Luis Arias Argüelles-Meres me dedica hoy su columna en el diario "El Comercio". ¡Muchas gracias, compañero!
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PANORAMA VETUSTENSE
"MANOLO ABAD"
La asociación de escritores de Asturias hará entrega mañana de sus
Premios en diferentes modalidades, entre las que se encuentra el
galardón al columnismo periodístico que este año distingue a Manolo
Abad, que, como saben, es colaborador de EL COMERCIO en estas mismas
páginas.
Ante todo, quiero dejar dos cosas muy claramente de manifiesto. En
primer término que no sólo me llena de orgullo ser compañero de Manolo
en estas mismas páginas, sino que además es un honor formar parte del
mismo inventario de galardonados en esta apasionante modalidad que es la
del artículo periodístico.
Manolo Abad y Oviedo, o, si se prefiere, Manolo Abad y Vetusta, su
Vetusta, la de muchos de nosotros, la ciudad nocturna que alumbra en
distintos rincones de la noche melancolías varias a ritmo de blues. La
Vetusta en la que la mejor música encuentra acomodo. La vetusta que, por
las noches, no es perezosa, sino viva y heterodoxa. La Vetusta que,
como la regentiana, no tiene prisa.
Manolo Abad y el columnismo independiente. En un contexto donde tanto
y prolifera el periodismo más mercenario y maniqueo, hay, por fortuna,
voces independientes que, lejos de sumarse linchamientos mediáticos,
inequívocamente orquestados desde determinados ámbitos, dicen lo que
piensan y sienten sin más servidumbres que las que marca la coherencia y
el decoro de cada cual.
No voy a entrar en este sentido en el mayor o menor grado de acuerdos
o desacuerdos que nos puedan unir o separar a quienes hacemos
columnismo, sino en lo que acabo de apuntar, esto es, en la
independencia de criterio que constituye, sin duda, el mayor reclamo
para la credibilidad irrenunciable que debe alcanzarse en la opinión
periodística.
Y, en este sentido, Manolo es todo un referente. Y es que tengo para
mí que cualquier columnista que se precie debe ser un guerrillero de la
opinión, nunca un soldado que obedezca los dictados de determinadas
operaciones de acoso y derribo, o de todo lo contrario: de adulaciones
que, por indignas, dan lugar al baboseo más repelente.
Manolo Abad atesora, por otro lado, además de una voluntad de estilo
siempre constatable en sus artículos, saberes varios que van desde la
música, hasta la literatura. Pertenece a ese viejo y casi extinto oficio
que en su momento fue cultivado por “escritores de periódico”, donde el
cómo no cuenta menos que el qué, o, si se prefiere, donde la forma es
tan importante como los contenidos.
Manolo Abad, por sus columnas desfilan no sólo el universo literario y musical de Vetusta, sino también la buena literatura.
Y a ello debe sumarse un añadido nada baladí, y es su columna de los
lunes sobre el Oviedo, sobre ese equipo de fútbol que llevamos en los
genes como un componente decisivo de nuestra infancia, como una pasión
que nos nos hace desfallecer en los fracasos y que se alimenta de
glorias comunes, que diría Renan, algunas de ellas vividas, otras
transmitidas, pero, en conjunto vívidas.
Manolo Abad, columnista completo y complejo, en cuyos artículos
tienen acogida la buena literatura y la independencia de criterio. No es
poco, ciertamente.
¡Enhorabuena, compañero!.
LUIS ARIAS ARGÜELLES-MERES