
Plus de liaisons
Comment devineras-tu?

Si je tremble dans tes bras

Si je soupire dans tes cheveux
Cette derniere liaison
Quelque part dans ma tete
Je sais ce qui se passe
Mais tout ca a grandi
Ne me laisse pas le choix
S'amuser seulement
Ca me semble un tel crime a present
Va jouer, jouer sur la route
Et tu mourras ecrasee

Plus de liaisons
Plus de trahisons
Plus de liaisons
Comment devineras-tu?

C'etait spontane
Mais on a rappele les autres
On s'est amuse avec nos precedents amants
Il y a foule la-dedans

Plus de liaisons

miércoles, 9 de marzo de 2016

Hoodoo Gurus "Out that door"



Your kiss can leave me cold.
I miss the fire that our hearts used to hold.
Oh-oh, oh-oh, there's no danger anymore,
Oh-oh, oh-oh, you're not a stranger anymore
And I'm out that door (Out that door),
I'm out that door (If you call)
But I'm not sure
When we decided not to care for each other anymore.
By rights we should be friends.
My pride was hurt but is that so hard to mend?
Oh-oh, oh-oh, I've been trying not to 'phone,
Oh-oh, oh-oh, I've gotta know if you're alone
And I'm out that door (Out that door)
If you'll just call (If you call)
And day or night - (Night and day)
Anytime at all - (If you call)
But should I wait? (Should I wait?)
We're always breaking up, and making up
so much better than before.
Your touch is my unknown
So much to learn,
So little time to know.
Oh-oh, oh-oh, we're not strangers anymore
Out that door (out that door)
Into the light (into light)
We'll face the world (out that door)
Just you and I (you and I)
We'll breathe the air (out that door)
That freedom brings (freedom brings)
We'll sing the song (out that door)
Freedom sings (freedom sings)
I look in your eyes and it's understood
I look in your eyes and it's understood
I look in your eyes and it's understood
I look in your eyes and it's understood

martes, 8 de marzo de 2016

Tex Perkins & The Dark Horses "To Us"



To us
To us
Let's drink to us
Let's drink to your beauty
Let's drink to my luck
Don't make me give up

In us
In us
Can we only trust
Now let's drink to something
Before I bust

You know that we must

Drink up my love
Let's drink to us
Let's drink to your cunning
Celebrate our lust
Just hold me up

To us
To us
My succubus
In us, in us, in us
Can we only trust
Drink up my love

Just hold my hair back
While I'm throwing up
Don't make me give up

Paul Buchanan "The first time I ever saw your face"



The first time ever I saw your face
I thought the sun rose in your eyes
And the moon and the stars were the gifts you gave
To the dark and the endless skies my love
To the dark and the endless skies
The first time ever I kissed your mouth
I felt the earth move in my hand
Like the trembling heart of a captive bird
That was there at my command my love
That was there at my command my love
And the first time ever I lay with you
I felt your heart so close to mine
And I knew our joy would fill the earth
And last 'till the end of time my love
And it would last 'till the end of time
The first time ever I saw your face
Your face, your face

Mark Lanegan "I am the wolf (Greg Dulli remix)"



I am the wolf
Without a pack
Banished so long ago
I've survived
On another’s kill
And on my shadow home

All I've learned is that poison will sting
No one remembers the names of martyrs or kings
No one remembers much of anything
That came this way before

I am the wolf
Combing the beach
Too hungry to shy away
The carcass of a leviathan
Sways gently on the waves

I hope this shelter is enough to keep me warm
Upstairs the heaven's giving birth to winter's storm
But I've been dying since the day I was born
That much I know is true

I am the wolf
High, wild and free
A picture on a shelf
I burn this house
Down to the ashes
A law unto myself

All I've learned is that poison will sting
No one remembers the names of martyrs or kings
No one remembers much of anything
That came this way before
That came this way before

I am the wolf
I am the wolf
I am the wolf

lunes, 7 de marzo de 2016

Catherine Graindorge "Sinking"


Nox "Huit"


Catherine Graindorge (feat. Hugo Race) "Extreme Lenghts"


Catherine Graindorge "The Machine"


domingo, 6 de marzo de 2016

En el filo del abismo


Crítica. -

En el filo del abismo”


Intervención Músico-Poética
PABLO UND DESTRUKTION
LA TRIBU DEL TRUENO Y LAS MANOS DE ORLAC
Teatro Filarmónica, Oviedo.
Viernes 4 de marzo de 2016.

La intervención músico-poética de Pablo Und Destruktion sobre el film de Robert Wiene “Las Manos de Orlac” en el Teatro Filármónica se postulaba como el plato fuerte de la SACO, esta Semana del audiovisual que ha venido a revolver las mansas aguas culturales de Oviedo con su necesaria efervescencia. Durante los últimos años, hemos contemplado este abrazo cinematográfico-musical en otras representaciones, pero probablemente en ninguno de los casos el resultado ha sido tan sorprendente e intenso. Y es que el grupo asturiano -esos “bárbaros del norte”, como recordó José Luis Cienfuegos en su presentación que se les conoce por Sevilla- no se ha tomado el encargo como tal sino como un verdadero desafío a los límites expresivos de la simbiosis cine mudo-música, hasta alcanzar un éxtasis expresivo donde los sentidos galopan por los extremos de la percepción, de la ternura a la violencia, de la locura a lo racional, siempre bajo una arrolladora, imparable e implacable, intensidad que acaba envolviendo a quienes deseen embarcarse en este viaje desbocado por las laderas más recónditas y cercanas a los precipicios de la consciencia.
 
Embutidos en las imágenes de contrastes brutales en blanco y negro del film de Wiene, Pablo Und Destruktion y La Tribu del Trueno lograron crear unas texturas sónicas perfectas para lograr una unión impecable y profunda. La diversidad de los sonidos de las cuerdas con unos obsesivos teclados -que, en algunos momentos me recordaron al ritmo contagioso y desasosegador del “The Carny” de Nick Cave & The Bad Seeds- a los que los matices de unas muy inteligentes percusiones ponían en bandeja los textos y recitados de Pablo completaron una soberbia actuación. La banda sonó sin fisuras -lo cual siempre es digno de destacar en un estreno total como éste- plena de matices, perfectamente acompasada a las imágenes y con un sonido tan brillante como contundente. En definitiva, una inolvidable velada a cargo de unos creadores inquietos, únicos, capaces de encontrar en los claroscuros del horror de “La Manos de Orlac” nuevas posibilidades para redescubrirse sin perder su conmovedora, insurrecta y estimulante identidad.

MANOLO D. ABAD
Publicado en el diario "El Comercio" el domingo 6 de marzo de 2016

Todas las fiestas del mañana


Crónicas de Vestuario. -

Todas las fiestas del mañana”


Una de las canciones que más me gusta de uno de mis grupos favoritos -Velvet Underground- es “All Tomorrow´s Parties”. Siempre recuerdo cuando me situaban en la dicotomía Beatles vs Stones que yo les contestaba los Doors y los Velvet. 

El Real Oviedo visitaba al Mallorca, en el día de su centenario cumpleaños, un equipo y un lugar que siempre ha sido plaza de destino para los azules: tanto para grandes glorias como para ignominiosas miserias. Escribía la pasada semana que a los oviedistas no nos sientan bien las fiestas ni determinadas celebraciones tan en boga en estos tiempos donde cada fecha parece una clave suprema en la historia. El centenario bermellón confirmó esta regla no escrita y el once de Sergio Egea tuvo que padecer unas adversidades que condicionaron el resultado final, aunque la imagen haya sido buena y confirme las sensaciones positivas.

Uno no es precisamente amigo de buscar excusas, de sumirse en lo que no deja de ser una claudicación: la de tratar de explicar con conspiraciones judeomasónicas lo que se ha desarrollado sobre el tablero. Podríamos achacar a la expulsión de Dani Bautista el resultado final, agarrándonos al clavo ardiendo de oscuras persecuciones, de historias más propias de un capítulo de “Expediente X” que de la realidad, pero lo que estaríamos consiguiendo es mermar la capacidad autocrítica que permite avanzar (y mejorar) para meterse en una dinámica de negativismo que embota el buen juicio, nubla el rumbo e impide ver la realidad.
 
El Real Oviedo salió con la intención de controlar el empuje de los baleares en el primer acto, con la idea de ejercer un desgaste físico a base de dominar el toque y mantener el balón. Los mallorquines empujaban más por la inercia de la celebración que por la creencia en su juego, a la espera de uno de esos zarpazos que condicionan los resultados en esta categoría. Hasta que llegó la jugada clave en el fatídico minuto treinta y seis: Dani Bautista entra con fuerza pero sin mala intención y Rubén Mata Eiriz decide amonestar al andaluz con una tarjeta roja a todas luces excesiva. Podríamos escudarnos en conspiraciones para que Mulder viniera a investigar qué o quiénes son los culpables de nuestra desgracia. Pero no. El once azul trató de no descomponerse para rearmarse -siempre es mejor esto que andar obnubilándose buscando fantasmas- tras el descanso.

Fernando Vázquez descubrió la grieta en la banda izquierda: fueron los momentos de Lago Junior -el jugador a quien hemos visto disputar contra los azules con tres equipos diferentes en los últimos meses, aunque con camiseta del mismo color- que aprovechó la fragilidad defensiva de Aguirre para decidir el partido. Para rematar la desdicha de la celebración bermellona, a la que bien podría haber puesto música Velvet Underground desde el punto de vista azul, el tanto llegaría en un desgraciado gol en propia puerta de David Fernández tras una de esas explosivas penetraciones del jugador costamarfileño. Los cambios causaron el efecto deseado: entró Peña para que Lago Junior desapareciera y Míchel Herrero tomara el mando del juego. A partir de entonces, el control y el dominio fueron azules. Sin la debida puntería, puesto que la profundidad sí llegaba. Pero no el remate final. No era el día para otra cosa que no fuera el final de la racha de imbatibilidad. Pero los azules trataron de luchar contra la marea con orgullo, mostrando sus virtudes de tal forma que parecía que eran los rojillos los que jugaban con diez.

En una singladura tan larga como la de esta categoría conviene aferrarse al objetivo final, que, a veces, se empeña en torcerse. Pero no perder nunca la perspectiva ni agarrarse al victimismo o las conspiraciones como un clavo ardiendo. Es momento de rearmarse y regresar a la senda victoriosa con convicción y sabedores de que hay materia prima para alcanzar el destino final.

MANOLO D. ABAD
Foto: J.L.G. FIERROS 
Publicado en el diario "El Comercio" el domingo 6 de marzo de 2016

jueves, 3 de marzo de 2016

martes, 1 de marzo de 2016

George Kennedy (1925-2016)