sábado, 5 de julio de 2014

Oviedo Noir


Vetusta Blues. –
“Oviedo Noir”

Ayer comenzaba una nueva edición de la Semana Negra, la atractiva convocatoria gijonesa para los amantes de la serie negra tanto literaria como cinematográfica. Este año, además, tengo la suerte de formar parte del cartel y allí presentaré el próximo martes 8 a las 18:45 horas en la Carpa Biblioasturias mi último libro “Justos por pecadores”. Va a ser algo extraño -después de tantos años acudiendo como aficionado y  público- situarme al otro lado, disfrutar de un modo distinto del especial ambiente que allí se respira. Mucha gente que ha leído alguna de mis obras me resalta el hecho de hablar de una ciudad, que les recuerda a Oviedo –mi lugar de origen- pero sin mencionarlo específicamente. Ahora, mientras me encuentro en plena escritura de una nueva novela, protagonizada por Julián Solares, me estoy planteando la posibilidad de nombrarla como un elemento concreto en el mundo de ese detective cuya personalidad he empezado a trazar en esta última publicación, en cuatro de los doce relatos que conforman “Justos por pecadores”.

Lo cierto es que la realidad también me empuja a considerar Oviedo como un lugar apto para las aventuras de mi detective. En los últimos meses, los ovetenses hemos ido conociendo, con sumo estupor, las aventuras de una pareja de criminales que comenzaron sus correrías negándose a pagar sus encargos de comida. De ahí, a disfrutar de los hoteles de lujo de la ciudad y alrededores sin abonar un euro, además de robar todo tipo de vehículos, muchos de los cuales empleados en alunizajes para atracar en diversos establecimientos. Unas “hazañas” que les han valido la denominación de Bonnie & Clyde, aunque más que a los protagonistas de la película de 1967 dirigida por Arthur Penn, a quienes recuerdan, por su total amoralidad, desparpajo y compulsiva reincidencia a la hora de delinquir es a los “Asesinos natos” que dirigiera Oliver Stone en 1994.

Otro episodio “noir” en los últimos meses en la ciudad ha sido el extraño robo en un domicilio de la Calle de la Lila que recuerda a esos films de atraco perfecto que se pusieron de moda en Europa a raíz del éxito de “Rififí” dirigida por Jules Dassin en 1955. Películas como la magistral “El Círculo Rojo” (1970) de Jean-Pierre Melville incluían estos robos, planificados al milímetro y con un despliegue espectacular. Un botín del que no se saben cifras concretas, pero sí que son abultadas y sobre el que se ciernen multitud de sombras y sospechas. Buenos argumentos para la serie negra, desde luego.

Oviedo es, sin lugar a dudas, una ciudad de atractivo literario. Las calles del centro, del casco antiguo, rezuman misterio y encanto, no sólo para perderse en ellas sin que importe el tiempo, sino para enredar la imaginación e inspirar nuevas historias que trasladar al papel.


MANOLO D. ABAD
Publicado en la edición papel del diario "El Comercio" el sábado 5 de julio de 2014