lunes, 3 de agosto de 2009

Verano, el Reino de la Telebasura


Este 2009 nos había traído la buena noticia del descenso, en su primer semestre, de los programas de telebasura. Pero se ve que la mierda televisiva posee un gran potencial de resistencia y reciclaje, así que, con los calores estivales, ha renacido con todo su brillo y esplendor. Y es que no hay manera de quitársela de encima. Resulta paradójico que en un tiempo como el estival donde el ocio se postula como el eje de la vida de muchos, la televisión se degrade más aún, en una espiral que no parece tener fin. Antiguamente era un tiempo donde las cadenas rodaban a algunas de sus teleseries de cara a la temporada otoñal. Recuerdo con especial cariño un desternillante mes de agosto –y creo que parte de julio también— que me pasé hace unos años con "A Medias", una corrosiva teleserie creada por nuestro Tom Fernández y que pudo sobrevivir algunos meses más allá del verano. Los meses estivales también eran el momento para revisar viejas teleseries y aquí se llevaba la palma Verano Azul, claro. Pero, metidos ya de lleno en el nuevo Milenio, los capitostes de las principales cadenas apenas si arriesgan y tan sólo La Sexta se apunta a estrenar la nueva sexta temporada de la magnífica NCIS: Navy Investigación Criminal o la cuarta de Numb3rs, o Cuatro decide que es el momento de la estupenda "Dexter" y su cuarto año, aunque, a las dos semanas, se arrepienten y la cambian al horario de madrugada para castigarnos con un patético biopic de... Michael Jackson. Es, por lo tanto, y al margen de los deportes (TVE sólo se ha atrevido a poner en la 1ª dos jornadas de otro Tour español) el momento para que la telebasura resurja, para que tipos grimosos como Jordi González hagan girar su Noria, llenando de porquería el medio televisivo. Leo en los periódicos la última "hazaña" de sus tertulianos (sic) y no me sorprende: un individuo que un día pudo llamarse periodista deportivo agrede a otro personaje –por cierto, ambos con columna en "Marca", ¡manda guebs! –. Suspendido temporalmente (sic), me imagino que habrá recibido un sobresueldo por un revuelo que, sin duda, aumentará audiencias. Propongo que esas "tertulias" las hagan en un cuadrilátero y así ya se muestran tal como son: un engendro sólo apto para la ignominia, la brutalidad y la ignorancia. ¿Es que no se va a acabar esta porquería nunca?