JESÚS PALACIOS, Escritor y crítico de cine
"Todo buen festival tiene su noche golfa para el cine gamberro"
"Una película de terror puede ser divertida como la realidad, pero nunca da tanto miedo"
Jesús Palacios (Madrid, 1964) es sobradamente conocido del público más radicalmente cinéfilo e inquieto, no sólo por su labor como crítico cinematográfico sino como uno de los expertos más importantes en esa cultura que mira hacia el lado oscuro. En este FICXixón su labor se reparte como autor de un libro sobre el director checo Jurai Jakubisko, la coordinación del ciclo y el libro sobre el nuevo cine de la crueldad francés y el periódico del festival, así como de La Noche Innombrable que se concelebra hoy. Buen momento para hablar con este gijonés de adopción.
-Se recupera la Noche Innombrable para el FICXixón, ¿satisfecho?
Desde luego, siempre es una satisfacción extender el imperio del Mal por el mundo.
-Una propuesta así consigue unir diversos factores como la participación del público, las posibilidades lúdicas y algo que podríamos denominar como "espectáculo total" de la pantalla a la butaca. ¿Cree que sirve para recuperar un tanto cierto espíritu desinhibido que se había alejado tanto de los festivales como del propio cine?
Creo sinceramente que todo buen Festival tiene que tener su noche golfa, dedicada al cine
más gamberro, con un concepto divertido y lúdico. -¿Cómo cree que encaja una convocatoria como ésta en el ámbito del FICXixón?De hecho, Gijón siempre la tuvo de una manera u otra, quizá lo que le faltaba era etiquetarla y empaquetarla de forma reconocible. En realidad, todos los festivales importantes del mundo programan noches de este tipo, en España las hay en Las Palmas o San Sebastián, y las de Sundance o Toronto son bien conocidas. Es ridículo pensar que buen cine y diversión no puedan ir unidos, y, más aún, si hablamos de un cine radical e independiente... Y de espectadores radicales e independientes.
-Desahucios, ruina, crisis, ¿da más miedo la realidad que las películas de terror?
El cine de terror puede ser tan divertido casi como la realidad, pero nunca da tanto miedo. Por desgracia, la realidad siempre supera la ficción y, de hecho, el cine de horror es una manera de asumir e incluso superar los horrores de la vida cotidiana.
-Ha escrito el libro sobre Jakubisko, anteriormente lo hizo sobre quien fue uno de los más gratos descubrimientos del FICXixón, el ruso Alexander Balabanov. ¿Cree que podría repetirse algo así con Jakubisko para el público más exigente del FICXixón?
Todas las comparaciones son odiosas. Lo único importante es que tanto Balabanov como Jakubisko, que pertenece a otra generación, son directores excelentes, con una trayectoría de gran relevancia para el cine europeo y el cine en general, y ambos merecen ciclos y libros... Y, sobre todo, ser conocidos por el público. Estoy seguro de que, en cualquier caso, el cine de Jakubisko será toda una revelación.
-¿Coordina el libro sobre la crueldad francesa? ¿Cómo lo enfocó? ¿Por qué la francesa en concreto?
El libro sobre el cine de la crueldad francesa responde también al pequeño ciclo que se le dedica en el festival. Es un reconocimiento a una serie de cineastas y películas que en más o menos una década han renovado la iconografía y la narrativa del cine de terror más gráfico y salvaje, todos procedentes de Francia y con muchos elementos comunes. La idea era analizar el fenómeno desde varias perspectivas: sus raíces literarias y culturales, sus antecedentes dentro del propio cine francés, los autores que utilizan un lenguaje de la crueldad similar fuera del cine de terror... Por ello hemos contado con la colaboración de varios expertos: Rubén Lardín, Jordi Ripollés y Antonio José Navarro, además de mi propia contribución. Es un fenómeno que ha puesto a Francia en el mapa del cine de terror y el cine de terror en el mapa de Francia, y que encaja muy bien en la nueva línea del festival, más abierta a un cine de género que sea también relevante cinematográficamente.
El libro sobre el cine de la crueldad francesa responde también al pequeño ciclo que se le dedica en el festival. Es un reconocimiento a una serie de cineastas y películas que en más o menos una década han renovado la iconografía y la narrativa del cine de terror más gráfico y salvaje, todos procedentes de Francia y con muchos elementos comunes. La idea era analizar el fenómeno desde varias perspectivas: sus raíces literarias y culturales, sus antecedentes dentro del propio cine francés, los autores que utilizan un lenguaje de la crueldad similar fuera del cine de terror... Por ello hemos contado con la colaboración de varios expertos: Rubén Lardín, Jordi Ripollés y Antonio José Navarro, además de mi propia contribución. Es un fenómeno que ha puesto a Francia en el mapa del cine de terror y el cine de terror en el mapa de Francia, y que encaja muy bien en la nueva línea del festival, más abierta a un cine de género que sea también relevante cinematográficamente.
-Coordina el periódico diario además, ¿conseguirá sobrevivir a estos días?
Seguro que sí, porque el cine es como la sangre: el cine es vida.
MANOLO D. ABAD
Publicado en el diario "La Nueva España", edición Gijón, el sábado 17 de noviembre de 2012. No disponible en digital