viernes, 28 de abril de 2017
The Handsome Family "True Detective (1) Intro"
miércoles, 26 de abril de 2017
Odio París "Ya no existes"
Fue tu falta de valor
Lo que impidió que esto avanzara,
y ya no estás.
Y no consigo entender
por qué te digo escuchando
si ya no existes.
Eres sólo un rumor,
un cigarro de insomnio,
nada más.
Un recuerdo a evitar,
frío a media mañana,
sólo eso.
Y no volveré a esperar
la llamada que no llega,
nunca más.
Y no te deseo mal,
ya no te deseo nada
porque has muerto.
martes, 25 de abril de 2017
Efervescencias
Crítica. Música.
-
“Efervescencias”
TREPÀT + LAS ODIO
La Salvaje, Oviedo.
Sábado, 22 de abril de
2017.
La noche en La Salvaje
nos ofrecía la posibilidad de comprobar el pulso de dos bandas
emergentes llamadas a destacar en los próximos meses: las madrileñas
Las Odio y los granadinos Trepàt. Formaciones bien distintas pero
unidas por su proyección, mostraron sus grandes posibilidades para
llegar a públicos más amplios.
Abrieron Las Odio, el
cuarteto madrileño que recrea con frescura aquellos tiempos
primitivos de la movida madrileña, cuando surgieron Kaka de Luxe. En
esa vía de punk chatarrero explotan todas sus posibilidades sonoras. Saben sonar
cavernícolas, básicas y también dotar a esas elementales
composiciones una visión irónica y desprejuiciada que nos asoma a
ese universo femenino que tanto echan de menos muchos en la escena
patria. Están arrancándose pero ya se muestran con una envidiable
frescura.
A los granadinos Trepàt
nos los descubrieron en el añorado Prestoso Fest y su huella ha ido
creciendo con sus últimos pasos. Hipnóticos, dominando los ritmos
de su shoegaze que se contagia y se envuelve en unas atmósferas
cargadas de densidad, moviendo con maestría sus múltiples
argumentos, consiguen arrastrar a una fiesta completa al centenar de
asistentes. Una propuesta con mucha sustancia, muy bien trabajada y
que comunica hasta el paroxismo, tanto en sus inapelables acelerones como en sus momentos más contemplativos. A seguir muy de cerca por todos
aquellos ávidos experiencias excitantes.
En definitiva, una
estupenda oportunidad para comprobar cómo la escena estatal se
renueva con nombres de mucho interés, propuestas sólidas y dignas
de mención.
MANOLO D. ABAD
Fotos: M.D.A.
Publicado en el diario "El Comercio" el miércoles 26 de abril de 2017
Publicado en el diario "El Comercio" el miércoles 26 de abril de 2017
domingo, 23 de abril de 2017
De libros y discos
Vinilo Azul. -
“De libros y discos”
Ya están aquí de nuevo:
el día de las tiendas de discos y el día del libro casi juntos,
embarcados en una unidad de destino en lo universal que pretende
abocarlos al fin. Huyendo de esa muerte que tantos profetas se
empeñan en adjudicarles. Luchando por hallar un nuevo sentido en un
mundo global, digitalizado, sin personalidad, monótono. Una sociedad
del silencio que sólo grita tras el anonimato de herramientas
infernales como twitter mientras agacha la cabeza ante una realidad
diaria que es incapaz de enfrentar. Sin reflexión, obstinados en
quemar momentos, en protagonizar partículas de segundos en
milimétricos espacios, en trascender dentro de una miserable
cajetilla llamada teléfono móvil. No eres nadie si no has cumplido
la traida mágica (de la petulante estupidez, añadiría): publicar
un libro, plantar un árbol, tener un hijo. ¡Ja!
La cultura en España
lleva mucho tiempo recorriendo páramos que la conducen al abismo.
Una cultura que no gusta a los políticos, que prefieren una masa
aborregada por programas televisivos de zafio estilo y que, encima,
se ha sepultado por una generación ansiosa del gratis total -falacia
absurda que engorda las cuentas de las compañías de
telecomunicaciones- engañada en su total ausencia de una mínima
formación en humanidades que los manda a esta nueva selva para lo
que no están preparados, incapaces de ver más allá de unos árboles
que les impiden ver el bosque.
Entretanto, los políticos
son incapaces de mirar más allá y encontrar soluciones. Quizás,
como bien apuntaba Juan Soto Ivars en uno de sus artículos, sea
menos el impuesto sobre la cultura que, como ya se está trabajando
en Alemania (¡qué pena que, entre tanta copia, no se imiten las
buenas ideas que funcionan!) el trabajar con las operadoras de
telecomunicaciones para compensar a la cultura de tanto como se coge
de ella.
Son días, pues, para la
reflexión mientras nos preparamos para aprovechar y hacer unas
comprinas de discos en nuestras tiendas, incluso darnos el gustazo de
una golosina de esas que muchas discográficas se empeñan en
publicar para el 22 de abril. Y, por supuesto, nuestra cita
ineludible en Oviedo con nuestros hogares que son la Librería
Cervantes y el Café-Librería Santa Teresa para leerles unos relatos
el lunes 24. A mí me tocará, en sesión doble, comparecer en la
mañana en Cervantes -a eso de las 12:30 h.- y en Santa Teresa por la
tarde, a las 18:30h. ¡Allí nos vemos, nos escuchamos, nos leemos!
MANOLO D. ABAD
Publicado en el suplemento "D-Oviedo" del diario "El Comercio" el domingo 23 de abril de 2017
sábado, 22 de abril de 2017
Nervios, sudor y sufrimiento
Crónicas de Vestuario. -
“Nervios, sudor y sufrimiento”
Enroscados en la dinámica
de una final casera de aquí a final de temporada, de una
irreversible montaña rusa donde el conjunto azul muestra dos caras
totalmente opuestas, todo se decide en una espiral de nervios, de
músculo, de emociones al borde de la histeria, de poca claridad de
ideas, de esa épica de la que tanto se ha nutrido el Real Oviedo en
estos últimos años de su vida.
Enfrentadas dos
memorables rachas, la de los azules en casa, la de los oscenses
invictos en diez jornadas, el choque se planteaba con los argumentos
de las grandes ocasiones. Ese enorme entrenador que es Anquela trató
de llevarse al conjunto de Hierro a su terreno. Una maraña táctica
donde el balón jamás llegase a su área, donde el combate se
dirimiera como si se tratase de uno de esos pulsos mano a mano que
Sylvester Stallone patentase en su película de 1986 “Yo, el
Halcón”. Veinte minutos de músculo sin peligrosidad para ninguna
de las áreas. El once azul, mutante como pocos, asumió el reto con
la esperanza de que llegase uno de sus célebres zarpazos, que llegó
con un remate extraordinario del gran David Costas.
Pero el fútbol es un
juego de azares a los que no se debe alimentar. Y llegó ese momento
de quiebra, en esta ocasión propiciado por un errático López
Amaya, árbitro que deambuló por el césped del Tartiere incapaz de
mantener un mínimo control y que se coronó con la expulsión del
fogoso y digno heredero de la garra de Gorriarán y Sañudo, el
cántabro Christian Fernández. Roja directa hiperbólica y a
decantar la partida del lado aragonés, para el que había resultado
talismán en los cuatro encuentros anteriores en los que les había
arbitrado, con cuatro victorias de cuatro choques. Por supuesto, un
equipo tan macizo y bien hecho como el de Anquela no desperdició su
ocasión y en el 68 Carlos David obraba un empate que parecía
imposible en un pulso once contra once.
La grada, siempre la
grada, a falta de ideas en el banquillo, trató de llevar en volandas
al equipo. Susaeta, asociado con Diegui Johannesson, devolvía la
profundidad a los azules. No dejamos de preguntarnos, no dejan de
preguntarme muchos amigos, cómo es posible que no juegue el
brillante lateral hispano-islandés. Diegui sería, precisamente, en
otro de esos guiños del destino, quien provocase la oportunidad del
penalty, que, finalmente, marraría un Toché al que no dejó brillar
el planteamiento de Anquela.
Nos abrazamos a la épica
del sufrimiento, a un dolor injusto, a la esperanza sin resolver. Al
final, un punto, sólo un punto, final de una magnífica racha. Y las
necesidades, las urgencias exhalando un aliento nervioso, incesante.
Sudor frío. Va a haber que volver a rearmarse, una vez más y
conservar la cabeza fría y las esperanzas en lo más alto en esta
prueba constante a ocho jornadas que se prevén apasionantes.
Reportaje fotográfico: JOSÉ LUIS GONZÁLEZ FIERROS
Publicado en el diario "El Comercio" el sábado 22 de abril de 2017
viernes, 21 de abril de 2017
jueves, 20 de abril de 2017
The Inmates "Dead red roses"
As i walked out
she took me at my word
I`ll be gone when you get back
Was the last thing i heard
Empty spaces in the wardrobe
snow white folded sheets
Dead red roses in the
jar on the mantlepiece
A love that spawned
We thought could never die
But it burned itself right out
In the wink of an eye
And its so,that you dont miss
What you got till its gone
Dead red roses made me see
What i had done
Dead red roses,
Dead red roses
For the love that died
Was enshrined Dead red roses
She begged and she pleaded
Baby please stay
And i heard her start to cry
As i walked away
I should have turned around
Ohh but i kept right on
Dead red roses is all i have left
Now she has gone
Dead red roses,
Dead red roses
For the love that died
Was enshrined Dead red roses
At night,cold and dark
And i feel so alone
Seems theres a hole up in the sky
Where the sun was shone
When i close my eyes
I see her pretty face
When they open
Dead red roses are in her place
Dead red roses,
Dead red roses
For the love that died
Was enshrined Dead red roses
Dead red roses,
Dead red roses
For the love that died
Was enshrined Dead red roses
The The "Voidy numbness"
Can't love or be loved
Can't touch or be touched
And he's lonely
Can't touch or be touched
And he's lonely
He can't love or be loved
Can't touch or be touched
Yes he's lonely
Can't touch or be touched
Yes he's lonely
And now he's all stressed up
With nowhere to go
He's drunk 25 pints of Amoco
With nowhere to go
He's drunk 25 pints of Amoco
Numbness
Voidy numbness
Got the numbness
Voidy numbness
Voidy numbness
Got the numbness
Voidy numbness
Another drink, another girl
Another life in another world
He's a phony
Another life in another world
He's a phony
Well, well, he ain't superstitious
But he's feeling mighty strange
That wrinkle, tinkle tink
Of no-one on the phone again, again
But he's feeling mighty strange
That wrinkle, tinkle tink
Of no-one on the phone again, again
Quit drinking the drink, jump on the train
He gotta watch the rain beat upon the rain
He gotta feel his shame beat upon his shame
He gotta know his pain by it's real name
Know his pain by it's real name
He gotta watch the rain beat upon the rain
He gotta feel his shame beat upon his shame
He gotta know his pain by it's real name
Know his pain by it's real name
Numbness
Voidy numbness
Numbness
Voidy numbness
Voidy numbness
Numbness
Voidy numbness
Numbness
Voidy numbness
Numbness
Voidy numbness
Voidy numbness
Numbness
Voidy numbness
Voidy numbness
Can't love or be loved
Can't touch or be touched
Yes he's lonely
Can't touch or be touched
Yes he's lonely
Voidy numbness
Numbness
Voidy numbness
Numbness
Numbness
Voidy numbness
Numbness
Voidy numbness
Numbness
Voidy numbness
Numbness
Numbness
Voidy numbness
Numbness
Voidy numbness
Numbness
Voidy numbness
Voidy numbness
Voidy numbness
Numbness
Voidy numbness
Voidy numbness
Voidy numbness
miércoles, 19 de abril de 2017
The Hold Steady "Stay positive"
(Whoa-oh-oh-oh, whoa-oh-oh-oh, whoa-oh-oh-oh)
(Whoa-oh-oh-oh, whoa-oh-oh-oh, whoa-oh-oh-oh)
I gotta lotta old friends that are gettin' back in touch
And it's a pretty good feelin, yeah it feels pretty good
I get a lotta double-takes when I'm comin' around the corners
And it's mostly pretty nice, yeah it's mostly pretty alright
'Cause most kids give me credit for being down with it
When it was back in the day, back when things were way different
When the Youth of Today and the early 7 Seconds
Taught me some of life's most valuable lessons
There's gonna come a time when the scene'll seem less sunny
It'll probably get druggy and the kids'll seem too skinny
There's gonna come a time when she's gonna have to go
With whoever's gonna get her the highest
There's gonna come a time when the true scene leaders
Forget where they differ and get big picture
'Cause the kids at the shows, they'll have kids of their own
The sing-along songs will be our scriptures
(Whoa-oh-oh-oh, whoa-oh-oh-oh, whoa-oh-oh-oh)
We gotta stay positive
(Whoa-oh-oh-oh, whoa-oh-oh-oh, whoa-oh-oh-oh)
We gotta stay positive
(Whoa-oh-oh-oh, whoa-oh-oh-oh, whoa-oh-oh-oh)
We gotta stay positive
(Whoa-oh-oh-oh, whoa-oh-oh-oh, whoa-oh-oh-oh)
We gotta stay positive
When the chaperone crowned us the king and the queen
I knew that we'd arrived at a unified scene
And all those little lambs from my dreams
Well, they were there too
'Cause it's one thing to start it with a positive jam
And it's another thing to see it all through
And we couldn't have even done this if it wasn't for you
(Whoa-oh-oh-oh, whoa-oh-oh-oh, whoa-oh-oh-oh)
We gotta stay positive
(Whoa-oh-oh-oh, whoa-oh-oh-oh, whoa-oh-oh-oh)
We gotta stay positive
(Whoa-oh-oh-oh, whoa-oh-oh-oh, whoa-oh-oh-oh)
We gotta stay positive
(Whoa-oh-oh-oh, whoa-oh-oh-oh, whoa-oh-oh-oh)
We gotta stay positive
lunes, 17 de abril de 2017
Los resucitadores
Crónicas
de Vestuario. –
“Los
resucitadores”
Definitivamente,
el Real Oviedo ciclotímico de Fernando Hierro no parece tener
solución en esta temporada. Equipo vigoroso en casa y débil,
extremadamente frágil, fuera del Carlos Tartiere. Lugo se planteaba
como una inflexión, ese momento de la temporada en que hay que dar
un puñetazo en la mesa, afirmarse, definirse como un aspirante serio
y fiable. Más aún cuando tres mil gargantas estarían apoyándolos
en el desplazamiento a un territorio sumamente hostil y con tantas
cuentas pendientes con la afición azul como es Lugo.
Pero
no. Los de Hierro volvieron a decepcionar. A caer, de un modo que
resulta incomprensible. En una nueva versión que aboca al mismo
final. Bonitas se pusieron las cosas cuando el cada vez más grande
Toché largó al fondo de las mallas uno de sus zarpazos poniendo a
los carbayones por delante, nada más empezar el choque, con todo a
favor. Cualquier equipo en la máxima competición sabe –o debería
saber, uno empieza a dudar, visto lo visto en esta lamentable tarde
gallega- que, cuando se pone por delante en el marcador, hay que
machacar, hay que destrozar al rival. Que no se pueda levantar. Que
no haya lugar a la duda. Pero este Real Oviedo se dedica a diluirse,
a contemporizar, a dejar con vida a quien se muestra maltrecho, a que
en un domingo de Resurrección la abulia, la falta de intensidad, el
ir a verlas venir, la autocomplacencia generalizada, den vida al
rival hasta que resucite y termine por vencerles.
Enfada
ver este espectáculo lamentable. Pero, también, contemplar cómo
Fernando Hierro vuelve a insistir en todos aquellos defectos que
parecían superados: la negación de las bandas, la falta de
profundidad, la ausencia de un mínimo control del partido, el
conformismo generalizado, una atonía perniciosa, lo previsible de
cada movimiento ofensivo (es lo que pasa cuando uno niega con
insistencia mendaz la penetración y el despliegue por las bandas),
la ausencia de ritmo y de intención.
Ha
insistido en los últimos encuentros Fernando Hierro en regresar a
José Fernández en detrimento de Diegui Johanesson. Los resultados:
el brillante rendimiento de Susaeta se ha reducido escandalosamente
(tristemente), no hay profundidad y el equipo pierde una pegada
básica para aspirar a algo más que no sea un conformismo que no se
corresponde ni con la historia del conjunto azul ni con la ilusión
de la grada.
Hay
quien llama a la calma en las aspiraciones pero siempre pongo un
ejemplo que podrán comprender. Imagínense que las circunstancias
les permiten una charla con Monica Bellucci, que se atraen y que
tienen la posibilidad de un flirt, de una historia de amor con ella.
¿Renunciarían? Pongo este ejemplo desde mi heterosexualidad, si
fuera mujer, cambien de pieza por, no sé, George Clooney… Bueno,
creo que me entienden. ¿Desaprovecharían esa posibilidad?
En
esas estamos. En la disyuntiva entre lo que se dice y lo que se
demuestra. En fiarlo todo al Carlos Tartiere. En conformarse con los
playoffs cuando se debe ambicionar lo máximo. En conformismo. En
falta de intensidad. En resucitar a muertos hasta en un partido que
se había puesto tan a favor como éste. Las oportunidades están
para aprovecharlas. Es el momento. ¿Quién dejaría marchar a una
Monica Bellucci? Crean, contagien, deseen. Y, por favor, no vuelvan a
las variantes tácticas que nos hicieron naufragar. Porque ese
camino, ya está demostrado no conduce más que al fracaso. Como en
esta triste tarde de gallega que mina cualquier esperanza, que
frustra, con ese penoso conformismo que no se merece la sufrida
afición azul.
MANOLO
D. ABAD
Foto: J.L.G.FIERROS
Una imagen vale por mil recuerdos
Vinilo Azul. -
“Una imagen vale por
mil recuerdos”
Miguel Fuentes, quien
fuera guitarra de The Amateurs, me manda un whatsapp preguntándome
si tengo una entrada de su concierto-presentación de su primer álbum
“Los clubs han cerrado” en la Santa Sebe. Junio de 1989. Al
parecer, Yolanda Lobo está preparando un libro sobre la legendaria
sala ovetense y no encontraba nada de ese concierto que, vista la
trayectoria posterior de los ovetenses, marcó una época. Lo
encontré. Y por partida doble: entrada y flyer.
Fue destapar imágenes,
entradas de conciertos, fotos, y la memoria obró el resto. El camino
transitado, las experiencias vividas, todo lo aprendido en esas
vivencias en la carretera. ¡Cuánto aprendí! ¡Cuánto me enseñaron
esos Amateurs con los que recorrí en furgoneta y hostales toda la
geografía española! ¡Cuánta buena gente conocí! A finales de los
80, principios de los 90 no podíamos hablar de un circuito estable
de conciertos, por mucho que a esos que miran por encima del hombro y
escriben igual o peor, se les llenase la boca en sus lamentables
artículos con aquello. Había que estar sobre el terreno,
comprobarlo, vivirlo. Y uno tuvo esa suerte gracias a esos amigos, a
quienes conservaré siempre en mi corazón, a esos The Amateurs que,
tras el paso de los años, se han convertido en un nombre capital
para entender el rock en Asturias. Ellos se arriesgaron a salir más
allá del Pajares. No se conformaron con hacer caja dentro,
arriesgaron, y hoy se recuerdan sus actuaciones por todo el país
como algo único y especial de una época en la que brillaban nombres
como Cancer Moon, Los Clavos, Lagartija Nick, Pleasure Fuckers,
Vancouvers, Sex Museum, Las Ruedas o Los Deltonos.
Vuelvo a Yolanda y su
libro. Animado por la búsqueda, encuentro un puñado de fotos, de
carteles y demás pasquines promocionales de otros conciertos en la
Santa. Las dos fiestas de mi programa de radio “Club Alternativo”
con bandas magníficas de la época -finales de los 90- como Zombi
Zú, Feedbacks, Mamy Carter, Heartbeats, Soviet Sister o Sangrientos
-con Paco Loco al frente- que, generosamente, se sumaron a la fiesta.
Momentos inolvidables como un postconcierto con el grandioso Javier
Corcobado tras una impresionante actuación de Corcobado+Manta Ray
(juntos cuajaron uno de los grandes discos del rock español
“Diminuto Cielo”) en el que acabamos viendo amanecer tras la
verja del local. O un cumpleaños mío con Steve Wynn firmando hasta
que le dolió la mano -la discografía propia y la de Dream Syndicate
era amplia- que remachó con otra actuación inolvidable. Tantas y
tantas imágenes que luchan por arremolinarse en la mente, en el
zurrón de los grandes recuerdos. El homenaje a Alberto Toyos, con
los dos Amaral hablando de los Church y de los Echo & The
Bunnymen, de música, para constatar lo auténticos que son, por
encima de los prejuicios.
Espero que Yolanda Lobo
plasme ese libro. Y que, cada una de las entradas, de los flyers, de
las fotos, pueda levantar un registro de la memoria en cada uno de
los que pasamos por allí y disfrutamos de inolvidables noches de
música en vivo. De esa vida que nos negamos a que sea cercenada por
la gentrificación y los bizarros intereses de extrañas asociaciones
que no representan a nadie más que a ellos mismos y su ego
carpetovetónico.
Publicado en el suplemento "D-Oviedo" del diario "El Comercio" el domingo 16 de abril de 2017
miércoles, 12 de abril de 2017
martes, 11 de abril de 2017
lunes, 10 de abril de 2017
Extraña comodidad
Crónicas de Vestuario. -
“Extraña comodidad”
La espléndida tarde de primavera se presentaba con los mejores
augurios. Por la mañana, el Vetusta se imponía con orgullo, valor y
garra al filial del rival eterno, sacando sus mejores virtudes tras
la temprana expulsión de Asier en el arranque del segundo acto y
rubricando un choque de la máxima por un 0 a 1 para la esperanza,
que mereció ser mucho más amplio.
Arrancó vertiginoso como casi nunca en esta temporada el partido y
Toché volvió a mostrar quién es. Nadie diría, al contemplarle
horas antes, bien temprano en la mañana, paseando junto a su
mascota, con aire distraído, por el Campo San Francisco, que se
trata de una especie en vías de extinción o, al menos, buscada
desespradamente: la del goleador natural o, como se decía hace años,
nato. Un killer nato que no acostumbra a perdonar ni una y que, si es
necesario, se la fabrica él solo, a lo Juan Palomo, como en este
encuentro ante el UCAM Murcia. Huele un balón alto que rompe a la
defensa rival, lo observa, se sitúa, controla, avanza y remacha.
¡Gol! Con zarpazos así, quién necesita más juego. Partido
resuelto y a deslizarse por los minutos ante un inoperante conjunto
murciano. Otros quizás hubieran machacado, pero los de Hierro son
como ese ciclista que ahorra fuerzas para el momento decisivo que aún
no se sabe si llegará, pero que se espera con ansia por todos.
Primer acto resuelto.
La segunda parte se la entregaron a los murcianos y éstos no
supieron qué hacer con ella, más que someterse al abrazo de
brusquedades absurdas mientras trataban de progresar metros en una
versión rugby del fútbol que tantas veces hemos tenido que
soportar. Finalmente, su propia desesperación generó los huecos y
el once azul resolvió con comodidad, con una extraña comodidad, un
choque no menos raro. Quizás sea la dinámica de la categoría, o la
propia trayectoria de un Real Oviedo que se ve sólido y avasallador
en casa en la misma medida en que se ha mostrado demasiadas veces
lejos de su feudo timorato, blando e inseguro.
Se aproxima el momento de la verdad y ya va siendo hora de que
algunos jugadores comiencen a espabilar, a redondear sus actuaciones.
Se observan flaquezas como en el apático Saúl Berjón que sólo
ofrece discontinuas gotas de su incontestable clase o en un Michu al
que delató un flojísimo remate en un balón que, en otros tiempos,
habría resuelto con garantías. Sólo queda esperar su mejoría y la
del equipo ante los grandes retos que se muestran en el horizonte.
Decía el empresario estadounidense Lee Iacocca que “quien no se
desafía a sí mismo, se apoltrona”. Tiempo es de aplicarse esas
palabras del creador del Ford Mustang y embarcarse en este desafío a
nueve jornadas y, quién sabe, un playoff.
viernes, 7 de abril de 2017
The Sound "Missiles"
Deep in the country
The factories hide
Where they make the missiles
That run our lives.
Who the hell makes those missiles?(3x)
When they know what they can do?
They've got the money.
They've got the know-how.
It's all above our heads;
It's coming down now.
Missiles cause damage
And make an eerie sound.
Missiles leave carnage
Where there once was a town.
Who the hell makes them?
Who the hell makes them?
Who the hell makes those missiles?
When they know what they can do?
miércoles, 5 de abril de 2017
Mikel Erentxun "Cicatrices"
Polvo en el cristal
Del salón de baile
Lágrimas de mar
Fuego en el aire
Y las luces de neón
Apuntando al corazón
No voy a cambiar
No voy a perder
No voy a caer
Me han crecido alas en las cicatrices
Puedes disparar
Puedes ignorar
Puedes enterrarme en algún bar
Me han crecido alas en las cicatrices
Nieve en el desván
De los sentimientos
Lluvia en el diván
De los recuerdos
Con las luces de neón
Apuntando al corazón
No voy a cambiar
No voy a perder
No voy a caer
Me han crecido alas en las cicatrices
Puedes disparar
Puedes ignorar
Puedes enterrarme en algún bar
Me han crecido alas en las cicatrices
Sangra el amor
Entre las ruinas de Babel
Mírame
Fuimos espejos
Y ahora somos
Niebla en el desierto
No voy a cambiar
No voy a perder
No voy a caer
Me han crecido alas en las cicatrices
Puedes disparar
Puedes ignorar
Puedes enterrarme en algún bar
Me han crecido alas en las cicatrices
lunes, 3 de abril de 2017
La vergüenza y David Pérez Pallás
Crónicas de Vestuario. -
“La vergüenza y David Pérez Pallás”
Nos disponíamos a contemplar un duelo en las alturas, un duelo con
posibilidades de acercarse hasta el ascenso directo ahora que parece
que el Girona vuelve a sentir “mal de altura”, hasta que en el
minuto 14 David Pérez Pallás consiguió ensuciar el duelo con una
de esas decisiones tan extrañas como sospechosas: un inexistente
penalty en una jugada totalmente limpia en el área ovetense. Si
hubiese sido la primera vez que este trencilla pitaba algo así
resultaría menos oscuro que conociendo el historial que adorna a
este colegiado. No, no era la primera vez que Pérez Pallás se
sacaba de la manga un penalty inexistente contra el Real Oviedo: fue
en la temporada 2010-2011 frente a la Cultural Leonesa que señaló
la pena máxima por un -resulta difícil denominarlo- roce dentro del
área. Aquí ni siquiera existió roce o duda alguna. Invenciones
dignas de un “Expediente X”, de alimentar la rumorología en
redes sobre una posible simpatía hacia el eterno rival, e incluso la
posibilidad de que este individuo fuera socio del mismo.
Sea como fuere, David Pérez Pallás tiene algo contra el Real
Oviedo. Y no le importa en absoluto disimularlo. En el Deportivo
Alavés-Real Oviedo de la temporada 2015-2016 fue un gol anulado a
Linares que hubiera supuesto la reacción del conjunto azul tras
encajar un 2-0. Algo tiene Pérez Pallás contra el Real Oviedo. Algo
que le impulsa a ensuciarse en un arbitraje que lleva a convertir
esta institución en fango, en vergüenza, en indignidad. Pocas veces
he contemplado un espectáculo tan lamentable protagonizado por un
árbitro como el de este pasado domingo de Pérez Pallás. Porque no
sólo fue el surrealista penalty. Por si no tuviera suficiente con la
desvergüenza de inventarse esa máxima pena, que podría pasar a los
anales de la historia del fútbol como una de las decisiones más
estúpidas, su recital se completó con la distribución de tarjetas
amarillas, que mostró su doble rasero a la hora de juzgar a los
equipos. El dorsal 5 del Tenerife (Alberto) recibió en las
postrimerías del encuentro una tarjeta amarilla, pero también
podría haberle sido mostrada en otras cinco infracciones anteriores
semejantes a esa, seis entradas en el límite de lo deportivo (si
prefieren, quitamos el eufemismo: violentas y peligrosas). En un
mundo justo, con un arbitraje honesto, Alberto debería haber sido
expulsado por doble amarilla hasta tres veces. En el mundo de Pérez
Pallás, no. Pícaro él, ya al final, se la enseñó, para mostrar
su tendenciosidad. Un trencilla de esta calaña no debería campar a
sus anchas destrozando una competición libre hasta desequilibrar de
manera vergonzosa un partido que se presumía apasionante y que
deformó como no debería consentirse nunca en un competición del
nivel de la Liga española. Un árbitro, bueno, mejor no voy a
llamarlo “árbitro”, pues no merece tal nombre, un personaje de
esta calaña no debería campar a sus anchas impartiendo injusticia
en ningún campo de fútbol. Un individuo de esta ralea no debería
representar a tantas y tantas personas que se parten el pecho en
categorías inferiores con entusiasmo y honradez. Si tuviera un
mínimo de decencia no volvería a pisar un campo de fútbol, David
Pérez Pallás. Aunque sólo fuera para honrar a quienes se dejan la
piel impartiendo justicia con afición y honestidad por mucho menos
dinero que el que usted se ha llevado por lo que ha hecho en
Tenerife, donde ha adulterado la competición con un descaro y una
indignidad como no se veía hace mucho tiempo.
El partido arrancó como muchos otros del equipo azul fuera de su
terreno, a verlas venir y a evitar que la puerta fuera perforada en
la primera hora de juego. El surrealista penalty trastocó los planes
y la cara de un conjunto azul que mostró una de las mejores imágenes
en un partido a domicilio. Capada la banda derecha por la presencia
del inexistente en ataque José Fernández, todo el peligro se
concentró en el primer acto por la izquierda donde Nando y Christian
trataron de desdoblarse con más voluntad que acierto. La presencia
magistral de un sobresaliente Susaeta permitió a los de Hierro
mandar y crear peligro. El segundo tiempo comenzó también con el
Real Oviedo amo de un medio del campo que perdió empuje con los
cambios: ni Saúl Berjón ni Michu aportaron peligro, consistencia ni
profundidad y el equipo azul se marchó de vacío en un encuentro que
recordará por la impresentable actuación del gallego Pérez Pallás
que desequilibró la balanza con sus decisiones.
MANOLO D. ABAD
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