Vinilo Azul. -
“Los 52 golpes”
El tiempo navideño suele
ser el de regresos de amigos en la diáspora, de esos asturianos que
se reparten por el globo y que siempre nos animan cuando viajamos a
los lugares donde ellos se encuentran. De ahí que, cuando ellos
regresan, les agasajamos en justa correspondencia. Y ahí estamos en
mi casa, un grupo de buenos amigos, escuchando discos y celebrando
con cava la ocasión. Entre ellos está Pablo Amor, veterano de mil
batallas periodísticas que se ha traído a su hijo Lucas, al cual
sólo le puedo ofrecer agua y unas galletas que el pequeño no coge.
Pablo nos habla de su idea (y logra embarcarnos en su proyecto), que
ha cuajado junto a su colega Alexis: Los 52 Golpes.
Atendiendo a la máxima
de Ray Bradbury “Si escribes un relato a la semana durante todo un
año, es imposible que todos sean malos”, “Los 52 golpes”
propone a 52 escritores y periodistas escribir un relato a la semana.
El proyecto es, desde luego, estimulante, y a él nos unimos los
presentes en mi domicilio -Rubén Rodríguez y Lauren García- aunque
también hay otros escritores ovetenses como no podía ser de otra
manera (entre otros, nombres de la entidad de Chus Fernández y Ana
Vega). Me perdí la primera semana, entre la activación de la web
(www.los52golpes.com)
y el trabajo en estas vacaciones que me ha tenido desbordado hasta
hace unos días, pero esta semana me estreno con una mezcla de
excitación y responsabilidad ante este desafío.
Me da pena comprobar
cuántos amigos y amigas se encuentran en esa emigración a la que
obligan las circunstancias de nuestra tierra, gente válida a la que
sólo podemos seguir a través de las redes sociales. ¡Son tantos!
Pienso en Bull, ahora en Austin, hace unos años en México, a punto
de sacar un nuevo álbum con su banda -Bull y Los Búfalos-. O mi
querida Ana Espina, a quien vi hace unas semanas en el parque
infantil de la Losa con sus dos sobrinitas, por casualidad, camino de
mi trabajo y con la que no pude tomar unas sidras para recuperar el
contacto y que me contara sus aventuras en el Teatro Lloseta de Palma
de Mallorca donde trabaja y tiene la posibilidad de traerse muchas
actuaciones nacionales y extranjeras. O Luis Cabo, que sigue mis
artículos sobre el Real Oviedo en la distancia de su puesto de
profesor en la Mercyhurst University en Erie (Pensilvania, Estados
Unidos). O mi propia hermana, también en las Islas Baleares, con la
que hablo menos de lo que quisiera, ocupada como nadie, que una
secretaria de juzgado como ella no para nunca.
Así que, cuando arranque
con mi primer relato -¡hoy domingo es la fecha límite de esta
segunda semana!- en unos instantes, una narración que lleva días en
la cabeza y que se titula “Los últimos serán los primeros”
pensaré en ellos porque, quizás, quién sabe, protagonicen mi
aportación a la tercera semana de tan estimulante propuesta como son
estos 52 golpes o, tan solo, encuentren un poco de tiempo para leerlo
y sentirnos más cerca a pesar de la distancia física.
MANOLO D. ABAD
Publicado en el suplemento"D-Oviedo" del diario "El Comercio" el domingo 15 de enero de 2017