Crónicas de Vestuario. –
“Contrastes en azul”
Día
feliz para los azules. Un desplazamiento masivo resuelto con victoria
siempre es lo más grato para una afición que tanto ha sufrido en
los últimos doce años. Día también de cambios en el once de
Sergio Egea que se antojan trascendentales para el devenir futuro del
equipo y también lo fueron para su victoria en Valladolid.
A
diferencia de otros choques, el conjunto ovetense comenzó
concentrado y activo en los primeros minutos, buscando el gol con
determinación en sucesivas acciones de Susaeta, Linares y Toché. El
tanto llegaría con un estupendo desmarque de Linares que aprovecha
un pase de Peña para romper la línea defensiva vallisoletana y
resolver con ese instinto de killer del área del aragonés.
Reaccionaron dos minutos después, en el catorce, los
blanquivioletas aprovechando un tremendo error defensivo de los
azules que dejaron toda la banda izquierda como una autopista tras un
saque de esquina para que Juan Villar anotase. El Real Oviedo,
empero, siguió mostrándose en ataque, muy cómodo en una vanguardia
transformada por la presencia de dos delanteros natos y el respaldo
en bandas de Susaeta y Hervías. Con Jonathan Vila de medio centro
junto a un sacrificado Jon Erice, el dibujo táctico funcionaba mejor
de medio campo hacia delante que en una parte trasera donde siguen
acumulándose las dudas. La presencia de Nacho López otorgó más
recursos para desdoblarse en ataque, aunque el asturiano tuviera
minutos de duda tras recibir una tarjeta amarilla en el treinta y
dos. Doce minutos antes, Toché había vuelto a adelantar a los
azules con una estupenda finalización de una estrategia: falta
botada por Susaeta, pase de cabeza de David Fernández y remate final
de cabeza del exjugador de Panathinaikos y Deportivo. El Valladolid
quería, mas ni podía ni sabía ante el caudal creativo azul, con el
único pero de los titubeos defensivos, con un Peña muy flojo en su
regreso a la que fue su casa en las últimas cinco temporadas.
En la
segunda el partido enloqueció para desgracia de un Real Oviedo que
no supo controlar el tempo del partido y que siguió mostrando una
endeblez defensiva que, si logra enderezarse, podría hacer soñar a
los aficionados con posiciones de privilegio. Hasta que no se
resuelva este asunto –ni Héctor Verdés ni Peña estuvieron muy
finos en el encuentro- habrá que confiar en la pólvora y la pegada
que los de Egea poseen de medio campo hacia arriba. Ángel empataba
en un nuevo error de marca de la zaga azul, pero el merecido premio
llegaba en el treinta y dos, diez minutos después del gol de los
castellanos, en un sensacional chut de un eminente Susaeta, que dio
todo un recital sobre el césped de Zorrilla.
Gran
victoria ovetense que debe servir para que el equipo se asiente,
confíe en sus posibilidades, en su poder creativo, y trate de ir
resolviendo sus dudas defensivas, para compactar esa zaga que ahora
supone el mayor problema para que el conjunto de Egea despegue. Para
dejar de ser un conjunto de acusados contrastes y transformarse en un
once sólido con el que poder soñar.
MANOLO
D. ABAD
Foto: J.L.G. FIERROS
Publicado en el diario "El Comercio" el lunes 12 de octubre de 2015