Crítica. Música.
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"Noise recuperado"
TRIÁNGULO DE AMOR
BIZARRO
Lata de Zinc, Oviedo.
Viernes, 29 de abril de 2016.
Celebraba la emblemática tienda de discos ovetense Alta Fidelidad su décimo aniversario y hacerlo con una banda como Triángulo de Amor Bizarro dice mucho de las intenciones de su responsable -Alberto Izquierdo- ahora que cierto indie se ha convertido en el sustituto del pop-rock de otras épocas. Aquí hay una raíz que entronca con lo expuesto a principios de los 90, sin coartadas generacionales, pleno de electricidad y sabiendo conjugarlo con melodías que se filtran entre esas toneladas de ruido que caracterizaron al indie que alimentaba esperanzas en Benicàssim a mediados de los 90.
Los gallegos han logrado en su último álbum -"Salve Discordia"- matizar toda su potencia distorsionada en canciones que saben manejarse a través de estribillos irresistibles. Todo lo que habían sugerido en entregas anteriores explota con todo su colorido entre paredes de pura electricidad que remite a tiempos que ya creíamos perdidos. Enroscados en esa recuperación, consiguen reventar plenos de matices, ya sea desde el recurso a la psicodelia sosegada llevada a la catarsis desde el crescendo, como en los estallidos que no se han dejado en este camino desde que les contemplásemos por primera vez en mayo de 2007 en el añorado festival "Intersecciones". El camino no les ha domado, sino que ha descubierto nuevas virtudes que han conseguido explotar al máximo en este nuevo álbum y en unas actuaciones donde saben dosificar matices y energía con la mano sabia de quien ha aprendido a distribuir todos sus recursos, ya sean a través de envenenar de electricidad sus innegables virtudes pop como de envolverse en las indomables espirales sónicas ruidosas con las que impactaron en sus orígenes. Un grupo en crecimiento y en un estado de forma envidiable.
MANOLO D.ABAD
Publicado en el diario "El Comercio" el martes 3 de mayo de 2016