Vinilo Azul. -
“Los managers”
En el imaginario popular
de cierta escena del rock, los managers suelen ser más villanos aún
que los odiosos críticos de rock. En un mundo planteado sobre
parámetros convencionales, ambos ejemplifican lo peor. Luego, pueden
estar las groupies... Pero, afortunadamente, el mundo -y, mucho
menos, el del rock- no sólo se nutre de clichés. Dejemos para esas
nefastas películas estadounidenses los roles de “malos” y
“buenos”, los “blancos” y “negros” donde tantos
desalmados -esos que nunca están en ninguna parte, pero están en
todas- se filtran como parásitos para conseguir sus mezquinos
propósitos.
En estas fechas navideñas
la casualidad quiso que dos agencias de representación de músicos
cumplieran años: EP Managent y Nómadas En Acción. Dos décadas
una, una década otra. En un mundo tan competitivo, tan duro, tan
expuesto a todo tipo de vientos desfavorables, de perniciosas
influencias de toda clase, siempre resulta reconfortante encontrarte
con gente fiable que sabes que es honesta y que trata a sus artistas
o a los shows que les encargan con tacto y buen saber hacer.
Por desgracia, en el
negocio musical, como en otros referentes de la cultura (literatura,
teatro, cine, arte) siempre hay un elevado porcentaje de personajes
mezquinos, usureros, aprovechados... individuos dignos de Dickens
que, en este nuevo milenio, deberían estar desaparecidos. Pero, como
los parásitos más deleznables responsables de las peores
enfermedades, reaparecen siempre cuando ya se creían extinguidos de
la faz de la Tierra.
Hubo en Asturias, dentro
del mundo del rock, en años gloriosos como los 80, la gran ausencia
de personas que se dedicaran a llevar las carreras de grupos que
podrían haber logrado muchas mejores metas que las de dejar una
maravillosa discografía a sus espaldas y un puñado de grandes
actuaciones a sus espaldas en su propio ámbito de influencia.
Posteriormente, llegaron. Aún recuerdo al siempre huraño Jorge
Balsera -entrañable también- capaz de traerse a los Green Day en
varias ocasiones, o a los Lagwagon o los inmensos Fugazi en cuanto
contó con el apoyo de otro no menos grande como Toño Barral, a
través de El Cohete mutado en Waco Producciones. Todos ellos
construyeron un espacio honesto, donde daba gusto trabajar a todos
los eslabones de la cadena. Y, en lo que correspondía a mi parte, la
de crítico musical, suponía un placer. Después llegó Enrique
Patricio con su EP Management -aunque ya nos conocíamos de la
revista “Astur Music”, con la que viajé a multitud de
festivales- y que apostó como nadie por un montón de grandes bandas
como Babylon Chat o Los Débiles, incluso por unos hoy olvidados (a
recuperar, como todo olvidado) Mr. Fiction. Veinte años ya, que
celebraron en La Salvaje por todo lo alto hace unos días.
En otro nivel, los
Nómadas En Acción de mi gran amigo Rafa Caballero, también llevan
una década luchando por hacer decente un trabajo al que Ilegales
retrataron, con su habitual mala leche, en una canción que se iba a
titular “El Mánager” y que, en un guiño malhadado por aquello
de los “manejos” de representación, acabó con el ridículo
nombre de “Chistes rock en ya menor”. La copla decía en algunas
de sus estrofas: “Se ha muerto mi mánager borracho en un burdel/
quien nos pagará las drogas y el hotel./Su mujer y sus hijos quien
los mantendrá/ esos niños nunca irán a la universidad/ Qué voy a
hacer, qué puedo hacer”.
Sí, de la misma forma
que uno se encuentra a gente que trabaja bien -pienso, asimismo, en
Mestizo Producciones de Gijón- existen otros que son verdaderos
avariciosos, gente que maltrata el producto y a sus artistas,
empecinado en sacar el último céntimo de la forma más cutre, sin
autocrítica, tendiendo tentáculos de influencias oscuras para
mantenerse en lo alto y aplastar a sus contrincantes, trayendo
morralla, engañando... Hoy no quiero pensar en esos. Sólo quiero
festejar que gentes como Enrique Patricio cumplan veinte años o como
Rafa Caballero celebren una década en el filo de esa navaja con
honestidad y elegancia en ese trabajo que otros transforman, por su
desmedida avaricia, en infame e ignominioso.
MANOLO D. ABAD
Publicado en el suplemento "DOviedo" del diario "El Comercio" el domingo 31 de diciembre de 2017