Vinilo Azul. –“Cuando Oviedo fue Múltiple”
Con la primavera llegan los
festivales de música, esos que se han acabado imponiendo como una alternativa
de ocio, y también de turismo a lo largo de los últimos lustros en España. Hay
incluso quienes no van a un solo concierto en su ciudad a lo largo de todo el
año y acuden fieles a algunas de las convocatorias festivaleras que se
desarrollan por la Península o fuera de ella. Lo que muchos desconocen es que
Oviedo, hace ya veinte años, tuvo la gran oportunidad de destacar y hacerse un
sitio en este tipo de propuestas. Con el Oviedo Múltiple, la ciudad consiguió
distinguirse en el maremágnum de la época gracias a una cita que reunía música,
cine y radio desde una perspectiva universitaria.
El Oviedo Múltiple, festival
multidisciplinar universitario, había nacido de diversas convocatorias que un
activo grupo de gentes encabezado por Julio Rodríguez y Luis Delgado llevaron a
cabo desde principios de los 90: el festival de rock universitario, los Premios
Lolapaliza (un juego de palabras con el norteamericano Festival Lollapalooza de
música alternativa creado en 1991) y el Festival Indivasión. En 1996 deciden
dar un paso más a la vista del gran éxito de Indivasión donde reunieron en una
abarrotada sala La Real el 12 de mayo de 1995 a nombres de referencia en el
indie del momento como Los Planetas, El Inquilino Comunista y Australian Blonde
junto a los participantes en el Concurso de Rock Universitario –por entonces de
ámbito regional- donde concurrieron Tommy Crimes, Crew y The Undershakers.
Siempre pensando en crecer, Julio y Luis idearon el Oviedo Múltiple, contando
con gentes como el director de cine Tom Fernández (por entonces con apenas unos
cortos en su haber), el diseñador Moncho Sejas; José Ramón Cuesta, que ya empezaba
a manejar un gran número de contactos en la industria discográfica –él había
sido todo un pionero al frente del Centollo Rock- y un montón de personas que
engrosaron una organización de universitarios eficiente y capaz. A mí me
enredaron en la parte musical, en una ardua selección de maquetas de un
concurso que ya tenía ámbito nacional y que contó con más de medio millar de
maquetas a concurso. Recuerdo muchas tardes en los alrededores del San
Gregorio, escuchando casetes en la oficina donde se maduró un festival único,
singular, algunas de grupos como La Habitación Roja o Niños Mutantes que, años
más tarde, lograrían hacerse un nombre propio en el panorama del rock español.
Fueron tan sólo dos años como
Oviedo Múltiple, pero la repercusión alcanzada fue infinitamente mayor que los
recursos invertidos. La imaginación y el trabajo desinteresado de muchos de los
que formábamos parte de aquel proyecto lleno de ilusión consiguió traer
actuaciones internacionales de primer nivel como las bandas estadounidenses Yo
La Tengo y Babes In Toyland, reivindicar la figura de Jesús Franco antes que
muchos festivales de cine o los propios Premios Goya y celebrar emisiones de
radio en directo desde el propio festival. Cuantifiquen eso en promoción para
la ciudad. Oviedo había encontrado un lugar destacable en medio de una
abundancia creativa con una cita insólita en el resto del país. Como suele
ocurrir tantas y tantas veces, el desdén de los encargados en apoyar aquello
–esas autoridades municipales incapaces de intuir el valor y la singularidad de
la propuesta- echó al traste la intención de seguir creciendo que siempre
albergaron Julio y Luis como cabezas visibles del Oviedo Múltiple. Hoy, veinte
años después, permanecen las anécdotas y los recuerdos de un trabajo bien hecho
frente a la incomprensión y el desprecio de quienes preferían ignorar lo que su
tiempo les ofrecía. No hay retraso cultural mayor que ese. Al escuchar el
instrumental del grupo Yo La Tengo “Last train to Oviedo”, revivo,
inconscientemente, esos días mágicos e irrepetibles donde conseguimos que la
ciudad tuviera una presencia distinta y relevante en la joven cultura
alternativa emergente de la España de los 90.
MANOLO D. ABAD
Publicado en el suplemento "El Comercio de Oviedo" del diario "El Comercio" el domingo 7 de junio de 2015