Crítica.
Música. –
“Amor
en flotación”
MARK
OLSON + RIOTURBIO
Lata de
Zinc, Oviedo.
Sábado
14 de noviembre de 2015.
Tras la
masacre parisina del día anterior no parecía la mejor fecha para
disfrutar del concierto del exJayhawks Mark Olson y del supergrupo
asturiano Rioturbio. Haciendo de tripas corazón, nos acercamos a la
sala ovetense con la requerida puntualidad. Rebasados treinta y pico
minutos sobre el supuesto estricto horario, aparecían Mark Olson e
Ingunn Ringwold sobre las tablas ovetenses. Y bien que su presencia
fue agradecida para evadirse de tragedias, del odio en su versión
humana más cruel, pues la propuesta del dúo nos llevaba a una
depuradísima muestra de rock desnudo, desprovisto de aditivos
eléctricos, con la belleza de la acústica a flor de piel.
Aprovechando al máximo instrumentos como el dulcimer o un
extrañísimo órgano Farfisa que más parecía un sítar, el dúo
nos brindó una dulce, encantadora sesión, donde las sedosas
armonías vocales conducían a una psicodelia que, por momentos, se
teñía de una sensible mística del amor y de la pureza. Un viaje de
lisergia limpia, de ensoñación amorosa para flotar en un clima de
buenos sentimientos y dejarse atrapar en un oasis libre y en paz.
Para trocar dolor en sonrisa en una jornada de gran tristeza e
inquietud.
Cerraron
Rioturbio, el supergrupo asturiano que parte del country-rock para
enredarse en todo tipo de sonidos de eso que ahora se da en llamar
“americana”. Rock de raíces americano que sonó con el
desparpajo de unos viejos amigos que se reúnen para divertirse con
el carisma de veteranos en mil batallas como su vocalista Ronny Río
(exKactus Jack, Real McCoyson, Nurses) –que, esta vez, no recurrió
ni a sus ya célebres chistes- o un sensacional Álvaro Barcena
(exBruscos, Pablo Moro, Electric Buffalo) que hizo estragos en el
sonido de la banda con una pedal steel tocada con inusitado acierto.
Una jornada completa para olvidarse de la noche anterior en vela, con
el corazón en un puño, golpeado por la sinrazón, la ignorancia y
el mal.
MANOLO
D. ABAD