Cronicas de Vestuario. –
“No
tenemos remedio”
En un pasado no tan lejano, afrontar el tercer
partido de una fase final de un campeonato sería para España lo más parecido a
una tragedia griega, obligados a vencer tras un par de tropiezos previos y con
la perspectiva de luchar a muerte para situarse frente al infranqueable muro de
cuartos de final. Hoy en día, el tercer encuentro viene marcado por las cábalas
de cruces en la siguiente manga y sin la necesidad de recurrir a heroicidades o
furias destempladas: con un empate ante Nigeria servía para quedar primeros de
grupo. Pero, héte aquí que la facilidad para el melodrama que, como buenos
latinos, aún nos acecha, se empeñaba en recordarnos el infausto recuerdo de
nuestro único choque ante el conjunto actual campeón de África. Fue en el
lamentable Mundial de Francia 1998, marcado por las tensiones del seleccionador
Javier Clemente con los medios (bueno, contra todo lo que se moviese) y por la
lamentable cantada de Zubizarreta en
el partido inaugural precisamente contra las Águilas Verdes. Quince años después, la deuda se salda con
solvencia (3-0), a pesar de los apuros que el espectacular despliegue físico de
los nigerianos generó en la primera parte. Aunque, no lo olvidemos, la “Roja”
tuvo hasta cinco claras ocasiones de gol en ese período, que finalizó, además,
con ventaja de uno a cero en el marcador.
Y si en resultados y juego la vida ha cambiado para
España, en otros asuntos somos incorregibles. ¿Cómo si no se puede entender
todo el lío generado por las declaraciones del segundo de Del Bosque Toni
Grande sobre Xavi? En un país envuelto en una dinámica de récord, lo que habría
aflorado de lo dicho por Grande es que “Xavi es vital para la selección por su
regularidad, talento y su manera de ver el fútbol”. Pero no, lo principal fueron
las divergencias y las recomendaciones sobre con quién quería Xavi jugar en el
medio del campo. No se había mencionado nombre alguno pero las pesquisas se
agudizaron y, al día siguiente, todo el país conocía el nombre y apellidos del
“señalado”: Xabi Alonso. En vez de recordar un nuevo récord –28 partidos
oficiales seguidos sin perder-, buscamos una nueva lucha fratricida a
garrotazos. Definitivamente, Goya supo captar el alma que se esconde bajo la
piel de toro. Ese espíritu que nos hace olvidar el momento glorioso que vive el
combinado español, que nos impide disfrutar de un momento, sí (títulos y récords
así lo señalan), histórico. No tenemos remedio.
MANOLO D. ABAD
Publicado en la edición papel del diario "El Comercio" el martes 25 de junio de 2013