Manolo D. Abad
Escritor, acaba de publicar "Elevator"
"Tenía que escribir esta novela como si tuviera una pistola entre las manos"
"La escena musical ovetense tuvo épocas muy buenas, pero hay que vivir el presente intensamente, aunque a cierta edad se vaya haciendo complicado".
Por Chus NEIRA.
Manolo D. Abad (Oviedo, 1968) acaba de publicar "Elevator", primera novela y tercer libro en ua producción de narrativa de ficción que estrenó con dos colecciones de relatos. Antes, durante y después, Abad ha sido y es crítico musical y de cine, interesado especialmente en la escena alternativa y el género negro.
-¿Cuándo aparece el Manolo Abad escritor?
El primer libro de relatos es de 1998, ahí empecé a escribir de una manera más consciente. Primero estuve probándome. Porque soy bastante poco seguro, o, mejor, me cuesta dar un paso, aunque una vez que lo doy asumo todas las consecuencias.
-¿Cómo se prueba un escritor?
Me estuve probando hasta estar seguro de estar a la altura, de tener un mínimo nivel. Creo que cuando se acabó la revista "Interferencias" fue cuando tuve la necesidad de escribir. Las historias habían estado ahí, había varios temas sobrevolando y sentía la necesidad de contarlo. La ficción es una manera muy buena, la mejor, de expresar esas ideas que rondan la cabeza.
-Lo de estar a la altura es muy relativo. Hay músicos con éxito o repercusión en determinado público acusados de ser malos músicos por otros. La calidad no es un absoluto.
Se trataba de estar a la altura de alguien que escriba de cara al público. Precisamente por haber hecho crítica de música y de cine era consciente de que tenía que asegurarme de que podía ofrecer algo que valiera la pena. La ayuda de amigos y gente del entorno literario me ayudó a dar el salto.
-¿"Elevator" es el LP después de los dos EPs de relatos?
En la literatura española se tiende a ver los relatos como un ensayo, como un paso previo a la novela. Yo creo que tienen su propia entidad y que exigen una disciplina mucho más grande de lo que puede ser un entrenamiento con vistas a una aventura larga. Yo siempre concibo los libros de relatos como una unidad, y eso hace que esté a la misma altura que una novela. En el relato breve estoy muy a gusto, y yo mismo soy fan de relatistas norteamericanos como Carver, Cheever, Ford y Behm.
-¿Y esta novela, "Elevator"?
Bueno, la novela impone. A veces hace falta un proceso distinto. En este caso no es muy larga, porque quería algo que se ajustara a la propia historia. Es muy fuerte, muy realista. Puede ser que gente como Behm me haya influido sin darme cuenta. Necesitaba esa manera sintética de narrar, como si tuvieras una pistola entre las manos, cercano también a Jim Thompson o Chester Himes. Pero ahora ya estoy inmerso en libros de relatos.
-¿Cuáles?
Uno de serie negra y otro sobre el mundo del rock. Pero no es el mundo del rock como un paraíso de héroes, sino más bien el rock como concepto de vida duro, como lado salvaje y duro de la propia existencia.
-¿Recuerda Manolo Abad cuál fue su primer concierto?
Entre los primeros grupos que vi, con 15 años, estaban Modas Clandestinas. tenían un directo muy bueno. Luego recuerdo también haber visto a La Banda del Tren, Derribos Arias, Salón Dadá... Estaba metidísimo en fanzines, teníamos la D.O.S.I.S., Distribución de Ondas Subversivas Independientes. Nos pasábamos casetes, escuchábamos a Joy Division, a grupos punk y afterpunk. Había mucha música en la tele, alguna revista de rock y empecé a escribir muy pronto, en "70 veces 7" con amigos y muy rápidamente en "Ruta 66".
-¿Cómo fue eso?
Había ido con mi hermana a ver a un grupo francés, Les Thugs, al Factory. Escribí algo, se lo enseñé y ella me animó para que lo mandara al Ruta. Lo publicaron y empecé a vivir el ambiente, a mandarles noticias y publicar algún artículo.
-¿Qué fue de esa hermana?
Es secretaria de juzgado. Y sí, María Alzira era un año mayor que yo, íbamos juntos a los conciertos. A ella le debo todas las series del "Back From The Grave" de Tim Warren, la biblia del garage-punk que trajo de un viaje a París. Por ella conocimos también a José Lanot, de Los Potros, Sex Museum... A partir de ahí conocí muchos grupos y tuve la suerte de poder viajar a algunos conciertos acompañando a algunas bandas como The Amateurs.
-¿No fue ese un momento de cambio de eje entre Oviedo y Gijón?
No hay que olvidarse de Mieres. Pero sí, había relación con Gijón. Miguel, el guitarrista de Amateurs, tenía coche, íbamos mucho al Dom Pedro a Gijón, nos hicimos muy amigos de Paco, de Boni y de Carlos de Los Locos.
-¿Y la efervescencia ovetense de los ochenta?
La viví de yogurín. Era muy fan de Modas Clandestinas. Me acuerdo de un concierto en el Palladium que retransmitió Radio Nacional, con Modas, La Banda del Tren e Ilegales. También tuve mucha relación con Imágenes de Archivo y Los Murciélagos, donde estaba Pablo Vaquero, hermano de José Miguel, de Modas.
-¿Hay nostalgia de aquellos años?
No hay que añorar, hay que vivir el presente, tener el pasado también presente pero mirar hacia delante. Tmbién me acuerdo mucho de la época del Chanel y del Monster. Aunque a cierta edad se va haciendo más complicado, lo que hay que hacer es vivir intensamente. El pasado no nos puede impedir disfrutar.