Crítica. Música. –
“Valientes sanchos panza”
LEÓN BENAVENTE
La Antigua Estación, Oviedo.
Sábado 28 de septiembre de 2013.
León Benavente: Abraham Boba (voz, guitarra, teclados), Luiggi Tuddermis (guitarra, bajo,voz), Eduardo Baos (bajo, sintetizadores), César Verdú (batería, percusiones).
Vivimos tiempos distorsionados. Lo que siempre se tomó por un mundo inquieto y nada conservador, el de la independencia, se ha convertido últimamente en España en un reducto donde se repiten fórmulas hasta el hastío del oyente, tanto que se ha creado una –hiriente, sus seguidores que se creen especiales lo saben- etiqueta que los define como indietex. Algo que podríamos definir como un pop vacío, hueco, con ínfulas y pretencioso, que repite una receta que ha elevado a los altares a mediocridades y sobrevalorados. No es el caso de León Benavente, a simple vista –la de esos ojos superficiales que callan ante la perversión de modos y estilos- un supergrupo nacido bajo una ventolera estacional.
Nada que ver con tonterías, el cuarteto que reúne diversas procedencias –entre ellas las del imprescindible moredense Luiggi Tudermis, tipo capaz de empresas variopintas siempre aunadas bajo auras estimulantes, de Alto Volto a la banda de Nacho Vegas- es una apuesta muy arriesgada que sabe exhibir una propuesta sólida y atractiva. Partiendo de un after-punk –para los remilgados que han alumbrado el indietex, post-punk- que sabe beber de Décima Víctima tanto como del art-pop de los insobornables Wire o de la intensidad de Magazine, León Benavente han conseguido crear un proyecto tan estimulante como inusual bajo un prisma muy personal donde ofrecen una visión de este mundo que se cae ante nuestros ojos, con certera visión en las letras y sentido tacto en cada una de las canciones. Sólo así se puede explicar que hayan registrado el que junto al “III” de Grupo Salvaje es el disco del año. De la sensible maravilla vestida de frío desdén de “Estado provisional” (a situar junto a aquella versión que Sr. Chinarro hicieron del clásico de Los Planetas “Qué puedo hacer”) a la furia de “Ser brigada” que tocaron en un bis que supo a poco, hay un recorrido de hora y unos minutos que se hace corta y habla de una de las bandas con más fuerza del momento. En ese contexto se entiende su versión del “Europa ha muerto” de Ilegales que dejó, sólo al principio, descolocado al personal que abarrotaba el recinto de actuaciones que con más constancia lleva celebrando conciertos en la ciudad esta última década y media. Mientras en las fiestas patronales soportábamos a bandas que llevan repitiendo formulismos desde hace veinte años a mayor gloria de sus contables, la promotora Radio de Cristal, limpia y entusiasta como ninguna, nos ha ofrecido uno de los mejores platos para inaugurar su temporada, que ya habían acabado con brillantez con otros inexcusables: Havalina. Llenazo que en otros lares hubiera dado para una segunda sesión al día siguiente, la sensación que dejan León Benavente es la de un regreso a la exigencia, sin autocomplacencias generacionales, porque los tiempos piden talento desprovisto de manierismos. Y, en ese terreno, estos cuatro tipos se manejan con la destreza de los grandes.
MANOLO D. ABADFoto: MANOLO D. ABAD
Publicado en la edición papel del diario "El Comercio" el lunes 30 de septiembre de 2013.