Crónicas de Vestuario. –“La tumba de los líderes caídos”
Otro equipo que llega de líder a Oviedo y un nuevo
conjunto que sale derrotado del Carlos Tartiere. Póker de líderes caídos, un
dato importante, a tener muy en cuenta pues habla del potencial en casa de un
conjunto azul que termina el primer tercio de Liga con las expectativas
intactas. Cierto es que la fuerza descomunal ofrecida en campo propio encuentra
su negativo en el bagaje como visitante, dato sobre el que habrá que incidir de
cara a los próximos seis meses de competición. Tiempo hay para corregir
defectos, desde luego.
Llegaba el Real Murcia con brillantes y envidiables
números como visitante y se fue con una derrota clara y contundente. Una
victoria del Real Oviedo fruto de una eficacia total, en una primera parte para
enmarcar de un Héctor Font que aprovechó todos los espacios a su disposición
para horadar la defensa pimentonera y servir balones a un Linares estelar. Los
murcianos sorprendieron de inicio con un planteamiento atrevido que parecía
desdecir las palabras de Egea durante la semana, cuando calificó a los entonces
líderes como “equipo resultadista”. Espoleados, quizás, por esa definición, los
rojos salieron llevando la iniciativa del partido, tocando, con un juego
combinativo y trenzado, que provocó una peligrosa falta al borde del área en el
minuto tres. En el cinco era Garmendia quien disparaba fuera. El Real Oviedo,
agazapado y superada la sorpresa inicial, comenzó a buscar las contras con la
velocidad de Sergio García –un acierto táctico del entrenador azul- y la letal
asociación Héctor Font-Linares. En el trece abrió la lata el grandísimo
goleador azul y el Real Murcia pareció evaporarse. Esos minutos de duda los
aprovechó el equipo ovetense para dar el tiro de gracia con su insaciable
killer Linares, que apuntilló a los pimentoneros en el diecisiete. El trabajo
más complicado, meterle goles a un once murciano que sólo había encajado cinco
en doce partidos, ya estaba hecho. El Real Oviedo esperaba una nueva
oportunidad al contragolpe, en una versión distinta a la que acostumbra en sus
encuentros caseros y, satisfecho por encontrarse grandes espacios, puso un
colosal tres a cero antes del descanso. Primera parte para enmarcar, para que
la ilusión regresara a los aficionados y con el valor de conseguir un
grandísimo resultado ante un rival de entidad.
Parece claro que las pruebas de líderes muestran las
luces de un Real Oviedo fuerte y motivado, con espíritu competitivo. Queda
resolver las sombras defensivas, esas dudas, la necesaria contundencia ante
rivales rocosos. Tiempo hay. Y, mientras tanto, Miguel Linares liderando unos
números goleadores de escándalo (¡dieciocho tantos en trece partidos, tres
hat-tricks!). Primer tercio de Liga despachado con solvencia en casa, con
números para cimentar la ilusión y para recuperar la confianza en que este
largo camino ha de llegar a buen fin.
MANOLO D. ABAD
Reportaje fotográfico: JOSÉ LUIS GONZÁLEZ FIERROS
Publicado en la edición papel del diario "El Comercio" el lunes 17 de noviembre de 2014