Vinilo Azul. -
“Símbolos”
Pide la Peña Azul
Castrillón un homenaje para el que hasta la campaña pasada fue
portero del Real Oviedo Esteban, uno de los símbolos del oviedismo.
Y me parece una propuesta acertada que debería ser tenida en cuenta
por la entidad azul.
Esteban y Michu son los
dos últimos símbolos para la afición oviedista. Dos nombres
propios que acentúan su valor, puesto que se forjaron en los tiempos
más difíciles para el club y su afición. Tiempos de supervivencia
y barro donde ellos enarbolaron el orgullo, el valor y la garra, que
son el santo y seña del equipo más representativo de la capital del
Principado de Asturias. Lo hicieron, además, y más acusado en el
caso de Esteban, pudiendo haberse quedado en otros conjuntos de
superior categoría. Allá por donde ha ido, la estela humana de
Esteban ha quedado marcada con letras de oro. En su anterior club, el
Almería, era también capitán e ídolo de la afición. Los dejó
pudiendo haberse quedado allí, seguramente ganando más dinero, pero
el corazón azul del avilesino le impulsó a regresar a su tierra
para ayudar a su equipo del alma.
Pienso muchas veces,
cuando conozco a jóvenes aficionados azules, en que muchos de ellos
sólo han visto al Real Oviedo en la encrucijada, en el barro, en el
fondo del precipicio. No disfrutaron del equipo, como otros que sí
hemos tenido esa suerte, jugando frente a los grandes de la Liga cada
domingo, durante muchas temporadas seguidas e incluso alcanzando la
competición europea. Quizás por eso, sean estas generaciones las
que merecen encontrar símbolos tangibles de los que sentirse
orgullosos. Más que el viejo aficionado que recordará a Herrerita o
Lángara, más de los que ya hemos entrado en la madurez que
recordamos las hazañas de Gorriarán, Sañudo, Jokanovic, Carlos o
Dely Valdés. Precisamente porque no han podido disfrutar de esos
grandes momentos, es la razón de que se valore a Esteban y a Michu
como símbolos perennes del oviedismo, que la gente los perciba como
suyos, que se honre su contacto personal y su compromiso en tiempos
difíciles. Si es iniciativa de los dirigentes azules, mejor aún.
El fútbol -le pese a
quien le pese- es algo más que un deporte, trasciende sus fronteras
en la sociedad. Bien conducido debería servir para mostrar alguno de
sus valores y qué mejor para todo oviedista que se precie, que sean
esos transmisores dos “paisanos” -como solemos decir en Asturias-
como Esteban y Michu.
MANOLO D. ABAD
Publicado en el suplemento "D-Oviedo" del diario "El Comercio" el domingo 8 de octubre de 2017