Entonces el ruido estático de un botón de play al ser presionado. Un ruido brusco de engranajes en movimiento. Demasiado analógico para una cámara digital. Supongo que Titus ha accionado una grabadora. Un viejo trasto de cinta magnética. Me parece bien. Los dispositivos digitales son fácilmente rastreables, no hacen falta más que unos mínimos conocimientos del código binario. Mastico de nuevo y es cierto... el sabor amargo empieza a extenderse por las papilas gustativas, por las ramificaciones nerviosas... La primera sensación es la de estar escuchando a Bambino o quizás una de esas canciones melancólicas y estupefacientes de Nacho Vegas... el terror instalándose en el subconsciente pero ningún sentimiento de pánico.. todo lo contrario... extractos de marihuana en mi frente... soy consciente de que soy yo quien se ríe y la voz abstracta de Titus al fondo... cada vez más lejos... Fase S completada con éxito. Rápido. Tal vez demasiado rápido... luego más cerca... haciendo rebotar mis tímpanos... mastica con calma no hay prisa... ondas alfa expandiéndose al otro lado de mis párpados como volutas de humo de benceno... no hay peligro estoy contigo Titus está contigo... mis mandíbulas cobrando vida propia abandonando mi cuerpo masticando las hojas a muchos metros por encima del techo que ya no está que se ha disuelto en agua en aceite... Fase A completada con éxito, velocidad terminal, mareo... luces de ácido lisérgico estallando en mis pupilas... ruidos infernales de color amarillo golpeando la esfera de mi reloj que ahora está en otra muñeca diez o doce centímetros... un metro más allá... una voz espantosa azul terrorífica... no hay peligro, estoy aquí, no hay prisa, saboréalo, escúpelo, trágalo... el terror suena ahora estridente...
Marcelo García "Instrucciones psicóticas para no seguir en épocas de crisis" (Septem Ed., 2009).