Vinilo Azul. -
“Lecciones”
Hace unas fechas se moría
Paloma Chamorro y me paré a pensar en las huellas que pudo haber
dejado en Oviedo o en Asturias. De ella, en persona, no recordé
ninguna. Sin embargo, al hablar con muchas amistades que habían
contemplado muchos de los programas de “La Edad de Oro” me di
cuenta que sus rastros estaban ahí, en tanta gente a la que le había
cambiado la vida a partir de una visión musical que escapaba de los
límites raquíticos impuestos en la época. Quienes decidieron coger
un instrumento y tocar en un grupo a imagen y semejanza de aquellos
que aparecían en esa emisión nocturna, los que escogimos escribir y
ampliar nuestros horizontes musicales y convertirlos en uno de
nuestros principales ejes vitales. Fuimos tocados por su presencia,
por aquellos conciertos, por aquella libertad, por aquella vida donde
la cultura ocupaba un lugar esencial. ¡Qué mejores huellas que
esas!
En esos años de “La
Edad de Oro”, en la primavera de 1983 contaba con una sala de
conciertos como Vértigo (hoy denominada Estilo, como muestra
innegable de que los tiempos han cambiado a peor) y un programa
nocturno en Radio Asturias titulado “El expreso de medianoche”,
que conducía Enrique Bueres. En Radio Asturias, en sus programas
musicales especiales de 21 a 22 horas, también -entre otros- tuvo su
programa el gran Rico Roces. La emisión se llamaba “Reacción
psicótica” y Rico nos acogió a mediados de los 80 con un enorme
cariño y una gran generosidad: él, profesor de inglés, tenía
acceso a muchos más discos que mi hermana y yo, estaba muy al día y
nos grabó cantidades de cintas de grupos que luego serían grandes
años después como Pixies, Screaming Trees o Nirvana. Tuvimos
suerte, sí. En una de esas emisiones también conocimos a una
parejina de Luanco, Nacho Álvarez y la llorada Carmen, que luego
protagonizarían grandes episodios musicales y hosteleros en Gijón.
Coincidíamos en conciertos e intercambiábamos -discos o
informaciones- que eran una forma de fomentar nuestra amistad.
Al amparo de la alcaldía
de Antonio Masip comenzó a haber una apertura que se mostró en la
creación de un pequeño estudio de grabación en los bajos del viejo
(y añorado) estadio Carlos Tartiere. Aquel pequeño cuatro pistas
vio como se grababan maquetas de muchísimos grupos que marcarían
parte de la historia del rock asturiano de los 80, entre ellos La
Tortuga de Sheffield, del que formé parte. También se trajeron
conciertos a la Casa de la Juventud del Campo de los Patos, allí
recuerdo haber visto a Sangrientos o a Esquil y Los Mures, entre
otros muchos, en esa segunda mitad de los 80. Sin embargo, lo que a
muchos les sorprenderá hoy, es que hubo un par de audiciones
especiales donde dos grandes nombres de la movida acudieron para
mostrarnos sus gustos musicales y quiénes les habían influido.
Fueron Loquillo y Poch. No eran tiempos ni de sesiones de
pinchadiscos ni de conferencias o clases magistrales. Eran dos
jóvenes que, con sus discos, sus vídeos y sus comentarios
consiguieron convencer a algunos ovetenses de que algo estaba
sucediendo en la música en España. Loquillo recordando grandes
nombres de rockers, pero también las influencias que habían tenido
sobre los Clash (ese evidente “Brand New Cadillac”). Poch
mencionando a Ian Dury & The Blockheads, que, años después,
actuarían en La Real. Me había olvidado de esta presencia de Poch y
me da rabia no habérsela podido comentar a Carlos Rego para el
espléndido libro que publicó hace algunos meses sobre Derribos
Arias.
Los tiempos cambian y la
música no significa mucho para las nuevas generaciones, más
pendientes de señalarse por sus móviles, su ropa o sus peinados.
Los tiempos cambian pero, quienes en algún momento influyeron
decisivamente en nuestras vidas no desaparecen, sólo se van con
nosotros. La estela de Paloma Chamorro permanece en muchos chicos de
provincias que encontraron su camino gracias a “La Edad de Oro” y
toda la música que tomó forma ante sus ojos en aquellas veladas
inolvidables.
MANOLO D. ABAD
Publicado en el suplemento "D-Oviedo" del diario "El Comercio" el domingo 12 de febrero de 2017.
Publicado en el suplemento "D-Oviedo" del diario "El Comercio" el domingo 12 de febrero de 2017.