martes, 12 de abril de 2011

Lo que dicta el corazón


JOAQUÍN PASCUAL


La Antigua Estación, Oviedo.


Sábado, 26 de marzo de 2010.


A diferencia de otros nombres ilustres empeñados en arrastrarse -creativamente- pensando más en los réditos inmediatos, en amortizar un nombre glorioso o "mítico", término usado y abusado hasta proporciones ridículas, Joaquín Pascual no hace sino engrandecer su leyenda con cada nuevo paso. Y eso gracias no sólo a una sensibilidad plena de esa madurez que permite situarse en un lugar donde pocos podrían sentirse cómodos y alcanzar la libertad creativa máxima, esa que le lleva a enfrentarse en solitario a un público que respeta con un impresionante silencio una actuación intensa, a corazón abierto, sino a un respeto máximo a una trayectoria inmaculada, a la que "El ritmo de los acontecimientos" (El Genio Equivocado, 2010) honra en un golpe de timón sorprendente y destacable en su descarnada intimidad. Embarcado en la gira "Aproximación a la frontera", que le había llevado el día anterior a Zamora, a la sala Berlín, otra de esos locales donde, era previsible, Pascual se sintió como en casa de la mano del gran Boris, el albaceteño eligió el piso superior de una Antigua Estación que celebraba su duodécimo aniversario al alimón con el tercero de los promotores La Radio de Cristal, que tantas y tan buenas actuaciones nos han traído a Asturias, a pesar de muchos que se empeñan en ningunearles. Quise presenciar la prueba del exSurfin´ Bichos, exMercromina y Travolta, además de poder dialogar un poco con él, pequeños privilegios de los años. Y a fe que fue un privilegio. Pero más aún el de los sesenta elegidos que, además de disfrutar de un CDEP publicado de forma artesanal, pudieron presenciar, saber cómo un concierto acústico puede ser algo más que un recurso alimenticio. En manos de Joaquín Pascual se transformó en un acto de sinceridad expresiva de un artista grande, que honra a su pasado (maravillosa la recuperación del sensacional "Lo que dicta el corazón" de Mercromina) y se muestra en carne viva para dar lo mejor -que en su caso es mucho- en uno de esos conciertos para recordar.


MANOLO D. ABAD


Foto Joaquín Pascual cortesía de La Radio de Cristal