Vinilo Azul. -
“Jarmusch-Oviedo”
Fue un placer inesperado
asistir al documental de Jim Jarmusch en el Teatro Filarmónica
dentro de la SACO (Semana del Audiovisual Contemporáneo de Oviedo).
Recordar las viejas sensaciones en una sala de cine. Disfrutar de una
magnífica película a toda pantalla. Emocionarse sin el asqueroso
aroma de las palomitas invadiéndolo todo, sin patadas en el
respaldo, sin conversaciones interminables de los vecinos de butaca,
sin móviles sonando, con respeto a los demás, con el ambiente ideal
para disfrutar de todo lo que nos puede ofrecer el cine en una sala
adecuada.
Unas horas antes, tras
hacerme con el par de entradas correspondientes, me encontré con mi
querida amiga Graciela Oliveira, una de las encargadas de producción
en la SACO. A ella le habían tocado niños de cuatro años que
asistían a sesiones matinales y se confesaba maravillada por todo lo
que rodeaba a esos pases. Contemplar los rostros -emocionados- de los
pequeños al encontrarse en una sala de cine como el Campoamor o el
Filarmónica, con toda la majestuosidad de su atmósfera, bien
distante de los diseños estandarizados de las multisalas de las
grandes superficies comerciales; ver cómo se empapaban de una magia
difícil de crear hoy en día.
Los Cines Clarín también
poseían su particular encanto y allí tuve la oportunidad de
contemplar una película de Jim Jarmusch, probablemente en la segunda
mitad de los años 80. Eran unas proyecciones que se realizaban a
instancias del aula de cine universitario -no recuerdo el nombre
exacto- y que ofrecieron sesiones económicas realmente interesantes,
en versión original, con unos folletos repletos de información y
textos sobre la película... esas cosas que tanto echamos de menos en
estos días. La película era la tercera del director neoyorquino
-”Down by law”- protagonizada por un trío de ases como Tom
Waits, Roberto Benigni y John Lurie, con una muy sugerente música de
éste último. A partir de ese día no perdí la oportunidad de
asistir a cada nuevo estreno de Jim Jarmusch.
Cambian los tiempos a
ritmo vertiginoso y, por esos giros de azar, me encontré con un
magnífico
estuche con sus seis
primeros films en dvd y, días después, la posibilidad de ver en
pantalla cinematográfica esta gran obra en honor de los Stooges.
Benditas sean muestras como la SACO y también la posibilidad de
recuperar el cine en pantalla grande en el centro de Oviedo. Que no
pase a ser un recuerdo neblinoso de tiempos pasados.
MANOLO D. ABAD
Publicado en el suplemento "D-Oviedo" del diario "El Comercio" el domingo 26 de marzo de 2017