domingo, 14 de diciembre de 2014

Bajo la presión


Crónicas de Vestuario. –“Bajo la presión”


“Under the pressure” (Bajo la presión) es una de las grandes canciones incluidas en el soberbio tercer álbum de los norteamericanos The War On Drugs. Bajo la presión vive el Real Oviedo, la de los resultados, la de los anhelos de salir de este pozo en el que se encuentra y a la que, en la desapacible tarde del sábado, sumó una más: la de las condiciones climatológicas. Asimilar el juego a esas características que marcó la constante y abundante lluvia caída durante toda la jornada era el principal reto para enfrentarse a un Compostela que, en esta temporada, tampoco ha sabido moverse bajo la presión de unas aspiraciones de ascenso que les han atenazado en múltiples ocasiones.


Tardó un cuarto de hora el conjunto azul en adaptarse a las dificultades que el terreno de juego le ofrecía, en especial una banda derecha anegada por el agua. La porfía por cada balón era constante, en un cuerpo a cuerpo donde el esférico generaba situaciones peligrosas cuando se detenía en los múltiples charcos. Había que moverse en esa tensión generada en cada pelota, en todo lo inesperado que podía suceder en cualquier jugada aparentemente inofensiva. Los balones parados se convertían en el mejor recurso para crear las ocasiones más claras y así llegó el gol de Jonathan Vila tras peinar uno de esos lanzamientos de falta. A partir de entonces, el conjunto azul dominó la extraña batalla bajo la lluvia y manejó la presión en su propio beneficio, buscando pelotas en largo y renunciando al toque obligado por la adversa climatología.


El Compostela, equipo que se ha reforzado con buenos jugadores como Teles -estilista portugués de Funchal cedido por el Deportivo de La Coruña- interpretó el fútbol adecuado en la reanudación, empujando al Real Oviedo contra su área. La entrada de Mon y de Quim “El Mago” Araújo –negado esta temporada de cara a puerta- acrecentó el dominio de los gallegos que llegaron a inquietar con un mayor despliegue físico. Paradójicamente, tras frustrar el empapado césped su ocasión más clara, el once azul se soltó el peligro santiagués y abrió unos minutos donde pudo sentenciar el encuentro. La primera, en una mano clarísima de Marcos Rodríguez que empuja con su brazo dentro del área en las mismísimas narices del nefasto trencilla Cid Camacho, otro más para engrosar ese peculiar colegio sueco de los que no quieren complicarse la faena ni ante lo más claro que suceda dentro de cualquier área. Luego, Eneko y Josep Señé no resolvieron dos ocasiones clamorosas y llegó el momento del sufrimiento, de más presión ante la desesperada ofensiva de los de Iñaki Alonso. Volvió a sonar otra canción, el célebre hit de 1982 “Under pressure” en las voces de David Bowie y Freddy Mercury para gloria de un Real Oviedo que rompe la racha de líderes caídos (en esta ocasión, ellos mismos) que se dejaban su vitola en el Tartiere. Los azules se afianzan, sabedores de que el camino –aunque largo y plagado de dificultades- cada vez se va acortando más y con una mejor gestión de sus múltiples presiones.


MANOLO D. ABAD
Reportaje fotográfico: JOSÉ LUIS GONZÁLEZ FIERROS
Publicado en el diario "El Comercio" el domingo 14 de diciembre de 2014