sábado, 16 de mayo de 2015

Memorias de pez, memorias de mosquito



Vetusta Blues. –

“Memorias de pez, memorias de mosquito”


Si algo caracteriza al período electoral es el tratar al ciudadano como si nada hubiese pasado. Hablo, por supuesto, de los dirigentes. Escuchan, tragan, en algunos casos, como los de la alcaldesa de Valencia, amenazan con identificaciones cuando se sienten acorralados por la insistencia de la protesta, pero, en general, tratan de ofrecer su cara más comprensiva y amable. Un carrusel incesante de múltiples actividades, visitas, encuentros… Sorprende que, luego, en el resto de la legislatura no se dé esa efervescencia y todos –bueno, la mayoría- desaparezcan en sus despachos y sólo salgan a inaugurar.

Otro de los aspectos que contemplamos es el de tratar al ciudadano como si nada hubiese sucedido. En el caso de los rectores que llevan en el poder en esta ciudad los últimos veinticinco años parece que no ha ocurrido nada malo. No hubo despilfarro, no hubo errores de bulto, no hubo prepotencia, no se hipotecó la ciudad para muchos años vista, no se han hecho tantas y tantas cosas tan rematadamente mal, no se ha perdido el tiempo en cercos y batallas políticas que no interesaban a nadie, no se ha estrangulado el pequeño comercio de la ciudad,… vamos, que Oviedo ha sido un envidiado edén con simpares infraestructuras, donde los ciudadanos apenas si pagan impuestos y en el que todos querrían vivir. Y si usted es taxista, o transportista, o ha de pasarse muchas horas al volante disfrutará de unos magníficos accesos bien pensados, con un planteamiento único en el mundo y que, además, mejorará en cuanto se incorpore un dron en plan tecnología superpunta que va a solucionar los (mínimos) problemas que las maravillosas entradas a la ciudad plantean. Podrán disfrutar también de una carpa multichachiguay en las fiestas de la ciudad, muy económica y con grandes posibilidades tanto para el sonido como para los espectadores con el que disfrutarán de actuaciones de artistas que ya actuaron en la ciudad hace veinticuatro años o que repiten cada pocos meses. Lo dicho: a la vanguardia.

Todo esto nos lo podríamos creer, cerrando los ojos y escuchando al alcalde de la ciudad que espera ser elegido por primera vez por sus conciudadanos (el status que disfruta ahora es el de “heredero”) hablarnos de tal cantidad de maravillas que uno se pone a pensar si no creerá que los ovetenses tienen memoria de pez, o memoria de mosquito. Quizás sea el entusiasmo de este período electoral en el que todo vale y el pasado queda reducido a unos añicos que, como en esa novela cada vez más visionaria de los tiempos por venir que es “1984” de George Orwell, nadie podrá recordar.
Un plácido paseo por Villa Magdalena o pisando el suelo del Campo de San Francisco que quisieron horadar para otro inútil parking podría despejar la mente y lograr que muchos de los oscuros recuerdos puedan aflorar. Eso esperamos, al menos, muchos. Que no todo sean palabras para memorias de pez… o de mosquito.


MANOLO D. ABAD
Publicado en el diario "El Comercio" el sábado 16 de mayo de 2015