Crónicas de Vestuario. –“Gloria Azul”
Ha costado pero ya estamos de nuevo, en el primero
de los peldaños que han de devolver al conjunto azul a su lugar natural: la
Primera División. Allí donde el Real Oviedo se instaló como el primer conjunto
asturiano en la máxima división en la temporada 1932-1933. Doce años, toda una
generación, penando en los pozos del fútbol han servido para rearmar a un
equipo histórico en la Liga española.
La batalla en la bahía de Cádiz fue digna de las
mayores epopeyas. Con todo en contra –menos mal que hubo cámaras para evitar
encerronas- el once azul se presentó en la localidad andaluza dispuesto a jugar
el juego de los gaditanos. El juego del nulo fútbol, de un tanteo absurdo a la
espera de un chispazo, el discurrir de los minutos con una propuesta miserable
a la espera de que una luz alumbre entre tantas sombras. Si a ello añadimos un
árbitro de la especie cicatera que conseguirá trepar como el joven Javier
Alberola, teníamos el peor de los escenarios. Pero quien a hierro mata, a
hierro muere y eso le pasó al abigarrado Cádiz del antifútbol. Cayó en una
jugada aislada, a balón parado y pagó su paupérrima propuesta de la forma más
cruel. El equipo del Sr. Barragán no mostró ninguna reacción creativa cuando
llegó el gol azul. Los amarillos se habían dejado la imaginación en el baúl de
su mediocridad y no quedó ninguna posibilidad de encontrar algo.
A veces, existe la justicia poética, esa que tanto
nos motiva a los escritores. Esa sobre la que tanto nos gusta escribir. Y esta
eliminatoria nos ha brindado un nuevo capítulo sobre el que engrandecer la
historia de un equipo ya universal como
el Real Oviedo. Ha costado, hemos sufrido, pero todo ha salido bien. Me quedo
con el arranque de la segunda parte donde el once azul demostró su clase, donde
puso en evidencia la mediocridad de los de Claudio Barragán, conjunto
destajista muy propio de la categoría que, quién sabe, quizás también encuentre
la gloria en nuevas eliminatorias. Poco merece un grupo rudo y gris como el
amarillo.
Volvamos a la celebración. Ya me están pidiendo
música, algo inevitable en estos momentos y dado mi desempeño. Pues bien, aquí
os lo dejo: mis queridos Freddie Fano y Los Marijuana Trío cantando “El Rey”,
conexión azul y mexicana. Añado a la fiesta: “Let´s celebrate” de los Stranglers. El paso más difícil se ha
conseguido.
MANOLO D. ABAD
Foto: PABLOLORENZANA
Publicado en el diario "El Comercio" el lunes 1 de junio de 2015