Vetusta Blues. –“La nieve sobre Oviedo”
Tras varios días de temporal, despertó el viernes
ovetense con un manto nevado. Las imágenes blancas siempre nos conectan con la
infancia, con esa alegría espontánea que, con los años, parece disiparse de
nuestras vidas. Quizás también algún político podrá pensar que la nieve va a
ejercer de limpiadora de sus múltiples
errores, de los que en las últimas décadas hipotecaron la ciudad. Pero no: el
pasado aflora con urgencia de presente ante la inminencia de unas elecciones
que siguen poniendo nerviosos a muchos.
Lo que no cambia la nieve es la propaganda. Y esa no
deja de machacarnos con pertinaz insistencia. Ante los anuncios de las
actuaciones para las próximas fiestas de la ciudad uno no sabe a qué atenerse.
Primero, ¿cómo pueden estar contratando conciertos si su mandato termina en
mayo, fecha de las elecciones? Segundo, ¿están contratando realmente? Porque,
al mismo tiempo que se anunciaba a bombo y platillo la presencia del grupo
gallego Los Suaves en septiembre para abrir el período mateíno, nos enterábamos
de que la agencia de contratación de los ourensanos desconocía completamente la
susodicha presencia de la banda de rock en Oviedo. Tercero, ¿qué se pretende
con estos anuncios de conciertos? ¿Acaso propaganda? ¿Quizás que alguien les
oriente sobre artistas diferentes? Porque lo que está quedando claro, muy
claro, es el nulo conocimiento, el mínimo riesgo y el carísimo coste de los
anunciados.
La nieve nos brinda estampas insólitas, por poco
habituales y quizás los ovetenses también queramos disfrutar de algo distinto a
la machacada relación de nombres que se repiten un año sí y otro también para
desesperación de un buen número de habitantes de la ciudad. Si miramos a Gijón,
la perspectiva empequeñece aún más la propuesta ovetense: festivales que
movilizan a la ciudad como el inquieto Gijón Sound Festival, un nombre inédito
de un grande como Lenny Kravitz o el regreso –había actuado en…Oviedo- de un
clásico como Elton John. Ya no me quiero ir a Santander ni, mucho menos, a
Bilbao, ciudades también con festivales exitosos y actuaciones interesantes
alejadas de una rutina de contratación que delata el nulo criterio de quienes
pretenden seguir mandando tras las elecciones de mayo.
¿O acaso están esperando para una gran traca de
conciertos con motivo de la Ascensión, como ya probara algunas veces su
antecesor? Bueno, mejor me callo, no vaya a ser que…
Oviedo no parece tener remedio en lo que a
actuaciones de rock se refiere. Mientras veo los copones caer paseando por el
centro de la ciudad, no puedo evitar el recuerdo de aquel festival pionero, el
Oviedo Múltiple, donde se enterraron muchas ilusiones y a gente muy capaz. El
espíritu de Lou Reed me susurra un “Perfect day”, aunque sé que ese, en temas
musicales, lo tendré que vivir, otro año más, lejos de mi ciudad.
MANOLO D. ABAD
Publicado en el diario "El Comercio" el sábado 7 de febrero de 2015