Vinilo Azul. -
“Un concurso por Jandro Espina”
Hace unas fechas el pleno
del Ayuntamiento de Oviedo aprobaba por unanimidad el rebautizar el
Concurso de Rock Ciudad de Oviedo como Concurso de Rock Alejandro
Espina, en memoria de una de las personas que más ha sentido y ha
colaborado para que la llama del rock no se apagara en la ciudad. El
orgullo es doble, puesto que la idea partió de quien les escribe, de
las columnas “Vetusta Blues” que se publican los miércoles, en
concreto el pasado 16 de marzo de 2016. En que todo se moviese, el
empeño de David Morei resultó fundamental para que la petición de
firmas se pusiera en marcha. En muy poco días, la maquinaria de
amigos, conocidos y amantes del rock en la ciudad consiguió que se
alcanzara la cifra de 2700 peticiones a través de la web
especializada change.org.
Poco voy a añadir sobre
Alejandro Espina, quien, sin duda, estaría orgulloso de ver cómo en
este 2016 se han publicado un buen número de álbumes y singles en
Asturias -de gran calidad además- de formaciones como The Traveling
Zoo, Elle Belga, One For Apocalypse, Alberto & García, Psycho
Rubia, Buenaventura, La Destilería, Rodrigo Cuevas, Joven Kenoby,
Aftermaths y que otros tantos esperan hacerlo en los próximos meses,
grupos y artistas como Blues & Decker, Johnny Penicilina y los
Frixuelos Eléctricos, Pedro Conde o Stanley Road, lo que habla a las
claras del empeño en seguir en la brecha de muchos artistas
asturianos a pesar de las dificultades, la crisis o las crisis...
También muestran una enorme diversidad en distintos registros, con
un gran nivel en la mayoría de los trabajos.
Estaría bien que se
honrase este concurso de rock como se merece, con una programación
coherente y que respondiera a criterios de solvencia -no de
oportunismo o de extraños intereses- bajo la supervisión de quienes
conocen la realidad del rock asturiano, estatal y mundial. Por
desgracia, y se viene comprobando año tras año, aunque de manera
más acusada en la última edición, este concurso es la hermanita
pobre de la programación de las fiestas de la ciudad. Claro que
miedo nos da el pensar qué nos pueden traer los responsables del
próximo San Mateo. Uno recuerda una conversación, muy surrealista,
con un alto cargo de la SOF que había estado junto al concejal de
cultura ovetense Roberto Sánchez Ramos en el festival BBK 2015,
acerca de las actuaciones del susodicho festival. No mencioné nada
raro, tan sólo a tres cabezas de cartel como Jesus & Mary Chain,
Black Rebel Motorcycle Club y Mumford & Sons. El rostro del
responsable de elegir las actuaciones de San Mateo era todo un poema
donde se dibujaba la ignorancia más supina. Y eso que Jesus &
Mary Chain, por ejemplo, no son precisamente unos novatos tras tres
décadas en la carretera...
Miedo da ver en las manos
en las que nos encontramos los ovetenses. Mientras tanto, este
verano, nos tocará de nuevo viajar a Gijón para ver algo tan
interesante -y nada inaccesible a nivel de precio de contratación-
como el legendario Nick Lowe. Bueno es que se honre la memoria de
nuestro querido y añorado Alejandro Espina, pero mejor sería
también que se buscasen fórmulas para que llegasen actuaciones de
nivel en nuestras fiestas y no la rancia ración de lo ya visto mil
veces en cualquier otro pueblo de la Península.
MANOLO D. ABAD
Publicado en el suplemento "El Comercio de Oviedo" del diario "El Comercio" el domingo 26 de junio de 2016